Cronicas del Auditorio Parte 2

Siento la tardanza con esta segunda parte, lamentablemente no he tenido mucha inspiración en estos días, como diría una de mis canciones preferidas: “Ayer la musa se fue por tabaco y nunca volvió…”, en fin me encuentro otra vez con ustedes intentando transmitirles un poco del placer que eh vivido en estos pocos años y esperando sacarles a flote sus más oscuros y perversos deseos a flor de piel.

Como recordaras los que leyeron el relato anterior este terminó en mi “querida” Zaida retorciéndose de placer por un orgasmo bestial, provocado por mi traviesa lengua sobre su más preciado tesoro para ella en ese entonces, y lo menciono de esta manera por su forma de pensar en esa época, el dilema en cuestión era que yo me había quedado con unas ganas enormes, si es un eufemismo, de liberar mi placer sin embargo esa historia termino allí y francamente pensé que no sucedería nada mas entre ella y yo por la forma de ser de ella y mi manera tan agresiva de tomarla por sorpresa así que ella se vistió yo me vestí y se fue a clase.

Sorpresivamente al siguiente día con mi peculiar apatía estaba leyendo en el auditorio, si una vez saltándome clases, escuche unos pasos a mi espalda, sentí como alguien se sentó a mi lado y sin tener que voltear a ver quién era esa persona empezó a soplar en mi oído mientras intentaba morder mi cuello, baje tranquilamente mi libro y correspondí al beso solicitado mientras empezaba a acariciar su vientre, me separe unos segundos de ella y colando mi mano dentro de sus pantis comencé a sobar su clítoris, ella solo soltó un gemido y apoyo su cabeza en el respaldo de la silla.

En ese momento me detuve y jalando su ropa interior y pantalón al frente para tener una mejor vista de su deliciosa vagina le pregunte si regreso por mas o para terminar lo que no había hecho el día anterior. Ella solo sonrió y me dijo que por un poco de ambas. No sé si alguno de los que leen esto conoce esa sensación, pero el tener a alguien que aparenta inocencia frente a un pervertido como lo soy y que este pidiéndote guerra es algo indescriptible. Que hice? Muy simple volví a acariciar su botón de placer y a morder su cuello.

Sin embargo estábamos sentados a medio auditorio y cualquiera que entrara nos podría ver y encontrar en una situación bastante precaria y comprometedora así que dirigiéndome a su oído le susurre que fuéramos al escondite que tenía a pocos pasos, que como ya describí si era fácilmente localizable, al menos nos proporcionaba un poco más de privacidad. Nos dirigimos allí en cuestión de segundos y más nos tardamos en llegar a él que en empezar a devorar nuestras bocas, esta vez fue mucho más fácil dejarla semi desnuda pues llevaba un pants gris pegadito que resaltaba bastante bien su culo y una blusa de tirantes rosa que me permitía lamer sus pezones solo con hacerla a un lado rápidamente.

Esta vez ella tomo más iniciativa y empezó a desabrochar mi pantalón antes de que pudiera bajar a comerme su delicioso coño y bajando mis boxers comenzó a masturbarme torpemente, hizo otra vez la misma expresión del día anterior “Es enorme” mientras daba el primer lengüetazo sobre mí ya erecto y caliente falo, la inexperiencia hizo que intentando metérselo en la boca casi me muerda y ya pasado el primer error al metérselo hasta casi la garganta tuviera una arcada, sin embargo solo llegaba a la mitad de mi instrumento y no podía pasar de allí, la deje hacer y empecé a guiar su cabeza con las manos mientras me inclinaba para poder acariciar un poco sus calientes pechos.

El intento de una buena mamada termino pronto y recostándola nuevamente sobre el frio piso me dedique a devolverle el favor, empecé lamiendo nuevamente sus senos pasando mi lengua por sus aureolas mientras apretaba el otro, ella solo se dejó llevar mientras bajaba por su estómago y me entretenía con su pequeño ombligo comencé a masturbarme hasta que llegue a la ya conocida selva de vello que era mi destino, esta vez saque por completo una pierna de su pants para que pudiera abrir completamente sus piernas y abrir mejor su cerrada vagina, jalando ligera y suavemente su mata de vello encontré ese pequeño botón escondido que hasta ese momento note era enorme y palpitaba por ser lamido y juntando mis labios a modo de mordida atrape, mientras ella lanzaba un gemido más fuerte y colaba un par de dedos dentro de su gruta ya completamente inundada.

No sé cuántos orgasmos le provoque en esa posición solo sé que estuve un buen rato y termine con la cara empapada de sus fluidos una vez más, pero esta vez no me conformaría solo con eso y mientras ella se retorcía de placer la levante y comencé a frotar mi pene sobre su abertura, ella abrió los ojos y no sé cómo articulo unas palabras que se quedarían grabadas en mi mente con fuego: “ No, detente si quieres hacerlo hazlo por detrás.”.

Yo estaba alucinando, una hasta ese momento para mi inocente chica de 17 años me estaba pidiendo romperle el trasero, que por cierto estaba muy bien formado, la levante del piso y sin dudarlo la voltee y repegué mi verga ardiendo a sus turgentes y deliciosas nalgas mientras mis manos tomaban sus senos y mi boca mordía su cuello, susurre a su oído:
-Segura?
-Si inténtalo, solo hazlo despacio.

Sé lo que están pensando este tipo está inventando toda esa historia o peor aún ella no era lo que aparentaba y era una chica de cascos ligeros que ya había recibido varias pollas por todos sus orificios, pero no mis queridos lectores, esa fue su propuesta, sin embargo en ese momento aún era joven y no quise romper mi promesa de no hacérselo en el auditorio como le había dicho el día anterior así que tome la otra opción viable.

Comencé a frotar mi verga por toda su vagina, solo por encima, desde su apretado ano hasta su húmeda y jugosa vagina mientras me masturbaba rápidamente, ella no dijo nada solo volteo y pasando sus brazos por mi cuello empezó a seguir el ritmo, bajando hasta estar en cuclillas ella tenía todo el control de la velocidad y si de verdad lo quería podía empalarse en cualquier momento, yo estaba en el cielo mordiendo sus pezones, escuchando sus gemidos, sintiendo tanto su calor como humedad y frotando su enorme botón de placer empecé a mover mis manos más rápido hasta que sentí como su flujo caía sobre mí y ella mordía mi cuello para ahogar el grito que salía de lo más profundo de su ser por el placer que en ese momento estaba disfrutando, cuando sentí sus dientes sobre mi piel no pude contenerme más y tengo la enorme ventaja de poder controlarme bastante bien así que me dirigí a su apretado ano y vacié toda mi leche sobre el pequeño agujero y sus bien formadas nalgas.

Caímos al suelo respirando agitadamente y aun disfrutando de los últimos espasmos del acto cometido nos besamos una vez más y comenzamos a recoger nuestras cosas mientras sacaba un par de toallitas húmedas que cargaba en mi mochila para estas situaciones de di una para que se limpiara mientras yo hacía lo mismo, terminamos de vestirnos y arreglar nuestras cosas para irnos cuando toco la campana de fin de clases, nos besamos nuevamente mientras mis manos sobaban su trasero y salimos como si nada.

Bueno esta es la segunda de varias historias más que sucedieron en ese auditorio, espero que la disfruten tanto como yo al escribirla y logre que su mente vuele se desconecte de su cuerpo y sin que se den cuenta sus manos cobren vida propia se cuelen por sus pantalones y sin pensarlo comiencen a acariciarse no se detengan hasta disfrutar de ese placer prohibido y anhelado por todos…

Atte. Alex Cross

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