Una Mano Solidaria 2

Este relato fué posteado por mí oportunamente en todorelatos.com. Espero lo disfruten.[/b

Una Mano Solidaria 2
Al otro día me desperté con el sol dándome en la cara, por un momento me sentí perdido, presentía que algo avía pasado pero no sabía que, hasta recordé como un sueño lo que había vivido la noche anterior.
¡Por Dios! Un pesado adoquín cayó sobre mi cabeza.
-¡Fue cierto, no lo puedo creer!
Cómo seguía todo esto, no lo sé. Lo cierto es que había presenciado como mi mujer masturbaba a mi amigo y sabiendo ella que yo estaba viendo todo y que no lo avía consentido, es más, ella me miraba mientras lo hacía y cuando termino su tarea vino hacia mí para fregarme en la cara lo que avía sucedido.
Me sentía mal, muy celoso, engañado, pero también sufrí una erección con solo recordarlo.
-¿Qué me pasa?
Miré a mi lado y Mónica no estaba en la cama. De un salto salí de la cama y me dirigí al comedor donde encontré a Ricardo que desayunaba, él me miro extrañado de ver mi cara, se sacó la taza de la boca y dijo:
-Buen día ¿Cómo dormiste?
Yo lo mire, no dije nada, solo lo mire. Él cambió su cara, se sonrojo y su expresión se puso seria. Yo, sabiendo que él se estaba poniendo incomodo me encontré ante dos opciones, o blanqueaba la situación confesando lo que vi. , pidiendo explicaciones, armando un escándalo o me hacia el distraído cambiando el rumbo de los acontecimientos y solo Dios sabe lo que va a suceder.
-Me duele la cabeza-Dije estúpidamente lanzando una sonrisa tímida mientras me tomaba la cabeza. Esto libero presión en R que se sonrió aliviado mientras me ofrecía un analgésico.
En ese instante apareció en el comedor M ataviada con un minúsculo bikini, negro con sus bordes en blanco, secándose el pelo con una toalla. Iba semi mojada, se le asomaban los pezones a través de la fina y triangular tela del sujetador, unas gotas de agua le corrían aun por la piel.
Los dos la miramos con cara de tontos, R asombrado por lo atrevida de la mujer que no reparaba en su esposo y yo... ¡Por lo mismo!
-¿Qué, pasa algo?-Dijo ella mirándonos sin dejar de secarse el cabello.-Haaa, ya sé, nunca vivieron un verano y por eso nunca vieron a una mujer en traje de baño.
¡Irónica, acida, terca!
Todo eso era, R disimulando lo ocurrido para que yo no me diera cuenta, yo disimulando para que R no se diera cuenta de que me avía dado cuenta, y M disimulando para que R no se diera cuenta de que yo me avía dado cuenta y para seguir humillándome con lo ocurrido, estaba siendo sometido a la crueldad de una mujer... ¿Herida?
-¿Qué es lo que pasa? Pensé intentando encontrar una respuesta a lo que acontecía.
Nos quedamos mirando los tres en silencio hasta que ella dijo:
-Bueno: ¿Vamos al lago a tomar sol o qué?- Corto así el momento en que seguía, sin ninguna duda, el instante de sincerarnos y admitir lo ocurrido. Pero no, ella seguía con la farsa con una "soltura" increíble.
-Sí, vamos- Dijo R garraspando una simulada flema y quitando sus ojos del busto de M.-Vamos a disfrutar del día- Y salió en dirección al auto.
Yo, parado en ropa interior, mire la escena. Cuando R salió, M me miro con burla, se acercó a mí, me tomo del mentón mirándome a los ojos y dijo:
-Buen día. ¿Cómo dormiste anoche? O mejor dicho ¿Pudiste dormir?-Meneó mi cara, me dio un beso y bajo su otra mano a mi e4ntrepiewrna en donde encontró mi pene erecto, lo apretó sobre el slip, y dijo:
-¿Hui, que es esto? El pajero esta excitado. ¿Mira vos? ¿Será que le gustó lo que vio? ¿¡Enzima de pajero carnudo!?
-¡Epha, se te está yendo la mano!- Y la tome del brazo con notable enojo pero sin perder la calma.
