Siete por siete (61, parte 2): De gatas y pescados




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Compendio I


(Nota de Marco: ha salido tan larga, que he tenido que cortarla en 2 partes. Intente subirla entera, pero quedó ilegible. Ella se compromete a resumir más (porque esta noche se embaló), pero encuentro que le quedó bastante bien. Disculpen si les causa molestias.)
Pero empezó a crecer y él a gemir, por lo que mi prima apretaba las piernas. Finalmente, no se aguantó y se arrodilló también, para probarla.
Yo imaginaba que éramos gatas, compartiendo pescado. 🙂
¡Mi marido se está calentando! 😃
Le dijimos que se acostara, porque sus gatas queríamos comer de su rico pescado.
Nos repartíamos mitad y mitad, turnándonos para probar la cabeza.
Ella se encargaba de acariciar sus testículos, mientras que yo acariciaba su vientre.
Ya empezaba a aparecer su juguito y nos reíamos de las tiritas largas que quedaban en nuestros labios.
Como es la visita, le dejé que probara cuando se viniera. Como dice mi esposo, su estilo es diferente comparado con el mío, porque ella usa más las manos.
A mí, no. Me encanta enterrármela hasta la punta de la garganta y chupar, chupar y chupar, hasta que tire sus jugos calientes, como si fuera una pajilla de jugo en caja o como cuando chupaba mate con mamá.
Entonces, cuando dispara, me los trago fácilmente y casi nunca me ahogo. Luego, la voy sacando despacio de mi boca, para ir probando sus juguitos y limpiándola con mi lengua.
Lo bueno es que también le gusta tragársela. 🙂
Aún estoy enojada con la pelirroja, que desperdicio todo su juguito la primera vez que tomó a mi marido. 😞
¡Dice que ya le he agarrado el ritmo! 😃
Es que ahora le entiendo, porque antes me bloqueaba mucho con las palabras.
Pero que no me distraiga, que lo estaba haciendo bien.
Es una sensación agradable, porque como que se suelta la memoria.
Recuerdo que ella se puso a besarlo. No me importó, porque me dejó de nuevo su pescado para mí.
Y estaba como siempre, muy parado. ¡Es lo que nos frustra un poco a todas! 😞
Gozamos hasta deshacernos con él, pero su pene siempre queda paradito. No erecto, erecto como en las mañanas, pero en la mitad, como si pudiera dar una ronda más.
Pero estos días los he disfrutado más que nadie. Él llega cansado y no quiere más guerra.
Pero para él, sigo siendo su esposa y como su corazón es justo, igual se esfuerza por hacerme feliz. <3<3
Creo que su cuota son 3 mujeres, aparte de mí, porque cuando estaba con mamá y mi hermana, él llegaba con más ganas.
Encuentro que es muy rico, porque tiene que esforzarse por mí, en algo que ya es placentero.
Él me mira con ternura. Sé que le parezco rara, pero me siento bien que esté a mi lado.
Yo lo amo mucho, con todo mi corazón, porque me hace muy, muy feliz. No tengo quejas de él, porque es un marido muy bueno y un novio muy cariñoso, aparte de la persona más inteligente que conozco.
Y aunque suene más extraño todavía, me daba gusto ver que besaba con tanto deseo a mi prima.
En eso, encuentro que la definición de Wikipedia se equivoca. En ningún momento, me he sentido ignorada o humillada por él.
Aunque la besaba con pasión, igual me miraba preocupado y trataba de acariciarme con su mano, para hacerme sentir mejor.
😛
Pero ese gesto, siempre lo interpreto como que quiere que le chupe más y más y me daba gusto verlo todo complicado.
Mi prima estaba ganosa, porque empezaba a frotar su entrepierna sobre su rodilla.
En eso, mi marido es hábil y deslizo una de sus manos, debajo de su faldita, para apaciguarla.
Acomodé mi cintura mejor en la cama, para que no me olvidara y con su par de deditos, los metió por mi ardiente rajita.
Pero entonces, mi prima ofendió mi orgullo de gata, porque puso su mano sobre el pescado de mi marido.
Yo ya lo tenía templado y listo para servir y le di una mirada de gata enojada para que retrocediera. }:8
Le dio vergüenza y entonces, mi marido se acomodó mejor, para comerle la conchita, mientras yo me acomodaba su pescado rico en mi interior.
Aunque quería hacerlo encarando a mi prima, ella se puso para ver a mi marido probándola.
No me quedó otra opción que quedar mirando a sus pies, pero fue muy agradable sentir que él me acomodaba con sus manos.
