Inducida a la esclavitud 5 el fin

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parte 2 : http://www.poringa.net/posts/relatos/2758868/Inducida-a-la-esclavitud-2.html

parte 3 : http://www.poringa.net/posts/relatos/2759215/Inducida-a-la-esclavitud-3.html

parte 4 : http://www.poringa.net/posts/relatos/2760564/Inducida-a-la-esclavitud-4.html



-¿¡Mamá!?, ¡Por Dios, No! –Fue lo único que alcance a decir. Esta sorpresa me había dejado perpleja. En ese primer momento en que la vi sin la máscara, no sabía que sentía exactamente, pero de segura era una mezcla entre confusión, susto, odio, desprecio…y para qué negarlo: excitación. No sabía como había ocurrido. No sabía nada de qué demonios estaba pasando. En ese momento odiaba a mi amo, y me despreciaba a mí misma, por ser tan tonta y no haberme dado cuenta de nada, y por la excitación que me causaba el morbo de ver a mi madre en la misma condición que yo. Todos quedaron mudos por unos minutos, a excepción de mi amo, que estaba riendo, en voz baja, y de la otra mujer enmascarada y sus tres folladores, quienes ahora le estaban dando caña, y se oían sus gemidos. En cierto momento, reaccione.
-¡¡Desgraciado!! ¡¡Me dijiste que nadie de mi familia seria involucrado en esto!! ¡¡Me diste tu palabra!! –le dije, aunque sin alzar mucho la voz. Era obvio que a pesar de todo, lo seguía respetando, y seguía manteniendo clara mi posición de ser inferior ante él.
-¡¡Cállate escoria!! –me replico, alzando bastante la voz, lo que me hizo asustarme mucho. –En ningún momento te di mi palabra de nada así que no seas habla paja. Hay muchas cosas que aun no sabes...
-¡¡Mama!! ¿De qué está hablando este tipo?? –le pregunte a mi madre, indignada.
-¡¡¡Guau, Guau, Guau Guau Guau!!! –fue todo lo que salió de la boca de mi madre. Mis ojos casi se salen de sus orbitas cuando le oí.
-Jajajajajajajaja –comenzaron a reír todos. Mi amo tomo la palabra –jajaja que puta tan ingenua, jajajaja, no se ha dado cuenta de que Silvia esta a mis pies jajajajaja…-continuaron riendo…
-¡¡¡Mama!!!,¡¡¡Contéstame!!! –volví a replicarle, con mucha más impotencia que antes, pero obteniendo mas ladridos de parte de mi mama como respuesta.
-Jajajajajajajajajaja –seguían riendo todos –Cabrona, esta perrita tiene prohibido hablar durante esta fiesta. Solo tiene permitido ladrar. Y mira que es obediente…muuuy obediente…jajajajajaja –me dijo mi amo.
No sabía qué hacer, o cómo reaccionar. Si bien es cierto que la actitud de Mama me molestada, en el fondo me excitaba muchísimo, me encantaba ver su comportamiento, en lo que la habían convertido, y desee ser ella. Pero la rabia que sentía, y la impotencia, aun seguían en mi pecho, deseaba respuestas. Casi rompo en llanto.
Mi amo se dirigió hacia la otra chica enmascarada, la que estaba enfundada en un traje de látex (recordemos que al llegar mi amo con otro enmascarado, trajeron a otra mujer desnuda a 4 patas, enmascarada también) la cual estaba siendo usada por sus tres agujeros al mismo tiempo. –Con su permiso caballeros, necesito a esta cerda… ¿por qué no prueban algo de carne fresca? Tomen al nuevo animal que trajimos –les dijo a los tres que se la tiraban, haciéndole un gesto a su amigo, el que tenía la cadena de la otra chica a cuatro patas, pidiéndosela. Este dirigió a la otra chica enmascarada a cuatro patas hacia donde estaban ellos, entregándoles la cadena, para ser empalada por sus tres agujeros, al igual que la chica de látex.
A la nueva perra no le lubricaron los agujeros, sencillamente metieron sus vergas sin miramiento alguno, haciéndola paralizarse en el acto, pero luego de un buen par de fuertes nalgadas, la chica reacciono, y comenzó su tarea de darles placer, moviéndose y succionando sus güebos duros. Los otros 9 hombres que estaban de espectadores, se amontonaron alrededor de esta chica. Sin duda la iban a usar al igual que a mi madre, la mujer de látex y a mí. mi amo tomo a la mujer de látex, y la coloco a cuatro patas sobre la mesa donde Mama minutos antes estaba recostada, pero que el hombre que sostuvo mi cabeza y me hizo mamar su cuquita había bajado, llamándola precisamente como si fuera una perra, y mi madre, se dirigió hacia él, metiendo su verga en su boca. El otro hombre, a pesar de haberse corrido hacia unos segundos, se coloco detrás de mí, y me empalo el culo. Su verga aun seguía dura. Mi amo pasó a penetrar por el culo a la chica de látex, cuyo rostro enmascarado quedo bastante cerca del mío, de frente. Mientras le aplicaba el continuo pero suave mete y saca, comenzó a hablarme, al tiempo que el hombre que me sodomizaba comenzaba también un vaivén no muy fuerte.
-Bueno puta, de seguro que tu pequeño cerebro está por estallar, de tanta información que ha acumulado de golpe. ¿Quieres respuestas? Te las daré. En primer lugar, te diré que debes darle las gracias a esta chiquilla que tienes enfrente de tu rostro. Gracias a ella tú y tu madre son mis mascotas, al igual que ella misma.
-Aahh uuhh…¿aaa..que te…refieehhh..res? –le pregunte, entre gemidos. El hombre que me sodomizaba lo hacía deliciosamente. La rabia y la impotencia disminuyeron en mí, le abrieron paso a la excitación creciente.
