Nueva experiencia con mi ex pareja

Luego de mucho tiempo de ser un visitante anónimo, creo tener algo interesante para compartir. Me acaba de suceder y se los cuento.



Luego de vivir algunos años en pareja con Ana, habíamos terminar nuestra relación, estuvimos un tiempo distanciados y luego nos volvimos a hablar, e incluso compartir algunos momentos, salidas a cenar o ir de compras juntos, pero sin reconciliarnos como pareja. También volvimos a tener sexo, esta vez sin amor, de forma menos conservadora a como lo hacíamos cuando éramos pareja.
Al principio no hubo grandes diferencias, pero comenzamos a permitirnos cambiar el lenguaje, nos hablamos de forma un poco mas obscena, no por faltarnos el respeto sino en realidad era como un juego.
Habíamos estado por cuatro años en pareja y éramos bastante clásicos en todos los aspectos de la relación, incluido nuestras actividades sociales y también en la cama.
Cuando decidimos intentarlo como amigos, acordamos ser un poco mas descontracturados, y permitirnos ciertos juegos sin tantas formalidades.
Al principio nos disfrutábamos en la cama, practicamos nuevas posiciones, miraros en espejos mientras lo hacíamos, incluimos aceites, lubricantes y situaciones por el estilo.
Un día, hablábamos por teléfono y ella me dijo que nunca habíamos ido juntos a un boliche a bailar, eso ella los disfrutaba y yo no. Me pidió que la acompañara al menos un rato, como un juego mas.
Luego de discutirlo un rato, decidimos que el juego fuese mas completo. Iríamos cada cual por su lado, ambos entraría al boliche casi a la misma hora, cada cual actuaría como si no nos conociéramos y luego de un tiempo acordado nos encontraríamos, estaríamos hasta que quisiéramos irnos como dos desconocidos que se conocieron en ese lugar. Definimos la a que hora entraríamos y a los 45 minutos se produciría el encuentro.
Al siguiente día, dos horas antes de lo estipulado le mando un mensaje preguntando si haríamos lo acordado y su respuesta fue afirmativa.
A las dos de la mañana voy al boliche, ingreso y me voy a la barra a tomar un trago. La música no me gusta, pero no era importante. El lugar no estaba muy lleno pero de todas maneras había mucha gente, a mi lado hay un grupo de tres chicas que entablan conversación, son más chicas que yo, de hecho la mayoría en el boliches son mas chicos. No me gusta bailar, pero invito a una de las chicas, es bolita delgada y casi de mi altura.
A los pocos minutos vibra mi celular, es un mensaje de Ana, “bonita la pendeja que te conseguiste, jajaja”. Trato de disimular y buscarla con la mirada sin encontrarla. Faltaba media hora para encontrarnos así que no me preocupo, y sigo con la chica, la invito a volver a la barra. Cuando regresaba veo a Ana a unos pocos metros, esta bailando muy sensual con un chico de unos 25 años alto y delgado, ella tiene 34 años, morocha de pelo largo apenas ondulado, mide 1,65m buena cola y nada mas de busto. Estaba muy sexy vestida, un jeans ajustado, una blusa escotada y zapatos de tacos altos. Se veía realmente llamativa.
Sigo el camino hacia la barra como si nada hubiese pasado con la chica que había conocido hace unos minutos. Cuando podía los miraba, el chico le hablaba al oído, estaban muy juntos bailando, una de sus manos estaban en la cintura de Ana, justo debajo de su blusa, en contacto con su piel. Se los veía sonrientes a los dos.
La situación no me molestaba, por el contrario me resultaba muy erótico y morboso. También comencé a acercarme a la chica, era muy simpática, si bien hablábamos de trivialidades, parecía alguien interesante.
Los minutos fueron pasando, y había perdido de vista a Ana y su compañía. Faltando 20 minutos para la hora acordada vibra nuevamente el celular, “estoy enfrente tuyo, que hacemos? No lo puedo controlar mas”. Levanto la vista y veo que el chico tiene una mano prácticamente en una nalga de Ana y su cara pegada a su cuello. Le contesto “faltan 20 min, aprovéchalos como quieras”. Ella lee el mensaje, toma al chico de la mano y salen hacia un costado de la pista, los pierdo de vista por unos minutos.
Faltando unos diez minutos regresan las dos amigas de me compañía, y me dicen que se la llevan unos minutos pero que no me preocupe que me la devuelven, nos reímos y se alejan.
Aprovecho para buscar a Ana, la ubico contra una columna en uno de los laterales de la pista de baile. El chico la besa apasionadamente y tiene sus manos sujetándola por encima de sus caderas, tocando la piel, en ocasiones baja una tocando su cola o subiendo la otra rozando su busto. Extrañamente se repite la sensación de morbo, y sin molestarme en lo más mínimo.
Llega la hora acordada, Ana se desprende del chico habla algo con el y sale rumbo al baño de damas. A los minutos me envía un nuevo mensaje, “espérame al lado de la caja de la barra “X” “, quedaba en el extremo opuesto de donde estaba. Así lo hago.
Llega, se había arreglado el pelo en el baño, estaba muy sexy. Se cerca y nos saludamos con un beso en la mejilla, me dice, “no te preocupes me lave los dientes en el baño”, se sonríe y me da un beso en la boca. Nos abrazamos y bailamos unos minutos. Le digo que cuando quiera nos podemos ir, y su respuesta fue “te dejo caliente la pendeja que te queres ir?” Nos reímos, y le contesto que ella me dejo caliente, aunque seguramente no tanto como al nene que se estaba apretando. Ambos reímos, me toma de la mano y nos vamos del boliche.