-Cierto, no te metieron los cuernos, solo "tu mujer" le dio a "tu amigo "una mano con un "duro problema" que el tenia.
¡Que dura que era con migo, todo porque me burle de R y porque no fui "lo suficientemente solidario" con él, y ella estaba remediando eso! ¿Estaba remediando eso?
-Quédate tranquilo, no te voy a meter los cuernos, pero si quiero que entiendas que R merece nuestra ayuda y que vos no podes tratarlo así.
-¿Qué, eso no es meterme los cuernos, piensas que soy estúpido, me viste la cara? Le tocas su miembro hasta que se acaba en tu mano y eso no es engañarme. ¡Vamos, que no soy un pendejo!
-Mira, pendejo, déjate de joder- Me dijo en tono amenazante- Y más vale que te comportes a la altura de las circunstancias. Lo que hice Fue solo una paja, no fue meterte los cuernos, pero si vos insistís lo voy a hacer y ahí vamos a tener problemas. Además te lo merecías por burlón y mal amigo.
Y continuó en tono más amable.
-Tratemos de que R la pase lo mejor posible y ayudémoslo a resolver su problema. Vos relájate y pasémoslo bien, además, por la rigidez de tu pija, creo que te gustó.-Esto ya me lo dijo de forma mimosa, con la pícara sonrisa que a mí me avía enamorado cuando la vi por primera vez.
Salimos al auto, R nos esperaba impaciente en el auto, íbamos todos con traje de baño y zapatillas, los chicos con remeras y M con un corto vestido de tirillas en algodón blanco bajo el cual llevaba puesto su bikini negro de triangulillos con los bordes en blanco el cual se dejaba apenas ver, pero lo que si resaltaba de todo esto era sus firmes glúteos libres al andar por la falta de contención que brindaba las minúsculas bragas tipo tanga del traje de baño. Era un hecho, me estaba calentando más de lo normal y, con todo lo vivido la noche anterior, presentía inconscientemente que se podía dar todo lo que avía proyectado para estas vacaciones y que, incluso, iba a ser mucho más "pesado" de lo esperado. Pero no pensaba en esto solo lo sentía.
Arrancamos para un lago en las cercanías de nuestra cabaña, al llegar nos encontramos con un paisaje hermoso, un inmenso lago rodeado de frondosos y verdes bosques que bajaban de la montañas y se tropezaban ocasionalmente con una cintura de cantos rodados multicolores o, en otros casos, se sumergían en aquel espejo azules de aguas tranquilas si tenían la suerte de no dar con un gris acantilado. Alrededor no avía más que un grupo de niños exploradores, un par de familias y alguna que otra pareja de recién casados o algo por el estilo.
Estacionamos el auto, bajamos llevando solo nuestras cosas en dos mochilas, toallas, cremas, agua y algún libro era el equipo. Buscamos un lugar en el que avía una enorme y plana roca que sobresalía del suelo y que se encontraba pegada a otra que si se elevaba cual si fuera un paredoncillo que se interponía de forma oblicua entre el lago y la roca plana que nos podía cobijar a los 3 perfectamente y que quedaba mirando hacia el sol.
-¡Perfecta!-Dijo M entusiasmada porque podíamos evitar el estar sentados sobre el canto rodado.-Acá vamos a estar bien.
Estiró su toalla a la mitad de la piedra, dejo sus tenis, se sacó sensualmente el vestidito y se alejó jocosamente corriendo en dirección al lago en el cual se zambullo salió, sorpresivamente, tan rápido como se había metido pero, ahora su expresión risueña se avía transformado en sorpresa desagradable, esto era de esperar ya que estos lagos están formados por agua de deshielo y por lo tanto son muy fríos. Se acercó tiritando, toda mojada con sus brazos flexionados, los codos pegados al cuerpo y los pezones... ¡Que pezones! Exagerados, libidinosos y atrevidos, se asomaban amenazando con romper la tela del sujetador por efecto del frío.