-Jajajaja ¿qué a que me refiero? –me pregunto mi amo, y, sin dejar de encular a la chica, le desabrocho la máscara, y así como hizo con mi Mama, también lo hizo con ella, se la quito, rápidamente. Era Sara, mi hermana menor. Me pare en seco. Deje de gemir. El hombre me seguía penetrando. Mi amo aun seguía enculando a Sara, y ella seguía gimiendo, respirando agitadamente. Su rostro estaba sudado. Sus ojos, al igual que los de mi madre cuando le quitaron la máscara, estaban entreabiertos.
Yo no entendía nada. Me costó asimilar todo. Justo cuando iba a articular alguna palabra, mi amo empujo el rostro de Sara hacia el mío, haciendo que nos fundiéramos en un delicioso beso, al cual respondí, no por reflejo, sino por el nivel de excitación al que me veía sometida. Seguía sintiendo rabia, odio, pero la excitación era más fuerte. Respondí al beso, uno muy húmedo, nuestras lenguas jugueteaban delicadamente entre nuestras bocas, a veces la mía pasaba a la suya, y a veces la de ella pasaba a la mía, mientras éramos acompasadamente enculadas por nuestros respectivos machos.
Después del beso, cuando mi amo separo el rostro de Sara del mío, yo iba a decir algo, pero Sara me puso delicadamente su dedo índice en mi boca –Sshhh hermanita, deja que nuestro amo te hable, te lo explicara todo, no seas tontita, se que te gusta esto tanto como a Mama, y como a mi…acéptalo, somos unas prostitutas de poca monta, somos putas verbeneras y baratas. El es nuestro dueño, y hará lo que desee con nosotras, y no digas que no te gusta, porque todos sabemos que eres la que más goza de las perras que estamos en esta habitación… -me dijo, con voz delicada y baja, entrecortada por la excitación. Obedecí, me quede callada.
-Muy bien Sara, muy bien…-continuo nuestro amo. –Hace como dos años exactamente, estaba aburrido, por lo que decidí entrar a una sala de chat de sexo. No soy tonto, se que las mujeres que entran allí o son bots de computadoras, o son tipos haciéndose pasar por tipas. Es muy raro conseguirse a una mujer realmente buena y deliciosa, dispuesta a tener sexo. Entre sencillamente para burlarme de todos, insultar, etc. Recuerdo claramente que había una chica cuyo Nick en la sala era "SumiSara". Yo siempre me he sentido atraído por el mundo de la dominación y el sado. Nunca lo había practicado, pero lo deseaba. Así que, entre tantos insultos a todos los de la sala, le envié una invitación de chat privado a dicha usuaria, a ver si de verdad tocaba con suerte, y vaya suerte que tuve…la chica era tu hermanita, si, lo sé, es obvio, pero quería recalcarlo, ya que dudo que las dos cucarachas jugando metras que tienes en tu cabeza en vez de cerebro, sean incapaces de entenderlo. –me dijo. Yo a estas alturas, había retomado mis movimientos con mi culo, y continúe gimiendo, aunque en voz baja, quería oír con atención sus palabras.
-Recuerdo claramente, esa tarde ella estaba leyendo relatos eróticos de sadomasoquismo y dominación, en una pagina a la que era asidua, al igual que yo. Comenzamos a comentarlos, y poco a poco nos fuimos conociendo, nuestros gustos, etc. A ella le iba la sumisión, y a mí la dominación, así que esa misma tarde tu caliente hermanita me suplico de rodillas (si, activo la webcam para que yo la viera a ella, aunque yo no active la mía, por seguridad, y porque yo era el que tenía el rol dominante en la conversación) que nos viéramos para tener una sesión amo/sumisa. Estaba desesperada de probar a un amo de verdad, y ninguno de los que había probado le daba la talla. Era mi primera vez, así que en un principio no me confié mucho, pero fueron tantas sus suplicas y tanto el morbo que me dio, que acepte. Fue increíble esa sesión, se dispuso a todos mis deseos, incluso pago todos los gastos del hotel, incluyendo cena, la cual ella recibió de manos del camarero totalmente desnuda y rotulada con obscenidades, y le mamo el güebo en agradecimiento, por orden mía. Incluso me sirvió de mesa, y solo comió las sobras, pisoteadas y escupidas por mí. Le gusto como la domine, y a mí me encanto como se me entrego. Ese mismo día me conto, por orden mía, muchas cosas de su vida, como por ejemplo, que su padre viajaba mucho por negocios, y que tenía una hermana y una madre…lo mejor de todo fue oír como ella deseaba que ustedes también cayeran a mis pies, solo para aumentar su humillación. A su padre no deseaba verlo esclavizado por respeto, y lo entendí.
Gracias a la penetración a la que yo estaba siendo sometida, junto con el morbo de la historia que me mi amo me estaba contando, tuve un orgasmo. Me sentí una autentica basura, una perra sin escrúpulos. ¿Cómo podía correrme oyendo como mi hermana menor fue usada por este tipo durante tanto tiempo? Sin duda, yo debo ser el antimoralismo en persona. Pero lo cierto, era que el orgasmo fue delicioso. A pesar de mis sentimientos de rabia y confusión, deseaba otro orgasmo, y lo busque, moviendo mi cadera más fuerte, aunque sin perder el hilo de lo que mi amo decía.
