Polvo por polvo...

SAN JUSTO, 10 de Enero de 2015:

Salgo a correr como todas las mañanas. Aunque ya pasaron varios días, el fértil aroma de Damián, su varonil esencia, aún persiste en mí. Ya estoy pensando en volver a llamarlo. Me excita la idea de regresar a Horóscopo y recorrer todos los signos del zodíaco, como lo hice alguna vez con mi tío Carlos, suite por suite, dejando en cada una nuestro sudor, nuestra lujuria.
Apenas vuelva le mando un mensaje, quizás podamos vernos esta tarde. El solo pensar en estar juntos de nuevo me estimula de una forma tal que parezco una quinceañera a punto de concretar su primera cita. En mi cabeza, en mi corazón, (y en mi conchita), solo hay lugar para Damián, solo pienso en él hasta que... la casa del Cholo aparece frente a mí.
Paso siempre en mi recorrido, pero como ya les conté en mi relato anterior, la casa estaba cerrada. Me había enterado por ahí que estaba preso y que, supuestamente, tardaría un buen tiempo en salir, pero como también mencioné entonces, sus conexiones políticas lo deben haber librado de alguna posible condena. Como sea, al parecer ya estaba de vuelta. La puerta abierta y las persianas levantadas eran señales inequívocas de su presencia.
Me detengo en la esquina y pienso en lo que debería hacer. Lo más razonable sería seguir mi camino y volver a casa, pero no siempre la razón prevalece. Como ya saben, el Cholo ha sabido pegarme unas cogidas de ensueño, y he de admitir que desde que decidimos pasar el verano en lo de mis viejos, volver a encamarme con él había estado entre mis principales prioridades. No puedo traicionar mi espíritu y actuar como si su presencia no me significara nada, así que vuelvo sobre mis pasos y entro en su casa. Entro al infierno...
Se escuchan voces que provienen de la parte de atrás. A esta altura ya conozco esa casa como la palma de mi mano, por lo que deduzco que deben estar en el patio. El fuerte olor a carne asada me lo confirma, ya que allí es donde está la parrilla.
Risas, risotadas, y ruido de botellas sugieren algún tipo de celebración. Seguramente la puesta en libertad del dueño de casa. Deben ser como 5 o 6 sujetos, quizás más, aun así no me detengo.
Avanzo por el pasillo decidida a colarme en la fiesta. Es una locura, ya lo sé, el Cholo y mis hermanos tienen amigos y enemigos en común, por lo que no sería difícil que alguno me reconociera. Antes de tomar una decisión para la cual no habría marcha atrás, pienso, ¿calentura o sentido común?
La calentura gana, salgo al patio, apareciéndome ante ellos con mi ropa de aerobics (calza y remerita ceñida al cuerpo), y toda sudada de tanto correr. Al verme se me quedan mirando con pensamientos más que evidentes. El Cholo es el primero en reaccionar, se me acerca, me toma de la cintura y me dice, como para que todos escuchen:
-Que bueno que viniste, ¿sabes hace cuanto que no la pongo?-
El solo tenerme al lado fue suficiente para que la bragueta de su pantalón se armara como si estuviera a punto de estallar. No tenía ni idea desde hace cuánto no la ponía, pero una semana para el Cholo ya es demasiado, y esa erección me confirmaba que más de una semana seguro había pasado.
-Disculpen muchachos, pero voy a recuperar el tiempo perdido, ustedes me entienden- les informa a sus secuaces, abrazándome y rumbeando para el dormitorio.
-Pará Cholo- le dice uno -¿Porque no la compartís con los amigos, como a la Yeni?-
Suponía que la tal Yeni debía ser una de sus tantas putitas, una con la cual debió haber montado flor de orgía con sus amigotes, según lo que decían.
-¿Te parece que puedo compartir esto?- le replica, dándome una fuerte palmada en la cola -No papá, esto es carne de primera, no se comparte, es de quien la consigue-
Si bien me hubiera gustado que me entregara a esa jauría de machos alzados, la verdad es que me agrado bastante que me celara de esa forma. Como que soy solo para él, de su propiedad, solo para SU pija.
Entramos a la pieza y nos trenzamos en besos y abrazos por demás enfervorizados. Enseguida se baja el pantalón, el slip y se tira de espalda en la cama.
-A ver esa boquita- me dice agarrando y sacudiendo su imponente erección.
Me echo de rodillas entre sus piernas, un fuerte e intenso olor a huevos (a huevos de hombre...), me golpea en plena cara como si fuera un cachetazo.
