la fecha (relato futanri)

-- ¿Pero que le ha pasado…?...-- pregunto Aoi extrañada al ver como se encontraba en director, mientras le quitaba la mordaza y yo lo desataba.

-- No lo se…no recuerdo nada solo…que estaba mirando por la ventana los entrenamientos de nuestro equipo de fútbol y sentí un golpe en la cabeza y cuando desperté estaba atado a la silla…intente desatarme pero no pude…-- dijo el director intentando explicarnos lo que había sucedido pero podía observar que en su rostro no había miedo era como si estuviera contando una película pero algo en todo esto no me acababa de encajar.

-- Parece…que no ha sido un robo…todo esta muy ordenado…-- dijo Aoi extrañada; entonces si no habían entrado por algo…¿Qué es lo que querían…? .

-- Muchas gracias a las dos…llamare a la policía para que hagan algunas averiguaciones…y por favor no contad nada a nadie de esto…os lo suplico…es mejor que se lleve con la mayor discreción…-- dijo el director mientras se arreglaba la ropa un poco me fije en su muñeca pero no vi ningún tatuaje ni nada parecido.

-- Si eso…iremos a comer algo y a cambiarnos…-- dijo Aoi sonriendo pero sabia que en esa sonrisa había algo extraño como si desconfiara de algo.

-- ¿Pero…? …-- dije sin terminar de preguntar enseguida note la mano de Aoi sobre mi hombro y como me miraba con una sonrisa.

-- Vamonos seguro que el director tiene que hacer algunas llamadas…y no queremos molestarlo…además tenemos que vestirnos y comer un poco…-- dijo Aoi apretándome un poco el hombro para que saliéramos de allí.

-- De acuerdo…-- dije mientras bajaba la cabeza y le hacia caso.

En cuanto salimos nos dirigimos hacia el vestuario de las chicas, los pasillos estaban bastante llenos de estudiantes algunos se me quedaban mirando, me sentaba fatal era como la atracción de feria, pero aquella sensación tenia que superarla, al fin había encontrado amigas y no pensaba abandonarlas, mientras caminábamos observaba como Aoi estaba buscando alguien o a algo aunque no sabia que es lo que era o a quien.

Una vez llegamos al vestuario, Aoi se encargo de mirar en todas partes para asegurarse de que no había nadie, aquel sitio tenia un olor que me encantaba en cierto sentido, era dulzón y algo agrio, el lugar era bastante grande y muy ordenado había cientos de taquillas al fondo estaban las duchas, se podía oír el goteo del agua cayendo, la habitación estaba iluminada por unas lámparas de neón colgadas del techo.

-- Muy bien no hay nadie podemos cambiarnos…-- dijo Aoi mientras cerraba la puerta del vestuario por dentro.

-- ¿Siempre haces lo mismo…?...¿Mirar por todas partes…? …-- pregunte extrañada aunque sabia la respuesta.

-- Es mejor así…es un fastidio…pero no puedo hacer otra cosa…me encantaría poder desnudarme y ser una mas entre ellas…pero creo que no lo aceptarían de ninguna forma…-- dijo Aoi mientras se encaminaba a su taquilla y abría el candado con combinación.

Por mi parte hice lo mismo, empecé a rebuscar toda la ropa, coloque la de gimnasia dentro y me vestí rápidamente seguidamente cogí el bento, y en cuanto termine me quede por un instante mirando a Aoi su cuerpo aunque algo delgado era bellísimo y su piel parecía de porcelana, pero siempre me quedaba fascinada con su miembro como tenia que sacarlo de dentro de ella y ese pequeño gemido que escuchaba me hacia sentir una oleada de calor pero no era suficiente para que aquella pegatina se despegase.

Una vez que lo tuvo fuera pude verlo en todo su esplendor era maravilloso y muy largo se podía ver las venas latiendo rítmicamente, su olor algo acido impregnando el ambiente era un poco mas fuerte que el que había allí, el calor me fue invadiendo por completo poco a poco se fue apoderando, mi vista se paro en su glande grande rojo y palpitante era muy apetecible, mis sentidos estaban exaltados con aquella visión.