-Sara se entrego a mi esa noche, sin verme el rostro. .-proseguía mi amo –de hecho, nunca me ha visto, y jamás me vera, ni ella ni ninguna de las cuatro golfas que tengo aquí, ni las otras que sin duda caerán en mis redes a futuro. Pero bueno, no estoy aquí para decirte mis proyectos, déjame continuar la historia, que por el orgasmo que veo que acabas de tener, te excito mucho. Hay que ver la clase de bestia que eres so puta. En fin, como decía, Desde ese día tu hermana se hizo mi fiel mascota. Debo admitir que nunca me imagine que en la vida real, una mujer se entregara así de rápido a un hombre, y mucho menos tratándose de la clase de prácticas que se llevan a cabo en este tipo de relaciones amo/sumisa. Como bien dije, tuve muchísima suerte. Tu hermanita al mes de estar como mi esclava, fue anillada. Me costó muchísimo aguantarme las ganas de tatuarla, pero yo no quería que nadie se escandalizara en tu casa, ni ustedes ni tu padre, al que conocí en persona, y quien es el único de tu familia que me ha visto sin mascara. Quise espiarlos, quise ver si podía caer la familia completa, incluyendo tu padre, a mis pies. Pero Sara me rogo y suplico que no lo hiciera, que si quería esclavizara a su hermana y a su madre pero no a su padre. Hay que ver que Sara sí que sabe suplicar, porque me he mantenido alejado.
Me costaba creer que esta persona tan infame haya tenido ese límite. Tal vez sea algo que él diga ahorita, pero que con el tiempo llevara a cabo, quien sabe. Y mientras pensaba en todo esto, tuve otro orgasmo, no pude contener los gritos. El hombre al que Mama le hacia la mamada se corrió en su boca. Mi madre trago toda la espesa leche de aquel hombre, de rodillas, con las manos en sus muslos, como buena esclava. Yo a pesar de haberme corrido por segunda vez durante esta historia contada por mi amo, seguía moviendo mis caderas al ritmo del empuje que el hombre que taladraba mi culo me tenia sometida. Mi amo continuo la charla:
-En fin, le ordene a tu hermana que las espiara más seguido, a Silvia y a ti. Le ordene que las fotografiara secretamente, en ropa interior, desnudas, en la ducha…el rendimiento de esta zorra haciendo su tarea como espía me sorprendió mucho, ya que muchas de las fotos eran de ustedes dándose placer, muchas de las fotos te mostraban a ti vestida como una autentica puta de esquina, vestida con esas infartantes minifaldas, y esas sandalias de actriz porno, maquillada como a una puta, o peor, dudo que las putas salgan maquilladas así a la hora de buscar un par de monedas por una mamada. Ibas a ser la siguiente en la lista, quería ir de "menor a mayor", pero un día, como a los 6 meses de haber esclavizado a Sara, sucedió algo que no pude dejar pasar, la oportunidad de oro con Silvia: la muy cerda había ido a la habitación de Sara y del cesto de ropa sucia tomo un par de braguitas de ella, una la metió en su boca y la comenzó a chupar, mientras la otra se la colocaba en la nariz, mientras se masturbaba frenéticamente. Sara al contarme lo que su Madre estaba haciendo, le ordene que entrara, que la sorprendiera, que armara un escándalo. Tu padre estaba en casa ese día, y dudo mucho que le haya sentado bien esa noticia. Le dije a Sara que actuara como si estuviera ofendida, y la amenazara con contarles a su padre, a ver qué pasaba. Sara obedeció, y supo llevar muy bien la situación, haciéndola caer a sus pies. Silvia se sometió sin mucha protesta, era estar dominada por su hija menor, o ser la pervertida de la familia…jajaja me pregunto que habría hecho ella si hubiera sabido que Sara en ese momento era una puta reconocida en varias discotecas, y su hija Lizbeth era una guarra. Dudo mucho que el resultado hubiera sido distinto al actual, pero bueno, todo salió perfectamente, deje en manos de Sara el entrenamiento de Silvia, quien aprendió con rapidez, se nota que era una golfa y que este mundo le atraía. A los tres o cuatro meses, Silvia me conoció, y mírala donde esta ahorita, es una buena fuente de ingresos a mi bolsillo.
Esto último lo dijo haciendo un gesto con la mano a Silvia, quien se acerco a cuatro patas gateando, y al llegar a su lado, el amo le dio varias palmadas en la cabeza, suaves, como si estuviera dándoselas a un perro entrenado. Bueno, eso es lo que éramos todas en ese momento, unas perras entrenadas en las artes de la sumisión. Para ese momento, el hombre que me enculaba, acabo en ese agujerito, emitiendo fuertes gemidos y teniendo fuertes espasmos.
Después de pasados los estertores del orgasmo, llamo a mi madre, como si llamara a un perro, acudiendo mi mama al llamado. El hombre la tomo por el cabello, y luego de sacar su verga de mi culo se la metió a ella en la boca, dejándola limpiar su amplia extensión de carne de todos los fluidos que en ella había. Luego de un corto rato de limpieza, la tomo por el cabello nuevamente y le ordeno chupare el culo, el cual estaba bastante dilatado. Silvia obedeció sin rechistar, y succiono todo mi agujero anal, colocando sus manos en mi vientre y haciendo fuerza para que me levantara poco a poco. Sentía como la abundante corrida del hombre se deslizaba en mis entrañas hasta la boca de mi madre, como si yo fuera un recipiente de leche del cual mama bebía el delicioso líquido adorado por nosotras.
Mi amo, aun enculando a Sara, la hizo dirigirse un poco más hacia delante, posando su rostro sobre mi pubis, aprovechando que yo estaba de pie. Sara comenzó u delicioso trabajo con su lengua en mi clítoris, mientras que Silvia ya no solo succionaba mi agujero anal sino que con sus manos separaba mis nalgas e introducía su lengua en mi ano, recorriendo los bordes del agujero. Mis madre y mi hermana me estaban haciendo sentir una excitación indescriptible, ambas zorras eran excelentes con sus lenguas. No tarde en llegar a un nuevo orgasmo, uno de los más brutales de la orgia. Mi cuerpo tembló por completo, gemí como una sucia mujerzuela calenturienta. Mi amo sostenía el cabello de Sara, apretando su rostro contra mi pubis, para evitar que se separara, al igual que el otro hombre hacia con mi madre, pero en mi culo.
