La noche de la radio

Volvía tranquilo de Capital escuchando musica en el colectivo. Quedándome dormido de a ratos. Estaba muy cansado.
Día largo, entrené a la mañana, por la tarde tramites, trabajar tarde noche, y noche reunión.
Son esos días que deseás con todas las ganas partir la cama en dos, que la suavidad y comodidad de TU propia cama te acaricie.
Pero no, el viaje se hacía largo. Mucha gente, chicas por todas partes que se mezclan con mi virginalidad. Mis ojos querían dormir pero estaba como una lechuza mirando colas, tetas, sonrisas, mujeres de todo tipo.
Cerraba los ojos de a momentos, y pensaba en la música. Pero el colectivo se mueve y en mi pantalón la tensión maldita me quiere jugar a traición.
Concentrado escuchando unos lentos que me hacían mal con el movimiento del colectivo decido dejarle el asiento a una chica para ver si me despertaba y dejaba de estar tan tenso.
Que cansancio por favor., quedabame dormido parado dentro del colectivo lleno de gente.
Pasaron los barrios y llegando a la terminal quedaba sólo con algun otro loco, cuando veo una chica bien arreglada que le hace señas al colectivo. Hermosa.
Sube, sonríe como si supiera que la desnudé con la mirada y se sienta detrás mío.
No le quiero dar bola y subo el volumen de la música, pero una mano me toca el hombro sutilmente.
" Hola, te hago una consulta, la parada del bajo, sabes donde hay que bajarse?"
" Si, es la última, yo voy hasta ahí, así que quédate tranquila, cuando me veas bajar te bajas y llegaste"
Que caballero que soy, casi me hago un monumento a los malos pensamientos que tuve cuando le miraba los labios.
No sé si lo habrá hecho a propósito pero cuando me levante para bajarme estaba dormida. Que envidia, y yo despierto tratando de pensar en otra cosa que no sea una fantasía con ésta mujer!
" Che, llegamos, termina el recorrido"
" Ah, gracias, me parece que me quedé dormidisima"
Sonríe, se levanta y tropiesa empujandome fragilmente por el movimiento del colectivo.
" Seguis dormida me parece, por suerte estoy para aguantar la caída, no te quedes dormida encima mío porque te llevo para mi casa" dije como para molestar un poco.
Mirándome nos bajamos y me agarra de la mano.
Que mano suave, y fuerte, que le pasa?
" Que pasa? te vas a quedar dormida de nuevo?" le digo
" Tengo ganas de quedarme dormida, como que me agarraron ganas de ver que pasa"
Así como de repente me puse duro como una mesa, que tensión!
Temblaba mi boca, y mis manos, que pasa? Está pasando de verdad?
" No vivo sólo, era una joda. Soy un tonto pero con lo linda que sos soñe despierto y se me escapó"
" Que lindo que sos, debes ser muy pajerito, seguramente cuando me vaya hoy te vas a tocar hasta que no te quede una gota en las bolas"
" Seguramente que sí. Voy a pensar en vos"
Caminabamos por el mismo camino, ya no de las manos sino más bien chocándonos de manera juguetona, como quien se desafía con mirada y cuerpo.
Me pegué tal calentada que le agarré fuerte la mano y atrayéndola le partí la boca. Aunque tal vez fuera menos que un beso y más como una mordida de elefante, pero que podía hacer, hasta donde había llegado mi suerte que una chica hermosa me dejara entre la espada y la pared.
" No quiero decirte nada y quiero hacerte todo"
Que palabras, pocas veces tan atinadas fueron aquellas que me salieron.
" No te la aguantas, pajerito"
De que manera continuar mi relato? No llegamos a destino de nadie. Como a mi me gusta, la noche fue el techo, y entre unos arboles y el terreno de un colegio pasó lo que tenía que pasar, arrodillados, parados y apoyados contra la pared, por delante y por detrás, calientes, rápido, más de una vez, con la música de la radio en mis oídos.
Así pasó hoy antes de que llegara a contarlo.
Estoy nuevamente caliente, es mejor que mi amigo no despierte nuevamente.

1 comentario - La noche de la radio