El sol irrumpía en el living y una hermosa sensación me despertó, abrí los ojos y ahí estaba ella, prendida a la pija como un ternero. Cuando me vio despertar sonrió, y amasandome las bolas me dijo "mi novio llega cerca del mediodia" chupo la pija nuevamente y volvió a decir "te vas ahora o aprovechamos un rato más?". Eran las 9 de la mañana, el tiempo justo para aprovechar lo putita que era esta pendeja.
No le conteste, sólo la tome de la cabeza fuertemente y se la empecé a meter con intensidad. La coji por la boca un buen rato, me excitaba escuchar como se ahogaba y se llenaba de baba. Lejos de no querer, estaba tan excitada que sola se metía la pija hasta que le daban arcadas. Salía a respirar, pero instantáneamente le volvía a hundir la cabeza sobre mi, hasta que su nariz me tocaba la cintura. Estábamos ya muy calientes y le pedi que se de vuelta para comerle toda la conchita.
Accedió, y mientras me la chupaba encelada, le empecé a pasarle la lengua mientras le metía los dedos, la muy putita la estaba bien mojada, y cada vez se mojaba más. Cuando le hundi la lengua fue su momento de vengarse y me presionó la cabeza entre sus piernas dejándome casi nada para respirar y mucha concha para comer. No podía respirar y eso me excitaba mucjo tmb, mientras me mojaba toda la cara con su conchita totalmente depilada.
Parecíamos dos animales en celo luchando por dominar la situación. De repente y sin dejar de hacer ese 69 tan caliente y húmedo. Logre darla vuelta en el sillón, dejarla abajo y hundirle la pija hasta la garganta, no le di respiro a una arcada pq en ese mismo momento le descargue toda la leche adentro. Tosia con la pija en la boca y se llenaba de baba y semen que le desbordaba por los labios. Me solto la cabeza.
Le saque la pija y limpiándose la cara y chupándose los dedos me preguntaba:
-Vos me querés cojer o me querés matar?
-A mi no me gusta perder
-jajaja, bueno, ganaste, que querés?
Yo le quería pedir el culo,pero me pareció apurado así que le pedi que me acabe en la boca esas cantidades enormes que había acabado la noche anterior.
Despues de unos besos y mientras recobraba el aliento, me recoste en el sillón y ella se agachó encima de mi cara, mientras yo le chupaba la concha y le metía la lengua, ella acariciaba su clitoris con mi nariz, moviéndose como si tuviese dos pijas adentro. En poco tiempo empezó a gemir más y mas, y a moverse más frenéticamente y frotar sus labios de mi boca a mi nariz. Aproveche que se iba Lubricando cada vez más a medida que se excitaba, moje un dedoy se lo metí en la cola. En ese momento explotó de placer, me agarró de los pelos, me hundió toda su concha y sentí como me eyaculaba en la cara y en la boca todos sus jugos.
Sin dejar ese grado de calentura me chupo toda la cara con sabor a conchita y me empezó a pedir "cojem, cojeme!" le levante las piernas, le hundi la lengua en la cola una vez más, le apoye la pija entre los labios mojados y luego, con sus patitas en mis hombros, la estoque con todo mi cuerpo. El primer grito mezcla de placer y dolor vino acompañado de una contracción vaginal. No sabía si le gustaba más de lo que le dolía, pero no pare y empecé a metérsela muy fuerte, ella gritaba que pare y a la vez que siga. Gritaba y gemia tan fuerte mientras más fuerte la cojia. Era tanto que en un momento la vecina empezó a golpear la pared. Y mientras la putita le gritaba "callate vieja puta!" un último orgasmo me mojo toda la piba y el sillón. Caímos rendidos los dos.
La volví a mirar, tirada, acalambrada, cuasi violada pero satisfecha, con la conchita rebalsada y cada beso con sabor a leche. Eran las 10, parecía que había pasado mucjo más tiempo.
-Te hago un café? Le dije
-Dale, me encanta! Y me sonrió.
-A todo esto, disculpa que sea tan desubicado, pero como te llamas?
Se rió y me dijo -Camila, y vos sos Mateo.
No recordaba en que momento nos habíamos presentado l noche anterior.
Hablamos al pedo mientras desayunabamos, como si nos hubiésemos conocido de toda la vida. Me contó que la vecina era una vieja putona que se había comido al novio unas cuantas veces cuando nno estaban muy bien, y que habían mejorado la relación cuando empezaron a cambiar algunos hábitos sexuales. Yo le miraba las tetas y cada tanto algo contestaba.
-Bueno che, necesito que te vayas pq me tengo que bañar y rescatar para que mi novio no sospeche.
-Bueno, me voy, pero podríamos seguir comiendo no? Me das tu número?
