Paula sencillamente Paula

A modo de reserva, para éste cuento aclaro que me fuere narrado, en una noche de esas en que la bebida, vence la resistencia de los recuerdos en un bar de Boedo, por un hombre que no recuerdo ahora su nombre ni su circunstancia de porque éste relato, pero ciertamente la historia le que hube de haber escuchado me dispuso muy bien esa noche. Simplemente adorné algunos párrafos para hacer de ello algo, más sentido:



Ella era una mujer de una autóctona belleza norteña que su madre la llamó Paula porque decía que ese nombre la preparara enormemente en la vida
Además la concebirá muy personal y le llenará de posibilidades de éxito
Bueno así fue como hubo de contratar mí esposa una tarde en la cual esa joven ya de veinticinco años apareció en nuestras vidas
Una mujer (su madre) que solía venderle en el mercado central verdura y productos importados de Bolivia, más raras combinaciones de sabores echas por ella en su casa, a quien solía comprarle mi esposa Ana todos los martes y sábados en el mercado central, le había hablado de la idea de contratare cama adentro a su hija llama Paula. Así mi esposa le indicó a ella las condiciones de trabajo las urgencia y desmedidas de la vida en casa y su mantenimiento al cual al cabo de casi media hora Paula empezaba a trabar el lunes en casa.
Al rato mi esposa llama a su madre y el convenio estaba cerrado, Paula trabajaría por un tiempo de prueba en casa bajo el convenio establecido con anterioridad
Bueno así pasaron los meses y Paula la verdad era que ella, al poco tiempo aprendió su rutina y mi esposa término queriéndola, la verdad que Paula no tenía el espíritu pobre de seguir trabajando de empleada doméstica eso lo noté enseguida pero nunca se lo comenté a mi esposa, que estaba admirada con ella.

Ya estando casi dos meses en casa con la ayuda de Paula. Un día mi esposa me dijo que debía viajar a la capital federal, a Buenos Aires “porque su madre estaba algo mal de salud” y quería saber en propia forma de lo que le ocurría y como sus hermanos la atedian.
Solo Gustavo, serán dos semanas no más de ello me dijo Paula hará lo que ella sabe y los sábados y domingos te arreglaras ella el lunes ordena todo
Es lo que me decía camino al aeropuerto distante casi cien kilómetros de donde residíamos, un viernes. A las quince horas ella salió
Llegaría dos horas más tarde, a la capital de Buenos Aires
Las cosas en casa siguieron como debían seguir y Paula, sinceramente la veía poco
Nunca me imaginé lo que hubiere de ocurrir en ese periodo en que mi esposa hubo de estar en la capital