-Son buenas lamedoras…¿verdad Lizbeth? –me pregunto mi amo.
-Aahhhhhh sssiiighh….aaaaaf ah ah ahhhg!!! –le conteste, entre gemidos y respiración agitada. Ellas no me dieron tregua, continuaron su labor, mientras mi amo proseguía con las explicaciones:
-Jajajaja…bueno, prosiguiendo con la novela, la siguiente en caer en mis redes fuiste tú. Pero esa historia ya te la sabes, al menos parte de ella, ya que dudo mucho que supieras que tu hermana y tu madre, se encargaron de pasarme tu horario, de decirme cuando salías de tu casa, etc. Me dijeron que te gustaba caminar por el boulevard de Sabana Grande, después de salir de la universidad. Con la ayuda de mis amigos, aquel par que ya conoces, prepare el pequeño edificio abandonado. Uno de ellos es un fanático de la tecnología, así que él se encargo de conseguirme unas cuantas cámaras, y los equipos necesarios para grabar el video de tu presunta "violación" ya que la manera en que te comportaste parecía más una película de sexo duro. En fin, ellos se escondieron un par de pisos más arriba, cuidando de que no viniera nadie indeseable a sabotear. La lluvia me puso todo fácil a la hora de tomarte, ya que nadie vio nada. Y más fácil todavía se puso el hecho de que justamente corrieras por esa calle, que es donde estaba el edificio. Debo admitir que tenía planeado alcanzarte y mostrarte las fotos de tu madre y hermana, las que te envié a la semana de haberte usado en el edifico, donde se les ve saliendo de casa etc. Pero todo salió mejor de lo que esperaba, tu solita corriste por esa calle, y no había nadie viendo ya que todos estaban resguardándose por la espesa lluvia. Jajajaja todavía me recuerdo de todo y no paro de decirme que soy el hombre con más suerte de este mundo. Aun no me he ganado la lotería, ¿pero quien necesita ganarse esos millones cuando tres putas como ustedes les cae como anillo al dedo? Con ustedes tres puteando por ahí para mi, para dentro de un año tendré el doble de lo que ofrecen los perdedores de la lotería. Y más rápido aun cuando tenga más prostitutas, como Gina…
-Aaahhhh uuuuf…gi….ginaaagh? -pregunte entre gemidos. Sin duda mi madre y mi hermana eran unas expertas usando la lengua, me seguían castigando sin cesar.
-Hey, quítenle la máscara a la guarra que están usando –les dijo mi amo a los 9 hombres que usaban a la otra chica nueva, la enmascarada con quien había llegado mi amo momentos atrás. Estos lo hicieron, y efectivamente, era Gina, mi vecina. Dada la gran calentura que sentía en ese momento, producto de las lamidas, ni me inmute de la sorpresa. Aunque si me pregunte que hacia Gina allí en ese momento, si toda la vida ella fue una mujer conservadora, mojigata.
-Lo de Gina te lo explicare a su tiempo puta, no te desesperes que ya estamos cerca de esa parte. Por cierto, ¿donde quede…? Ah!!! Si bueno, te "ultraje" en el edificio, y fuiste filmada. Todo quedo en el video, el cómo pedias más, etc. Bueno, eso lo pudiste comprobar con la copia que te pase en CD en tu universidad. ¿Te digo un dato curioso? El recogelatas (Ndr: el mendigo de la primera parte, así les decimos en Venezuela a las personas que viven en la calle, recogiendo latas de los basureros para luego venderlas por unos cuantos billetes…) fue algo no planeado. Al yo salir d la habitación, en las escaleras, lo conseguí hurgando en tu cartera. Le conté que en cierta habitación, había una mujer con unas tetas de muerte, que se masturbara viéndote, y que se corriera encima de ti. Además de eso, le di un frasquito con un líquido para el aturdimiento de las personas. Se suponía que mi amigo el "tecnócrata" era el que iba a aparecer, aturdirte, vestirte, y soltarte, pero me pareció mejor que fuera el recogelatas el que te aturdiera, ya que así no me esperarías de nuevo, a pesar de que te dije que nos veríamos pronto…el mendigo este se masturbo y te aturdió con el pañuelo. Le dimos un par de monedas y mis amigos aprovecharon tu estado para vestirte como la cerda buscona de güebos que eres, y escribirte "puta" en la frente. Después de eso nos fuimos a la habitación donde monitoreamos todo, a esperar que te levantaras y te largaras. Aunque cuando vimos que te pusiste a recorrer el edificio, nos asustamos un poco, pero logramos ocultarnos muy bien.
En ese momento me puse a recordar lo vivido ese día, la manera en que fui usada sexualmente por mi amo, que para ese entonces era un desconocido, no pude evitar tener otro nuevo orgasmo recordando al mendigo acabándome en las tetas, mientras yo estaba amarrada. Recordé incluso el asqueroso hedor de ese hombre, cosa que me humillo muchísimo. Recordando todo eso mas el trabajo de ellas en mis partes fue una buena mezcla para mi orgasmo.