Yo estaba perplejo con la boca abierta y el falo duro como la roca sobre la cual me sentaba, mire a R y lo vi en idéntico estado al mío e inevitablemente mire a su bañador y lo comprobé. Cuando levante la vista él me estaba mirando, nos vimos a los ojos, él se sonrojo y mirando al suelo se cubrió disimuladamente. Mire al frente y M estaba mirando la escena ya saliendo del asombro que avía experimentado y, ganando confianza dijo:
-¿Se divierten? ¡Me podrían haber dicho que el agua era tan fría, miren como tengo piel de pollo! –Mientras se recorría la superficie de su cuerpo con el dedo sin omitir pasar, a su debido tiempo, por sus pechos.
¿¡Hee, que hace, se está desubicando!? Pensé yo mientras R se ponía más colorado.
M se empezó a poner bronceador mientras se reía de la escena. Yo, bien dispuesto y tratando de salir de esta situación, me ofrecí a en cremar las partes a las que ella no podía alcanzar. Mientras ella, de la nada y de forma muy lanzada, siguió comentando lo que vió al salir del agua y como un puñal lanzo:
-Sé que notaron mis pezones porque a los dos se les paro la pija.
¡Listo, era lo que faltaba para que sucediera la hecatombe, el desastre total!
R, jugado, dijo dirigiéndose a cada uno-Discúlpame F, discúlpame M pero es que estas muy buena, sos muy sexy y cuando te vi así no lo pude evitar, creo que porque hace tiempo que no, estee...
-Sí, también lo note anoche cuando te estabas masturbando.- Tiro sin piedad M. Los 3 nos miramos, la única que estaba fresca como una lechuga era ella, nosotros dos estábamos colorados de la sorpresa. ¿Avía llegado el momento de sincerarnos?
Y con la agilidad que solo poseen las mujeres, M salió con una gambeta digna de Ronaldinho de esa situación diciendo:-Vos no me viste y yo no te quise molestar.
Ella estaba mintiendo para mantener el secreto que, al menos para él, existía entre ellos y que yo, al menos para él, desconocía. Del ninguna manera R podía saber que yo avía visto todo.
R la miro con asombro como preguntando qué pasaba hasta que entendió lo que sucedía y dijo –Haa, sí, bueno, es que... –Balbuceaba y carraspeaba buscando que decir.
M: –Te entendemos y quédate tranquilo, no te avergüences. Es natural que esto te pase y en definitiva yo soy la avergonzada porque que tengas que dormir en la sala no significa que pueda violar tu intimidad.
R: -Lo que pasa es que no pude evitar...
M: -¿Qué?- Interrogo ella con impaciencia.
R: -No pude evitar escuchar como gozaban Uds. y me excite, y... bueno, eso.
Entonces yo le dije:-Y bueno, si te calentaste. ¿Porque no te buscas una mujer y listo? Una prostituta. Le pagas y te echas flor de polvo en vez de masturbarte y adelante de M.
¿¡Que avía dicho!? Se me escapo, M me miro con odio y replico mirando nuevamente a R de manera piadosa.
- Un hombre bueno como vos no tiene que recurrir a eso.
R:- ¿Y qué querés que haga?
M:- Mirá, yo te entiendo y creo que soy culpable de la situación por haber hecho ruido sin tener la sensibilidad suficiente para darme cuenta que vos podías escucharnos y que terminarías como termino.-Continuó diciendo- Yo lo voy a solucionar, cuando a vos te pase lo mismo yo me ofrezco a ayudarte con ese "problema" y listo.
¿¡Que decía la puta!? ¿¡Se lo iba a follar por "solidaridad!?
Nos miramos todos con mucha sorpresa y M aclaro:
-Cuidado, me refiero a darte una mano, nada más. No hay amor ni "sexo" entre nosotros. No me podes tocar ni nada. Simplemente yo te masturbo para que vos no tengas que sentir vergüenza ni culpa. Además es solo "necesidad fisiológica", nada más.
Yo no lo podía creer, mi mujer se estaba ofreciendo a desahogar sexualmente a mi amigo sosteniendo descaradamente que eso era una "buena acción" y que no era "nada sexual", usando como excusa la difícil situación que vivía R y mi falta de sensibilidad, ella iba a pajearlo. Definitivamente me avía visto la cara de idiota.