Entonces, empezamos a sacudirnos. La cama se movía pesada, con ese delicioso “tun-tun” de sus patas crujiendo.
Después me contaría la gata morena de la pieza de al lado que se escuchaba todo lo que estaba pasando y que también se estaba poniendo caliente por mi gato. 😛
Mi prima es más ruidosa. No podía morderse los labios y calmar los gemidos, como mi marido me lo pidió a mí.
Yo la entiendo, porque no es fácil, pero es que sus gritos me estaban poniendo más y más caliente.
Él me guiaba, afirmándose de mi cintura, mientras yo me azotaba fuerte sobre él.
Se sentía muy bien, porque tenía abrir un poco más las piernas y se sentía como un ardor de dolor entre ellas.
Sentía a ese villano duro, como siempre. No me gusta que me gane, porque soy su esposa y tengo que satisfacer a mi marido, por lo que practico día tras día, aunque siempre me gana.
Eso leía esta mañana, muy entretenida. Un manga de un boxeador con la situación completamente opuesta: quería ganarle a la esposa en la cama.
El boxeador se abstenía de masturbarse y entrenaba haciendo sombra, lo que encontraba muy genial. 😛
Pero eso mismo era el error. Si quería ganarle, tenía que esforzarse más y más. Todos los días. Sin importar si se va por una semana o cuida a las pequeñas a tu lado.
¡Hay que entrenar y entrenar! ¡Ponerle obstáculos e igualar la situación!
Se está riendo.
🙂
¡Dice que tengo mis “ojos de ingeniero”!
😃
Pero recuerdo que me sentía feliz. Me daba gusto saber que mi prima se estaba quejando por los cariños que mi marido le da.
Yo la quiero mucho y la he visto tan solita, que me da pena, porque no la querían.
Y mi marido apapacha. 🙂
Es de esos que te dice “¡No quiero que te vayas!” y “¡Te amo!” a cada rato, que tanto a ella, a mi hermana y a mí, nos encanta, porque hemos conocidos hombres fríos y toscos.
Entonces, la siento correrse. 😮
¡Me sorprende que le sea tan fácil! Y me da algo de envidia, porque no pasan ni 2 minutos y está fluyendo como el Amazonas.
Y es en esos momentos que me preocupa un poco, porque olvida que las pequeñas están durmiendo.
Entonces, apoyé mis manos en la cama y empecé a sacudir mi cintura rápidamente, para decirle a mi marido que acabara pronto, para que no las despierte.
¡Es agotador e imagino que podría mantener la cintura si lo hago a menudo! 🙂
¡Pero lo mejor es que se siente tan bien! 😃
Pero en lugar de calmar los gemidos de mi prima, apoyando sus manos sobre sus muslos, en realidad, pasa todo lo contrario. Gime intensamente.
Me sacudo como loca, aplicando el movimiento que me enseño mi hermanita, que en realidad es bastante agradable, porque siento que me llega a la matriz y también dejo escapar algunos gemidos, pero más suaves, porque mi marido igual roza puntos extremadamente sensibles en mi interior.
Y finalmente, acaba, antes que yo, pero no importa, porque con un par de sacudidas, le acompaño yo también.
Pero mi prima sigue gimiendo como loca y las pequeñas empiezan a quejarse.
“¡Oye, oye!” le dije, manoteándole la cola. “¡Acuérdate de las pequeñas!”
Tal vez, habría sido mejor que le dijera antes, mientras esperaba que mi marido acabara, pero estaba pasándola tan bien, que no se me ocurrió.
Me hace caso y trata de contenerse. Yo espero, viendo cómo se sacude y sonrió.
¡También lo pasa muy bien!
Entonces, se deshincha un poquito y pruebo otra vez sus juguitos de pescado.
Mi prima está agotada por la experiencia (iba ya por su octava victoria), pero al igual que yo, le rompe la cabeza verla tan parada.
Soy una gata generosa y le comparto una parte de mi botín.
La lamemos más que como amigas, como verdaderas hermanas, compartiendo un delicioso helado pegajoso.
Cambiamos de lugar y le encuentro nerviosa. Está avergonzada al verme, pero yo le sonrió y le digo que está bien.
Yo también la quiero y aun siento envidia de su cuerpo y nos empezamos a acomodar.
Encuentro que las lamidas de mi marido se han vuelto demasiado buenas y que coloque sus manos, para que no lo ahogue, lo hacen más genial, porque me da la impresión que me cuida, aunque en el fondo, trata de salvar su vida. 😛
Y veo suavemente como se ensancha su vientre, recibiendo el pene de mi marido y cierra los ojos, disfrutando de la experiencia. 🙂
Cuando estamos así, me gusta besar a las chicas. 😛
Encuentro tan pocas dispuestas a compartir a mi marido y si él decide meterla, debe ser porque algo bonito tienen en el corazón.