Se los chupo, no hay nada que me atraiga más que unos ricos huevos sudados y olorosos como los del Cholo en ese momento. Enredo mi lengua en sus erizados pendejos, dando vueltas y vueltas alrededor de tan valiosas joyas testiculares. Siempre con la lengua, subo por el miembro principal, lamiendo todo a mi paso, saboreando la ruta del placer, la que me lleva a la cima de los sentidos, allí en donde reina imponente y majestuoso el verdadero Creador de la vida. Se lo chupo también, envolviéndolo con lengua y labios, masticándolo, untándome los labios con el delicioso néctar que fluye del orificio de la punta. Estoy dale que te dale, chupándole la poronga por un buen rato. Puedo hacer acabar a un hombre con tan solo una mamada, pero el Cholo se mantiene bien duro y armado, sin acercarse siquiera a la eyaculación. En cierto momento me agarra de los pelos, y empujándome hacia ese hervidero de testosterona, me hace comer más de lo que puedo abarcar. Me ahogo, me sofoco, se me llenan los ojos de lágrimas, pero no me suelta, sigue empujándome y empujando, hasta llenarme la garganta con su preciado volumen. Cuando finalmente me libera, toso aliviada y escupo un rejunte de mis propias babas y fluido preseminal. Aunque se parece más a una tortura, ahora soy yo la que se come la verga casi hasta el límite, hundiéndome la carne hasta la tráquea. De nuevo el ahogo, la falta de aire, las lágrimas rebalsándome los ojos, siento las mejillas enrojecidas, la garganta próxima al reviente. Me mantengo así, con la boca llena de verga, hasta que ya no puedo más y me veo obligada a soltarla... escupiendo a lo largo de su pija el cóctel de fluidos que vuelve a formarse en mi paladar a causa de la mamada.
Se la agarro y se la refriego fuertemente, extendiendo el néctar de la lujuria por toda su extensión. Me levanto y me desnudo frente a sus lascivos ojos, me le subo encima, y gateo hasta colocarme sobre su rostro, una pierna a cada lado de sus hombros, mi concha latiendo de ganas ante su boca. Me agarra de los muslos, me atrae hacia él, y comienza a jugar con mi clítoris. Su boca va de un lado a otro, a la vez que me mueve sobre ella, haciéndome gemir de puro placer. Mete un dedo, lo saca, lo vuelve a meter, me chupa, me lame, me muerde, me estremece con cada movimiento. Ahora son dos los dedos que tengo en mi interior, resbalando hacia mis profundidades más recónditas, mientras su lengua, sus labios y sus dientes se siguen ocupando de mi cada vez más hinchado clítoris. Me mojo en su boca, me deshago en un polvo intenso y delicioso que me hace temblar de los pies a la cabeza, pero el Cholo me mantiene aferrada contra él a la vez que se bebe mi orgasmo con frugal avidez.
-Polvo por polvo- me dice, y volteándome de espalda sobre la cama, me pone la pija en el pecho y comienza a masturbarse con mis tetas.
Le chupeteo golosamente el glande cada vez que el mismo sobresale por entre mis hinchados glóbulos mamarios. La turca no tarda en rendir sus frutos y la leche comienza a saltar como si no hubiera eyaculado en semanas, tal como me había asegurado antes. Creí que exageraba, pero ahí estaba la prueba, derramándose por mi garganta, fluida y espesamente, ya que ni bien comenzaron a brotar las primeras gotitas, me metió la pija en la boca de un fuerte envión y me soltó adentro toda su pesada carga.
Tras aquel primer derrame, el Cholo se echa de espalda a mi lado, suspirando de placer, mientras yo sigo relamiéndome con la esencia natural de la vida que aún sigue fluyendo densamente por mi garganta.
-Sabes que no voy a dejarte ir hasta quedar bien seco, ¿no?-
-Jamás me iría antes- le aseguro, y para corroborar mis palabras, me le subo encima, a caballito, y le rozo la punta del glande con mis ya húmedos labios vaginales.
Aunque se eyaculó la vida, el Cholo sigue bien duro y erguido, por lo que se estremece al sentir el suave contacto de su tersa piel con la mía. Aunque le agrada, no me deja seguir jugando, me agarra de la cintura y me la clava bruscamente, así, sin forro, en carne viva, estremeciéndome ahora a mí con la fuerza de su virilidad.
Lo beso con premura, en la boca, en el cuello, dándole suaves mordiditas aquí y allá.
