Recuerdos de una noche de verano

Día de semana. Paso mucho tiempo, en la memoria de Él debió ser entre lunes y jueves. Jornada dura de trabajo como casi siempre, madrugón y oficina con problemas desde las 07:00 Hs hasta la salida. Esa vez con horas extras se extendió hasta las 17:00 Hs. Una eternidad

Pese que aun era tiempo para ir a la playa, en Mar del Plata ni por casualidad la disfrutaba. Existe SU lugar en el mundo pero es solo para unos pocos elegidos.
ÉL era un elegido. ELLA también

Después de una breve siesta, Él se dispuso a preparar la cena. Pollo al horno con papas. De manual. Puso la mesa, un plato, agua. En ese entonces no tomaba nada de alcohol. Era deportista y cuidaba su físico

De repente suena el timbre. No lo esperaba.... (jejeje, SI, la esperaba). No quiere atender. Lo ignora Busca una excusa. Se mete en la ducha, se moja mientras el timbre sigue sonando.
¿Miedo? ¿A que? ¿A quien?

ELLA insiste y no se da por vencida. Toca el timbre del vecino, que sabe que Él está en el departamento del fondo y la deja pasar.
Cuando escucha que ELLA está en el patio, abre la puerta casi presuroso, sorprendido la recibe y la invita a su morada. El olor a pollo al horno invade la cocina. Mucho más espacio no hay, solo la habitación y el baño.

Ella viste un shorcito blanco de stretch, remerita y zapatillas. Hace calor. Se la ve bonita. Y parece que llego con apetito pero no. Cenan, no mucho porque el objetivo no era cenar. Él advierte que el postre no será el helado que guarda en su nevera.
Nuevamente ... ¿Miedo? ¿A que? ¿A quien?

Son jóvenes e inexpertos. Especie extinguida hoy en día. De repente se deciden. Una vieja silla de madera es testigo del amor. Él se sienta, Ella encima abrazándolo con las piernas. Los besos son fogosos, las lenguas no dan respiro. Sube la temperatura y los intentos de Él de avanzar en su humanidad.

Ella no lo deja, chirlos en las manos que intentan jugar con sus pechos. Lindos pechos pero no hay caso, no quieren ser despojados del sostén. Ni un poquito. Bueno, un poquito puede ser pero por apenas instantes. Sus pezones reciben el mensaje y se erizan

Él esta "duro" e "incómodo". Logra acomodarse y Ella lo nota. Lo disfruta. Jadea. Se convulsiona.
Mientras Él "investiga" por otro lado, el short se humedece, se siente al tacto. Es una tela muy fina y sus dedos van y vienen sin cesar. Esta vez Ella no dice nada, le permite esos juegos siempre y cuando siga vestida. Ni modo de quitarle una prenda. Él hace lo que puede, sin dejar de besarla sus manos le recorren todo el cuerpo, .... todo.

Pasan horas así hasta que Él propone ir al dormitorio. Ella se rebela, no quiere saber nada. Ni siquiera aunque "no pase nada". Son más de las 02:00 de la madrugada. Ella está de vacaciones pero Él se levanta a las 06:00 para ir a trabajar. Él le ofrece dormir, solo eso. Esta muerto, trabajo 12 horas y en un rato vuelve a la oficina.
Ella no le cree y no se hoy en día si no tuvo razón, una visionaria.

Se termina el amor. Abrupto, casi como empezó.

Ella pasa al baño, se higieniza, se lleva una campera deportiva de Él y vuelve al departamento que alquiló con dos amigas. Tiempo después le recordó por Face que también se llevo el pantalón deportivo (que mantuvo por años en su placard) porque Él le habia dicho que a esa hora y con ese shorcito por las calles de Mar del Plata la iban a violar..... (realmente estaba muuuuuy buena)

Él se masturba y duerme. Promete que va a tener otra oportunidad así pasen 30 años, no importa la edad sino el sentimiento que creció en su juventud.

Aunque la vida los separe, aunque la distancia los aleje, en el fondo del corazón siempre quedan los buenos momentos vividos y .... la próxima vez ya serán adultos y sin compromisos

1 comentario - Recuerdos de una noche de verano