No pude evitar calentarme con mi compañera de laburo

Hola, antes que nada quisiera saludar y comentar que luego de leer varios relatos de esta página me decidí a tomarme un tiempo para contarles una experiencia de vida personal, la cual es verídica lo que los lectores van a poder comprobar a lo largo de la misma.

Todo comenzó hace casi cinco años, cuando un día mis jefes concluyeron en que sería bueno para mí que cambiar de oficina y comenzar de cero en un nuevo lugar y con gente distinta, a mi cargo. Como esta de mas aclara, donde manda capitán no manda marinero y yo a regañadientes, me esforcé para no putearlos y con una sonrisa falsa me dispuse a mover mis cosillas hacia mi nuevo lugar de trabajo. Es así que al presentarme en esta nueva oficina me encontré con dos viejos, que hacía mucho que trabajaban en ese sector, un pibe más joven que yo y una señorita, que a decir verdad fue lo único que me cambio el humor en esa tarde casi nefasta. Para no ahondar en descripciones físicas que a lo largo voy a marcar con mucho lujo de detalles, les comento que esta niña hermosa es de unos 27 años de edad, poseía, en ese momento, una cabellera negro azabache larga hasta casi la cintura, una piel trigueña hermosa, cuello largo, ojos marrones muy profundos, 1,75 de altura, unos pechos redondos y muy prominentes, cintura muy angosta y una cola que haría trastabillar hasta al cura mas célibe. No me puedo olvidar esa primera mirada cuando, después de saludar a los viejos y al otro muchacho, se dio vuelta, dejo de hacer lo que fuera que estuviese haciendo y me dijo, hola, que tal jefe, soy “J….”(siendo esta la forma en la que me voy a referir a ella de aquí en adelante), un gusto.... Calculo que por mi cara de estúpido y al notar el incomodo silencio que se había formado, ella continuo diciendo, quiere un café??. Yo a todo esto y dándome cuenta de la secuencia, asentí con la cabeza y luego para disimular me di vuelta y comencé a dialogar con los viejos sobre el trabajo. Los días fueron pasando y yo no podía evitar mirarla, cada vez que se daba vuelta me quedaba prendado de esa cola escultural y rogaba que hiciera calor para que fuese a laburar con escotes pronunciados, desnudándola una y mil veces en mi cabeza, imaginando mil formas distintas de hacerla mía. Los días fueron pasando y de a poco, como en todas las situaciones como estas, uno empieza a dialogar y a conocer a la gente con la que trabaja hasta formar una suerte de “relación”. Gracias a esto pude saber que “J”, vivía en la misma zona que yo, situación que me daba pie a ofrecer llevarla cada vez que terminábamos de trabajar, cabe aclara que siempre fui de la idea de que donde se come no se caga y que mantener una relación en el trabajo a la larga trae aparejados conflictos, pero no me podía resistir, esta piba me calentaba muchísimo. Luego de varios viajes juntos y habiendo agotado los temas triviales de conversación sobre la vida fuera del trabajo, las parejas de ambos y demás yerbas, un día se me ocurrió comenzar a hablar sobre sexo y preferencias relacionadas con eso. Es así que pude notar que “J”, lejos de sentirse incomoda con el tema propuesto, comenzó a dialogar amenamente sobre las cosas que a ella le gustaba hacer y que prefería dar placer a recibir que eso la calentaba mucho. Esas palabras en mi cerebro hicieron un eco que casi me obnubila, a tal punto que luego que la dejara en la parada del colectivo y continuara rumbo hacia mi casa aun seguían retumbando. Esa misma noche y al no poder calmar mi cabeza que no dejaba de pensar en cogerla en todas las posiciones posibles, me masturbe pensando en ella. Al otro día cuando me desperté decidí romper mi máxima respecto a las mujeres con las que uno labura y llevar al plano físico todo lo que se me había pasado por mi loca cabecita, esto traía aparejado realizar un “laburito fino”, debido a que ella continuamente hacía hincapié en el hecho de que tenia novio y lo amaba. Por tal motivo comencé de forma muy sutil a realizar comentarios sobre lo bien que se veía con la ropa que llevaba, sus cambios de cortes de cabellos, algún que otro comentario pícaro e insinuante, tomándola de la cintura toda vez que me fuera posible y en algunas oportunidades hasta llegar a abrazarla en tono de broma, circunstancia esta que no podía prolongar debido a que cada vez que sentía su cuerpo cerca del mío me excitaba como pocas veces. Independientemente de todo ello, estas circunstancias parecían no dar resultado. Después de unos cuantos meses intentando dar con alguna brecha en donde poder socavar, decidí aflojar un poco debido a que el ambiente se había tornado un tato tenso, lo que no era lo ideal para un ámbito laboral, sin perder la idea principal de conquistar a “J”. Pasados algunos días y por diversas cuestiones de laburo o llámese destino empezamos a quedarnos solos en la oficina, lo que trajo aparejado que comenzáramos a dialogar por largos ratos. Un día dado, luego de una charla muy amena, “J” se paró de su silla, se me acerco y me pidió que la abrazara, esto me sorprendió de sobre manera, a tal punto de casi quedarme sin habla, pero sin tener en cuenta esto, me levante de mi sillón, casi como si tuviera un resorte en el culo, y sin más la estreche en mis brazos. En ese momento pude sentir en olor de su perfume, el cabello en mi cara, su respiración entre cortada y como