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Alejandra, mi vecina (1)

Bueno, hace rato que no pasaba a escribirles algo, sinceramente estuve saliendo con una chica en algo que venia para serio y no me daba para contar esas historias, pero me dejó hace un par de meses y estoy de vuelta al ruedo.

Me mudé a un barrio tranquilo, de esos que todos se conocen con todos, alquilé una casita chiquita y ya mientras hacía la mudanza los vecinos venían a darme la bienvenida al barrio, incluso algunos me ayudaron a acomodar las cosas y me invitaron a un asado entre ellos que ya estaba organizado. Esa noche me había llamado la atención una mujer, morocha de ojos verdes, bien claros, metro sesenta, piel bien blanca, sus pechos no llamaban la atención, pero de cara es hermosa y cuando la vi de atrás ya tenía todos los misiles sobre el objetivo.

Terminó el asado y pese a mi cansancio me quedé con algunos más tomando Whisky y jugando al truco, estábamos el dueño de casa, 2 parejas y yo. Obviamente que no saqué el tema, no sabía nada de ella, ni el nombre. Se me habían presentado 25 personas en un rato y para los nombres soy un desastre.

En mi primer semana ahí tampoco me enteré donde vivia, hablé con mi vecino de al lado porque quería organizar un asado yo en modo de agradecimiento por la bienvenida y para averiguar mas sobre la aun NN, ese era mi plan secreto y la mayor razón. Para el tercer fin de semana eramos 20 en mi casa, ahí me entere algunas cosas, se llama Alejandra, tiene 34 años, es divorciada, tiene un hijo de 10 años y tiene una librería grande en el centro de la ciudad y cuando se pasa un poco de copas no tiene problemas en putear a nadie, lo cual es bueno si puedo emborracharla, si pierde el control en una cosa, lo pierde para todo. Esa noche cruzamos algunas miradas seguidas de sonrisas de esas que tratas de evitar, pero se hace imposible, pero anda más.

El miércoles siguiente ya acumulaba mucho tiempo de romperme la cabeza de como llegar a su cama cuando sonó el timbre, fui a atender y era un nene que resultó ser el hijo de Alejandra preguntandome si podía prestarle un par de huevos que la madre se había olvidado de comprarlos. Esto es un mensaje... ¿Porque a mi? y justo 2 huevos!

Dejé pasar un par de días y el viernes fui a recuperar mis huevos con la obvia excusa que me olvidé de comprarlos, toque timbre y me abrió el pequeño dejandome ver como sus padres discutian porque ese fin de semana se tendría que quedar con la madre, pero era el cumpleaños de un abuelo paterno y demas cosas que no vienen al caso. En sintesis su ex me dejó el panorama perfecto, Alejandra sola desconsolada llorando. Le dije que venga a casa que yo la invitaba a comer algo y tomabamos algo para ahogar las penas.

Fui a casa y pedimos empanadas, no quería cocinar. Nos quedamos charlando y tomando cerveza hasta que llegaron, cundo ya habían pasado 3 litros por nuestros vasos. Cuando terminamos de comer ya iban 2 litros más y realmente me di cuenta que ella tenía más resistencia al alcohol que yo, que claramente estaba borracho, nos pusimos a ver un especial de Midachi que pasaban en la TV, entre risa y risa me la jugué y le enchufé un beso, me apartó, me miró sorprendida y el mundo se me vino abajo y ya me veía mudandome otra vez hasta que me agarró del cuello con las 2 manos y me empezó a besar, me fue sacando la ropa y no me dejaba ni que la toque, lo cual me ponía aun más loco.

Yo estaba completamene desnudo en el sillón y mi vecinita completamente vestida besandome arriba mio. Fue bajando con su boca y su lenga por mi cuello, mi pecho hasta que llegó a mis muslos, se acercaba a mi pene, dejaba que yo sienta su aliento, pero no lo tocaba, me ponía completamente loco, hasta que me agarró fuerte del culo, me miró y se metió toda mi pija entera en su boca, la chupaba como la mejor del mundo, jugaba con mis huevos, le pasaba la lengua, realmente me hizo sentir un placer indescriptible, yo no aguanté más y se tragó toda mi leche.

Yo quedé tendido en el sillón como soldado que vuelve de la guerra.

Ella se paró, se acomodó un poco la ropa y me dijo "esto recien comienza vecinito, gracias por todo" y se fue solita.

En ese momento no podía ni respirar, no entendía que carajo había pasado, pero me encantaba.


Otro día les cuento como continuaron las cosas con Alejandra....

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