Harry Potter Relato Propio (Parte 2)

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Harry Potter Relato Erótico (Parte 2)

Ginny

Se despertó en la mañana con una sensación de bienestar que hacía mucho tiempo que no sentía. Supuso que se debía a su experiencia en la Torre de las Lechuzas de la noche anterior.
Se levantó de su cama con parsimonia y se vistió, pensando en buscar a Harry para ir a desayunar. Le causaba cierto bienestar tener que ir a buscarlo como su novia, no solo como una amiga.
Esperaba que su madre le hubiese respondido la carta que le había enviado. Normalmente el correo tardaba más tiempo, pero había elegido a una lechuza joven y con energías para que volara lo más rápido posible.
Bajó las escaleras de la habitación de las chicas de quinto año y se dirigió a la sala común. Solo estaba Hermione, leyendo un libro demasiado grande para ser bueno.
-Hermione.-La chica levantó la mirada ante el saludo de Ginny.- ¿Dónde está Harry?-
-Te estuvo esperando un rato, pero Ron comenzó a quejarse de que tenía hambre y se fueron a desayunar.-
-De acuerdo, los alcanzaré.-Dijo la pelirroja y salió por el retrato.

Llegó al gran salón en el preciso instante en que las lechuzas entraron volando a toda velocidad en su típico espectáculo. Nunca se cansaba de verlas entrar volando a pesar de los años.
Miró con ansias y vio que una lechuza con una carta que parecía bastante voluminosa se le acercaba. Sintió una punzada de nerviosismo y emoción y esperó a que llegase. Atrapó la carta al vuelo que la lechuza dejó caer sobre ella y miró hacia la mesa de Griffindor. Harry estaba con Ron, conversando y comiendo sin darse cuenta de su presencia, por lo que aprovechó y se dirigió a los jardínes del colegio.
Se sentó bajo la sombra de un árbol y abrió la carta.


Ginny:
¡Me alegro que hayan ganado la copa! Tu padre se alegró mucho al leer la noticia (no te preocupes no leyó toda la carta)
Con respecto al resto. Estoy segura de que ya tienes una idea de lo que significa tener sexo, por lo que me voy a ahorrar los detalles básicos, pero tienes que saber que es algo con lo que hay que tener cuidado, por lo lógico y porque una mujer no puede entregar su cuerpo a un chico por primera vez, siendo este, cualquiera. En mi opinión Harry es una buena opción para ti, Ginny. Pero debes decidirlo tú.
¿Y si duele? Si Ginny, duele, pero recuerda que el cuerpo está preparado para recibir ese daño en un principio, pero luego, es todo placer y bienestar. Mi primera vez fue con tu padre, con algo de suerte, tu puedes mandarle la misma respuesta a tu hija cuando la tengas con Harry. Tu considera lo que te parezca. No estoy en contra de tus aventuras sexuales, pero te pido precaución. ¡Tienes 15 años!

Con cariño, Molly.


Ginny sintió algo de tranquilidad al comprobar que su madre no estaba enfadada, pero sabía que cuando regresara a La Madriguera le tendría una buena charla preparada. Suspiró y guardó la carta. Se quedó pensando mirando el horizonte con severidad y concentración, decidiéndose.
Le quedaban pocos días libres antes de tener que estudiar con todo para las MHB, así que debía aprovechar esos días.
Se imaginó el momento en que pasaría y sintió un escalofrío de emoción.


Harry

Mientras desayunaba, Harry vio entrar a las lechuzas como de costumbre y vio que una lechuza se acercaba a su plato. Lo apartó y ésta aterrizó peligrosamente cerca de su copa. Ron miró a la lechuza con curiosidad, pero de inmediato Lavender se le sentó encima y lo comenzó a besar, por lo que Harry pudo leer la carta sin miradas curiosas.


Harry:
¿Cómo estas querido? Me he enterado que han ganado la copa, buenas noticias y felicitaciones, debes estar orgulloso como capitán. También me contó Ginny que empezaron a andar de novios, no quiero entrometerme, pero espero que tengas mucho cuidado con ella y seas amable.

Cariños, Molly.


Harry sintió algo de sorpresa ante la carta, ya que era raro que la señora Weasley le enviara una carta y más aun de ese tipo. Escribió una escueta respuesta en la parte trasera y la despachó nuevamente con la lechuza.
Mientras se levantaba de la mesa, vio fugazmente como Lavender dejaba caer disimuladamente la mano y aferraba con fuerza un bulto en crecimiento en la entrepierna de Ron. Harry sonrió y salió a buscar a Ginny.
En la sala común la encontró, estaba sentada con Hermione y conversaban con la cabeza muy juntas. Cuando la pelirroja lo vió, se apartó de inmediato de su amiga y se levantó a saludarlo. Le dio un beso muy caliente y lleno de pasión, mientras le abrazaba el cuello.
-¿Cómo estás?-Le preguntó Harry con una sonrisa, abrazándola a su vez por la cintura, sintiendo como siempre sus senos en el pecho.
-Bien, disfrutando de mi novio.- Volvió a besarlo.-Bueno tengo que irme, tengo cosas que hacer.- Ginny miró a Hermione y asintió con decisión.
-¿A qué se debió eso?-Le preguntó Harry a Hermione luego de observar como Ginny se marchaba meneando el culo. Hermione sonrió de manera extraña.
-Ya lo verás.-