sus enormes pechos se apoyaban en mi. En ese mismo instante tuve una erección terrible, lo que provoco que me alejara un poco para que “J” no lo notara, a lo que esta llevo una de sus manos hacia la base de mi espalda empujándome hacia ella, para luego realizar un movimiento con sus caderas que provoco que su vientre se apoyara contra mi pija. Al sentir ese roce hermoso casi me vengo encima y yo calculo que lo único que contrarresto esta circunstancia fue mi estado de asombro, no lo podía creer y así como todo se inicio de golpe, esta se alejo, me miro de reojo y volvió a su asiento ante mi mejor cara de desencajado. Ese día decidí dejar las cosas así y no forzar ninguna otra circunstancia con el fin de no propasarme. Los días subsiguientes estas escenas se fueron repitiendo, hasta que en una de ellas, en un momento dado en que “J” se levanto de su asiento y comenzó a caminar en dirección a mi escritorio, yo anticipe su movimiento, me pare de mi sillón, no con uno sino con dos resortes en el culo (jaja), y sin mediar palabra la atrape entre mis brazos, mientras que ella rodeo mi cintura con los suyos y apoyo su cabeza en mi pecho, en ese momento y sin perder un segundo lleve mi boca hacia su cuello y lo comencé a besar de forma muy suave, sintiendo como su cuerpo se electrizaba cada vez que la punta de mi lengua hacia contacto con su piel y su piel se erizaba. Esta de mas decir que para esos instante mi pija era un garrote y en esta oportunidad fui yo quien la tomo de la cintura y atrajo su pelvis hacia mi erección. Ese contacto pareció certero ya que “J” soltó un leve gemido y sentí como su cuerpo comenzaba a temblar, lo que desencadeno en mi una inyección de lujuria, le tome su rostro con las mano e intente llevarlo a la altura del mío, a lo que esta se resistió si despegar su cuerpo del mío circunstancia que me éxito aun mas y ejercí más fuerza hasta tener su boca frente a la mía y ahí fue cuando nos detuvimos por breves segundos para mirarnos, ambos con los rostros ruborizados por la situación y la calentura que nos generábamos, y luego nos fundimos profundo beso, introduciendo mi lengua en su boca, sintiendo el delicioso gusto de su saliva y ella respondiendo a mis acciones. Sin dejar pasar ni un segundo, una de mis manos se catapulto hacia un de sus pechos, los solo se hallaban contenido por una camisa de tela fina y un corpiño de encaje a través de los que pude sentir su pezón erecto situación que me incito a desabrochar su camisa y continuar el recorrido de mis manos, tocando esos pechos hermosos y acariciando con la punta de mis dedos de forma muy delicada su pezón. Esto genero que “J” se estremeciera y soltase una gemido de placer. Aun con una de mis manos en sus pechos deje de besarla en la boca, para descender hacia su cuello procediendo a lamérselo como si fuese el helado, comenzando esta a respirar de forma más acelerada , entrecortada, a gemir en un tono más alto en cada arremetida de mi lengua. Al notarla tan extasiada tome una de sus manos y la lleve hasta mi pija, que para esos momentos me dolía de lo erecta que estaba, comenzando, esta, a sobarla por arriba del pantalón con desenfreno. Dada la situación, decidí incursionar mi mano libre hacia su bajo vientre, comenzando a rozar de forma tenue su abdomen introduciendo de a poco mis dedeos dentro de su pantalón hasta llegar a su entrepierna, la cual se encontraba totalmente depilada, (eso hice que mi éxtasis fuese sublime) y ya a esas alturas comencé a notar la humedad, lo que me motivo a seguir y encontrarme con su conchita totalmente humedecido por sus flujos, los que facilitaban de sobre manera leves roces que hacían que se estremeciera y yo junto con ella. Luego de masturbarla por algunos segundos, saque mi mano del interior de su pantalón, para luego de ello llevar los dedos hasta mi boca en donde pude probar ese néctar delicioso que emanaba de mi compañera, la que sin perderse uno solo de mis movimientos y con cara de desencajada por la calentura, comenzó a besarme de forma frenética, saboreando cada gota de su flujo mezclado con mi saliva y lamiendo cada uno de mis dedos. Cuando ambos estábamos a punto de explotar en el clímax perfecto, el picaporte de la puerta sonó, ambos saltamos separándonos casi de inmediato, regresando “J” rápidamente a su asiento, mientras que yo observaba la puerta con cara de desorbitado, viendo como entraban los dos viejos pelotudos y el pendejo, hablando de lo complicada que estaba la calle. Ese día no cruzamos siquiera miradas y nos saludamos a distancia, regresando cada uno por su lado. Cuando estaba llegando a mi casa, sonó mi celular, era un mensaje de “J” que decía “nos fuimos a la mierda” a lo que yo le respondí “Si…pero te gusto?”, “J” “todavía tengo toda la conchita mojada y cada vez que me acuerdo me mojo mas…a vos que te parece…?”

Esta historia continua, ahora vienen las partes más entretenidas y se las voy a ir contando conforme la valla redactando, perdón si se hizo extensa, pero era necesario para ponerlos a todos en situación, espero les haya gustado, de ser así comenten y de lo contrario también, así me ayudan a mejorar mi forma de redacción.

1 comentario - No pude evitar calentarme con mi compañera de laburo

ren6o
Buen arranque...
Thanatos666
gracias, próximamente posteo las demás partes!!!
ren6o
@Thanatos666 Dale. A esperar entonces!