-Debo reconocer que mis amigos y yo quedamos bastante desubicados con respecto a qué hacer. Se suponía que íbamos a "chantajearte" con meternos con tu madre y hermana si no obedecías nuestras órdenes. Por cierto, la idea de chantajearte de esa manera, fue de ellas dos, las cuales intentaste proteger. Yo quería hacerlo de otra manera, pero para serte sincero, no tenía nada planeado, pero ellas un día que me estaban mamando el güebo me dieron la idea. Querían verte "Acosada", querían ver tu reacción. Querían ver las cosas que inventarías con tal de obedecerme. La idea me pareció genial, así que junto con mis amigos planeamos todo. ¿Recuerdas cuando te fuimos a buscar en la plaza O’leary, cuando te llevamos al galpón para anillarte? Tu querida Madre Silvia estuvo en la camioneta todo el tiempo, dándonos placer. De hecho, ella fue la enmascarada que bajamos de la camioneta, para que le chuparas el culo y se lo limpiaras de nuestras corridas, tal como ella está haciéndote ahorita. Se podría decir que te está devolviendo el favor jajajajaja. –al decir esto, todos rieron junto con él. –Ese día cuando llegaste a tu casa, Tu querida hermana Sara estaba chateando con nosotros, viendo como Silvia atendía a 8 clientes al mismo tiempo. No te diste cuenta, pero Sara estaba vestida como una puta, la estábamos ofreciendo por videochat a los mismo 8 hombres que veían en pantalla grande a tu hermana menor. Nos aviso cuando llegaste, y le ordenamos que te espiara en tu baño, y que te fotografiara mientras te duchabas….la sorpresa vino cuando en lugar de mandarnos fotos nos mando un corto pero muy excitante video tuyo masturbándote en la ducha. Muchos de los que te vieron en esa oportunidad los atendiste durante los meses siguientes trabajando como mi prostituta particular…
No pude soportar y tuve otro orgasmo. Las piernas me dolían, el culo y la cuca también, de tantas contracciones. La vista la tenía nublada. Mis tetas comenzaron a ser deliciosamente magreadas por el hombre que me estaba detrás de mí, el de la voz que se me hacia familiar. Mis piernas temblaban, palabra tras palabra, orgasmo tras orgasmo. A pesar de todo, no deje de prestar atención a la historia que mi amo aun continuaba relatando.
-Yo he ido todo este tiempo a tu casa, mientras tú andabas haciendo visitas sexuales a domicilio y tu padre estaba de viaje, a beber el caro champagne de este último, servido por mis dos sirvientas. Hace unos 15 días, estando yo disfrutando de mis dos perras, es decir, tu madre y tu hermana, tocaron a la puerta. Vi por la cámara que era tu vecina Gina. Desde hacia muchísimo tiempo le tenía el ojo puesto a esa ricura de zorra. A pesar de que nunca vestía de una manera que realzara su cuerpo, algo en su mirada me provoco someterla. Más de una vez me imagine que una de ustedes era ella, en especial Silvia, que tenía el cuerpo más parecido al de ella. Incluso le ponía la máscara y le decía que durante ese rato ella se llamaría "Gina". Algo que me llamo la atención de la guarra que tienes por vecina es que para vestir todo el tiempo como una mujer conservadora, para ser tan monja, llevaba los senos operados. Eso me tenía muy intrigado, no te compras un Corvette para tenerlo metido en el garaje de tu casa todo el día. En fin, Gina toco a la puerta ese día, así que decidí dar una estocada directa, probando mi ya de por si excelente suerte. Me lleve a Silvia arriba, a su habitación, y la coloque a cuatro patas en el piso. Le ordene a Sara que abriera la puerta, me pareció buena idea ya que ella llevaba puesto un trajecito de sirvienta francesa versión pornográfica. Así lo hizo, fue a la puerta frontal, y le abrió, invitándola a pasar. No sé que buscaba, pero llevaba una taza grande en su mano. Yo estaba viendo por la ventana de la habitación de Silvia. Me gusto la cara que puso al ver a Sara vestida así, fue una mezcla de sorpresa y excitación…
Esta parte la oí bastante intrigada, mientras el hombre que tenía mis tetas en sus manos comenzaba a pellizcar mis pezones fuertemente. Mi amo aparto a Sara de mi pubis, y el hombre quito a mi madre de mi culo, entregándosela al otro hombre que estaba a un lado. Este hombre se sentó a un borde de la mesa, y tomando a Sara también por el cabello, la coloco en sus testículos, así como también a mama. No hizo falta que este dijera nada, ya ambas zorras sabían sus trabajos, así que comenzaron a masajeárselos con las lenguas. Mi amo tomo mi cabello, y me dirigió hacia su polla, la cual segundos antes estaba en el culo de Sara. Sin rechistar, la comencé a limpiar, viéndolo a los ojos, mientras me seguía contando la historia, y el otro hombre de la voz familiar, comenzaba a enterrar su enorme polla en mi culo de nuevo.
