"Fantasias Cumplidas Sin Querer": Paula

Poringueros y poringueras:
Este relato que les traigo hoy es uno de los últimos y causó de que pospusiera varios de los otros que estoy escribiendo por el impacto y la necesidad de escribirlo que tuve. Lo estoy terminando en este momento porque lo tengo todavía impreso en todos los sentidos. Debe ser una de las experiencias mas raras e increíbles, además de placenteras que me ha pasado en la vida. Espero lo disfruten...

No soy de Buenos Aires ni alrededores, a veces por laburo debo viajar para la gran capital. Casi siempre, una de las empresas para las que laburo precisa que vaya a manejar clientes o resolver quilombos de laburo por allá. Y casi siempre voy en avión para ahorrarme un dia de viaje mínimo.
Un sábado por la mañana me llama uno de mis jefes y me pide que urgente vaya a Baires para cerrar personalmente un negocio. El lunes debía estar allá en la mañana. Casi de memoria llamé a la agencia de viajes que nos manejaba esas cuestiones y después de 2 horas de negociaciones me responde la secretaria que no tenía ningún vuelo que me dejara en la Capital antes de las 8 del dia lunes. Le comento lo urgente de la situación y me pide que la espere media hora mas. En esa espera llamo a mi jefe y éste me pone a disposición cualquiera de sus lujosos autos para que fuera manejando aunque sea. Preferí esperar a la agencia de turismo para zafar de manejar tanto tiempo solo.
En efecto, media hora mas tarde me suena el celular y la secretaria de la agencia me da a elegir horarios para salir en bondi el domingo hacia Baires, siendo la única opción que había conseguido. Un poco enojado y contrariado por la situación, acepto salir domingo por la tarde con tal de no exponerme a menejar tanto tiempo, además de llegar un poco mas descansado a la reunión.
Ese sábado salí con amigos "tranqui" y visitamos un bar nuevo con mucha publicidad que abría esa noche. Entre cervezas, tragos y algunas picadas pasamos una buena noche, tan buena que fuimos distinguidos por el dueño del local por ser de las mesas mas ruidosas y divertidas de la noche. Gesto agradecido con unas botellas de champagne y bebida energizante auspiciantes. En menos de lo que nos dimos cuenta, 5 hembras despampanantes enfundadas en simil cuero con los logos del champagne y el energizante pasaron a servirnos muy sensualmente y posando para las cámaras varias copas que recibimos con mucha algarabía, propia de la curda que ya teníamos. Ridiculizandonos mas les tiramos piropos a las increíbles mujeres y posando como borrachos alegres a las cámaras dimos por terminada la mención. Los energizantes aparentemente nos bajaron un cambio y terminamos charlando mas civilizadamente en las mesas. Al rato de tranquilizarme comencé a mirar para la barra y pude ver, excitandome de repente a las 5 chicas promotoras bailando entre ellas de maneras mas que sensuales. Eso me hipnotizó y creo que hasta babeé fruto de todo lo que le pasaba a mi cerebro. Se las notaba no muy convencidas a las chicas. En eso, el dueño, al darse cuenta de la situación, las tomó a las 5 y las trajo hacia nuestra mesa medias contra sus voluntades. Adelante nuestro, nos levantó a 5 de nosotros y nos ofreció una chica para bailar "sensualmente". A esta altura el DJ se había encargado de poner música a tono. La escena, a pesar de estar bastante "tocado" la había comprendido bastante bien y cuando me emparejé con una de las chicas supe que no estaba equivocado. La chica, quizás la mas escultural y preciosa de las 5, comenzó a reir falsamente al tomarnos de la mano. Viendo esto y que mis 4 amigos habían tomado el control de la escena, la tome de la cintura, algo que ella trató de evitar y al oido muy firmemente le dije: - Vamos hacia un costado, no hace falta que hagamos ninguna escena- le dije señalando a mis amigos que bailaban mas que excitados y alegres. Nos pusimos a un costado y yo, delante de ella empecé a "hacer que bailaba" pero tapándola y no haciéndola participar del número organizado. El dueño miró un par de veces y me sonrió. No llegó a pasar una pista entera que las chicas volvieron a la barra invitadas por el dueño. Al volver sobre mis pasos a la mesa escuché en el oído casi gritando para sobreponerse a la música - Mil Gracias, te pasaste- Como 10 segundos después del delay que sufría en mis sentidos me di vuelta y vi como se alejaba la impresionante promotora de al lado mio y se reunía con sus compañeras. Sonriendo me senté con mis amigos y las carcajadas fueron todas para mi al contarme que no la había tocado a la chica siendo que me había tocado la mejor.
Media hora mas tarde vi como se iban las 5 promotoras con el dueño del local y éste casi tomando de una nalga a la morocha increíble con la que había "bailado". Fue una escena rara que se me evaporó tal como el alcohol en la sangre. Quise pensar la situación, pero mis amigos salieron con cualquiera y se me borró todo.
