Relato de Juan y su tia Vero

Hola a todos, como estan? Esta es la primera vez que escribo un relato y me gustaria compartirlo con ustedes, Se trata de un relatos ficcticio sobre las vacaciones de un joven y una noche de pasion con un amada tia. Como mencione antes se trata de mi primer y unico relato por lo que cualquier sugerencia y consejos son bienvenidos. Espero que no se muy largo para algunos o muy corto para otros, y sobre todo espero que les guste y puedan disfrutarlo tanto como yo disfrute escribirlo. Sin mas que agregar los dejos con "Las vacaciones soñadas de Juan"


A sus 19 años y a solo días de comenzar sus vacaciones de veranos luego de un trabajoso año de facultad, Juan decide relajarse e ir a visitar a sus tíos en el sur del país como acostumbraba a hacer cuando era niño, aunque esta vez mas que pasar unos días en familia su intención era volver a encontrarse con la musa de sus primeras pajas, luego de mucho tiempo. Juan desde que tiene conciencia se siente atraído por su hermosa tía Vero, hermana menor de su padre, de unos 38 años, tres hijos y casada desde muy joven con Alberto. Ella es voluptuosa, de hermosas curvas siendo su cuerpo una enorme tentación para cualquier hombre que tenga el agrado de verla.
Sus pechos todavía no cedieron a la gravedad y se mantienen grandes y redondos como en su mejor momento, imposible no perder la vista de ellos cuando el escote lo permite, y el escote lo permite seguido ya que Vero consiente de sus atributos no tiene ningún reparo en vestirse de manera provocativa. Su gran culo mantiene la armonía de todo su cuerpo dándole la sensual y tentadora forma de guitarra. Vero tiene todo en su lugar, ni un kilo mas ni un kilo menos, es una petiza poderosa, de piel color caramelo y cabello oscuro llenos de vida. Su rostro no es de una perfección alucinante y tiene rasgos tal vez algo masculinos pero no por ello es fea.
Ella en todo su conjunto es hermosa, muy muy sexi…En síntesis la tía Vero esta muy buena.
La relación de Juan con Vero siempre fue muy cariñosa y cómplice, al ser su único sobrino y ser bastante mayor que sus primos era ella quien se encargaba de que él no se aburriera mucho durante las muchas vacaciones que pasaron en familia, por eso no es de extrañar el precoz enamoramiento que Juan tiene con ella desde siempre, enamoramiento que con el correr de los años se fue transformando en calentura.
La última visita de Juan con sus padres a la tía Vero fue a sus 16 años, etapa difícil para cualquiera y mucho mas para un joven calentón que tiene como fruta prohibida a una bomba sexual, inaccesible por aquel entonces.
Juan a sus 19 años ya era todo un hombre. Sus años de universidad no solo lo formaron académicamente sino también sexualmente, habiendo tenido experiencias con diversas mujeres incluyendo a una de sus profesoras, pudiendo cumplir la fantasía de muchos. Alto, fuerte, inteligente, algo tímido pero “misterioso” Juan era un imán para las mujeres, muy diferente a como era a sus 16 años donde su desarrollo tardío no le jugo una buena pasada. Al verse después de tanto tiempo la tía Vero se percato de este gran cambio y la tomo por sorpresa, no se lo esperaba, de aquel jovencito flacucho y desgarbado hoy se encontraba frente a una persona totalmente diferente. Todo un hombre.
El en ningún momento se imaginaba lo que sucedería más adelante. Si bien la gran razón de su visita era volver a encontrarse con su amada tía Vero en ningún momento sospecho que podría pasar algo entre ellos, ni lo sospechaba, solo quería reanimar esa lujuria que ella le provocaba y volver a sentirse como un adolecente calentón.