Al momento volvió a introducirlo dentro de ella con otro gemido, aun con toda su belleza me pareció una molestia tener que hacer todo aquello y di gracias por poder esconderlo tranquilamente, se coloco una ropa interior de color negro con encajes muy sexy, y un sujetador a juego con transparencias por donde estaba la copa y encima el típico uniforme escolar quien podría sospechar que debajo de ese uniforme había una chica llena de deseo.

-- Akemi…despierta…¿Te ocurre algo…?...-- pregunto Aoi mientras me miraba como estaba absorta en ella.

-- No nada…tengo mucha hambre…-- dije intentando cambiar de tema pero sabia por descontado que se había dado cuenta de alguna forma que me estaba fijando en ella.

-- Me encanta esa carita de ángel que tienes…es preciosa…-- dijo Aoi mientras se agachaba para darme un beso muy suave en los labios.

Una vez termino salimos de allí y nos fuimos hacia la cafetería para poder coger algunos bocadillos y poder almorzar, mientras pasábamos por los pasillos pude ver a los profesores yendo de un sitio para otro con prisa lo mas seguro para preparar las clases siguiente y como los alumnos hacían lo mismo.

La cafetería era bastante grande al fondo había unas cuantas mesas que como siempre se hacia una especie de grupos para sentarse, y en el otro lado estaba la barra, dentro de ella habían dos chicas con uniformes y rejillas para le pelo sirviendo bocadillos.

-- Me quedare aquí…-- dije ya que no tenia mucha gana de entrar en la cafetería y que se me quedaran mirando.

-- De acuerdo…¿De que clase los quieres…? …-- pregunto Aoi interesándose por mis gustos era extraño, ya que en los demás colegios nadie se preocupaba y siempre comía sola.

-- No te preocupes…de cualquier cosa esta bien…además también tengo mi bento…con solo que me traigas uno me conformo…-- dije para que no se gastara mucho dinero, estaba convencida que con el bento y el bocadillo estaría mas que saciada.

-- Muy bien no tardo…espera…-- dijo Aoi mientras me guiñaba el ojo y me sonreía, entre tanto se ponía en la cola para comprarlos yo me quede mirando la cafetería bulliciosa, intentando observar y comprender a la gente que me rodeaba.

Aoi no tardo mucho en volver con un par de bocadillos y haciendo esto fuimos al campus para poder comerlo tranquilamente había algunas cuantas animadoras sentadas en las gradas y los equipos de fútbol entrenando, nos sentamos a la sombra de varios árboles, pero aquella tranquilidad duro mas bien poco una de las chicas se nos acerco era pelirroja de cabello corto, su rostro era redondeado con unos ojos grandes de color marrón oscuro tenia los labios pintados de color rojo suave en la parte de arriba llevaba una camiseta de color rojo con el nombre del equipo de fútbol en la parte de abajo portaba una minifalda tableada del mismo color y en sus pies unas zapatillas de color blanco en sus manos unos pompones de color amarillo, pero lo que mas me preocupaba es que no venia sola si no con dos de sus amigas.

-- Vaya mira quien tenemos aquí…a la rarita y a su amiga…¿Has encontrado ya miembros para tu club…? …Por que según tengo entendido no aceptas a nadie …-- pregunto la animadora con desden y algo de ironía mientras sus amigas esbozaban una ligera sonrisa.

Aoi me paso el bocadillo mientras yo seguía comiendo, pensé que entre ellas había una rivalidad y podían pelearse.

-- Pues mira por donde…si ya tengo club…y aquí tienes a la presidenta…-- respondió Aoi mientras me señalaba, yo me quede mirándola con el bocadillo en la boca con cara extrañada.

-- Como no…la rarita…y de buenas a primera la has hecho presidenta…es patético…Te di la oportunidad de unirte a las animadoras habrías llegado muy alto…-- dijo la animadora con desden mientras me miraba fríamente.

-- Te dije que no me gustaba…además tenia mis motivos nada mas…-- dijo Aoi como si fuera una disculpa, pero aun así no perdió la sonrisa.

-- Muy bien tu misma veremos cuanto dura tu patético club…vamonos chicas…-- dijo la animadora mientras se largaba de vuelta a su grupito.