Esa misma noche, Harry se preguntaba dónde estaría Ginny. La había visto a la mañana junto a Hermione y luego no había vuelto a aparecer. Incluso la había buscado en el Mapa del Merodeador, pero no la había divisado, supuso que era por el amontonamieno de personas que había a esa hora un domingo.
Cuando estaba pensando en irse a dormir, el retrato de la sala común se abrió y por él, entró Ginny. Le hizo señas para que la siguiera y Harry le hizo caso.
Preguntándose a dónde querría ir a esa hora, que el toque de queda ya estaba activo, miró en todas direcciones antes de salir, pensando que debería haber llevado la capa de invisibilidad.
-¿Ginny?-Preguntó a la oscuridad.
-Shhh.-Dijo ella más adelante.-Ve a la sala Multipropósito. Encuéntrame allí.-
Harry no respondió, simplemente siguió su camino con dudas en la cabeza. ¿Qué querría?
Cuando finalmente llegó, se quedó parado frente a la pared que ocultaba la sala, ya que no sabía que tenía que buscar. Al momento apareció la puerta y se abrió apenas, Ginny asomó solo la cabeza y le pidió que entrara.
Harry, obedeciendo cada vez mas sorprendido, entró con intención de preguntarle que sucedía con tanto misterio y se quedó de piedra en cuanto vio el interior.
La luz era tenue, pero alcanzaba a iluminar lo suficiente como apreciar todo. Una cama de una tamaño increíble estaba en el medio, con sábanas rojas de seda y almohadas de plumas de cisne. Delante de la cama, estaba parada Ginny, tan solo con ropa interior. Sus tetas se apretujaban contra el corpiño como si éste fuese dos tallas más chico. Llevaba puesta una tanga que le apretaba la concha marcándole los lábios con fuerza y provocadoramente. Ginny dio una vuelta completa mientras Harry la observaba y vio como una fina línea de tela se metía entre las nalgas de la pelirroja con perversa seducción. Sintió como su pija bombeaba sangre sin pérdida de tiempo.
-¿Qué…?-Harry no sabía muy bien cómo o qué preguntar siquiera.
-Me decidí a darte lo que te mereces.-Ginny señaló su cuerpo.-Soy tuya esta noche. Toda tuya.-Se acercó y lo abrazó mientras lo besaba.-Tócame Harry, tienes permiso para hacerme lo que quieras.
Harry sin perder tiempo, aferró con ambas manos el culo de Ginny, lo apretó y lo abrió con fuerza. El contacto era hermoso y suave. Toda la piel de la pelirroja olía a un perfume floral seductor y cada centímetro de piel era suave como la seda.
LE besó el cuello, las orejas y la boca, siempre aferrando con fuerza las nalgas. Le dio una nalgada bastante potente que resonó sensualmente por toda la habitación y Ginny dejó escapar una exclamación, en parte de dolor en parte de placer. Cuanto Harry comenzó a buscar el borde de la tanga para quitarla de su camino, Ginny lo detuvo y lo miró. Lo ayudó a quitarse la túnica y el resto de la ropa, por lo que Harry quedó completamente desnudo. La pija ya estaba más que erecta y se apoyó en el vientre de Ginny con fuerza. La pelirroja la miró con sumo interés y emoción y se arrodilló. Harry sentía una euforia ilimitada, ni siquiera con Cho había sentido tal sentimiento cuando estuvo en una escena parecida.
Ginny agarró la pija de Harry con precaución y algo de torpeza, levantó la mirada y lo miró a los ojos, con una mirada inocente e insegura. Harry le sonrió y asintió con la cabeza, dándole ánimos.
Harry sabía que su pija era grande, la había agrandado unos centímetros junto con otros compañeros de curso con una poción que supuestamente duraba unas horas, pero luego volvía a la normalidad. El problema había sido que nunca había regresado a la normalidad, por lo que había conservado veintidós centímetros de largo y casi siete de ancho. No era una mostruosidad, pero era algo grande. La que había quedado más larga, había sido la de Ron, con veintisiete centímetros y nueve de ancho. Ya de por sí el pelirrojo tenía la pija grande, pero la poción la había agrandado más aun.