Mantenían a diario largas conversaciones sobre temas tribales típicos de volver a encontrarse con alguien después de mucho tiempo, cosas como la familia, los estudios, amigos, proyectos, últimos acontecimientos deportivos, política, etc. Rara vez Juan compartía momentos con sus primos y tío, quedaba excluido de la rutina que ellos mantenían. El tío Alberto trabajaba mucho y los primitos estaban en la suya, aprovechando sus vacaciones casi todo el día fuera de la casa. Esto beneficiaba los planes de Juan y desde ya que aprovechaba todo instante que se le presentaba para observar muy detenidamente el delicioso cuerpo de su tía, dando gracias a los calurosos días atípicos de este verano que le obsequiaba una gran vista de las piernas de Vero al llevar cortitas falditas de distintos motivos. Los días de Juan se limitaban básicamente (actividades mas actividades menos) a conversar y acompañar a su tía mientras ella realizaba las tareas del hogar y las compras, observarla en detalle, ausentarse de manera obligada para masturbase como corresponde pensando obviamente en ella y hacer tiempo con algún otra cosa para volver a masturbarse nuevamente, eran una pajivacaciones. Tal vez no parece gran cosa pero Juan estaba más que encantado con esto, ese era su cometido y lo estaba cumpliendo con creces. Y cuando todo parecía que no podía mejorar, una noche de insomnio iba a volver todo muchísimo mas entretenido.
Decir que Vero se encontraba indiferente con la llegada de Juan seria mentir. Desde su llegada se la notaba mas inquieta y servicial que de costumbre, su forma de vestir y arreglarse no cambiaron en nada ya que siempre fue muy femenina y atenta a los pequeños detalles de su apariencia, pero a la hora de actuar en presencia de Juan su sensualidad natural se veía algo “exagerada”. Su esposo Alberto no noto ese cambio durante el día ya que su jornada laboral se lo impedía pero se convirtió en una victima involuntaria del cambio de su esposa durante las noches. Cansado y con una buena noche de sueño como única cosa en su cabeza tenia que lidiar con las repentinas ganas de su esposa de satisfacer su instinto sexual, se sentía acosado, de pasar a tener sexo de manera ocasional una vez cada tanto se encontró con una diaria insistencia de su mujer para tener relaciones, cosa que al cabo de un tiempo y dado el cansancio y la falta de ritmo de Alberto llevaron a discusiones entre ambos. Alberto no tenia la energía para satisfacer sexualmente a su mujer y ella se encontraba insaciable. La ingenuidad de Alberto no lo dejo sospechar que la presencia de Juan era lo que desencadenaba este comportamiento en su mujer, y no hizo nada al respecto.
Aquella noche, es increíble noche para Juan y Vero, comenzó de manera normal con la cena a la hora de siempre, seguido por él Te nocturno que tanto Alberto como Vero acostumbraban a tomar como sobremesa, costumbre a la que Juan no llego a adquirir por lo que al igual que sus primos se fue a la habitación en la que se estaba quedando. El tiempo paso y el tío Alberto se fue a descansar ya que al día siguiente tenia que trabajar, los dos hijos mayores de 13 y 12 años fueron invitados por un vecinito amigo a una especie de pijama party, quedando solo en casa la menor de sus hijos, la pequeña de 8 añitos que pronto se encontraba soñando con unicornios y princesas en su muy decorada habitación rosa que se encontraba junto a la de sus padres. Juan al ser casi medianoche y pensando que ya todos se encontraban durmiendo se prepara para ir al baño de la planta baja con intensiones de aprovechar su momento a solas y hacerse su paja nocturna sin preocuparse por no hacer ruido pensando en como se le marcaba el culo a su tía gracias a los pantalones súper ajustados que uso durante todo el día, y que le quedaba divino, y recordando como por momentos se vislumbraba el borde de una bombachita de encaje color vino tinto.
Ya con la pija al palo comienza a bajar las escaleras tratando de no hacer ruido, al final de la misma comienza a notar el reflejo de las luces del televisor que se encontraba encendido. Su erección en este momento era muy evidente por lo que tuvo que acomodarse como pudo para tratar de disimularla antes de asomarse para descubrir quien estaba viendo la tele. En principio pensó que la pequeña en un acto de rebeldía y desobedeciendo a sus padres se encontraba viendo algún dibujito animado, pero al ver quien estaba desvelada con la tele era su tía Vero sentada en el sillón individual con las piernas cruzadas con sus pequeños y delicados pies desnudos asomando por debajo, la erección de Juan en vez de disminuir por la sorpresa aumento considerablemente siendo imposible de ocultar estando parado por lo que en un rápido movimiento salto cual tigre cazando una gacela sobre el sillón doble que se encontraba enfrente del otro ocupado por la sensual mujer, acomodándose de tal manera que sus rodillas ocultaran el bulto entre sus piernas. Esto provoco la sorpresa y el susto de vero, que sumida en sus pensamiento no esperaba nada de eso y al notar que se trataba de Juan comenzó a reírse y a insultarlo por el susto que le propino.