-No, el celu no te lo doy pq no quiero líos, pero de jueves a domingos estoy sola en casa y ya sabes donde vivo.
Me beso, se agachó, me chupo la pija una vez más como despedida y me abrió la puerta.
-Te espero pronto
Y cerró
No le conteste, sólo la tome de la cabeza fuertemente y se la empecé a meter con intensidad. La coji por la boca un buen rato, me excitaba escuchar como se ahogaba y se llenaba de baba. Lejos de no querer, estaba tan excitada que sola se metía la pija hasta que le daban arcadas. Salía a respirar, pero instantáneamente le volvía a hundir la cabeza sobre mi, hasta que su nariz me tocaba la cintura. Estábamos ya muy calientes y le pedi que se de vuelta para comerle toda la conchita.
Accedió, y mientras me la chupaba encelada, le empecé a pasarle la lengua mientras le metía los dedos, la muy putita la estaba bien mojada, y cada vez se mojaba más. Cuando le hundi la lengua fue su momento de vengarse y me presionó la cabeza entre sus piernas dejándome casi nada para respirar y mucha concha para comer. No podía respirar y eso me excitaba mucjo tmb, mientras me mojaba toda la cara con su conchita totalmente depilada.
Parecíamos dos animales en celo luchando por dominar la situación. De repente y sin dejar de hacer ese 69 tan caliente y húmedo. Logre darla vuelta en el sillón, dejarla abajo y hundirle la pija hasta la garganta, no le di respiro a una arcada pq en ese mismo momento le descargue toda la leche adentro. Tosia con la pija en la boca y se llenaba de baba y semen que le desbordaba por los labios. Me solto la cabeza.
Le saque la pija y limpiándose la cara y chupándose los dedos me preguntaba:
-Vos me querés cojer o me querés matar?
-A mi no me gusta perder
-jajaja, bueno, ganaste, que querés?
Yo le quería pedir el culo,pero me pareció apurado así que le pedi que me acabe en la boca esas cantidades enormes que había acabado la noche anterior.
Despues de unos besos y mientras recobraba el aliento, me recoste en el sillón y ella se agachó encima de mi cara, mientras yo le chupaba la concha y le metía la lengua, ella acariciaba su clitoris con mi nariz, moviéndose como si tuviese dos pijas adentro. En poco tiempo empezó a gemir más y mas, y a moverse más frenéticamente y frotar sus labios de mi boca a mi nariz. Aproveche que se iba Lubricando cada vez más a medida que se excitaba, moje un dedoy se lo metí en la cola. En ese momento explotó de placer, me agarró de los pelos, me hundió toda su concha y sentí como me eyaculaba en la cara y en la boca todos sus jugos.
Sin dejar ese grado de calentura me chupo toda la cara con sabor a conchita y me empezó a pedir "cojem, cojeme!" le levante las piernas, le hundi la lengua en la cola una vez más, le apoye la pija entre los labios mojados y luego, con sus patitas en mis hombros, la estoque con todo mi cuerpo. El primer grito mezcla de placer y dolor vino acompañado de una contracción vaginal. No sabía si le gustaba más de lo que le dolía, pero no pare y empecé a metérsela muy fuerte, ella gritaba que pare y a la vez que siga. Gritaba y gemia tan fuerte mientras más fuerte la cojia. Era tanto que en un momento la vecina empezó a golpear la pared. Y mientras la putita le gritaba "callate vieja puta!" un último orgasmo me mojo toda la piba y el sillón. Caímos rendidos los dos.
La volví a mirar, tirada, acalambrada, cuasi violada pero satisfecha, con la conchita rebalsada y cada beso con sabor a leche. Eran las 10, parecía que había pasado mucjo más tiempo.
-Te hago un café? Le dije
-Dale, me encanta! Y me sonrió.
-A todo esto, disculpa que sea tan desubicado, pero como te llamas?
Se rió y me dijo -Camila, y vos sos Mateo.
No recordaba en que momento nos habíamos presentado l noche anterior.
Hablamos al pedo mientras desayunabamos, como si nos hubiésemos conocido de toda la vida. Me contó que la vecina era una vieja putona que se había comido al novio unas cuantas veces cuando nno estaban muy bien, y que habían mejorado la relación cuando empezaron a cambiar algunos hábitos sexuales. Yo le miraba las tetas y cada tanto algo contestaba.
-Bueno che, necesito que te vayas pq me tengo que bañar y rescatar para que mi novio no sospeche.
-Bueno, me voy, pero podríamos seguir comiendo no? Me das tu número?
-No, el celu no te lo doy pq no quiero líos, pero de jueves a domingos estoy sola en casa y ya sabes donde vivo.
Me beso, se agachó, me chupo la pija una vez más como despedida y me abrió la puerta.
-Te espero pronto
Y cerró
2 comentarios - Acabamos el día también (cont)