-Ambas entraron. Baje con Silvia a cuatro patas hasta la planta baja, cual mascotita obediente y le pregunte a Sara que era lo que deseaba nuestra invitada. El rostro de Gina al ver a Silvia fue un poema, se sorprendo muchísimo, pero lo que me gusto más y lo que aproveche, fue ver que su rostro se había sonrojado delicadamente. Sara me dijo, actuando como si todo fuera lo más normal del mundo, que la invitada deseaba un poco de azúcar, ya que tenía visitas de unas compañeras de trabajo. Lo que hice a continuación fue tomarla de la camisa, desabrocharla, y dejar a la vista el hermoso par de globos de su pecho, enrojecidas, con los pezones erectos. La muy perra no llevaba ropa intima. La tome por la cabeza, y la puse de rodillas, para ordenarle bajarme la bragueta del pantalón, y que me hiciera una mamada. La muy furcia lo hizo, y en menos de 5 minutos me hizo acabar, pero lo hice dentro de la taza. Le magree las tetas, y le ordene mamármelo de nuevo, ella accedió, y a los 15 minutos, otra nueva corrida mía fue a parar a la taza. Lo tome, le escupí varias veces dentro, y le ordene mezclar el fluido con los dedos, cosa que hizo al instante. Lugo le dije que se lo diera chupar a Silvia, quien lo hizo con hambre, como buena perra adicta a los flujos de macho que es. Le dije a Gina que allí tenía su azúcar, que fuera a hacer la torta para sus invitadas. Ella muy dócilmente me contesto con un "si amo" y se largo. Demás está decir que todas degustaron la torta con el ingrediente especial que le di a mi nueva esclava…El resto fue fácil, Gina me rogo ser mi puta esclava…hay que ver que las chicas que te rodean todas son unas autenticas guarras calentonas…
Tenía razón. Siempre pensé que las cosas no eran así de fáciles. O mejor dicho, que las chicas no éramos así de fáciles. Tal vez sea así, con la excepción de que las chicas fáciles seamos nosotras y de la casualidad de que vivamos juntas o cerca. Yo continúe mamando a mi amo, mientras el otro hombre me enculaba con salvajismo. Pareciera que les hubieran dado viagra o algo, ni el mejor de mis clientes tenia tanto aguante como estos tipos. Mi madre y mi hermana en tanto, le hacían una mamada al otro hombre, ambas en cuatro patas aun, aunque ahora Sara se había quitado el traje de látex que ocultaba la mayor parte de su cuerpo. Las cuatro putas de mi amo estábamos totalmente desnudas y descalzas, ante un montón de hombres enmascarados cuyas pollas están al aire. Vaya orgia.
-Jajajaja ¿sabes que fue gracioso? Lo de ayer…-prosiguió mi amo, con la historia, la cual al parecer ya llegaba a su fin –tu esmerándote toda nerviosa por no ser descubierta, y tu madre, hermana y vecina ya sabían todo. Gina fue a "ayudarte" después de que el taxista te usara, por orden mía. La película de sadomasoquismo que ella veía, la veía por orden mía. Incluso el desayuno que hizo Silvia ese día, fue por orden mía. ¿Recuerdas que te dije que había puesto pequeñas cámaras ocultas en toda tu casa? Eso era falso, al menos en gran parte. Solo lo dije para que ni pensaras en no obedecer. Silvia y Sara me decían lo que hacías, así que ellas eran mis cámaras vivientes. Cuando te ordene que fueras a la habitación de Sara, ella estaba chateando conmigo. Tenía la web cam puesta. Ella me iba diciendo todo lo que tú hacías, mientras yo lo veía por la cámara web. Yo le iba dando órdenes de que hacer. En tanto, le ordene a Silvia que dejara su computadora prendida y que apagara el monitor, ah, y por supuesto, que dejara activada la web cam también en su habitación. Le envié a un cliente, que fue el que viste que se la follaba en el baño. Mande a Gina a que viera la escena también, y que tu vieras que ella estaba allí, solo por confundirte un poco más. Silvia hizo de cuenta como que no estabas, pero ella sabía de tu presencia, agachadita en la puerta del baño viendo como era usada por un cliente. Del resto, todo fue perfectamente planeado, la reacción de tu hermana menor al besarle los pies y acariciarlos con tu rostro, etc. Me divertí muchísimo oyendo tu vocecita nerviosa (si, no solo estaban activados las cámaras web, sino también los micrófonos). Lo único que me llego de sorpresa, fue tu vecino cuando fui a buscarte. Te comportaste como una autentica perra de mi propiedad, decidiste descubrirte ante él. Era bueno destapar esa faceta en los vecinos, total, con lo que tengo planeado dudo mucho que ustedes vuelvan a sus casas. Silvia y Sara están emocionadas por eso, y obviamente no pueden decir que no, al igual que tu guarrilla, acepta de una vez que te gusta este mundo, grítalo, todos acá queremos oírte decir que eres una guarra, una puta, una cerda, que eres mi esclava sexual, que no eres más que una extensión de mi cuerpo para hacer lo que mi mente desea…
En ese momento saco su vera inmensa de mi boca. Sencillamente no lo pensé dos veces: excitada por toda la historia, por la orgia que vivía, y por darme cuenta de que en el fondo esto era lo que deseaba, lo grite. –AHHHHH SIGGGHHHH….SIIIIIIIIIII SOY SU…AAHHH PUTA ESCLAVA AMO, SOLO HAGO LO AAAHHHFFF QUE USTED ME ORDENA, ESTOY A SU PIES, SERE SU PERRA DE POR VIDAAAAAAAAHHHHGG, O HASTA QUE USTED SE CANSE DE MI Y ME BOTEEEEEE AAHHHHHHG!!! –no pude evitar los fuertes gemidos, producto de la salvaje enculada a la que estaba siendo sometida por uno de los invitados, el que no me había soltado desde que llegamos.
En ese momento todos, a excepción de mi amo y de su secuaz (el que estaba presente, el otro no lo vi por ningún lado), se quitaron las mascaras. Todos los hombres que allí estaban eran conocidos míos. Habían varios vecinos y algunos compañeros de clase, el hombre que me enculaba, que tenía una voz bastante familiar, era nada más y nada menos que Miguel, el chico abusivo de la universidad. Al verlo los ojos se me pusieron como platos. El con una sonrisa maliciosa, me dijo –Tenias razón perrita, eres una puta, y estas orgullosa de serlo… ¿viste? Sabía que algún día te iba a cojer bien rico…cerda asquerosa… -dicho esto me dio una tremenda nalgada, que retumbo en toda la habitación.
