Nuevos vecinos

Me he convertido en un voyeur. Y además lo disfruto.
Les cuento. Hace tiempo que vivo en un departamento, con un dormitorio que da a un patio interno. Está en un 4to piso. El ventanal del dormitorio es amplio y queda a unos 10 metros de los ventanales de los departamentos que están en contrafrente.
Cuando las luces están encendidas, uno puede ver todo lo que pasa en los demás departamentos y por lógica los demás pueden ver lo que pasa en el mío. Hasta hace un tiempo esto no era demasiado problema. No había nada digno de mostrar. Por supuesto cuando yo estaba acompañado, dejaba apagada la luz del dormitorio, o bien bajaba las cortinas y entonces nadie podía ver lo que pasaba. Y todos los vecinos nos habíamos acostumbrado a hacer lo mismo.
La cuestión que hace cosa de dos meses, una parejita de recien casados se instaló en el departamento contra frente del 3º piso. Verónica y Matías. Como se imaginarán, el sexo estaba a la orden del día. Yo los veía de noche empezar a besarse y acariciarse en el comedor, y luego se iban al dormitorio con la luz apagada y ya nada podía verse de lo que pasaba aunque uno podía imaginarse. Debo reconocer que me tenían bastante excitado. Máxime por que la jovencita era una verdadera hermosura. Rubia, cabello corto, alta, piernas largas, y muy buenas curvas. Le calculé no más de 22 ó 23 años. El esposo esa un jovencito delgado de anteojos, uno de esos que confirman la regla de que las mejores mujeres se las llevan siempre los mas insulsos. Pero bueno, se veía que se amaban y claramente tenían una relación muy buena.
Algunas noches comenzaba a desnudarla en el comedor y así pude ir viendo parte de la anatomía de la jovencita. Era realmente una belleza. Tenía un par de tetas de campeonato, pero se notaba que era muy pasiva. Nunca tomaba la iniciativa y cuando su novio arrancaba ella lo dejaba hacer y luego se dejaba conducir al dormitorio. También pude ver el cuerpo del novio y realmente el resto de su cuerpo hacía juego con lo que se veía a simple vista. Su verga con toda la furia tendría unos 12 cm., y un grosor proporcionado. No era chica, pero tampoco algo descomunal.
Algunas noches me quedé mirando cuando se fueron al dormitorio y comprobé que el sexo no duraba más de 10 minutos. En ese tiempo se encendía la luz del baño que estaba en el dormitorio, cuando alguno de los dos iba a limpiarse después de terminar. Luego se apagaba la luz del baño y todo quedaba en silencio. Una pena. Semejante mujer desperdiciada de esa manera. Realmente Dios le da pan a quien no tiene dientes.
Otras noches se reunían con grupos de amigos. Venían 3 ó 4 jovenes que claramente eran amigos del marido, y se quedaban hasta tarde charlando, jugando a las cartas o mirando la tele.
Yo, con la luz apagada, me entretenía imaginando lo que decían. Y una noche me pareció notar algo raro. En un momento el marido fue al baño y quedaron solos los tres amigos sentados en un sillón frente al televisor. Detrás del televisor, sobre un costado estaba la cocina. La mujer estaba en ese momento lavando los trastos y veo que uno de los muchachos los golpea en el hombro a los otros dos y le señala la hembra. Debo reconocer que su figura mientras lavaba , con un shortcito y el culito para afuera era fenomenal. Y lo mismo comentaron los muchachos. Incluso uno de ellos se acarició la verga mientras la miraba. Cuchichearon un rato entre ellos, uno se levantó y fue rápidamente a la cocina, se acercó a la joven y la apoyó descaradamente mientras le hablaba al oído. La joven saltó como un resorte y se mostró enojada. El muchacho se disculpó y volvió al asiento, mientras les hacía gestos a los amigos. Cuando el marido volvió, siguieron mirando la tele como si nada. Hmmm. La situación se iba a poner interesante.
La noche siguió normal. Al fin se despidieron. Los 4 jovenes salieron al pasillo, y la hembra se quedó apoyada en el pasaplatos de la cocina. Después de lo ocurrido, había quedado callada y se había mantenido lejos de la reunión. Evidentemente estaba sorprendida por lo ocurrido. De pronto la puerta se abrió y el que la había apoyado entró al departamento y resuelto se dirigió hacia ella y tomándola de la cara la besó salvajemente. La joven quedó paralizada de la sorpresa. La morreó bien, y luego como había entrado salió. Ella se limpió la boca con el dorso de la mano y no dijo nada.
Al día siguiente amanecí con un poco de gripe, así que pedí una licencia médica por unos días para recuperarme. Leí, miré televisión, y por supuesto, vigilé a mis nuevos vecinos. El muchacho salía a trabajar temprano y no volvía hasta la noche. La mujer regresaba al mediodía, y ya se quedaba en la casa. Era muy excitante. Cuando volvía, se dirigía al dormitorio, se desvestía, trasluciendo su silueta a través de las cortinas, y salía luego con una remera larga que apenas le cubría los muslos. Sus piernas eran hermosas y era un placer verla moverse por el departamento.