Yo trabaja desde las ocho de la mañana hasta las quince, a esa hora sabia por encargo de mi esposa que ella debía tener la comida servida salvo que yo llamara diciendo que regresaría más tarde y así durante días fue lo que ocurrió, pero me apercibí que ella ahora no estaba tan distante como cuando mi esposa estaba, es más creo que ella le gustaba sentirse la dueña de la casa…
Un día estando solo, ella lo estaba al fondo de la tomando sol, sin la parte de arriba de la malla, a lo cual después de observarla un tanto hice ruido en la casa para que ella supiese que había llegado y se cubriese.
Así lo hizo pero siguió tomando sol.
Pasaron los días y los encuentros eran del tipo de servicio, cumplía las dos horas en casa de las tres a las cinco y se iba
Todo ocurrió ese día, porque me compensaron las horas usadas en reparar todo un sistema y además de acreditarme al sueldo las horas empleadas al medio día me dijeron que me fuera a casa por dos días
Y bueno, pensé riéndome de mi suerte, en dos días mi esposa, regresa
Llegue a casa ella estaba en el comedor había cortado recién el teléfono, y al entrar sorprendida me dijo.
Recién acaba de llamar su esposa, dice que a la noche le vuelve a llamar que van a operar a su suegra, y que viene más o menos en diez a quince días.
Había algo diferente en su mirada, cuando me dijo los diez días me miró profundamente y cerró la puerta del comedor y se fue a limpiar el baño
Bien pensé, esperaré que llame y diez días a ver si algo se da riéndome, fui a la cocina
Gustavo y solo mi nombre no el de señor como lo hacia delante de alguien o mi mujer, escuche una voz más sensual que nunca, quieres algo de almorzar, además de tutearme
Vos comiste, le repregunté.
No me dijo.
Entonces pido una piza para los dos, está bien
Bueno, me dijo
Salgo yo a comprar dos cervezas, anda a cambiarte me dijo
Bueno pensé algo está cambiando y salí a cambiarme riéndome.
Tomamos y comimos toda la piza después ella había comprado un postre y también lo liquidamos, el dialogo cada vez se fue cerrando más en una especie de preámbulo para ir a la cama
Pero no empezaba, esperaba todo de ella su inicio y cuando las cosas deben suceder, suceden:
Sentí su mano acariciando suavemente mi cuello ella estaba al lado mío, muy cerca de la cocina y yo la tome a esa mano y la apreté junto a su espalda
Ella me miró y yo la bese primero por los labios y al segundo beso casi de inmediato ella abrió la boca recibiendo mi lengua a lo cual al momento la de ella, la abrazo dentro de su boca, ella sintió como mi pija se había aumentado y se aproximó más apretándose con fuerza a mi
Ella me besaba de una manera diferente a como lo hacía mi esposa, más caliente más sentida estaba lo notaba caliente muy caliente
Y yo sentía un calor que se iba apoderando de todo mi cuerpo, lo abracé y la llevé a la pieza.
Estuvimos besándonos en la pieza largo tiempo en un momento separé las piernas de ella de a poco, para que pudiera sentir al meter mi mano en su vagina y noté que no traía ropa interior
Empecé a recorrer sus muslos, y ella bajando su mano derecha descendió el cierre de mi vaquero y apartando la salida de mi bóxer tomo mi pene apretándolo suavemente, sin moverlo porque si me hacia la paja, ella sabía acabaría enseguida.
Ahí oí de ella:
Gustavo te deseo tanto...
Le quite la remera y saque su corpiño que era muy suave marcando sus dos pezones muy negros y duros, ella se quitó la pollera y sus zapatillas, mientras yo me desnudaba, a un tiempo los dos estábamos desprovistos de toda ropa y la acosté suavemente en la cama


Era realmente cierto ello yo me estaba volviendo diferente, no recordaba haber estado tan excitado jamás.
Usé la posición que más me gustaba hacerlo
Ella aceptó desde el inicio y la se puso, en cuatro en la cama
A un momento ella dándose cuenta que ya todo empezaba empezó a bajar su cabeza acomodando su cabeza en la almohada
La penetré con movimientos cortos y rectos. A cada movimiento de penetración ella exclamaba y me dijo
Gustavo tu pene entre lentamente en la vagina para que inicie el proceso de lubricación, me dijo con voz entrecortada
Y así lo hice y ella se quedó quieta cunado mi pija estaba completamente erecta dentro de su vagina.