V- Hijo de puta casi me matas del susto
J- No sabia que eras tan cagona tía- contestó riéndose y acomodándose disimuladamente la entrepierna.
V- Te voy a dar a vos…
Siguieron mirándose el uno al otro riéndose casi a carcajadas por aquella situación hast que Juan pregunta.
J- ¿Que estas viendo tía?
V- Una peli súper aburrida, es un bodrio, no pasa nada hace rato, es mas estaba pensando en otras cosas y no se ni como se llama.
Juan, atento a todos los detalles de su cuerpo, al instante pudo notar que era evidente que su tia se había sacado el corpiño en algún momento luego de la cena y se podía apreciar el delicado relieve de su pezón bajo erecto bajo su remerita, la oscuridad de la habitación atenuada por la tenue luz que emanaba el televisor prendido resaltaban esos pechos haciendo que a Juan le resultara imposible no espiar de manera casi compulsiva a la mujer que tenia sentada a unos pocos metros de él. Vero no se quedaba atrás y también espiaba cada tantos los encantos de Juan, con su pijama y remera musculosa apretada que usaba para dormir que dejaban al descubierto sus fuertes y marcados brazos a modo de anticipo de lo que se encontraba bajo la tela de la remera y que provocaba una desmedida calentura en poco habitual en Vero. Tener a ese joven apuesto la sumía en pensamientos que nunca imagino tener con alguien que no fuera su marido y por mas que tratara de evitarlos no lo podía conseguir de ninguna manera.
Ambos se observaban en absoluto e incomodo silencio mientras la tensión sexual aumentaba cada vez más hasta que vero tomando las riendas de la situación y tratando de apaciguar las cosas dice de manera simpática.
V- Toma Juancito búscate algo mas entretenido que sino me duermo-
Acercando el control con su mano estirada pero sin levantarse del asiento lo que obligaría a Juan a abandonar su postura estratégica de encubrimiento de su erección y dejar la carpa formada en su pijama al descubierto. Juan incomodo por tener que salir de su zona de confort y avergonzado por no poder controlarse frente a aquella mujer decide moverse de forma poco natural pensando que de esta manera podría evitar que la mirada de Vero vaya directamente a su entrepierna. De mas esta decir que sus esfuerzos fueron en vano ya que ella noto inmediatamente le erección que juan trataba de ocultar. Vero no lo noto por casualidad, ella dirigió su mirada exactamente hacia aquel punto y encontrando exactamente lo que buscaba, y anhelaba, sin poder evitar una sonrisa picara, como de satisfacción.
Juan acomodándose como puede acalorado por sus instintos sexuales comienza a hacer zapping sin encontrar algo entretenido para ver, deja un canal donde estaban pasando comerciales y dirigiéndose a su tía le dice que va al baño y cuando vuelva busca algo. Esto le daría tiempo para aclarar sus pensamientos y descifrar que significaba aquella sonrisa picara de su tía. Lo que nunca se imagino que al volver del baño en control seguiría en el mismo lugar donde él lo dejo pero que su tía vero si había cambiado de lugar, encontrándose ahora justo en el almohadón junto a donde él se encontraba hace instantes, y menos aun se imaginaba que los comerciales que estaban pasando antes de irse al baño eran el receso de una de esas películas eróticas tipo porno soft que suelen pasar a la madrugada en algunos canales de películas. Con un suave movimiento con una de sus manos vero señala el lugar a su lado indicándole a Juan que se siente mientras le dice entusiasmada
V- Mira no tenemos que buscar mas, donde lo dejaste empezó algo mas entretenido
Sin respuesta de Juan que lentamente se va acomodando a su lado, ella agrega riéndose mientras los protagonistas comienzan a despojarse de sus prendas para dar comienzo a la acción-
V- Estas películas me encantan, tienen siempre muy buenos argumentos
J- Si la verdad que si, tienen mucho argumento- contesta riéndose tímidamente Juan, reaccionando de pronto- Perdón tía no sabia que iba a empezar esto, ahora lo cambio.
