Historias con mi novia 2

Hola a todos, voy a contar la siguiente parte de una de las muchas historias que tengo para contarles con mi novia Luisa (todos los personajes de la historia son mayores de edad), los que no han leído el primer post aca les dejo el link: http://www.poringa.net/posts/relatos/2660852/Historias-con-mi-novia-1.html, sigo con el relato, y les recuerdo, les juro por mi madre que es una historia real:

Luego de una masturbada mutua descomunal y de que Luisa me hizo lo que considero hoy en día luego de muchos más, el mejor oral que me han hecho, y de haber bañado su cara en mi leche, ella se lavó, y se volvió a acostar en la cama. Tengo que resaltar el detalle que estábamos en la casa de mi amiga Fernanda y ella vive en el “Campo” como en los suburbios de mi ciudad, en una casa MUY lujosa, pero donde hace MUCHO frio, entonces teníamos como 20 cobijas encima y estábamos muy arrunchados.
En la habitación estaban nuestros amigos de toda la vida, durmiendo prácticamente a nuestro lado, y Luisa es bastante gritona durante el sexo, por lo que, aunque se controló de diferentes maneras (mordiéndome y tirándome el pelo), aun así gemía bastante duro, por lo que teníamos miedo que nuestros amigos nos descubrieran, en esos momentos ninguno se despertó y ninguno nos dijo nada, un año más tarde me vengo a enterar que todos nos escucharon esa noche.
Cuando Luisa se acostó, nos besamos y nos íbamos a “dormir”, cuando de la nada Luisa se voltea y me dice:
-¿Ya recargaste?- Y yo la miro como que *Wow, me cuadre con la que era*.
Nos empezamos a besar de nuevo apasionadamente y empieza el ritual de la misma forma que la vez pasada.
Me manda la mano a mi verga ya bastante dura de nuevo, y yo la desvisto de nuevo, el comienzo a masturbar y ella a mí, esa conchita deliciosa, estaba tan mojada, le excitaba de sobremanera saber que todos nuestros amigos estaban a nuestro lado y que en cualquier momento nos podrían descubrir. De nuevo, 1, 2, 3, 4, la mano completa que le cabía en la concha húmeda y excitada, y ella gemía de placer, me jalaba el pelo y me mordía donde podía para controlarse y no gritar como usualmente hace.
En medio de esa faena de placer descontrolada, se detiene abruptamente como solo ella sabe hacer en esos momentos, me miro a los ojos y me dijo:
-Quiero que me lo metas, necesito que me lo metas, no me aguanto más las ganas-
A lo que yo, bastante sorprendido le dije –No me puedo levantar por los condones porque despierto a todo el mundo-
Y ella dice –No me importa, métemela así, es más rico, yo mañana me tomo una pastilla, necesito que me lo metas y quiero que me lo metas ya-
¿Cómo le dices que no a tu novia en un momento así? Bueno tampoco opuse mucha presencia.
Agarro mi verga dura a punto de explotar y la puso en la entrada de su concha dilatada y húmeda de la excitación, y yo la penetre despacio y suave, a lo que ella me miro y me dijo –Quiero que me des como a rata- (De verdad dijo eso, por más difícil que resulte creer). Así que yo, muy obediente, le di como a rata. Con ella tuve sexo muchas veces, anal, oral, vaginal, doble penetración, de todo, pero esa ves, por el riesgo de que TODOS nuestros amigos nos descubrieran, fue una de las mejores.
No existe mejor sensación que sentirte como penetras a una mujer, sentir su concha húmeda, su cara de placer de sentirme penetrándole, su boca mordiéndome para aguantarse los gritos, los gemidos de placer que trataba de ocultar para que no nos descubrieran. Cuando estaba por venirme le dije:
-Amor. Me voy a venir-
-Yo también, Felo-
-¿Quieres que me salga y termine fuera?-
-No, quiero que te vengas todo dentro de mí-
Y así fue, sentí chorros de mi leche terminar dentro de ella y ella casi convulsionando de placer que le causaba todo eso. Cuando termine de venirme dentro de ella, me miro y me dijo:
-No te salgas, quiero tenerte dentro de mí siempre-
Y en ese momento, la dueña de la casa, Fer, como que se despertó por todo el aborto y se levantó al baño, y del susto que nos pegamos Lu y yo terminamos cada uno en un extremo de la cama.
Cuando ya todo se calmó nos volvimos a arrunchar y dormimos como bebes toda la noche hasta ya la media mañana. Nos montamos en los carros y nos fuimos para nuestras casas.
Esta es solo una de varias historias que nos sucedieron juntos, para hacerles un adelanto, con ella (y nuestros amigos) viaje varias veces en plan fiesta y borrachera y son varias las historias interesantes que surgieron a partir de eso para contarles.
Espero que hayan disfrutado este primer relato, compártanlo con sus amigos si les gusto y si no les gusto, no sé qué les va a gustar.
Hasta la próxima.

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