Ginny miraba la pija de Harry con cierta admiración, y cuando éste le asintió con la cabeza, abrió la boca sin dejar de mirarlo y se acercó lentamente. Harry sintió como los labios de la chica rozaban el glande cuando iba entrando en su boca y como la lengua se movía inquieta dentro, acariciando levemente el tronco en la parte inferior. Cuando Ginny llegó a la mitad, se detuvo al sentir un tope y tuvo una pequeña arcada, pero luego apretó los labios suavemente y comenzó a subir y bajar con lentitud, sin dejar de mirar a los ojos a Harry, que estaba en el momento más hermoso de su vida, sintiendo que litros de semen se amontonaban para salir primero. Ginny no apartaba la mirada de sus ojos, y un leve rubor le había cubierto el rostro, que junto con su expresión de inocencia e inexperienca eran muy excitantes. Luego de unas cuantas veces, Ginny tomó más confianza al ver que Harry disfrutaba y comenzó a hacerlo con más velocidad. De vez en cuando la soltaba y besaba la base en su costado, dejando que el tronco se le apoyara sobre la sien, cubriendo la totalidad del largo de su rostro.
Harry comenzó a mover lentamente su cuerpo, de adelante hacia atrás. Al principio eran movimientos leves y apenas perceptibles, pero cuando Ginny lo notó, dejó de moverse, bajó su mano y sin dejar de mirarlo a los ojos, dejó que el llevara el ritmo, dándole la libertad de follarle la boca.
Harry retiró la pija casi en su totalidad y luego la volvió a empujar con lentitud, viendo como los labios de la pelirroja se ampliaban y moldeaban a medida que la pija iba entrando, llegó hasta la mitad y la dejó allí, haciendo algo de presión sobre la garganta de Ginny. Está entrecerró un poco los ojos pero no dijo ni hizo nada para impedir esta presión, sino que la aguantó con prestreza. Cuando Harry retiró la pija en su totalidad, Ginny respiró profundamente y se relamió los labios, luego volvió a abrir la boca esperando la pija nuevamente.
Harry esta vez, dejando el pudor aparte, tomó a la pelirroja de las orejas y comenzó a penetrarle el rostro con velocidad, produciéndole arcadas y sonidos a borboteos que podían ser asquerosos y excitantes al mismo tiempo.
Sintió que el orgasmo se acercaba y se detuvo, retiró la pija de la boca de Ginny y la hizo levantarse. La chica se limpió los labios con dos dedos y lo miró expectante.
Harry la rodeó con los brazos y le quitó el corpiño, dejando a la vista dos tetas grandes, firmes y con pezones rosados y bien duros y listos para ser devorados.
La levantó en brazos y la llevó a la cama. Ginny parecía realmente nerviosa y temerosa. Se dejó llevar y cuando la dejó en la cama, se quedó en esa posición. Harry la dio vuelta, dejando su culo hacia arriba y lo admiró un momento, acariciándolo con suavidad. Finalmente se decidió y le sacó la tanga de un tirón. La dejó enredada en los tobillos de la chica y luego se recostó sobre ella, dejando el rostro a la altura de la espalda. Besó la nuca de la chica y siguió bajando hasta las nalgas. Las besó, chupó y mordió con suavidad. Ginny resoplaba y gemía de placer.
Harry tomó una nalga con cada mano y las separó con fuerza. Pudo admirar el ano de su novia con admiración y hambre sexual. Era completamente rosa y estaba tan cerrado como un pequeño ojal, sintió la necesidad de chuparlo, penetrarlo con los dedos y luego con su pija, pero decidió hacer solo lo primero. Enterró su rostro entre esas dos nalgas que eran tan tiernas y suaves y comenzó a lambetear y chupar la apertura anal de Ginny. Esta comenzó a gemir con más placer y a retorcerse un poco. Tal vez le producía algo de cosquillas. Metió con fuerza su lengua dentro del ano y la dejó adentro un momento, luego la sacó y volvió a meter. Mientras penetraba el ano de Ginny con la lengua, buscó con su mano derecha la pierna de la chica y la apartó hacia un lado, felxionándola levemente. Se apartó de las nalgas de la chica y las volvió a separar, mirando el cielo.
No alcanzaba aver bien, por lo que la volvió a voltear dejándola boca arriba.
Ni un solo pelo cubría la zona pélvica de Ginny, ella abrió las piernas dócilmente y Harry pudo ver cmo los labios de su concha se despegaban lentamente de manera sensual y lujuriosa. Se dejó caer sobre ella y comenzó a chuparla con voracidad y salvajismo.
-Ah, Harry…-Dijo Ginny en un éxtasis y lo tomó por la cabeza. Harry dejaba entrar apenas su lengua dentro de la cavidad de la chica, para no lastimarla, pero lambeteaba, chupaba y succionaba su clítoris sin piedad, provocando que la chica se retorciese y gritara de placer.
Harry se incorporó y se arrodilló entre las piernas de Ginny, se agachó un poco y acomodó su pija en la entrada de la concha de la pelirroja.