-¡Cogeme... cogeme... rómpeme toda!- le pido con ansiedad y desespero.
Me muero porque me coja, porque me haga de nuevo su mujer, su hembra, su amante... su puta.
Obvio que eso es lo que va a hacer, me va a coger, pero decírselo de esa forma, con tanta putez, me excita mucho más todavía... y a él también, ya que empieza a clavármela como si quisiera sacármela por algún otro agujero.
-¡Tomá... toda para vos... toda... puta lechera... chupapijas... reventada!-
Los insultos, su forma tan soez de tratarme, me estimulan en demasía, arrancándome chorros y chorros de placer. No sé cuántas veces habré eyaculado, pero me sentía empapada, ahogada en mis propios fluidos.
-¡Ayayaaaayyyy... que rico me cogés...!- le decía moviéndome a su ritmo, dejándome garchar sin concesión alguna.
Mientras me la ensarta hasta los huevos, me hunde un dedo en el culo, dándole vueltas y vueltas... ya sé lo que quiere, yo también lo deseo... las culeadas de el Cholo son épicas, trascendentales, una no es la misma después de que te rompe el culo. A mí ya me lo había bombeado unas cuantas veces, pero siempre es distinto y mejor, así que yo misma me desprendo de su vergón, y me lo acomodo por la entrada posterior.
El empuja desde abajo y yo desde arriba, ávidos, sincronizados. De a poco me va entrando... primero la cabeza... luego un pedazo... otro... otro más, me llena con su carne, siento los intestinos desplazándose hacia un lado para permitir el ingreso total y absoluto del conquistador natural de aquel territorio. Me agarra de la cintura y empieza a culearme, me chupa y muerde las tetas mientras me atraviesa el ojete de principio a fin. Pero ese ritmo no parece ser suficiente para él, ya que se sale rápidamente de esa posición, dejándome de rodillas sobre la cama, se sitúa tras de mí, me empuja hacia adelante, poniéndome en cuatro, y me vuelve a llenar el culo sin mayores dilaciones. Ahora sí, me da con todo... me la mete hasta los pelos, entrando, saliendo, derrapando por todo mi interior, haciéndome gemir y gritar más y más cada vez. ¡Así se culea! ¡Así me gusta que me culeen! Fuerte, rudo, varonil. Que me posean por completo, que no dejen ningún agujero sin explorar.
Al tiempo que me revienta bien el orto, empiezo a frotarme yo misma el clítoris, me lo masajeo furibunda, arrebatadamente, lo tengo del tamaño de un dedo, duro, erecto, caliente, me lo sacudo entre gritos de placer, totalmente entregada a ese brutal empalamiento que, pese al dolor, tanta satisfacción me provoca.
Cuando finalmente acaba, me hundo los dedos adentro y acabo con él, deshaciéndome en polvos y gemidos. Me deja toda la leche en el culo, bien al fondo, donde puedo sentir ya ese hervor, esa efervescencia que me enloquece.
-¡Ufffff Marita, cada vez estas más puta!- se ríe, terminando de bombearme adentro las ultimas gotas de semen.
Pero no me la saca, sino que entre los estremecimientos de ese nuevo placer, se sigue moviendo; despacio primero, mucho más fuerte después, iniciando de pronto una nueva culeada, como si la anterior hubiese sido tan solo un aperitivo. Me abre bien las cachas y me surte como un loco, hundiéndome su fortificada verga bien hasta la ingle. Me la ensarta toda en el culo, enterita, ¿cómo puede entrarme por atrás semejante enormidad? Ni idea, pero lo disfruto, nada nos somete más a un hombre que entregarles el culito, y que me lo haga de esa manera me hace sentir que estoy bajo su absoluto dominio.
Luego de un buen "reculeo", me la saca y pegándome un par de fuertes nalgadas, me indica que me eche de espalda en la cama. Así lo hago, abriéndome bien de piernas, la concha latiéndome de ansiedad y ganas. Se echa sobre mí, me la pone por adelante y me coge más suave esta vez, mirándome a los ojos, besándome, oliéndome, demostrando que pese a su prontuario también puede ser tierno y amoroso. Acabamos de nuevo juntos, fundidos con nuestros sexos y nuestras bocas, y aunque esta nueva descarga no llega a ser tan fluida como las anteriores, igual me impacta y estremece, tanto que me deshago en exaltados y atronadores gemidos de placer.