Mi amo me hizo voltear de nuevo mi cabeza, para ver de frente a su güebo erecto, por el cual escurrían mis babas. Me dio una fuerte cachetada, y me lo metió en la boca nuevamente. –¿sabes furcia? Tu amigo aquí presente, el que te encula, fue el primero en ofrecerme una buena cantidad de dinero cuando fui a ofrecer tus servicios de puta a la universidad. Me sorprendió su energía, y la gran cantidad que era capaz de pagar por ello. Nos pusimos a hablar y me conto todo, lo desgraciada que fuiste no solo con él, sino con muchos en la universidad, provocando a todos con tu vestimenta para dejarles las vergas duras. Como dicen por allí "calientas el consomé pero no te lo tomas"…es por eso que decidí hacer esta fiesta, con algunos de tus compañeros de clase y algunos vecinos, quienes también les tenían ganas a las tres. Como se trata de un caso especial, la entrada a la fiesta la puse gratis jejejeje… -me dijo mi amo.
El resto de la velada sexual, los 16 hombres nos usaron mi hermana a mi madre, a Gina, y a mí, como les vino en gana. Nosotras, putas excitadas, pero putas al fin, gozamos de lo lindo de esta nueva situación. No parábamos de pedir más, de decir que nos gustaba todo lo que nos hacían, no dejábamos de confirmar y reconfirmar a gritos, entre jadeos, gemidos y fuertes orgasmos, que éramos unos juguetes sexuales propiedad de nuestro amo. Estuvimos en muchísimas posiciones, entre las que se podría resaltar un 69 hecho por las dos tetonas de Silvia y Gina, mientras dos hombres se las cojian, intercalando embestida tras embestida entre la boca de una de ellas, y el coño de la otra. Inclusive, en un momento dado, me ataron de los tobillos, y con una polea dispuesta en el techo, me colgaron de cabeza, dejándola justo a la altura necesaria para poder mamar vergas sin problemas, mientras los hombres castigaban mi cuca y mi culo, con fuertes palmadas, o metiéndome dedos para una vez dentro de cada agujero retorcerlos. No paraban de jugar con el anillo de mi clítoris.
Pasado un buen rato, todos los hombres se habían corrido como 3 veces cada uno en nosotras. Todas terminamos totalmente empapadas en sudor, saliva y semen. Fuimos llevadas afuera de la casa, donde se nos ordeno colocarnos a Gina, a mama y a mí, recostadas de pie en una pared, dándole la espalda a esta. Delante, había unas sillas y unas cavas, con las puertas abiertas, que se veían llenas de cervezas, refrescos, bebidas energizantes, agua mineral, etc. Sara se acerco a mí, con unas cadenitas delgadas en las manos. –Saca la lengua furcia –me ordeno, obedeciendo yo al instante. Sara abrocho al anillo de mi lengua, el extremo de una cadena, y el otro extremo, lo abrocho al anillo de mi clítoris, dejándola cadena bastante tensa. Mi lengua quedo afuera y apuntando hacia abajo, jalada por la cadena, y mi clítoris, quedo bastante tensado hacia arriba. Podía sentir la tensión de ambas zonas, incluso mi cuerpo quedo algo doblado hacia adelante, para que la cadena pudiera llegar con cierta dificultad a unir ambas zonas. Luego tomo otra cadena, y uno de sus extremos lo abrocho al anillo de mi pezón derecho, para luego, jalando la cadena (y el pezón también) abrochar el otro extremo al anillo de mi nariz. Mi teta derecha quedo "colgando" literalmente de mi nariz. La operación fue repetida con mi seno izquierdo, abrochado también a mi nariz. Luego abrocho otra cadena a ambos anillos de mis pezones, haciendo que no solo queden tensados hacia arriba, sino entre ellos. Por último se me ordeno alzar mis brazos, para luego doblarlos hacia mi espalda. Allí fueron esposadas mis muñecas, que quedaban a la altura de mi cuello, y dichas esposas estaban unidas por medio de otra cadena a una especie de grafio, el cual me fue introducido en el culo, haciendo que mi cuerpo hiciera presión hacia atrás, provocando que se tensaran aun mas las cadenas de manera un poco dolorosa, pero excitante, al menos para mí, que estaba ya hecha toda un animal masoquista. Por último, y para dificultar aun mas mis movimientos, Sara me coloco un anillo en cada dedo pulgar de mis pies, a los cuales estaban abrochadas otras cadenitas, las cuales fueron abrochadas al anillo de mi clítoris, provocando que flexionara un poco mis piernas. Más incomodo, imposible. Toda esta operación fue repetida en Gina y mi madre, quienes al igual que yo y Sara, estaban anilladas en las mismas zonas. Para finalizar a las 3 nos colocaron una especie de protectores para los ojos, que permitían ver perfectamente todo.
Todos los hombres se sentaron en las sillas, dispuestas en una sola fila ante nosotras. Mi amo tomo a Sara, y le coloco en los pulgares de cada pie, también, unos anillos, con cadenas abrochadas a ellos. Pero estas cadenas eran muchísimo mas cortas, obligándola a agacharse para que pudiera ser unida al anillo de su clítoris. Sus brazos fueron puestos de igual manera que los de nosotras, igualmente el gancho en su culo. De sus tetas, dos cadenas sostenían una especie de caja, cuyo contenido no divise bien. Además de estar unida a sus tetas por las dos cadenas, también su cuello le ayudaba a sostenerla con una correa. Mi amo la ubico al comienzo de la fila, de izquierda a derecha.