-- Al parecer os conocéis…¿Ocurre algo…? …-- pregunte con curiosidad por que el motivo de esa rivalidad, aunque la verdad no pensaba por que seria.

-- No te preocupes se llama Alexandra…me tiene envidia …se podría decir que solo había un puesto de ayudante de la enfermera y delegada y al parecer…la gente me eligió a mi y eso fue nada mas entrar…y se le ha quedado marcado…me tiene envidia es solo eso…¡Vaya un bento! …hacia mucho tiempo que no veía uno…¿Me dejas probarlo…? …-- explico Aoi mientras me preguntaba por la comida del bento, al parecer solo fue una simple disputa así que no le di la mas mínima importancia.
-- Claro…-- respondí mientras destapaba el bento y le ofrecía, al parecer Christine esta vez me había puesto onigiris, eran esos típicos triángulos hechos de arroz y con un relleno en su interior y por lo visto le había puesto mermelada de fresa.

-- Wow…Onigiris hacia tiempo que nos los probaba…mmm están deliciosos…esto me trae muchos recuerdos…-- dijo Aoi mientras le daba un mordico a uno y el relleno le resbalaba por la mejilla, no se que es lo que me impulso para acercarme a ella lo mas seguro es que nadie nos observaba así que lamí la mermelada que resbalaba por la comisura de sus labios, su piel estaba caliente y era muy suave el sabor que tenia la mermelada mezclado con el de su piel era delicioso; en ese momento pensé que lo mismo se enfangaría por eso pero no fue así al contrario lo único que hizo fue sonreírme.

-- Perdón…no se lo que me ha pasado…¿Qué extraño no las he visto…?...-- pregunte mientras bajaba la cabeza y seguía comiendo.

-- ¿A Kameko y Etsuko…?... Yo tampoco antes las andaba buscando pero te aseguro que se donde están…estoy convencida y también que estarán practicando actividades del club…-- dijo Aoi con toda seguridad mientras me sonreía picaronamente, aunque no llegaba a entenderlo.

-- Actividades del club…? …¿En horas de clase…? …-- pregunte extrañada aunque no suponía que fuera lo que me iba a mostrar.

-- Ven acompáñame…y te lo muestro…-- dijo Aoi mientras recogía el bento y prácticamente me arrastraba al cuarto que habíamos alquilado, al acercarnos escuche como unos ligeros gemidos que salían de el no sabia que es lo que podía ser.

Aoi abrió la puerta y entre la habitación estaba un poco mejor arreglada al menos teníamos algo de luz pude ver al fondo a Kameko que estaba sentada semi desnuda con la falda solamente puesta y su ropa interior en sus pies en la parte superior no tenia nada, aunque no pensé que le hiciera falta, encima de ella estaba Etsuko sentada encima de ella, el miembro de Kameko estaba en su interior mientras que este no dejaba de entrar y salir con fuerza, al parecer era bastante grande y grueso pero sin llegar a nuestros tamaños sin embargo el de Etsuko era mas pequeño y llevaba atada una cinta de color rojo.

Ni siquiera prestaron atención a nuestra llegada Aoi se quedó mirándolas con una sonrisa en su rostro y una mirada deseo contenido, Kameko seguía arremetiendo con fuerza a Etsuko una y otra vez sin descanso podía ver como los flujos de ambas se mezclaban manchando el potro de gimnasia donde se encontraban, parecía que no queria dejarle descanso ni tregua, era una visión indescriptible podía ver como los pechos de Kameko botaban y se restregaban contra la espalda de Etsuko con los pezones duros como piedras, sus gemidos de placer inundaban la estancia menos mal que nos encontrábamos en un lugar apartado pero cualquiera que se acercara se daría cuenta rápidamente pero al menos solo nosotras teníamos las llaves.

Por mi parte no podía apartar la mirada pero me sentía indiferente de alguna forma pero si esto es lo que Aoi decía que eran actividades del club; la verdad que eran muy relajantes.