Mi prima no puede negar que es una atmosfera rara, porque me quiere de la misma manera que la quiero yo y no me gusta verla ni triste ni llorando y sé que también sufre porque mi marido está casado conmigo y que tiene un poquito de envidia de las pequeñas.
Pero no me importa compartirlo con ella. Ni con mi hermana. Ni con mamá. Ni con mi tía.
En realidad, no me importa compartirlo con ninguna, siempre y cuando me lo devuelvan, claro.
Porque a pesar de todo, es mi esposo y aunque en la cama, es muy rico, también es un excelente papá, un buen profesor y mi mejor amigo.
Y es así como nos besamos. No es como en las películas porno, que una siente deseos de lesbiana por la otra ni mucho menos. Pero pienso que es el momento oportuno, porque ella quiere a mi marido también.
Creo que es eso lo que celebramos con nuestros besos. Que comprendamos que no somos rivales y que realmente nos sentimos contentas de tenerlo con nosotros.
😞
Y bueno, lo de los besos en los pechos, sigue otro sendero. Aun tengo envidia que sus pechos sean tan sensuales.
No es que fantasee con mi prima, pero sus senos son bonitos y por muchos años, quise tener pechos como esos o como los de mi hermana o como los de mi mama y besarlos y probarlos me recuerdan de esos tiempos.
Además, tampoco hay muchas chicas que no pongan problemas porque una mujer le besa los pezones erectos y los succiona suavemente, de una manera parecida que lo hace mi esposo.
Mi marido me pregunta si me acuerdo que está aquí.
¡Es verdad! 🙂
Una se transporta al momento cuando escribes. 😛
Y lo del perfume francés de mi prima es verdad. Yo no soy de perfumes, así como mi marido tampoco lo es.
Olemos rico, pero es porque nos bañamos todos los días con agua, jabón y usamos desodorante.
Pero a mi prima le gusta echarse perfume en el cuello y realmente, intoxica.
Lo he conversado con mi marido y realmente, dan ganas de probar su cuello, solo para saber si tiene el mismo sabor que lo que uno huele.
Pero llega un momento en que no puedes seguir tan cordial. Mi marido bombea con fuerza y te llega a levantar cuando la mete.
Cuando se coloca encima de nosotros, nos encomendamos al cielo, porque nos da bien, bien duro.
😛
Y su lengua se desboca en mi conchita. Lame, lame, lame y lame todo, chupeteando bien a fondo.
Debe ser por comer tanto marisco. 😮
No digo por la virilidad de mi marido. Lo digo que incluso yo creía que las ostras parecían conchitas de mujer.
Y tiene una lengua larga y molestosa, que se mete adentro, adentro y más adentro. Como si no quisiera dejarte tranquila.
Y mi prima también goza. Le cuesta cerrar los labios, pero yo le digo con los ojos que se aguante, porque las pequeñas nos van a escuchar.
Y el muy malvado nos tiene así por un buen rato, sufriendo porque queremos que se corra también.
Y entonces mi prima se estira y mira hacia el techo. Cierra los ojos y deja salir un suspiro alargado.
De solo verla, yo también acabo.
Por el momento, ha terminado y me bajo de su rostro.
Mi marido luce satisfecho y respira agitado, pero estamos contentas.
¡Unidas, le hemos ganado! 😃
Y lo miramos, dándole tiernos besitos.
Pero entonces la saca y parece invencible. Luce a media guardia, como siempre.
Pero está temporalmente descargada. Podríamos montarla, pero lo único que conseguiríamos sería una espera eterna para que se corra otra vez.
Preferimos ponernos a conversar. 😃
Bromeamos entre nosotros y conversamos como amigos, porque nos queremos. Mi prima me complementa por el sabor de mi leche y dice que se siente contenta por mí.
Ella sabe que para mí era importante tener pechos, porque era lo que le faltaba a mi marido para ser completamente feliz conmigo.
Entonces, nos burlamos de ella. Que cuando va a dejar sus manierismos españoles. Que ya han pasado 7 años desde que se marchó y aun no pesca el sonsonete de nosotros.
Dice que le cuesta y que además, le gusta su manera de hablar, porque nadie más lo hace así. Mi marido le dice que le hace ver más sensual, lo que la pone roja.
Yo también le digo que le da un aire exótico y nos pide que paremos y la dejemos en paz.
Entonces, los 3 nos miramos a los ojos. Queremos lo mismo y le consultamos a él, si se siente dispuesto.