-Muy bien amigos, estas putas ya han aclarado que son mis juguetes, y que puedo hacer lo que me venga en gana con ellas, así que ¿qué mejor que estrenar estos juguetes con un juego que me gusta mucho? La puta Sara pasara caminando agachada por cada uno de sus puestos, con una caja de dardos. Estos son inofensivos, las agujas son supercortas y son lo suficientemente livianos como para que no se caigan una vez clavados en el cuerpo de la persona. No harán un daño ni siquiera leve a las cerdas, aunque sí que sentirán unos cuantos pinchazos jajaja. Hay un total de 150 dardos, 10 para cada uno. Hagan el favor de escribir sus nombres en cada dardo que se les entregue. El que logre más puntos, se ganara una noche con las cuatro perras gratis. Si hay empate pues una noche serán de uno, luego otra noche del otro, y así sucesivamente. Las tetas valen 30 puntos, el pubis vale 40, los muslos y brazos valen 20, el pecho y el abdomen valen 10. Los pezones y el clítoris valen 100 puntos. ¡Ah! Puede que las putas se den la vuelta, así que sus nalgas valen 35 puntos y la espalda valdrá 10. Se harán 10 rondas, el que mayor puntuación obtenga en la suma de todas gana…muy bien basura –dijo dirigiéndose a Sara –reparte los dardos.
Sara pasó por cada puesto caminando muy dificultosamente, la posición en la que se encontraba era bastante incómoda. Cada uno tomo 10 dardos, y les escribieron sus nombres. Mi amo se situó a un lado, con Sara agachada delante de él, cosa que este aprovecho para sacar su güebo de su pantalón y ponerla a mamar. Sara por supuesto que lo hizo muy contenta y dichosa, no sería usada de diana para dardos.
-¡¡Ahora!! –dijo mi amo, dando inicio a la primera ronda de lanzamiento de dardos. Todos con sonrisas maliciosas comenzaron a lanzarnos los dardos a las tres, el primer pinchazo que recibí, fue en mi teta izquierda. Baje la vista, para ver al dardo clavado por la cara inferior de dicha teta, expuesta por la posición en que estaba gracias a la cadena que la aseguraba a mi nariz. De mas esta decir que si que sentí un buen pinchazo. Casi al mismo tiempo, percibí otros pinchazos, en el abdomen, pubis, y mi muslo derecho. Ninguna de las tres pudimos evitar pegar pequeños grititos por cada pinchazo que sentíamos en nuestros cuerpos. Como pudimos, comenzamos a movernos, como intentando evitar que nos dieran mas dardazos, pero dada la posición en la que estábamos, y lo ajustadas que estaban las cadenas de los anillos, la cosa no se nos hizo nada fácil, además de ser dolorosa la situación. Todos reían al oír nuestros gritos, y al vernos mover torpemente, con mucho cuidado para no lastimar nuestras zonas anilladas, y a la vez apresuradas por el desespero para no sentir más los dardos en cierta zona. Además de las cadenas y anillos, y de los dardos, otra cosa que, al menos a mi me molestaba un poco, era el gancho en el culo, el cual al estar ajustado a las esposas de mis muñecas de manera muy ajustada, por cada movimiento que hacía con mis brazos, los sentía en mi culo, haciéndome moverlo hacia atrás, cosa que a su vez hacia que mi lengua se estirara cada vez más, ya que mi clítoris jalaba de la cadena de mi lengua.
Terminada la primera ronda, mi amo saco la polla de la boca de Sara y se dirigió a hacer el conteo a ver cual tenía más puntos en esta primera ronda. Arrojo todos los dardos de nuevo en la caja que sostenía mi hermana, y la hizo volver a pasar por cada puesto, para que todos tomaran sus dardos de nuevo. Una y otra vez durante otras 9 rondas. El suplicio me encendió, me puso excitada de nuevo. No podía entenderme, de verdad que no, hacia solo unas horas que estaba molesta, enfadada por ver el rostro de mi madre, y luego el de Sara…y ahora, estaba como una puta caliente. Así me sentía, y así me gustaba sentirme. No me puse a pensar en mi futuro, ni en lo que pasaría, ahora todo era lo que mi amo deseara, a quien de ahora en adelante, le debo plena obediencia…
(Un año después)
Mi amo compro una gran quinta. Tenía razón, nosotras le haríamos tener más dinero que en la lotería, al poco tiempo. Gina, quien vivía sola en la casa de al lado, la vendió, y todo el dinero fue a los bolsillos de nuestro amo. Mi madre ,mi hermana y yo le pasamos todo el dinero de nuestras cuentas bancarias a la suya, y era una cantidad bastante jugosa. Mi padre aparecio a los dos meses desde aquel día de la "fiesta". En esos dos meses la comunidad completa de donde vivíamos, ya sabía la clase prostitutas que éramos las 4 perras. No hubo un solo hombre de dicha comunidad que no nos haya usado al menos 5 veces, obviamente, previo pago de una cantidad de dinero, la cual era la mitad de lo que cobraban las putas más baratas del país. Incluso nos alquilaron algunas mujeres…Cuando mi padre llego, casi le da un infarto al ver la reputación de sus queridas tres hijas y su esposa. Tanto fue el escándalo, que decidio mudarse a Sídney, en Australia. No querían saber más nada de nosotras. Obviamente no aguanto el bochorno y se fueron a un sitio donde vivir en paz. A pesar de todo nosotras no nos entristecimos en lo mas mínimo, estábamos muy contentas con nuestras vidas, éramos felices a los pies de un hombre totalmente desconocido, al cual en ningún momento le vimos el rostro, ni supimos su nombre, solo lo llamábamos "Amo".
Si algo debo agradecer, es la idea de mi hermana y mi madre. Muchas de las cosas que ahora hago, a pesar de haberlas fantaseado, jamás me imagine que sería capaz de llevarlas a cabo. Y ahora las hago, gracias a ellas, ya que cada uno de mis límites me hicieron quebrarlos manteniéndome por un tiempo Acosada…
FIN…

6 comentarios - Inducida a la esclavitud 5 el fin

pacovader +1
Leído y disfrutado.^^ buena imaginación 😀
DarkRusel +1
Excelente de las mejores historias que leí
Erop1111 +1
Fotos de esas mujeres anilladas?
Danytrip
El que inventó está historia se la hipermega jalo