-- Toma esto…es por lo que me hiciste antes en la clase…no pienso parar…Hasta que me pidas perdón…-- dijo Kameko como si estuviera vengándose de ella, por lo de antes, su ritmo aumento tanto en velocidad como en fuerza era increíble como salía y entraba aquel miembro grueso y pulsante dentro del sexo de Etsuko una y otra vez sin descanso alguno buscando un lugar dentro de ella, podía ver como los flujos de ambas caían al suelo resbalando por la tapicería del potro de salto.

-- Déjame…que me corra. por favor…quiero hacerlo…-- dijo Etsuko mientras intentaba seguir el ritmo que llevaba Kameko que cada vez se hacia mas fuerte podía escuchar claramente como sus cuerpos chocaban una y otra vez en un ritmo constante, y como aquel miembro la taladraba sin piedad.

-- Sabes que no te voy a dejar que lo hagas…quiero que sientas mi semen dentro de ti…-- dijo Kameko mientras seguía una y otra vez sin piedad la cara de Etsuko era todo un poema tenia los ojos entre cerrados y su pequeño miembro, estaba a punto de reventar tenia las venas muy marcadas y no hacia mas que latir, al momento pude ver la cara de Kameko como cerraba los ojos y tensaba su cuerpo, las venas de su sexo se marcaron con mucha mas fuerza el cuerpo de Etsuko se tenso de sobremanera mientras las manos de Kameko la agarraban con fuerza su cintura haciendo que entrase por completo en su interior, los gemidos de ambas se mezclaron en una oda de placer indescriptible estaba segura que un rió de semen caliente y espeso la inundaba por dentro llenándola por completo, incluso pude ver como salía por fuera de ella junto con sus flujos, los ojos de Etsuko estaban entre cerrados pero aun así pudo decirme algo en tono bajísimo.

-- Por favor desata el lazo…-- dijo Etsuko en voz muy baja, mire su sexo y pude verlo totalmente tenso y sus venas muy marcadas acerque mi mano y deshice la prisión que tenia inmediatamente como si fuera una manguera Etsuko empezó a soltar semen aquello no parecía parar tanto yo como Aoi terminamos empapadas casi por completo lo mismo que el suelo, pero la cara de Etsuko era todo increíble de todo el placer que estaba obteniendo al liberar aquella pequeña prisión, era como si hubiera descorchado una botella de champán que no paraba de manar, podía incluso compararse conmigo, pasaron como dos minutos y aquello se detuvo.

-- Vaya parece que es…casi como lo mío…con lo pequeño que es…-- dije mientras intentaba limpiarme lo que me había caído encima pero aquello era casi imposible además el olor que tenia era bastante fuerte.

-- Por eso mismo no la dejo que se corra…cuando lo hace no para y quiere mas…además es un castigo por hacerme lo que me hizo esta mañana …-- dijo sonriendo con malicia aunque sabia que se llevaban muy bien.

-- ¿Qué paso en la revisión…? …-- pregunte extrañada cuando la deje estaba discutiendo con la enfermera por la falda.

-- Pues tuvimos una discusión al parecer…y me quede con la falda por lo menos no sucedió nada raro…-- dijo Kameko mientras se levantaba y se vestía lo mismo que Etsuko y empezaban a limpiar aquel desastre pero el olor fuerte estaba segura que nos quedaría en la ropa y ahora teníamos clase.

-- Lo siento…-- dijo Etsuko mientras bajaba la cabeza y se ponía algo roja.

-- Es tu culpa y lo sabes…después en casa tendré que castigarte…-- dijo Kameko mientras le cogia de los carrillos y se los estiraba con fuerza, aquel gesto me recordó a Japón a veces lo hacíamos y me divertía mucho.

-- ¿Sabes presidenta…?... debelas de sonreír mas…estas muy linda así…-- dijo Aoi mientras limpiábamos aquel estropicio, estuvimos como cerca de diez minutos.

-- No seria mejor pedir un club con una baño seria lo ideal…al menos podíamos arreglarnos un poco…-- dije previendo posibles cosas como esta, en cuanto lo dije Aoi se quedo pensativa por un momento.

-- Tienes razón pero debemos quedarnos al menos un mes en este…-- dijo Aoi mientras terminaba de limpiar.

-- ¿Y eso por que…? …-- pregunto Kameko extrañada mientras terminaba de vestirse.