-Mirá ahora como estas.-Señalando con el dedo la entrepierna de R y señalando con el dedo. –Vos también F.- Ahora mirándome a mí. Y era verdad yo estaba desconcertado y caliente, cosa que creo contribuía a estar más excitado aun. R estaba igual pero se notaba su enorme pija debajo del bañador. El sentado en el suelo con las piernas extendidas y sus brazos por detrás como sosteniéndose, se miraba el bulto de su bañador mientras se sonrojaba, levantó la mirada mirándome a mí y me dijo:
-¿F, no vas a decir nada?
Yo lo mire, era el momento de decidir el futuro de nosotros tres, mi cabeza giró y giró, la mire a M, ella me miraba con expresión confiada como diciendo -¿Y, dale, no te gusta mirar, mirá ahora?
Yo mire nuevamente a R y dije:
-No es sexo, solo es un buen gesto y además somos casi familia, si entre nosotros hay pudor, que nos queda.
¿¡Que tenía que ver lo que dije!? ¡Entre los familiares no se andan ofreciendo para masturbarse los unos a los otros, además no era ni un buen gesto ni carecía de contenido sexual, es más, era puro sexo para el que estaba re caliente, para ella que era una viciosa que le encanta calentar a los machos y para mí que estaba descubriendo lo hondo que me calan el gustos por mirar a mi propia mujer, en este caso como toca a otro hombre! De más está decir lo cargado de morbo y erotismo que estaba el ambiente.
Mónica, me exclamo:
-¡Genial, no te va a importar estar presente, así todo será más ameno y natural! Y mirando a R le dijo:
-Veamos- Se arrodillo entre nosotros dos y prestando toda su atención a R dirigió sus manos al paquete, lo agarro sobre el pantalón, lo apretó y lo manoseo, hasta que por fin se lo liberó dejando ver una enorme polla con un prominente glande rozado, se le notaban todas las venas en el tronco de su aparato y me sorprendió que R se afeitara el pubis.
Mónica dijo:
-¡Huauu, que grande!-Y la empezó a menea. R suspiro e inclinó su cabeza hacia atrás ella escupió con delicadeza saliva sobre el enorme capullo de él y le paso la palma de la mano sobre la cabeza del pene para desparramar la saliva y comenzó lentamente a masturbarlo sin prisa y sin pausa, eso sí, no le apretaba el chipote, más bien todo lo contrario, hacía correr su mano a lo largo de la inmensa verga de R con fluidez resbalando gracias al constante suministro de saliva que, por su puesto, M depositaba escupiendo sobre el aparato de mi amigo.
Yo observaba anonadado también con la pija como una roca, absorto en lo que estaba viendo caí en la cuenta de que sin querer me estaba tocando el paquete por encima de mi bañador, levante la vista asustado porque recordé que me encontraba en un lugar público en el cual avían algunas personas y, por supuesto, sentí alivio al descubrir que entre las personas y nosotros se encontraba una roca que emergía del suelo lo suficientemente grande como para ofrecer cierto reparo si nos manteníamos sentados.
Con esa tranquilidad y queriendo participar increpe:
-¡Sh,sh! ¿Para mí no hay nada, miren como estoy?- Señalando mi bulto bajo el pantalón.
-No, por obtuso y mal amigo.-Dijo M mirándome casi sobre su hombro, y prosiguió.-Además esto no es sexo, es un favor. Así que no sé porque te pones así. ¡Sos un desubicado!
¡Lo que me faltaba, le estaba haciendo una excelente paja a R y yo era el desubicado!
Ella se dio vuelta y continuo con lo que hacía alzando a la ves un poco sus caderas para bajar un poco el torso y estar más cómoda mientras Ricardo mantenía la cabeza hacia atrás y se le estaba acelerando la respiración mientras emitía un suave suspiro. Con esta postura M me presento en todo su esplendor su redundante trasero decorado por la minúscula tanga que apenas cubría los labios de su vagina y que parecía claudicar al intentar cubrir el contorno de su ano. Su sapo parecía a punto de salirse de la escasa tela y demostraba con hechos que ella estaba caliente ya que su humedad era evidente. ¡La muy puta se había mojado pajeando a R!
