Mi mujer me coje con un arnes

Estoy casado desde hace 15 años y las relaciones sexuales con mi mujer siempre fueron satisfactorias hasta que desde hace un año más o menos empecé a sufrir problemas de erección, tengo que decir que no es por falta de interés hacia mi mujer, me encanta el sexo con ella y la deseo como el primer día, me excita ver como se desnuda cada noche antes de meterse en la cama y ver esas enormes tetas con esos pezones oscuros y grandes me la pone dura al instante. Pero esa erección va perdiendo fuerza durante la penetración, al final llega al orgasmo porque la masturbo con mi lengua o la acaricio, yo casi nunca llego a correrme porque voy perdiendo la erección poco a poco.

Las primeras veces no le di importancia, pero se ha convertido en algo casi constante, para mi es frustrante, y supongo que para mi mujer también, porque aunque ella nunca me ha hecho el menor reproche, sé que siempre le ha encantado sentirse follada por mi, a ella le excita ver mi polla erecta y dura como una piedra, a mi me gusta hacerme de rogar e ir calentándola con besos y caricias, roces…. Hago que me desee, que me implore, al final siempre me suplica que por favor se la meta ya! Es lo que más feliz me hacía…. Ummm. Lo hecho de menos y sé que ella también.

Así que decidí ponerle solución: visité un sexshop y compré un arnés con una enorme polla de goma, de unos 23 cm y hueco, para poder meter mi pene dentro de él. Ese día llegué a casa y le dije a mi mujer que tenía una sorpresa para ella, puse la caja encima de la mesa y le dije que lo abriera… mi mujer al verlo intuyó rápidamente para que servía y me miró con una sonrisa pícara y unos ojos brillantes como hacía tiempo que no veía en ella. Me dijo que le gustaría probarla y que le hicieses el amor con aquello.

Nos fuimos a la habitación y me lo coloqué, no hizo falta muchos preámbulos, mi mujer estaba ya muy excitada por la simple visión de verme con aquella polla y el pensamiento de lo que iba a pasar a continuación. Como solía hacer antes, me pidió: ¡follame! Mientras abría sus piernas y se ofrecía a mí. Apunte mi polla a la entrada de su coño y la embestí, ella gritó como hasta entonces no lo había visto nunca y me pedía más, que la follara más. Yo estaba feliz de verla suplicarme y disfrutar con esa follada que le estaba proporcionando, terminó corriéndose y entre jadeos me dijo que lo había hecho muy bien (como si fuera mía la polla).

Desde aquel día lo hacíamos casi cada día, hasta que un buen día me dijo:

- "Ahora soy yo la que te va a follar", y sacó del cajón de la mesilla de noche una polla nueva, era un consolador realístico que se podía acoplar al arnés, éste no era hueco, sino rígido pero flexible y de un tacto muy suave, retiro el pene hueco del arnés y colocó el suyo, sacó un bote de lubricante que había comprado y me dijo: - "cariño… date la vuelta y túmbate en la cama". Me puso lubricante sobre el culo y me empezó a acariciar el ano, me gustó, nunca antes había experimentado esas caricias en esa parte de mi cuerpo. Estuvo unos minutos dándome un masaje delicioso haciendo que mi ano se dilatara poco a poco.

Después se colocó ella el arnés y empezó a meter despacio su polla en mi culo. Me dolió, pero ella sabiamente dejó dentro su polla sin moverse para que me fuera acostumbrando a la sensación. Poco a poco el dolor desapareció y se convirtió en placer, entonces empezó a sacarla y meterla… despacio al principio, yo empezaba disfrutar de esa polla dentro de mi culo… y le dije: cariño dame más… entonces ella empezó a follarme como una posesa mientras me decía: -“puedes sentir lo que es una buena polla? Esto es exactamente lo que yo siento cuando tú me follas a mí”, mientras ella seguía embistiéndome sin piedad.

Realmente me gustaba la sensación de sentir como mi mujer me follaba y tenia el mando en la relación, gozaba sintiendo su polla dentro de mí mientras me decía maliciosamente: - "te gusta que te folle el culo, verdad cariño?" En ese momento mi polla se puso dura como una piedra y empecé a notar oleadas de placer que subían desde mis huevos hasta la punta de mi polla, me corrí de forma brutal mientras gritaba y gemía. Fue algo sublime y el mejor polvo de mi vida.

Desde ese momento nuestros consoladores se han convertido imprescindibles en nuestras relaciones y una parte más de nosotros mismos.

8 comentarios - Mi mujer me coje con un arnes

Antohott +3
EXCELENTE!!! si las parejas empezaran a comprender que los juguetes son un gran aliado a la hora del placer serían mas felices!
os digo yo que soy dueña de un sex shop je je
Pervberto
Felicitaciones por la vivencia y gracias por el relato.
resabio
muy bueno, prueben prueben,no se arrepentiran
Lucho1908
los felicito. es dificil encontrar mujeres que nos quieran hacer la cola, sos muy afortunado
mario_tkd_08
Muy bueno 😉
Pasate por el mio.
http://www.poringa.net/posts/relatos/2713212/Mi-vecina-cumplio-mi-fantasia-bi-arnes.html#comment-111780