-- La próxima reunión para los clubes es en ese tiempo…además ya somos un club oficial…esa reunión es para coger a los rezagados aunque creo que no cogeremos a nadie…-- dijo Aoi segura de que nadie mas entraría en el club, pero ni ella ni yo sabíamos lo que pasaría.

En cuanto acabamos, escuchamos un ruido proveniente de la parte de atrás del club, en el que había una pequeña ventana, pudimos ver una sombra salir corriendo de allí a toda prisa.

-- Alguien nos ha descubierto…-- dijo Kameko saliendo del club a toda prisa y corriendo hacia la parte de atrás al llegar nosotras vimos que parte de las plantas estaban rotas, al parecer se habían apoyado en algo para poder ver lo que estábamos haciendo.

-- ¿Y ahora que hacemos…? …Alguien sabe lo que somos…y podría ir contándolo por ahí…no quiero cambiar de nuevo de academia…-- dijo Etsuko cerrando el puño con rabia.

-- No quiero que me separen de ti…-- dijo Etsuko con lagrimas en sus ojos al parecer estaban muy unidas.

-- Tranquila…no te separan de nadie…Además sabemos que es una chica…-- dijo Aoi con toda seguridad mientras miraba las plantas aplastadas.

-- ¿Cómo lo sabes…? …-- pregunto Kameko mientras observaba las plantas aplastadas lo mismo que yo, solo podía ver que estaban mojadas.

-- Por que al parecer alguien se ha divertido…mientras os observaba…en las actividades del club…-- dijo Aoi con toda seguridad y pensé que no se equivocaba, pero el problema era ahora descubrir quien era.

-- Es mejor no pensarlo… pero como diga algo se las vera conmigo…-- dijo Kameko enojada por aquello y no le faltaba razón alguna.

Al momento sonó la sirena haciéndonos saber que teníamos que ir a clase y decidimos no volver a pensar en aquello pero debíamos estar atentas de lo que pasara.

En cuanto entre en casa la mayoría se me quedo mirando, y empezaron a cotillear aparte del olor fuerte que llevaba encima que no podía disimular, al momento empezó la clase de algebra y como siempre me sacaron a la pizarra para hacer algunos de los problemas, al terminarlos la mayoría se me quedaron mirando con cara de odio, pensé que aquello estaba a punto de reventar por algún lado y como siempre me pillaría en medio de todo.

En cuanto termino la clase, empecé a repasar los problemas, para tenerlos frescos sabia que era la fecha y que se acecharían los exámenes, una vez que lo hube hecho me quede por un momento mirando como las demás estaban sentadas en grupos charlando y demás, en el fondo me sentía sola pero, había descubierto unas excelentes amigas, mientras estaba absorta en mis pensamientos no me di cuenta, que Alex se acerco a mi con una nota.

-- Tu!…rarita…toma una nota que me ha dicho Aoi que te la de…-- dijo Alex mientras mascaba chicle, aunque me era extraño, Aoi podía venir a mi curso a entregármela personalmente, pero pensé que estaría ocupada.

-- Gracias…-- dije agradeciéndoselo mientras se marchaba.

-- ¿Qué es lo que pone…? …-- pregunto Kameko con curiosidad casi lanzándose encima de mi espalda, poniéndome los brazos por encima de los hombros.

-- "Te espero en el gimnasio al terminar las clases." …-- dije leyendo la nota, aunque me era extraño por que citarme en el gimnasio si teníamos el club, no le preste mucha atención.

-- ¿Qué raro…? …Aunque lo mismo ha descubierto algo… y quiere contártelo…-- dijo Kameko, intentando encontrar una explicación pero sabia que no la encontraba lógica de ninguna forma.

-- Kameko!!!...-- dijo Etsuko entrando por la puerta de la clase corriendo.

-- Parece que os lleváis muy bien…-- dijo con algo de celos en la voz.

-- La conozco desde que éramos pequeñas…y aparte desvelamos nuestros secretos la una a la otra…ya llevamos mucho tiempo de amigas…-- dijo Kameko explicándomelo, pero cuando me lo dijo fue como si una ola de celos conquistara mi corazón, ojala hubiera tenido algún amigo así, pero lo único que conseguí fueron enemistades.