Amor ahora me decía, más dame más amor
Me llamó la atención su calentura reflejada en su voz, creo que quebrada por el placer de ser penetrada y su sabor que emanaba ese cuerpo caliente, sus pezones estaban duros como jamás lo había imaginado a un tiempo ella se desprendió y se acomodó a lo largo de la cama
Cógeme Gus hacelo así que me encanta
Y como dándose cuenta que ya la penetraba empezó a acompañarme mientras se la metía suavemente con movimientos acompasados en su cuerpo
Cuando la sintió toda adentro se detuvo se estaba acostumbrando a la pija dentro de ella
Hacía más de un año que no me entraba nada adentro Gustavo
Y no sabes cuantas pajas me hice con vos, ahora estoy enloquecida al sentirla adentro como me gusta me dijo término su comentario
"Siempre me pregunté cómo lo harías, Paula" le dije
Si mi amor, así como te estoy haciendo y empezó a moverse en la cama metiéndose lo más que podía mi pija
Gus soy tuya amor gózame y goza.
Realmente siempre seré tuya, amor
Lo hicimos hasta terminar, y nos dormitamos una media hora
Al despertar ella me dijo, Gustavo puedo quedarme a dormir con vos
Si mi amor le dije.
Espérame llamaré a casa, buscando su móvil llamó a la madre
Mami esta noche estoy en la casa de Ana así que no te preocupes, llego mañana a eso de las cuatro de la tarde, porque a la mañana trabajo
Nos empezamos a besar y toquetear, le gustaba que le besara su sexo, y mi lengua recorría cada espacio que le era posible Paula desde la cama se contorsionaba desesperadamente mientras yo tenía mi cabeza en su concha
Gustavo me enloqueces me dijo y ahora ella empezó a chuparme mi pija
Suspiraba al hacerlo dando a placer un toque de calentura increíble besándola de arriba a abajo, succionando de vez y pasando su lengua por mi escroto
Gustavo amor me dijo estoy al punto del orgasmo cuando subió y con la mirada enceguecida de deseo me dijo
“no aguanto más".
Paula empezó a bajar muy lentamente, metiéndose mi pija poco a poco.
El temor la invadía a que nuevamente acabara dentro de ella, pero seguía
El temor y un inmenso placer, ya que Paula se iba sintiendo cada vez más llena de pija, su concha le ardía de dolor y de placer a la vez.
Tenía su sexo dilatado como nunca, se lo notaba tirante.
Tenía una mano en el pecho de Gustavo y la otra en la base del pene Así fue bajando despacito hasta que llegó al final del limitado recorrido.
Los dos estaban por entonces llenos de sudor y de felicidad, ambos se sentían llenos el uno del otro, sus amplias sonrisas lo demostraban.
Soy muy feliz Paula
A un tiempo ella casi respiraba con dificultad pensé que se iba a desmayar de placer.
"Esta tan apretada tu pija dentro mi amor " dijo antes de empezar a besarme y a moverse.
Dios... Nunca había sentido nada igual Gustavo como me estas cogiendo
Pero ella era la que se cogía a si misma
Aumento más la forma en la que se movía y todo lo que pudo de profundo
Ahora ella era la que me hacía casi gritar de placer,
Empezó moviéndose lentamente pero al cabo de poco tiempo empezó a acelerar el ritmo, gemía en su boca sintiendo como iba a llegar el segundo orgasmo, y el dándose cuenta aceleró el ritmo y besando mi cuello acabamos los dos casi al mismo tiempo.
Grité de placer mientras todo mi cuerpo se estremecía cuando acababa y cerré fuerte mis ojos.
Ella al sentir mi leche dentro de ella, acabó casi gritando:
Gustavo como me has cogido amor me dijo,
Te quiero amor te quiero.
Jamás goce así, y no le mentí.
Nos dormimos toda la noche
Epilogo
Paula al día día hoy, hubo de haber pasado dos años de ese acontecimiento se casó y no vive más aquí, sino se fue, a la capital en Buenos Aires.
Su esposo es médico y se su casa la tiene, en Buenos Aires
A ella, nuca más la vimos, ni quiso más saber de nosotros.
Mi esposa se decidió y estamos en proyecto de adoptar un chico o chica, lo necesitamos
Ciertamente hay una nueva encargada de la limpieza pero esta vez le sugerí que fuese más grande así no se iban tan rápido
Y lo hizo mi esposa contrató una mujer grande que hasta hoy se quedó
GGC
Almagro
2015

3 comentarios - Paula sencillamente Paula

joro227
Me encanto... muy lindo relato