En la mitad de la madrugada decidimos irnos porque yo debía descansar algo y preparar lo que me llevaría a Buenos Aires. Algunos de mis amigos partieron para los boliches. Yo a mi sobre.
Al otro día, después de la resaca ordené todo y a media tarde estaba esperando el bondi en la terminal. Casi a horario el colectivo llegó a la plataforma y subimos todos los que esperabamos. El colectivo era uno de esos supuesta Primera Clase donde todos los asientos se hacían cama y, supuestamente te daban el mejor servicio a bordo. Mi asiento era en la Parte Baja y al fondo del micro. Creo que atrás solo tenía la bodega y el motor. El único inconveniente había sido que no había podido conseguir asiento solo si no que era compartido. Aunque mi alegría era contenida porque ya estábamos por partir y nadie había ocupado el asiento de al lado. Acomodandome con la notebook y buscando el Wifi del micro fue que no vi como iban cerrando las puertas y subiendo los últimos pasajeros. De repente, buscando el mouse que se me había caido entre las piernas escucho un -Permiso, perdoname-. Me levanto y veo una mujer increiblemente hermosa con un vestido negro apretadisimo, cortísimo y casi de gala, frente a mi. Levanté la cabeza y no pude evitar admirar toda la escultura de mujer que era casi con un hilo de baba en mi boca mientras balbuceaba un - Si, pasá por favor.
Su sonrisa fue mas cautivante al ver que me paraba y la dejaba pasar a su asiento (ventanilla) casi tomandola de la mano y ayudandola, ya que el bondi se empezaba a alejar de la plataforma. En el trajín de volverme a sentar y tranquilizarme pude ver sin aliento como se bajaba el diminuto vestido con el que venía vestida que casi le había quedado de riñonera al sentarse. Es el día de hoy, que al escribir este relato, recuerdo que el mouse quedó tirado en algún lugar de ese transporte.
A los 5 minutos, no recuerdo en que estaba haciendo que perdía el tiempo con la compu, cuando llegó el "Auxiliar de a bordo" para comentarnos sobre los servicios que teniamos y para darnos unas frazadas y medias para el viaje. Agradecimos el gesto y de repente mi compañera de asiento se inclinó sobre sus piernas, se sacó los zapatos de fiesta que traia puestos y se puso las medias. Yo estaba embelesado con esas poses y piernas, cuando se levantó, me miró y sonriendo, ante mi cara de asombro me preguntó -Te jode que me quede descalza solo con medias?- Casi atragantado por mi vergüenza de voyeur le dije algo como un -Naaaaa... que me va a molestar si yo también me los quiero sacar- Acto seguido me quedé en medias.
Otra vez se acomodó el vestido y se recostó en el asiento que estaba a medio reclinar emitiendo un suspiro muy largo y decepcionante, casi un lamento. Al mismo tiempo, las luces del colectivo se redujeron, era media tarde y el sol invernal ya se había ocultado. Las penumbras reinaron nuestros asientos solamente cortadas por la luz de mi pantalla.
Pasaron 10 minutos en los que trataba, sin exito de conectarme al Wifi del bondi, cuando le sonó el celular y casi entredormida pegó un salto muy asustada. El diálogo que escuché fue algo asi. -Si, si... ya estoy en viaje... No, me vine sola porque Belén no quiso ir... Que se yo, preguntale a ella. Chau.- Y supuse que finalizó la llamada porque otra vez se reclinó en el asiento. No se porqué pero sentía como que me observaba. Seguro era mi resaca y las ganas.
No habrán pasado ni 5 minutos cuando empiezo a escuchar que respiraba como forzado, como raro. Justo cuando me conecta la Wifi siento ya un llanto muy ahogado de ella. El "azafato" baja justo a nuestro nivel y nos ofrece bebidas, alfajores y sandwiches. Alcanzo a escuchar como suspira sollozando y pide, con la voz cortada, una botellita de agua. El guarda se la alcanza casi instantaneamente y de manera muy amable se la paso yo a ella. Alcanzo a ver entre miradas su cara triste. Enciende su luz personal como para acomodarse y se dirige a mi con voz mas firme -Perdón por la escena. Espero no incomodarte- Dijo casi sonriendo y no se porqué pero creí conocer esa sonrisa. -Soy Paula y voy hasta Buenos Aires- Casi por reflejo le dije -Soy Diego y nos bajamos en la última parada parece- Sonrió levemente y me tomó la mano en señal de saludo. -Todo bien?- Le dije casi tontamente. Un gran suspiro precedió su respuesta. -No, no está todo bien pero bueno. No tengo otra.- Y volvió a hablar casi tapando mi cursileria que estaba por devolverle -Te gustan o sabes algo de tecnología?, Perdón pero mi celular está loco y me está enfermando- Casi ahogado por la emoción de tener un nexo con ella le dije -Laburo de esto, que te anda pasando?
