Trabajo en equipo

Trabaje para la compañía durante unos 25 años y reuní unas cincuenta personas en mi equipo. Tenía unos ocho jefes y estábamos teniendo una reunión en nuestra oficina. Al final de la reunión una de mi equipo, Susana, pidió hablar conmigo en privado.



Una vez dentro de mi oficina Susana que había reclutado hace unos diez años y ya tenía 50 años, unos 1,67 mts de alto lentes de contacto, de pelo castaño y buen tamaño de tetas. Solo comentare que siempre había sido el objeto de mis fantasías durante muchos años pero por estar casada pensé que no tenía ninguna oportunidad.



Susana pasó a decirme que ella había tenido una relación durante unos meses y tenia previsto abandonar a su marido y establecer un nuevo hogar con este tipo. Le pedí que me mantenga informado y quisiera saber cuándo va a comunicarle a su marido para que podamos prepararnos para cualquier reacción que pueda surgir de esas novedades. Nunca la vi con su marido que había asistido a diversas funciones en todos estos años y pensé un caso más de los que nunca se adaptan como pareja.



Cuatro semanas más tarde informó a su esposo estas novedades, y se mudó de su familia y casa ya que la que no tenía donde vivir era ella ya que su nueva pareja aún vivía con su esposa. Viviendo solo por cerca de dos años de haberme separado de pareja a le ofrecí mi cuarto. Lo cual acepto. Esto duró alrededor de un mes cuando ella encontró un depto. alquilado y se mudó. Su nueva pareja duro solo un día con ella ya que regreso de inmediato con su mujer. Lo que significó un gasto considerable de tiempo en el teléfono o en el trabajo escuchando las lágrimas y lamentos y por supuesto la angustia de perder a su nuevo amor. Volvió a pedirme pasar un tiempo en mi casa por lo que pasaríamos algunas horas cocinando y generalmente teniendo largas sesiones donde debería oír todos sus problemas. Habitualmente lo hicimos con bastante buen vino que ambos disfrutamos.



Un sábado y como se había convertido el hábito Susana llegó a mi casa, cenamos y estábamos relajándonos con un par de copas de vino, escuchando música y hablando cuando ella se descompuso y empezó a llorar. Pongo mi brazo alrededor de ella para consolarla, esto llevo a ella a poner su brazo alrededor de mi cuello. Así cara a cara no pude evitar mis ganas de besarla. Nuestras lenguas se reunieron y comenzamos un abrazo apasionado que se prolongó durante algún tiempo. Una vez que paramos para tomar aire me dijo "tu cama o en la mía" en tono de broma le dije que como estaba en mi casa estaban mis camas tanto ella podrían elegir. Ella fue hacia mi dormitorio, apagué las luces y aseguré de que todas las puertas estuvieran cerradas.



Cuando entré en la habitación ya estaba desnuda debajo de las sábanas. Le pregunté si le importaba que dejara la luz y me dijo que no. Me desnude y yo también me deslice bajo las sábanas, la abrace desnudos y otra vez terminamos en un apasionado beso. De repente pensé que esto es como un sueño o era mi fantasía convirtiéndose en realidad.



Como nos abrazamos mi mano se deslizó por su espalda antes de moverse a su pecho y sobre el contorno de sus pechos que eran firmes y los pezones se endurecieron y empecé a girar entre mis dedos pulgar e índice, esto produjo un gemido de Susana, y sabía que estaba tocando el lugar correcto. Saltaban mis manos de un seno al otro mientras ella apretaba mi pija duramente.


Separé sus labios vaginales y con el tronco de mi pija al palo lo puse en el entremedio que frotaba perfectamente lubricado por su estro. Su clítoris era una nuez dura, sus caderas provocaban más movimientos circulares hasta que finalmente la toqué con mi glande su puerta lo que la obligó a arquear su espalda como resultado de su primer orgasmo. Mientras continuaba frotando con mi pija sus labios deslice un dedo en su concha. Así me sostuve algún tiempo con mi dedo pajeandola sin mas no poder, cada vez que metía sus dedos en ella sus caderas pujaban contra ellos hasta lograr que entraran a lo más profundo con cada empellón.



Tarde o temprano tenía que tener en mi lengua el sabor de su vagina, lentamente comencé a lamer primero los pechos y luego baje por su cuerpo hasta que estaba su concha empapada. Giré lentamente mi lengua alrededor de su clítoris tenía que aguantar ya que empezó a sacudirse la cama en lo convirtiendo un orgasmo en una cadena de orgasmos, su respiración cada vez tan profunda y temblorosa como su mano frotando la cabeza de mi pija más dura apoyada en su pelvis. Seguí chupando hasta que empezó a bajarse de su orgasmo. Con una voz sin aliento dijo que te quiero dentro de mí. Lentamente salí de mi posición y coloqué mi pija muy dura a la entrada de su concha. Lentamente moví mi poronga arriba y abajo por sus labios vaginales rosando su clítoris, ya ahora si se la metí centímetro a centímetro en lo que se había convertido su cajeta húmeda y placida a mi verga.



Recorría con mi pija todo su interior, me movía poniendo y sacándola desde casi afuera hasta donde mas no pudiera... Ella empujaba las caderas hasta unirse a mí mientras repetía, Cógeme fuerte, tan fuerte y tan rápido como puedas, quiero tu semen llenándome toda. Coloca una de sus piernas sobre mi hombro y comenzó a bombear duro y rápido esto condujo a Susana a llegar más rápido con su orgasmo a apretar mi poronga con sus músculos poniéndome en alerta de que yo estaba también por acabar. Y como le acabe….!. Su pierna bajo del hombro y envolvió las dos alrededor de mi espalda y me apretó pujando ambos hasta que nos fuimos juntos.



Ambos nos quedamos sin aliento, yo me deslice suavemente de sus piernas en círculo y retire mi pija de su concha mientras amainaba su dureza , me levanté de la cama y le dí una toalla, la metió entre las piernas y se fue al baño para lavarse. A su regreso miré su cuerpo desnudo que era bellísimo, así dormimos toda la noche, y al despertarnos…………

2 comentarios - Trabajo en equipo

suaveplatense
Por fin se te dio!! muy bueno el relato, muy insinuante