El martes, sin embargo, todo cambió. Hacía un buen rato que ella había regresado, cuando ella quedó inmóvil por un segundo y luego se dirigió a la puerta. Seguramente habían golpeado . Abrió y el muchacho de la noche anterior entró rápidamente, sin dar tiempo a que ella lo detuviera. Ella cerró la puerta y lo tomó del brazó para que se fuera. El se dio vuelta y avanzó sobre ella hablándole y tratando de acariciarla, a lo que ella se oponía. Por fin la arrinconó contra la puerta y allí se volvió a adueñar de su boca. Ella trató de separarse pero era imposible. Sus brazos entre los dos cuerpos empujaban y empujaban, pero no había manera de separar al macho. De pronto el tomó una de sus manos y la bajó hasta que se apoyó contra su verga que seguramente estaba dura como una piedra. Ella negó con la cabeza sin conseguir separar su boca de la de él, mientras obligada, su mano se deslizaba hacia arriba y abajo acariciando la herramienta del macho.
Por fin consiguió liberarse y trató de golpearlo, pero el aferró su mano y con un rápido movimiento la colocó tras la espalda de ella obligándola a sacar el cuerpo hacia adelante, y la apoyó descaradamente, mientras volvía a besarla .
La lucha siguió varios minutos y era notorio como la resistencia de la joven iba cediendo ante los constantes ataques del macho. Cuando se quedaba un poco quieta entonces él aprovechaba para magrearle las tetas y cuando reaccionaba la volvía a retener. Luego era el turno de meter la mano en su entrepierna, vuelta a reaccionar y nuevamente a retenerla. Por fin, la joven se quedó quieta. El muchacho soltó la mano que estaba obligando a acariciar su lanza, y notó que ahora ella lo acariciaba por sus propios medios. En ese momento la abrazó suavemente y comenzó a besarla con dulzura, sin apuro, sin violencia, y recorriendo toda su cara, su cuello, sus pechos. La joven tiró la cabeza hacia atrás y lo dejó hacer. Ahora si, una mano del macho se metió entre sus piernas y comenzó a acariciarla íntimamente. La hembra lentamente separó sus piernas para favorecer las caricias.
Luego de unos minutos, la tomó de la mano y la llevó al dormitorio, y lo que nunca había pasado, al fin pasó. El amigo infiel dejó la luz del dormitorio prendida. Evidentemente quería disfrutar de ver lo que se estaba comiendo, y yo no podía mas de calentura y felicidad.
Ya en el dormitorio la sentó en la cama, y con su mano la hizo acostarse sobre ella. Hábilmente le quitó su bombacha y arrodillándose, levantó las piernas de la hembra sobre sus hombros y hundió su cara en su sexo. Ella se aferraba de las sábanas y su cabeza se movía de un lado a otro. Su boca abierta emitía algún gemido pero la distancia no dejaba que nada se escuchara. La escena era totalmente muda. Casi sin darme cuenta, pelé mi verga y comencé lentamente a masturbarme.
Luego de un buen rato de ese tratamiento, el se paró y se desvistió rápidamente. Ella seguía acostada inmóvil.
Cuando quedó totalmente desnudo mostró una verga dura y mas grande que la del marido. Volvió a acomodarse, a alzar las piernas de la hembra, y en esa posición, apoyó su verga en la entrada de ella.
Verónica, al sentir el contacto se apoyó en sus codos y alzó su cabeza. Algo le dijo al macho. Tal vez le pidió que no la poseyera, o en todo caso que no lo hiciera a pelo. Por toda respuesta el macho sonrió y avanzando comenzó a empalarla. Verónica trató de retirarse, pero en la posición que estaba eso no era posible, y en un minuto, la habían poseído por completo. Su amante se inclinó hacia adelante apalancando la penetración, y luego de un momento comenzó a tirar lenta pero profundamente, saliendo casi por completo, para enterrarse de nuevo hasta el fondo. Sus rostros quedaban muy cerca y se veía que él le hablaba y que ella negaba con la cabeza. El seguía insistiendo y la negativa de ella se fue debilitando hasta que al final comenzó a llorar, al mismo tiempo que alcanzaba un orgasmo arrasador.
El macho la dejó acabar y luego siguió con el pistoneo, el cual se fue acelerando. Miré el reloj. Hacía 20 minutos que la había ensartado. Ella nunca había tenido una relación tan larga. Por fin vi como se tensó y metiéndose hasta el fondo comenzó a vaciarse. Verónica se quedó quieta, seguramente sintiendo como ese líquido caliente la inundaba por completo. Por fin, lentamente el macho se levantó y salió de dentro de ella.
Se sentó en la cama tratando de recuperar el aire. Verónica quedó despatarrada en la cama, con sus piernas abiertas y su remera larga enrrollada hasta la cintura, daba una imagen muy sensual.
Luego de unos momentos el giró y se levantó para salir del dormitorio,vestirse y retirarse. La casa quedó vacía.
Luego de un buen rato, Verónica se levantó. Sacó las sabanas que estaban manchadas de semen y se metió en el baño.
Cuando su esposo llegó, todo estaba en orden y nada había sucedido. Pero el futuro sería mucho mas entretenido.

11 comentarios - Nuevos vecinos

Juman38 +1
Muy bueno!!! Espero el siguiente
maalpalu
Gracias por darte el tiempo de escribir.buen relato
cepita22
Muy bueno ! Habra segunda parte ?
pulga53
Estoy trabajando en ella. Gracias por el comentario
KOLBI26
Seria bueno unas picture
helboyh
Muy bueno!!! Van 10. Sacate un libro y lo vendes al toque 😉
juani427
Muy buen relato, van mis puntos del día
The_Devil_Arg
Excelente narración. Creas un ambiente único, cómo si estuviésemos contigo observando. Tu me entiendes.....