En ese instante el empieza a convulsionar y arroja un gran chorro de esperma que vuela por el aire y cae sobre su vientre, y luego otro y otro más que quedan sobre el brazo y la mano de M que incorporando un poco el torso intenta rescatar los múltiples eyaculaciones cubriendo el capullo con ambas manos y así poder juntar la "leche" que brotaba del mástil de R.
Cuando termino de eyacular, M serró sus manos como si fueran dos mitades de una cuchilla intentando recoger toda la acabada de él y se sacudió las manos contra unos arbustos. Luego tomo algunas servilletas de papel y limpió el vientre de R y sus manos y dijo:
-Listo. ¿Te sentís mejor?
R asintió con la cabeza, yo los miraba con la polla dura y M, en ese instante, se giró y me vio a los ojos como diciendo-te gusto lo que vistes-, o mejor aún- vistes de lo que soy capaz. En ese instante solté con premura:
-¿Para mí no hay nada?
Y ella me dijo:
-¿Para vos qué? Por favor no te confundas. A vos te doy cuando quieras, con vos es sexo, vos sos mi marido. Él es nuestro amigo en una situación difícil y necesita ayuda y esto fue eso, ayuda. Además creo que no tienes que ponerte así.-Señalando con la mirada mi entrepierna.- Esto no es para que vos te excites. Si no te comportas me voy a enojar.
Yo la mire con fastidio y le dije:
-Si, como no.
Y dándome la vuelta me puse las gafas de sol y me puse a tomar sol mientras ellos hacían más o menos lo mismo.
Me dormí irremediablemente con una mezcla de sabores, por un lado la dulzura de la calentura y por otro la amargura de ser un cornudo que su mujer le hace la paja a otro tipo en su cara y a él ni las gracias. Pasado un rato me desperté porque escuche un gemido, mire disimuladamente a mi izquierda y vi a M, que estaba acostada entre R y yo, Y vi su espalda semi incorporada sobre el vientre de R con una mano dirigiéndose hacia el mismo lugar que su cara, todo en consolidado movimiento de vaivén.
¡Por dios, le estaba chupando la pija! ¡Que hija de puta!
Me gire a mi izquierda mientras hacia un poco de ruido para que pararan ante mi inminente despertar, ellos se separaron bruscamente guardándose él su aparato y ella secándose la saliva de la boca con su mano y yo me hice el que me estaba despertando para darles tiempo de que se compusieran. Estaban acalorados por la sorpresa y ella tenía un pezón medio afuera de su corpiño yo abrí los ojos, los mire y exclame:
-Me quede dormido.-Y mirándolos interrogativamente les pregunte.- ¿Qué, me perdí de algo? ¿Qué les pasa que tienen esa cara?
Me dijo.-No nada. ¿Por qué?-Yo la mire y ella se incorporó y mientras se ponía el vestido y las zapatillas nos propuso salir a recorrer los vírgenes alrededores de ese lago a lo cual accedimos raudamente. Al momento de incorporarnos R lo hizo con algo de dificultad ya que su poya estaba morcillona, yo lo mire, señale su paquete y dije irónicamente:
-¡Otra vez así, che, recién recibiste una paja de M y otra vez caliente! ¡Para un poco, es mi mujer no la tuya!
M intervino enérgicamente poniéndose entre los dos y me dijo enojada:-¡Para vos, no le hables así!- Y continuó diciendo.-Vamos a caminar. Uf, que calor.- Y diciendo esto se metió desabrocho el sostén y se lo saco de abajo del vestido sin sacárselo. Inmediatamente la tela de algodón blanco dejo entrever los bien formados pechos y resaltó los espectaculares pezones de ella que sin lugar a dudas avía pensado en hacer esto para, justamente lograr el efecto que causo en nosotros dos, calentarnos como adolescentes. Era claro que estaba jugando con nosotros a ver hasta donde llegábamos y obviamente estaba disfrutando en su papel de abnegada máquina de masturbar o, mejor dicho, de prima mayor que muestra disimuladamente sus hermosas formas a sus púberes primitos en la pileta de la casa familiar para que por la noche estos se masturbaran recordando ese hermoso par de pechos.