V- No pasa nada, acomódate bien acá, cómodo y miremos un rato a si sabemos como se desarrolla la historia, total no hay nada mas que ver.
J- Segura tía?
V- ¿Tenes algún problema con ver esto conmigo chiquito?- pregunto vero con tono provocador
J- Ehhh no para nada-respondió juan inseguro, agregando luego- “chiquita”.
Luego de aquel comentario estallaron de risa dando lugar a que la tía vero se acomodara casi tirándose encima de sobrinito, apoyando sus cuerpos y disponiéndose a disfrutar de la peli… ambos muy calientes.
Mientras la acción se desarrollaba en la pantalla, el ambiente se fue distendiendo y ambos pudieron conversar de temas que nunca antes habían tocado, relaciones pasadas, actuales, fantasías, frecuencia sexual…Todo entre risas y picaros comentarios con doble sentido. Vero se entero de muchas cosas que desconocía sobre su sobrinito mimado, y Juan se entero que su amada tía no esta para nada satisfecha sexualmente como debería y que su tío Alberto, como el ya sospechaba, era muy tradicional y rutinario a la hora del sexo dejándola siempre con ganas de mas y a disgusto con el poco sexo que tenían y sobre todo a disgusto con la manera dulce y tranquila con Alberto le hacia el amor.
V- A veces me dan ganas de que me trate como una puta, que me coja con fuerza y me diga chanchadas, pero siempre es demasiado dulce, me empalaga.
J- Así que la tía Vero es una puerquita sexual- Contesto Juan riéndose
V- Soy una puerquita asquerosa- replico Vero- Shhh pero vos calladito, de esto ni una palabra a nadie.
J- Ah si y que vas a hacer para mantenerme callado ahora que se tu secreto?
V- ¿Me vas a extorsionar ahora?
J- Mmm no se, podría- mirándola a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja
V- Que pendejo de mierda- Entre risas- Cállate y mira la peli que ya termina y quiero ver el final
J- No vi la peli pero imagino como termina, van a terminar cogiendo como en toda la peli
V- Sos un tarado, pero tenes razón
Siguieron mirando un ratito hasta que Juan comienza a sentir tímidos mimos de su tía, que poco a poco y muy suavemente recorren sus brazos erizándole la piel y acelerándole la respiración. Con un poco mas de confianza y al percibir que Juan no hace ningún esfuerzo por disuadirla comienza a desplazar su mano por el trabajado pecho de su sobrino, bajando lentamente por todo el cuerpo, haciendo hincapié en sus duros abdominales, metiendo su cálida mano bajo su remera y sintiendo la suave piel y los escaso bellos que cubren el cuerpo de Juan. Ya no había vuelta atrás, ambos desbordaban de excitación. Esta vez la mano de Vero bajo sin escala hasta el enorme bulto que la verga de Juan formo bajo su pijama y que pedía a gritos ser liberado.
V- Opa que tenemos acá –Dijo sorprendía no por la erección que era evidente sino por el tamaño de la misma, mucho mas grande y gruesa que la de su marido- Como creció mi nenito.
J- Viste
V- Veo que después de todo la peli te calentó.
J- La verdad tía con vos sentada acá al lado mio en ningún momento me intereso la película, no pude evitar fantasear con vos en todo momento, y además me calentó que fueras tan chanchita y calentona.