Tomamos un taxi, le doy la dirección de un Motel, en el trayecto nos vamos charlando casi normalmente, sin mencionar lo que había pasado en el boliche. Aunque había mucha tensión sexual.
Entramos a la habitación, habíamos pedido una con jacuzzi. Todo comenzó con besos apasionados, pero sin apuros. Nos desvestimos, entramos a ducharnos juntos. Siguieron los besos y luego de algunos minutos fuimos al jacuzzi. Ambos estábamos muy excitados pero lo controlábamos, lo queríamos disfrutar sin apuros.
Luego de besarnos y tocarnos cubiertos por el agua me pide que me siente en uno de los bordes, y me dice sensualmente “te la voy a chupar”, era la primera vez que lo decía de esa manera, siempre había sido muy conservadora y se refería como sexo oral. Lo hizo tan bien como siempre, aunque se permitía jugar un poco mas.
Salimos, nos secamos y vamos a la cama, me pide ir arriba, me dice que esta muy caliente, que no puede aguantar mas. Me cabalga, esta muy caliente, siempre fue lo que mas me gusto de ella, su manera de cabalgar, llevaba un ritmo que me permitía aguantar lo suficiente y ella lograr un buen orgasmo. Lo hizo hasta explotar en gemidos, y tirarse en mi pecho agotada.
Descansamos, me agarra mi miembro y me dice que yo no termine. Respondo que no se preocupe que tenemos mucho tiempo, dejo que descanse un poco mas, y cuando note que mi erección estaba comenzando a bajar le pido que me la chupe, casi al instante comienza a hacerlo y recupero rápidamente la erección.
Se acuesta boca abajo y comienzo a frotar mi miembro entre sus nalgas, siempre tuve obsesión por su cola, pero nunca me permitió hacerlo anal, así que me conformaba haciéndolo de espaldas o en cuatro pero por su vagina.
Cuando note que ella estaba muy excitada nuevamente se puso en cuatro y seguí penetrándola. Lento para no acabar tempranamente, y con mis manos tocaba sus nalgas y de a poco me acercaba con mis dedos a su cola. De a poco comencé presionando su ano con mi pulgar y tratando de meterlo lo menos brusco posible, hasta ahí había llegado en otras ocasiones, pero no me había permitido continuar.
Detuvo unos segundos sus gemidos, y me dice algo inesperado. “Te morís por hacerme el culo verdad?, te voy a dejar hacérmelo, pero háceme acabar así como estamos primero”. Me resulto sumamente excitante escucharla hablar así, nunca se refería de esa manera.
Seguí penetrándola, metí un poco mi pulgar, lo que pude. Y luego la tome de las caderas y penetre hasta que ella acabo por segunda vez y yo por primera.
Quedamos ambos tirados en la cama, muy cansados. Dormitamos tal vez media hora, Me levanto y voy a ducharme, al minuto ella me acompaña a la ducha. Cuando terminamos me acerco la tomo por la espalda, y le digo que no me olvido que me prometió su culo. Nos reímos, y responde que siempre cumple lo que promete.
Comenzamos a besarnos en el baño, ya calientes los dos ella se coloca de espaldas con sus manos en la mesada de la mesada de la bacha, y me dice “soy toda tuya”, beso su cola, la toco mucho, le pido un segundo y voy a buscar lubricante, ya lo había visto en la mesa de luz, regreso lo mas rápido que puedo, no se había movido, seguía en la misma posición.
Regreso con besos, acaricio, o mejor dicho acaricio sus pechos que tanto me gustan. Abro el lubricante lo esparzo por mi miembro y luego por todo su culo, juego con mis dedos, ahora entran fácilmente, ella gime se queja un poco, sigo tratando de dilatarla, me tomo el tiempo para que este lo mas caliente posible, y su culo dilatado.
Llega el momento de intentarlo, ahí en el baño, con sus manos en la mesada, de frente a un gran espejo. Pongo mi miembro en la entrada de su culo, presiono firme pero lento, y miro su cara por el espejo. Emite un gemido que se confunde con un pequeño grito, y me dice “seguí, me duele pero aguanto, no te preocupes”. Ambos estamos muy calientes. Sigo presionando fuerte pero lento, de a poco voy entrando, esta muy apretado, la sensación es inigualable, además mirar su cara en el espejo lo hace mas morboso aun. Mis manos acarician sus pechos, y cuando puedo su vagina.
Estoy todo lo mas profundo posible, sus gemidos son a un ritmo mas agitado de lo normal, me muevo lento, disfrutando de cada instante. El placer de estar en su apretado culo, viéndola totalmente, sus pechos colgando, su cara de placer y dolor. Entro y salgo tratando de controlar, quiero prolongar el momento, pero es difícil contenerme, ella me dice que termine, que no aguanta mas.
Pregunto si le duele demasiado, su respuesta es “me duele pero me la banco hasta que termines”, tomo con ambas manos sus caderas, mira mi miembro entrando y saliendo lentamente del culo, la miro a los ojos através del espejo, le digo “voy a llenarte de leche el culo”, nunca le había hablado así, y siempre quise hacerlo.
Sin soltar sus caderas, entre y salí, ya no tan lento pero si firme hasta que comencé a eyacular adentro de su culo. No salí hasta que me erección comenzó a bajar, eso demoro un minuto que pareció mucho mas.
Nos bañamos cada uno por su lado, y nos acostamos, abrazados. Dormimos una hora. Pedimos el desayuno, y luego un taxi, la deje en su apartamento y continúe al mío.