Él solo sonríe, porque atiende a sus gatas regalonas.
Parte conmigo, porque soy la que más lo disfruto.
A mi prima le gusta por la cola, pero me he dado cuenta que yo disfruto más por la cola que por delante.
Y es que se siente mucho más intenso. No digo que no me gusta hacerle el amor a mi marido, porque también me agrada demasiado.
Pero esa sensación, cuando te ensancha y la mete a fondo, me saca orgasmos demoledores por el otro lado.
Irónicamente, tiene que preparar a mi prima como el criticaba antes en los videos hentai: metiendo dedos por su trasero, en lugar de su pene.
No que a mi prima le moleste, porque disfruta de cualquier cosa con mi marido.
Pero ahí estábamos sus gatas, gimiendo por él. Me ponía más caliente verla a ella a mi lado, sabiendo que era yo la que sentía más gozo.
Me quemaba tan fuerte y no se cansa nunca de bombear y bombear y siento sus suspiros por meterla.
Me siento tan feliz que mi trasero sea su favorito, porque me veo la cola y no la encuentro tan mona.
Pero dice que a pesar que lo hemos hecho varias veces, aun le sigo apretando mucho y eso le gusta. 😛
Entonces, cuando siente que casi le llega, me agarra la cintura con sus manos y me tira su descarga. :o
¡Quedé muy, muy contenta! Y mi prima se reía de mi cara.
Y él se acomoda lo mejor que puede entre nosotras y esperamos a que le bajara.
Mi prima estaba muy ansiosa y se notaba nerviosa.
La sacó de mi trasero y todavía, muy hinchada e insaciable.
Tuve la oportunidad de verlo metiéndolo. 😮
¡Fue muy impresionante!
Tuvo que forzarla despacito. A mi prima le dolía como a mí, pero a medida que se acomodaba, se empezaba a calmar.
Y entonces, pude ver cómo lo hace.
El colchón se hundía con sus embestidas y su cintura se movía con mucha violencia, sacudiendo a mi prima con fuerza.
Pero ella, al igual que yo, no se quejaba. Incluso, lo disfrutaba mucho.
Y se afirmaba muy fuerte, a la cintura delgada de mi prima y por su carita, podía ver que le encantaba.
“¡Pendejo! ¡Bastardo! ¡Hijo de puta!” le gritaba mi prima, pero me daba una sonrisa, para tranquilizarme.
“Os gusta romper los culos de mamá… mi prima y yo… ¡Guarro!” le gritó mi prima, en una oportunidad.
Se afirmaba más fuerte a su cintura.
“Aun no le rompo… la cola… a tu mamá…” le respondió mi marido.
Y extrañamente, como que le gusto más. 😮
Yo estaba sorprendida, porque empezaba a gemir más rico. Mi marido le daba sin detenerse, subiendo y bajando y la cama parecía que estaba temblando.
“¡Ahhh!... ¡Hijo de puta!... ¡Ahhh!... ¡Hijo de puta!...” le dijo mi prima, en momentos que mi marido le daba, sin aguantar más.
Y tuvo un fuerte orgasmo.
¡Fue increíble!
Colapsó sobre mi prima y se besaban, pero yo fui paciente y esperé a que la sacara. Estaba muy gordita, como siempre, pero me sorprendió que algo tan grueso pudiese entrar en la chiquitita abertura de mi prima, que incluso botaba algunos jugos de mi esposo por la cola.
No me cabía dudas que él estaba exhausto y nosotras también. Pero su cosa seguía parada y desafiante.
Nos acostamos a dormir y lo pasamos bien.
¡Dice que me ha salido excelente! ¡Que lo he hecho muy bien!
😃
-Arreglar el comienzo
En realidad, dice que no lo necesito tanto, pero que le molestan los emoticones. Empiezo a corregir y recuerdo cómo empezamos.
Prefiero dejarlo así, sólo para molestarlo.
😃
-Pensar en un título
No se me viene nada a la cabeza. Salvo pensar en gatos.
(T_T)
Él se ríe y dice que es perfecto, porque él siempre piensa en la cosa que más le queda dando la vuelta en la cabeza.
😃
¡Me siento mucho mejor!
Son casi las 3 de la mañana y me he tardado más que el doble de lo normal, pero dice que está bien. No me siento nada cansada y eso que despertamos como a las 9.
¡En realidad, he escrito mucho! 😃
Finalmente, pregunta si tengo ánimos de comer comida para gatos. Que me tiene un pescado especial para mí.
¡A mí me encanta su pescado especial!
Y dice que con eso selle el relato.
-Comentario gracioso para el final.
Ñiau, ñiau. 😃


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