Me imagino a sus amigos ahí afuera, entre asado y cerveza, aplaudiendo a rabiar cada vez que el Cholo me hace gritar de esa forma, porque estoy segura que mis gritos se deben escuchar hasta en el patio.
Me da un último beso y me saca la pija, aun pringosa y entumecida después de tanto mete y saca. Se levanta y me alcanza un rollo de papel de cocina para limpiarme. Arranco unas cuantas hojas y me las froto por entre las piernas, borrando de mi cuerpo las huellas de una nueva infidelidad, esta vez doble, porque no estoy engañando solo a mi marido, sino también a Damián.
Nos vestimos y salimos del cuarto, enseguida se escuchan los aplausos y vítores de sus secuaces.
-¡Epa Cholo, me la dejaste renga a la mina!- dice uno entre las risotadas de los demás.
No es que este cojeando, pero con alguna leve dificultad camino, también, no pretenderán que después de semejante culeada no me queden secuelas. El Cholo me palmea la cola, y exclama triunfante:
-¡Tres al hilo... y sin pausa, muchachos! Esta mina es capaz de sacarle leche a una estatua-
Me atrae hacia él y me besa con pasión.
-¿Te venís mañana así la seguimos? Todavía me falta recuperar unos cuantos días más- me dice.
Asiento con una sonrisa, me despido con la mano de los demás, escuchando toda clase de silbidos y piropos cuando me doy la vuelta para retirarme. Todavía me duele el culo, pero ya sé que mañana me seguirá doliendo mucho más.









27 comentarios - Polvo por polvo...

MIsko-Jones +1
que bueno volver y encontrar que subiste un nuevo relato
por suerte no perdes las costumbre

besos Misko
LobomaggoT
como me gustaria cogerte tambien marita, no tenes ni idea de lo que daria por cogerte!!!
MarcKar
Muy buen relato!!!! Te deje unos merecidos 10 ptos!!!
Neotete
ufff me dejaste la pija al re palo bombon!
excelente y muuuy caliente
van 10
omicon
q lindo soy de san justo y conoci el horoscopo no tantas veces como vos jajajaj ahora si queres vamos y jugamos un rato jajaja bsos
pajarero2
Mortal. Que manera de escribir!!!!!
chechabon
Hacia mucho q no te leía, sos la mejor relatando y muy bueno el contenido, quien es Damian, de que me perdí
JCNTOP
excelente relato y forma de relatar ojala un dia tenga la suerte de econtrarte por la calle y relagarte un linda culeada como las que a vos te gustan. Besos
dantraloco
Tres seguidos, uno por cada agujero jajajaj Van 4 puntos.
palermo8989
Que manera de volver! Y que envidia que genera El Cholo! jaja
Pervberto
Siempre es bueno recuperar el tiempo perdido.
Titanesdelsexo
Estos relatos exceden la infidelidad, aún así siempre los leo con mucha atención. Mis felicitaciones.
Ah! Bien por el morbo de la foto encuadra un poco la imaginación.
borracho_tuerto
Exquisito relato como siempre Marita, como me calientan, te imagino en acción y eso me vuelve loco!! 🔥 🔥 🔥 🤤 🤤 🤤 FANTASTICO RELATO, FELICITACIONES!! 👏 👏 👏 +10

Polvo por polvo...
ahector2k4
Encantador lujo de detalles una sensible y dedicada descripción de esa creativa u sensual mente mórbida q me encantaría enloquecer... Puntos, gratitud y un pronto MP q cierre esta breve despedida... La esperó estimada,...
FRANCO_HOT_20
TERRIBLE! Siempre me dejás al palo mal, la próxima te tiene que enfiestar con lso amigos si o si! Sería lo mejor para vos también jaja.
ludaza
Sos una genia, con cada relato y de la forma en que lo transmitis pareciera que lo mirara en vivo y en directo. EXCELENTE!!!
Desert-Foxxx
marita la putita ninfomana infiel sos
Desert-Foxxx
marita si tu marido tr hace cornuda se lo vas a tener que perdonar jaja
a mi dudo que me hagas acabar solo con un pete.
hacete escort mamita que te van a cojer todos dias
elmogia
Muy bueno! Como todo lo que escribís!
Dotsent
Sos una genia,Marita toda una escritora erotica tus relatos uno más atrapante que otro.
impuresoul
Para cuando un bukkake? Me dejan loco tus relatos... Excelente prosa!
dj_adan
excelente relato ... me dejo duro duro ... gracias por compartir .... +10 para vos 🙂