Se miraron intensamente en silencio y como un acto reflejo se fundieron en un beso apasionado, recorrieron sus bocas con sus húmedas lenguas de manera desenfrenada mientras se manoseaban mutuamente. Las manos de Juan acariciaban y apretaban las grandes y tiernas tetas de su tía Vero mientras ella respiraba cada vez mas agitada por la excitación y tomaba con sus manos el pene de su amante. Ambos no entendían o no creían lo que estaba sucediendo, y en ningún momento dejaron de disfrutarse, no les importaba nada más que ellos dos y su noche soñada. Juan observa encandilado por la belleza y frescura de su tía como ella le saca por completo el pene fuera de su pijama y como se acomoda acercando su cabeza para que su boca quede a la altura de su pene y esta pueda degustar y saborear cada centímetro del mismo propinándole una mamada inexperta, algo torpe pero fabulosa al mismo tiempo.
J- Oh si, así chúpame la verga putita- Dijo algo fuerte, casi gritando inconscientemente producto de su calentura
V- Cállate boludo que nos va a escuchar mi marido y se pudre todo- Dijo dejando de chupar y riéndose- mejor veni para acá y hace tuya bebe- suspirándole al oído.
Tomándolo de la verga con una de sus mano Vero lo guía por la planta baja hasta llegar a la puerta que da a la cochera y de esta manera estar mas seguros y libres. La calentura de Juan ya no lo dejaba pensar con claridad, casi no podía contener las ganas de cogerse a su tía ahí nomas. Ni bien cruzaron y cerraron la puerta, instintivamente toma la cabeza de aquella puerca mujer forzándola a agacharse, quedando ella en cuclillas y con la verga dentro de su boca, sorprendida por esta reacción y presa de su calentura no tuvo más opción que disfrutar como le cogían la boca. Su boquita fue victima del placer de su amante, los movimientos eran cada vez más fuertes y profundos. Vero ahogada por momentos pero demasiado excitada no pudo mas que dejarse caer por completo hasta que su espalda hizo tope con el auto, quedando atrapada entre el auto blanco de su marido y la verga desenfrenada de su sobrino que entraba y salía de su delicada boca a su voluntad. Sus gemidos y arcadas volvían loco a Juan, hasta que aminoro las embestidas y dejo que su tía recupere el control de la situación, siendo ella quien ahora establecía el ritmo de la chupada.
Mientras saboreaba es verga tiesa miraba con sus ojos vidriosos de placer a su amante. Mantenía la mirada fija mientras disfrutaba de ese enorme glande y de las caras de placer que hacia Juan. Después de un rato se saca la verga de su boca, se para quedando frente a frente, besándose y quitándose toda la ropa quedando por primera vez completamente desnudos el uno frente al otro. Juan comenzó a saborear los hermosos senos de su tía que tantos buenos recuerdos le traían, ahora los tenía enfrente totalmente a su disposición y no iba a perder la oportunidad de degustarlo un largo rato. Ya más tranquilo y sin el temor de que su tía se arrepiente de lo que estaban haciendo, sus manos recorrían todos los recovecos del cuerpo de ella, apretando sus poderosas nalgas, introduciendo sus dedos juguetones en su lubricadisima vagina haciéndola disfrutar a montones. Giro a su tía para que apoye sus manos en el capo del auto y ahora era el quien le realizaba sexo oral a ella. Lameteaba todos los rincones de su conchita, sintiendo los sabores y aromas de todo su sexo, también disfrutaba con su lengua de su apretadito culo. Los gemidos de Vero ya eran incontrolables por lo que tuvo que agarrar una de sus prendas y morderla para aislar sus ruidos de placer. Nunca había recibido sexo oral y tanto placer recibido desencadeno en un intenso orgasmo que hace mucho no tenia y le hizo vibrar todo su cuerpo, y casi sin fuerzas se dejo caer sobre el auto. Juan paro de chuparle la concha y acomodo lentamente su verga gruesa al borde del colapso sobre la entrada de aquella preciosa y rosadita vagina. Después de unos suaves intentos de mete y saca se dejo llevar por la calentura y las ganas de sentir como aquel estrecho agujerito abrazaba y apretaba la totalidad de su pito, mete completamente su verga haciendo que su tía recobre la compostura preparándose para disfrutar de como ese miembro la llenaba en su totalidad, nunca había sentido una verga tan grande en sus entrañas y eso la volvía loca de placer. Juan esta bombeando frenéticamente con un mete y saca digno de una porno, era su oportunidad y la quería aprovechar, quería que su tía nunca olvide esta cogida. Su tía gozaba increíblemente y él no podía creer lo puta que resulto ser aquella señora buena onda y cariñosa que siempre fue la musa de sus fantasías sexuales. Colocado detrás de ella tomándola por los hombros la penetraba con muchas ganas. No pudo evitar decirle…
J- Que buena que estas hija de puta, como me gustas.