-- ¿Podrías hacerme un favor…? …-- pregunte intentando prepararme por si acaso no era Aoi la que venia.

Pero en cuanto gire la cabeza, pude ver el rostro de Kameko con los colores subidos a sus mejillas mientras Etsuko sonería maliciosamente, pude ver que su mano izquierda estaba dentro de su falda por la parte de atrás, aunque no quise imaginarme mas por si pasara algo.

-- Di…me!… De…estas te …castigare…en cuanto lleguemos a casa…-- dijo Kameko intentando contener los gemidos de placer, podía ver como los pezones se marcaban desafiantes a través de su blusa, aparte el sexo empezó a marcarse por debajo de su falda.

Por suerte en ese justo momento sonó la sirena de salida y Etsuko saco la mano de la falda y se relamió uno de los dedos mojados, mientras se despedía sonriendo a Kameko.

-- Si pudieras acompañarme al gimnasio…por si pasa algo…-- dije mientras veía a Kameko con una cara de enfado y la verdad no podía culparla por eso, ya era la segunda vez que se lo hacia, parecía como si quisiera calentarla y lo estaba consiguiendo.

-- Maldita Etsuko…siempre me hace lo mismo…ahora tengo que calmarme…y encima no puedo ir al baño…después se lo haré pagar con creces…No te preocupes te acompañare…-- dijo Kameko mientras se sentaba e intentaba respirar con tranquilidad y tranquilamente bajaba el bulto de su falda poco a poco.

-- Gracias…--dije agradeciéndole que me ayudara.

-- No tienes por que …darlas…-- dijo Kameko mientras su respiración volvía a la normalidad, lo que no me explicaba es como no las habían pillado hasta ahora y mas haciendo lo que hacia delante de todo el mundo.

La siguiente clase paso tranquilamente, antes de salir vi aquel chico que intento ligar con ella, se acerco para hablarle no podía creer que volviera a intentarlo, aunque el pobre me daba pena, de mientras arreglaba mis cosas intente escuchar que es lo que decían.

-- Hola Kameko…se que soy un pesado…pero lo mismo te gustaría salir conmigo…también se que me has dicho que no un montón de veces…-- dijo el muchacho con una cara seria parecía que no iba a rendirse.

-- Escucha Steve…no puedo salir contigo...ya lo sabes…-- dijo Etsuko volviendo a rechazarle nuevamente, aunque me daba pena el pobre sabia que si pasara algo entre ellos se llevaría una sorpresa muy grande quizás demasiado.

-- Mira te he traído flores…-- dijo Steve mientras sacaba algo de su espalda un pequeño ramo de flores silvestres.

.. Steve como tengo que decirte que no me gustan las flores…y que no me gusta ninguna de las cosas que normalmente hacen las chicas…yo tengo mi propio estilo nada mas…-- dijo Kameko cogiendo las flores y guardándolas debajo de la mesa casi sin prestarles atención.

-- ¿Bueno de acuerdo no te volveré a traer flores…¿Pero saldrás conmigo…? …-- pregunto el joven con ilusión aunque sabia la respuesta de Kameko.

-- No voy a salir contigo…lo siento Steve…-- dijo Kameko rechazándole en ese momento la cara del muchacho cambio de golpe a tristeza.

-- De acuerdo …pero no me pienso dar por vencido… dijo Steve mientras salía de la clase en mi interior me daba mucha pena el pobre pero era una mezcla de risa y tristeza.


-- Pobrecillo…me da pena…-- dije compadeciéndome de el, aunque no perdía la esperanza y eso era lo importante.

-- A mi también me da pena pero no puedo salir con el…además no me gustan las flores…-- dijo Kameko mientras recogía sus cosas y nos preparábamos para ir al gimnasio.

-- Muy bien estoy lista vamos…aunque me extraña que nos cite allí…-- dijo Kameko mientras atravesábamos los pasillos casi vacíos en dirección al gimnasio por el camino vimos a Etsuko mientras salía de su clase en compañía de unas amigas.

-- ¿No os vais…?...-- pregunto Etsuko al acercarse a nosotras y dejando el grupito en el que estaba.

