Caperucita roja y el lobo feroz 2

Caperucita roja y el lobo feroz 2

Y así cambiaba nuestra vida, de un golpe, nos costó adaptarnos, el clima entre nosotros era raro, nuestros encuentros eran cada vez más calientes, pero por casi un mes ni hablamos de lo sucedido. Además estábamos por mudarnos, dejábamos el departamento de alquiler y con una plata que nos prestaron más un crédito buscábamos un ph. En uno de esos que vimos, que era diferente a todos los demás por espacio, luz y todo eso, era de dos plantas, dos cuartos en el piso superior, en uno de ellos que sería el nuestro, un armario empotrado inmenso, el vendedor estaba abajo hablando por su celular, Denisse me rodeo desde atrás y apretó fuerte mi pija, mira que armario inmenso. me parece que podes entrar ahí, le hacemos un vidrio espejado, para que veas desde adentro, le ponemos un cerrojo, para que nadie lo pueda abrir desde afuera, y pueda traer machos a casa y vos te pajees tranquilo como un buen mirón. Así de golpe sin haber hablado hacía tiempo de nada mi pija estaba por reventar. ni siquiera esboce una queja. escuche que subía el vendedor, Denisse me seguía sobando, aunque lo había escuchado, lo hacía a propósito obviamente, me dijo, decile al señor lo que querés, que sea bien claro para que lo querés. el vendedor tendría cerca de cincuenta años, pelado, panzón, cara grasosa, realmente me daba asco ý no quería hablar con el tipo de nada.
Entró y se disculpo, yo le dije que el nos disculpara a nosotros. traté de hacer tiempo, Denisse me miraba seria.
-Nos encanta el lugar, pero quisiéramos hacerle un vidrio espejado al mueble y una traba, para poder mirar desde adentro y que nadie pueda sorprendernos desde afuera.
-Sorprendernos...? dijo el vendedor
-Bueno en realidad tengo la fantasía de ver a mi mujer con otro hombre encerrado en el armario. el tipo se quedo sin palabras nos miraba alternativamente a uno y a otro. Cuando reaccionó nos dijo, sonriendo canchero.
-Seguro se puede hacer.... no hay ningún problema....
y si necesitan alguna ayuda...
-Lo tenemos en cuenta.... dijo Denisse. pero usted es un hombre grande...
-Con mucha experiencia linda...
Yo le dije que fuéramos mejor a la inmobiliaria a redondear el tema.
A la noche en la cama mientras le daba duro a Denisse, le dije.
-Como me haces hacer algo así.... ese gordo asqueroso...
-Te lo imaginas cogiéndose a tu mujercita...
-No seas hija de puta, te cogerías a ese gordo asqueroso...
-Vamos a ver... pero te gusto lo del placard... te voy a dar forritos cuando te encierres ahí.... te vas a poner una tanguita y te vas a pajear... me vas a dar los forros llenos y ataditos...
-Ahhhh.... que hija de puta... llego no aguanto...
-Ay me dejas calentita... voy a tener que buscar pija antes de mudarnos...
-aaaaa.... que guacha sos....
-Te gusta cuernito...!
Al rato se levantó de la cama, volvió vestida con una calza de gimnasia con una tanguita re chica que se le metía en el orto, era otra persona.
-Te gusta... hay un compañero del profesorado... Tomás... el gato malo... así le decimos..., siempre me mira la cola... va a ser nuestro primer invitado... en nuestra nueva casa... casa nueva... vida nueva...
-Pero amor... tenes que viajar en subte y tren... te vas a tapar con algo...
-Porque... que tengo que volverme una monja... no querías una mujer más atrevida? -mi pija estaba dura de nuevo.- Mira como se pone... -me montó.- Ay amor... porque me toquen el culo un poco no va a pasar nada... a lo sumo si alguno me gusta... lo llevo a casa... -Esta vez ella tuvo un profundo orgasmo, jugaba con sus fantasías y eso la ponía fuera de si. Creo que ninguno de los dos sabíamos hasta donde ibamos a llegar y los dos teníamos ganas y miedo. Dormimos abrazados, el tiempo dirá pensé y me dormí.
Cuando nos instalamos en nuestro ph, todo en orden, un día me hizo meter en el placard y bailó sensualmente para mí, se desnudaba lentamente. provocativamente. se agacho a buscar algo en la mesa de luz, era una caja de forros, agarró una tanga y me la dio, cerró el placard por fuera y me dijo que por las dudas trabara de adentro. tomó el teléfono de la pieza:
-Hola... si quisiera hablar con el señor Omar... -así se llamaba el pelado de la inmobiliaria, pensé que me estaba jodiendo, que en realidad no había llamado a nadie.- Hola Omar... como le va... Denisse... se acuerda de mi... si nos encantó... me gustaría agradecerle personalmente... podrá venir ahora....
Cortó el teléfono.
-En cuarenta mas o menos llega amor... se fue a duchar... volvió desnuda y se empezó a probar ropa interior, se puso un conjunto blanco calado delicioso, lo modelaba para mí, se puso un vestido corto y unos zapatos de taco blancos.
-Te gusta cielo?
-Que hermosa sos... -solo escuche su risa.
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4 comentarios - Caperucita roja y el lobo feroz 2

polako_22
Muy buen relato... espero la continuacion con muchas ansias... dejo puntos
paulacasada
que suerte que volviste con esta nueva serie me encanta y calienta mucho bechitos pauli
ale_bsso
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