A lo que ella le responde, sacándose la remera de su boca que utilizaba que disminuir el sonido de sus gemidos.
V- A mi me encanta como me estas cogiendo sobrinito, seguí dándome mas.
Sujetándole las tetas y besando su boca continuo con las embestidas sintiendo sus gemidos retumbando en su cabeza. Saco su pene de su jugosa concha y abre la puerta del coche, ambos se meten dentro del mismo, y cerrando la puerta se acomodan para seguir disfrutando el unos del otro sin preocuparse por el ruido y pudiendo expresarse libremente con su gemidos de placer.
Vero se acomoda sobre la chota tiesa de Juan, controlando los movimientos y deleitando a su joven amante con el movimiento de sus pechos. Se besan, entrelazan sus lenguas, disfrutan mucho saboreándose mutuamente. Se miran a los ojos mientras sigue el sube y baja, y entre sonrisas Juan dice…
J- Sos la mujer de mis sueños.
V- Pendejo mentiroso, chamuyero, mejor cállate y dame tu lechita- sonriendo
Sus palabras dejaron atónito a Juan que inocentemente pregunto:
J- La lechita? Decime donde queres que te tire la lechita?
V- Donde mas te guste bebe- respondió
Hasta ese momento Juan no quería que aquel momento terminara nunca pero luego de escuchar aquellas palabras no pensó en otra cosa que cambiar de posición, colocarse sobre su tía con las piernas de ella sobre sus hombros y penetrarla con todas sus fuerzas disfrutando de sus gemidos para expulsar todo su semen caliente sobre su tía, tal como ella se lo había pedido. Inmediatamente después de que su tía pronunciara las palabras “dame tu lechita” Juan ya sabia bien donde lo iba a hacer. Él estaba obsesionado con las escenas porno en donde el protagonista masculino eyaculaba en la boca de la protagonista femenina, esto correspondían a una de sus mas deseadas fantasías que todavía no pudo cumplir y no iba a desaprovechar esta oportunidad única en su vida. Luego de penetrar unos minutos mas en aquella posición a su ya agotada tía y a punto de acabar, se separa de ella y de manera muy incomoda dadas las dimensiones del interior del auto se acomoda lo mejor que puede metiendo su pija dentro de la boca de Vero como siempre había soñado.
J- Querías leche, ahora trágala toda
V-Mmm we riuco- respondió no muy claro por tener la boca llena del miembro de Juan
Tomándola del pelo y sujetándola con fuerza incontables chorros de semen salieron disparados del hinchado pene de Juan hacia el interior de la bella vero, que como pudo trago gran parte de aquella descarga de leche rebosándole un poco por las comisuras de los labios. Nunca en su vida había experimentado tanto placer al eyacular, sabiendo que toda su esencia acabaría dentro de su amada amante. Vero sonriendo y con la boca enchastrada de leche, lo mira con satisfacción haciéndole saber que esta muy orgullosa y exhausta por la cogida que le acaba de propinar, saca su lengua y frotándose los labios con ella le dice picaronamente:
V- Que rica lechita.
Ambos se dejan caer el uno sobre el otro, incomodos pero extremadamente felices y satisfechos en el asiento trasero del auto de Alberto quien duerme plácidamente a solo unas habitaciones de distancia de ellos sin tener la menor idea de lo que acabo de suceder. Transpirados y agitados por la mejor noche de sexo de sus vidas, Juan le susurra al oído:
J- De verdad sos la mujer de mis sueños, no era chamuyo tonta, sos increíblemente hermosa.
Obteniendo como respuesta un sincero beso el cual unió su saliva, sus fluidos y un sentimiento profundo de dos personas que comenzaron algo que desean que no termine nunca…

FIN