-Despacio, por favor.-Dijo Ginny mirando el grosor de la pija de Harry con algo de miedo. Harry se sintió más provocado que nunca, por lo que hizo algo de fuerza y parte del glande entró sin resistencia, pero enseguida recibió la resistencia del himen. Ginny llevó su cabeza hacia atrás y siseó con dolor. Harry hizo algo más de fuerza y el glande entero entró.
-Ay, ay, ay.-Dijo Ginny con la voz temblorosa. Harry la miró interrogando.- Sigue. Despacio.- Cerró los ojos y se aferró a las sábanas.
Harry continuó empujando, escuchando los gemidos de dolor de la chica y sintiendo como las piernas de esta se endurecían y le apretaban la cintura. Finalmente llegó a meter la mitad de la pija y un hilito de sangre ya corría por la pierna de la chica, descendiendo hasta una nalga y perdiéndose en las sábanas.
Harry, tras esperar un momento y besarla en los labios varias veces, comenzó a bombearla con lentitud y suavidad.
Ginny gemía de dolor, pero pronto su voz cambió de matiz y el dolor se transformó en medio placer. Se movía acompasadamente siguiendo a Harry y cada vez que este dejaba la pija más afuera que adentro, la chica se movía apenas intentando que el chico volviera a meterla.
La folló durante unos minutos en esa posición, descansando cuando sentía que el semen comenzaba a subirle por las venas. Cuando notaba que la chica ya no sentía tanto dolor, la metía más adentro, hasta que finalmente chocaba con el vientre contra su cuerpo y sus huevos golpeaban el culo de Ginny.
Cuando ya era capaz de penetrarla con toda la longitud de su pija, la retiró y la volteó, levantando el culo de la chica, para dejarla en la posición del perrito.
Volvió a pentetrarla, esta vez sin mucha piedad. La chica gemía y gritaba de placer y dolor en alguna veces. Harry tomó las nalgas de la chica con ambas manos y las separó, viendo como el ano de la chica se contraía levemente con cada embestida. Los labios de su concha se estiraban hacia atrás cuando Harry retiraba la pija unos centímetros y se escondían cuando volvía a penetrarla. La fiereza de las embestidas de Harry fueron cada vez mayores. Las nalgas de Ginny estaban cada vez más enrojecidas gracias a las palmadas que Harry le daba, cada vez más fuertes. Cuando sentía el orgasmo cada vez más cerca, Harry la tomó de los cabellos con ambas manos y tiró hacia atrás, haciendo que la cabeza de al chica se elevara al cielo y esta gimiera con menos aire y más placer.
Le bombeó la concha con mucha fuerza y sin violencia. Se escuchaba como su cuerpo hacía chasquear las nalgas de la chica, que producían ondas sobre su superficie. Harry sintió el orgasmo llegando y sacó su pija, sin soltar a Ginny, la volteó y la dejó boca arriba. Se arrodilló sobre su vientre, sin apoyarse. Se pajeó mientras Ginny miraba su pija con cierta incertidumbre, como si no supiese muy bien que esperar. Por fin el primer chorro de semen salió, caliente y espeso. Fue tan violento y cargado, que dejó una línea blanca desde el ombligo, pasando por una de las tetas hasta el cuello de Ginny, que cerró los ojos y levantó la cabeza con alarma, sin esperar ese resultado.
El segundo chorro fue más corto y quedó en el ombligo de la chica, en una pequeña pileta. EL tercer chorro fue aun más potente que el primero y quedo casi en su totalidad en el rostro de Ginny, que arrugó la nariz y cerró los ojos. Una línea blanca le quedó desde la perilla, pasando por sus labios y ojo derecho, aunque también llegó hasta su cabello. El cuarto y el quinto quedaron desparramados en parte en sus tetas y las sábanas y las últimas gotas salpicaron su vientre. Ginny se relamió y juntó parte del semen de su rostro con los dedos y se lo comió con curiosidad.
Harry se recostó a su lado.
-¿Te gustó?-Le preguntó a la chica.
-Sí.-Se quedó mirando el techo un momento y luego se subió encima de él.-La noche es joven y tengo ganas de más.-Sonrió y solo con movimientos de su cadera, se penetró a si misma con la pija de Harry, que recobró la virilidad en segundos.


FIN PARTE 2


Gracias por leer! comentá que te pareció! 🙂

3 comentarios - Harry Potter Relato Propio (Parte 2)

Stooge +1
buenisimo... buen relato loco.

pasaste por mis aportes a la comunidad?
comentar es el mejor agradecimiento.
de esta forma te digo GRACIAS.
Shruikan77
Gracias men! abrazo!
B_de_P
Han pasado cuatro años y la tercera parte nunca salió...