El regalo inesperado




Post anterior
Post siguiente
Compendio II


😓 😓 😓
¡Creo que me obsesionado un poquito con escribir!
¡Disculpen si los he mareado con mis recuerdos!
Pero no termino de escribir uno, cuando me acuerdo de otro.
😂 😂 😂
¡Él se ríe y dice que parezco un viajero en el tiempo, saltando de recuerdo en recuerdo, sin orden lógico!
❤️ ❤️ ❤️
Pero lo que me hace más feliz es saber que a él le gusta que escriba.
¡Nunca se imaginarían cuándo fue mi primer enojo con él!
😤 😤 😤
Fue para nuestro primer aniversario.
😡 😡 😡
Estábamos en la pieza donde dormía con mi hermana. Habíamos repasado unas materias juntos y me dijo que me tenía un regalo sorpresa.
¡Me hice un montón de expectativas, porque él es muy cariñoso y muy caballero!
😓 😓 😓
Y bueno, el regalo que le tenía era yo misma, porque no tenía mucho dinero.
Pero sabía que disfrutaría mucho de mi regalo.
XD
“¿Cómo me regalas esto? ¡Podrías haberme comprado un chocolate o un dulcecito y yo quedaba contenta!”
¡Me regaló mi huevito vaginal, que en tantas pruebas me ha ayudado y que es el reemplazo de mi marido, cuando se va a trabajar!
<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Pero en ese tiempo, yo era solamente romance y estaba muy enfadada.
Él me miró triste.
“Si quieres lo devuelvo. Pero créeme que lo compré pensando en ti.”
😳 😳 😳
“¿Por qué?”
“Porque por las noches, te deseo y pensé que si también te pasaba a ti, podrías usarlo.”
😅 😅 😅
En realidad, también pensaba en él por las noches. Pero mi hermana me ayudaba a calmarme con sus cariños y besitos.
“¿Y cómo se usa? Porque ya lo compraste y no me gustaría que lo devolvieras por mí.”
😊 😊 😊
Su carita se puso mucho más contenta.
“¡Primero, cierra la puerta! ¡No quiero que tu mamá o tu hermana nos vean mientras te lo pongo!”
😉😉😉
¡Tanto secreto!
Me pidió que me desabrochara el pantalón y me bajara el calzón.
☺️ ☺️ ☺️
¡Me daba un poquito de vergüenza, porque pensé que haríamos el amor!
Pero de una manera muy delicada, abrió los labios de mi florecita y fue deslizando ese raro objeto dentro de mí.
“¡Bien, Marisol! Ahora, lo único que tienes que hacer es presionar este control remoto.” Me dijo, tomando el control de la caja y dejándome expuesta.
😕 😕 😕
Yo estaba confundida. Teniéndole a él tan cerquita, ¿Un botón me haría feliz?
“¡Tiene 3 intensidades! Creo que probaremos con la más baja.”
😖 😖 😖
Brrrrrrrr
¡Empecé a sonar!
“¿Cómo te sientes?” me preguntó.
¡No quería decirle, pero se sentía muy rico!
¡Ese huevito, pulsando dentro de mí, se sentía maravilloso!
😋 😋 😋
“Por tu carita, parece que te gustó. Vamos a ver qué pasa a nivel 2.”
😩 😩 😩
Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Sonaba más fuerte.
¡Dejé escapar unos gemidos!
¡Me tuve que tender en la cama, porque esa sensación deliciosa recorría todo mi cuerpo!
¡Recuerdo que tenía los ojos cerrados y me tapaba la boca, para aguantar el placer!
“Al parecer, eso te gustó más. Queda el nivel 3.” Escuché su voz, como si se estuviera riendo.
😲 😲 😲
BRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
¡Sonaba muy fuerte!
¡No podía creerlo!
¡Vibraba demasiado rápido y se sentía extremadamente bien!
¡Ya no podía aguantarme más y empecé a llorar!
😛 😛 😛
“¡Cielos! ¡Marisol! ¡Marisol!” escuché su voz asustada y se detuvo la vibración.
Me costaba respirar.
“¡Lo siento! ¡No debí jugar contigo!” me dijo, abrazándome y mirándome muy preocupado.
Yo le besé y le sonreí. Me había hecho muy feliz.
Me ayudó a limpiarme, con mucho cariño. Había acabado bastante fuerte y manché mi cubrecama.
“¡Discúlpame! Si tu mamá te dice algo, échame la culpa.”
😊 😊 😊
“¡No te preocupes! Yo le he contado que ya no solamente nos besamos y estoy segura que me entenderá.”
Nos dimos un tierno beso y me sentí feliz.
“Pero no fue el único regalo que te compre. También, te encontré este libro que tanto querías leer.”
Era “La fierecilla domada”, de Shakespeare.
Siempre tuve curiosidad de leerlo y nunca tuve dinero, ni supe dónde comprarlo.
“¡Eres el mejor!” le dije, dándole el mejor de mis besos y mis abrazos.
“¡No, la mejor eres tú!”
Pero aunque mi segundo regalo era algo que siempre quise, tenía curiosidad del primero.
“¿Y dónde compraste eso?”
Él me sonrió con honestidad.
“Cerca de mi trabajo. Hay muchas tiendas de esas y como nos dan mucho tiempo para almorzar, yo y mi compañera aprovechamos de ir a visitarlas.”
😳 😳 😳
¡Quedé de piedra!
“¿Lo compraste con tu compañera?”
😡 😡 😡
“¡Claro! Incluso, ella me lo recomendó.”
😌 😌 😌
Me costaba entenderle.
Hasta yo me daba cuenta que no cualquier mujer lleva a un hombre a una tienda de esas.
Pero miraba a sus ojos y sabía que no me estaba mintiendo.
“¿Y ella es bonita?” le pregunté, con un poco de penita.
“¡Claro! Aunque no es como tú…”
😳 😳 😳
“Tiene bonitas piernas, pero no tiene lunares picarones que se escondan. Además, tiene un enorme pololo y ella sabe que estoy enamorado de otra chiquilla.”
😍 😍 😍
¡Se ganó otro par de besos!
“Y no creo que sus labios tengan sabor a limón.”
Busqué en sus bolsillos y había uno.
😈 😈 😈
Le sonreí y le mire con deseo.
Él también lo quería.
La puerta estaba cerrada.
¿Qué importaba si manchaba el cubrecama con él, un poquito más?


Post siguiente

1 comentario - El regalo inesperado

Lex_Luthor69
Segundo relato que leo de ustedes, y me encanta la mezcla de sensualidad y candidez que exudas. Buen relato, van puntitos.
metalchono
¡Gracias! 😘 ¡Que no te pille Superman! 😱