-- Tenemos que ir al gimnasio…Al parecer Aoi le ha dado una nota…-- respondió Kameko con cara de enfado por lo visto aun le duraba el enfado pro lo que le había hecho, pero sabia que en el fondo se llevaban genial, era una forma especial de amistad que tenían.

-- ¿Si queréis os acompaño…? …-- pregunto Etsuko mientras se agarraba al brazo de Kameko fuertemente.

-- Es mejor que te vayas…no quiero que te regañen tus padres…-- dijo Kameko pensando en que lo mismo podría llegar algo tarde.

-- Muy bien…recuerda que mañana salimos…mas temprano…-- dijo Etsuko mientras le guiñaba un ojo con picardía y se alejaba con sus amigas para salir de allí.

Yo me quede extrañada por lo que había hecho y por el motivo en que tendrían que salir mas temprano pero no le preste atención lo mas seguro serian cosas suyas.

Seguimos caminando por aquellos pasillos vacíos, solamente iluminados por la luz del sol que se ocultaba y las luces de neón del corredor, en nuestro paseo vimos algunas limpiadoras dentro de las clases salimos afuera de la academia y nos dirigimos al gimnasio que estaba justo detrás de esta.

Al llegar abrimos la puerta y entramos no se escuchaba nada en absoluto; era una estancia grandísima en el centro había dos canchas de baloncesto y a su lado gradas donde la gente se sentaba, la iluminación era por unos focos pero lo que me extraño que solo estaban iluminadas las canchas el resto estaba en oscuridad por completa, me quede por un instante en la puerta mirando como absorta por la oscuridad que reinaba en aquel lugar a excepción del centro, era como si me llamara de alguna forma.

-- ¿Te ocurre algo …? …Eh…¿Te encuentras bien…? …-- dijo Kameko mientras movía la mano delante de mi para hacerme reaccionar.

-- ¿Eh…? …No lo se siento como si pasara algo…como si algo no estuviera bien…-- dije mientras miraba la oscuridad incluso me pareció que se movían unas sombras en ella.

-- No te preocupes…Si es cierto que se ve algo tenebroso…pero no creo que Aoi te citara aquí sin motivo…-- dijo Kameko mientras nos acercábamos a las canchas de baloncesto. En cuanto estuvimos en el centro escuche como la puerta se cerro detrás de nosotros, un escalofrió recorrió mi espalda habíamos caído en una trampa, pero no podía ser de Aoi era imposible me negaba a creer eso.

--Vaya…que fácil ha sido que cayeras…siendo una genio como eres…-- dijo una voz que me resulto muy familiar era la de Alex.

-- ¿Qué es lo que quieres de nosotras…? …-- dijo Kameko soltando los libros mientras se ponía delante mía para defenderme.

-- De ti nada precisamente…la queremos a ella…lo que me sorprende es que hayas hecho amigas…-- dijo Alex con un tono de desprecio, intentando herirme pero de momento no lo estaba consiguiendo.

-- Baja y ya veremos que es lo que pasa…-- dijo Kameko enfurecida, lo que queria era que se descubriese o la menos saber donde estaba ya que el equipo de megafonía ponía la voz en todas partes.

-- Escucha marimacho…no tienes nada que ver en esto…así que permitiré que te vayas …si no créeme que sufrirás y mucho…-- dijo Alex amenazándole, ante esa situación no sabia como reaccionaria Kameko no queria que sufriese ningún daño y menos por mi culpa además no nos conocíamos tan bien para que la dejara arriesgarse por mi.

-- Es cierto…no tengo que ver nada en esto…y no debería de preocuparme…-- dijo Kameko mientras bajaba la cabeza, aquellas palabras aunque sabia que eran verdad me dolieron como si atravesaran mi corazón, pero por suerte no había terminado de hablar.

-- Pero es mi amiga…y si le pasa algo…no pienso dejarla sola…cosa que no creo que lo entiendas…-- dijo Etsuko, aquellas palabras me alegraron de sobremanera, nadie se había comportado así conmigo en el pasado siempre había tenido que resolver mis problemas por mi misma, nadie se arriesgaba, incluso casi llegue a llorar de la emoción para ocultarlo lo único que hice fue bajar la cabeza.