La seguimos y nos adentramos por un sendero en el bosque hasta toparnos con un caudaloso arroyo que decidimos recorrer para ver a donde nos llevaba. Mónica iba delante y en cada exigencia del camino en que ella se tenía que sujetar de una roca o una gruesa raíz, se agachaba un poco y se le subía el vestido mostrándonos su diminuta tanga que apenas cubría su húmedo sexo, esto me ponía a 100 y a R también. Caminamos un rato y encontramos una pequeña pero muy preciosa cascada que formaba un claro en cual avía un pequeño espejo de agua, paramos a beber de ese manantial y a admirar el paisaje. El calor era sofocante cuando M se arrimó al espejo para recoger con sus manos un poco de agua y al beberla se mojó el escote provocando que la tela del vestido se trasluciera un poco. Los dos la miramos y yo no aguante más y acercándome a ella la tome con prepotencia de la cintura y la besé a lo cual ella se resistió un poco pero yo la atraje hacia mí con los dos brazos mientras con una mano le tocaba el culo por debajo del vestido. Todavía tenía gusto a poya en la boca pero no me importó, es más, creo que me motivo y le metí la lengua en la boca. Ella quiso separarse y evitar que se le fuera de las manos la situación pero yo, lejos de ceder, le metí ahora las dos manos debajo de la falda y mientras que con una le apartaba la tanga, con la otra le acariciaba todo su coño húmedo desde mucho antes de que se lo tocara. Ella empezó a ceder y a calentarse aún más hasta que se entregó, me abrazo y empezó a besarme cuando yo con una mano le saque por su escote un seno y se lo masaje en especial apretando levemente el pezón lo cual la re calienta e incluso la pone al borde del orgasmo, tire de los tirantillos del vestido y destapé todo su firme busto y me dedique a tomarlo con las dos manos y a chupar como un poseído ese enorme par de senos que M se avía arreglado para que yo las pudiera disfrutar. Ella mientras me abrazaba y serrando los ojos se estiraba hacia atrás liberando de su boca un gemido de placer. Por su puesto que todo esto era observado por R el cual no se perdía detalle y simplemente se dedicaba a mirar anonadado.
Yo avía bajado la guardia y M aprovechando esto me empujo para separarse y yo caí sentado en una roca mientras me decía:
-¡¿Pero qué ases, no ves que R nos está mirando, está mirando cómo me manoseas y mis tetas que están al aire?!- Haciendo ademán de querer cubrirse. Entonces le dije sonriendo:
-¡Dele! ¿Le haces una paja y ahora tenés vergüenza de que te vea desnuda?
-No, eso no es lo que pasa.-Titubeó sin saber que decir- Es que...
-¿Qué?-Le increpé con altanería.
-¡Ha, si!-Me dijo con la seguridad de quién tiene la sartén por el mango.
-Mira, seguramente esto lo éxito, así que lo voy a ayudar a él y vos nada. ¡Te jodes!
Y dirigiéndose con las tetas por fuera del vestido hacia R, se arrodillo ante el que la miraba asustado, le bajó violentamente el bañador hasta la rodilla mientras lo miraba a los ojos, en ese instante la poya le golpeó en la cara, lo cual arranco de ella una carcajada, se la tomo con una mano y diciendo.-¡Que dura la tenés!-La miro, la escupió y la empezó a acariciar mientras R entraba en estado de trance hasta que M lo arranco con sorpresa de ese estado al decirle que por lo que yo avía echo ella le iba a pagar chapándosela un rato. Y dicho y hecho se la metió en la boca y empezó a lamer circularmente el capullo para luego clavarse hasta el fondo de la garganta el tremendo poyón, todo esto mirando como una puta a la cara de R que no lo podía creer.

Esto no termina aquí, la historia sigue pero eso lo cuento otro día.
Espero que les haya gustado y que me escriban comentando que les pareció mi historia.
Un saludo grande y espero vuestros comentarios.

1 comentario - Una Mano Solidaria 2

leloir2010
Exelente. Como me hiciste calentar con el primero y ahora el segundo. Me dejaste calentito. Van puntos