-- Muy bien tu lo has querido…si quieres morir tu misma…-- dijo Alex con tono de enfado en seguida se hizo el silencio y escuchamos unos pasos que parecían rodearnos, cuando salieron a la luz pudimos ver a los tres chicos de la otra vez que me amenazaron, pero esta vez sus ojos resplandecían de color rojo parecían que estaban como poseídos en cierta forma aquellos símbolos de sus manos brillaban fuertemente del mismo color.

-- Vaya los imbeciles de la otra vez…no tengo ni para empezar con vosotros…será mejor que os vayáis…-- dijo Kameko advirtiéndoles de lo que podría pasarlos y la verdad sabia que si estuvieran en forma normal les vencería sin problemas pero aquellos ojos me daban la impresión de que no era así.

Teníamos dos de ellos delante y uno detrás de mi, Kameko se puso enfrente intentando averiguar quien de ellos atacaría en primer lugar, pero no había forma de saberlo, solo estaban allí parados con una sonrisa diabólica en sus rostros mientras nos miraban con maldad.

-- Se acabo estoy harta de esperar…-- dijo Kameko y como un relámpago se lanzo a por uno de ellos, su ataque con una velocidad sorprendente se dirigió hacia el estomago y en un instante acertó de pleno pero el muchacho ni siquiera se inmuto Kameko levanto la cabeza para ver que es lo que pasaba y el chico solo miro hacia abajo sonriendo y de un bofetón con el revés de la mano y Kameko cayo al suelo delante de mi.

-- Será mejor que no te metas…no podrás con ellos…-- dije intentando prevenirla pero Kameko solo se paso la mano por la mejilla que tenia enrojecida por el golpe.

-- Crees que unos mierdas como estos…van a hacerme que me rinda…de eso nada de aquí saldremos las dos juntas…-- dijo Kameko volviéndose a lanzarse al ataque esta vez empezó a dando una patada que enseguida el muchacho esquivo volvió repitiendo una serie de patadas pero ninguna acertaba de pleno en su objetivo los movimientos del muchacho eran rápidos y muy precisos pero en un descuido Kameko lanzo un ataque con su puño acertando en el pecho directamente que le hizo caer a su contrincante al suelo y desplazándole unos cuantos metros.

-- Ves no son tan fuertes…-- dijo Kameko mientras giraba la cabeza y me sonreía.

-- Cuidado…pero aquella sonrisa iba a durarle poco con una velocidad endiablada el muchacho se puso en pie de un salto y volvió al ataque, soltó una serie de golpes que pillaron pro sorpresa a Kameko dándole en el pecho y el estomago, poco a poco las fuerzas iban abandonándole y la hacia retroceder por los menos pudo reaccionar parcialmente cubriéndose algunos pero uno de ellos acertaron en su rostro haciéndola caer al suelo nuevamente.

-- Será mejor que no..te metas…tengo que entregarme… -- dije mientras me acercaba a Kameko y le acariciaba el rostro, al momento me levante y me dirigí hacia uno de ellos, pero note como una mano me agarraba el tobillo con fuerza, no podía ser no tenia casi fuerzas después de semejante paliza.

-- Te he dicho que de eso nada…que de aquí saldremos las dos juntas…-- dijo Kameko mientras se levantaba medio tambaleándose por la cantidad de golpes, al instante escupió un poco de sangre al suelo, al parecer le habían roto alguna costilla, pero no queria que le hicieran mas daño pero no podía impedir que hiciera esto tampoco.

-- No quiero que te hagan daño pro mi culpa…-- dije con lagrimas en los ojos, era la primera vez que decía esto por alguien.

-- No te preocupes…no lo hago solo por ti…si no por las dos…además somos amigas...-- dijo Kameko sonriéndome lo mejor que podía.

El muchacho que se encontraba detrás de mi me cogio con fuerza haciéndome retroceder intente resistirme pero no podía hacer nada su fuerza era descomunal.

Entre tanto los dos rivales que tenia Kameko se lanzaron hacia ella, no pensé que pudiera salir de allí con vida…

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