Chequee y le enseñé a usar su Blackberry Z10 último modelo casi intuitivamente porque no había manejado otro antes, pero le di un curso avanzado al lado de lo que ella sabía. Charlamos muy amenamente del tema y pude ver varias fotos de ella posando y de producciones de fotos, aparentemente era modelo y no me sorprendía para nada. Una morocha de mas de 1.75, esbelta, cara divina, perfectas medidas y lo mejor de todo es que parecía toda natural. Las fotos eran sugerentes pero se veia que era modelo profesional. Casi al finalizar de charlar sobre su teléfono me dice que tenía una memoria de una cámara digital que quería ver en su teléfono. Me pregunta si esto era posible. Casi al mismo tiempo en que le decía que si, ella hurgaba en su cartera sacando una billetera muy femenina y de adentro una diminuta memoria. La tomo y le pregunto que quería hacer. Solo ver las fotos que le había pasado una amiga. Al ser solo verlas y yo sin idea de como hacerlo en el BB la meto en mi notebook y le empiezo a mostrar las fotos. Se ven muchas chicas, aparentemente modelos por las apariencias en distintas situaciones en lo que parecía una bodega. Mientras pasaba las fotos notaba que sonreía y murmuraba. Chicas lindisimas en poses divertidas y algunas atrevidas. De repente me parecen conocidas algunas, pero lo asimilo pensando en que eran modelos y siempre pueden estar en anuncios. Un par de videos cortos sin sentidos y de repente un vestuario con menos chicas vistiéndose y maquillándose. Me debo haber ruborizado al verlas en ropa interior e infartantes porque ella sonrió y me festejó la incomodidad. Otra vez caras que creía reconocer y otra vez mi incredulidad. De repente una foto grupal de alrededor de 10 chicas me golpea la memoria. Vestidas símil cuero en formación casi futbolera alcanzo a divisar algunas de las promotoras que la noche anterior habían estado con nosotros en el bar. Varias fotos grupales y a continuación fotos del mencionado bar. Varias en la barra, con el dueño y con varios tipos que creía reconocer del bar. Un par de fotos del bar ya lleno y seguidas otras cachetadas a mi memoria y mi vergüenza. Una mesa de amigos de lejos donde puedo detalladamente reconocernos, mas fotos del bar y nosotros abrazadas a ellas como trofeos. Paula que dice casi riendo -No me digas que ese sos vos!!!- y me señaló en una foto casi deplorable con mis amigos y ellas. -Ja... No te puedo creer- Dije sinceramente. Después de mas fotos vergonzosas veo una de uno de mis amigos totalmente ebrio como bailando con la fotógrafa. -Mis disculpas por ese tipo- Dije también con vergüenza. Y a continuación fotos mias conversando con la promotora que me tocó bailar, varias fotos como en secuencia y casi me vi desconocido de lo que recordaba yo. Se me veía muy bien y la chica con la que estaba se veia serena y casi sonriente de la situación. Un par de fotos mías bailando delante de ella y ella solo posando y unas mas que confirmaban eso que me había dicho al oído al alejarse de mi pero que coronaba como con un beso en mi mejilla. Menos mal que no me di cuenta de ese beso en ese momento porque hubiera fallecido pensé.
-No te lo puedo creer...- Dijo Paula.
-Sip... yo era uno de esos borrachos anoche-
-No... Belén tenía razón.
-Ah, pensé que hablabas de mi-
-Si, de vos hablo- me dijo ya mirándome a los ojos.
-Por?
-Vos fuiste el caballero por el que murió de amor Belén anoche!- Dijo casi con voz de fascinación.
-Que yo que?- Dije con la voz mas sincera de incredulidad sincera que me salió.
-De ahí te tenía cuando te vi recién.
-Me reconociste?
-Y si... no vas a ser fácil de olvidar.
-Ja!... Contame de que hablas porque posta no te entiendo el chiste.
-Ningún chiste. Anoche pasamos una muy mala noche después que pasó todo esto de las fotos.
-Por?
-Larga historia, resumida en que Belén la pasó mal después de eso anoche y en el depto esta mañana nos contó maravillada como vos anoche la habías cautivado y cuidado.
-Que dijo que yo que?- Ya tartamudeando dije.
-No te la puedo creer!... Encima sos como ella te describió, igual de amable y lindo.
Me ahogué con la saliva que casi no podía tragar a esa altura.
-Belén anoche tuvo que... como decirlo?... pasar la noche con el dueño de ese lugar. Una situación de mierda y una noche larga. Pero esta mañana llegó al hotel maravillada hablando de tu gesto de anoche. Estaba como embobada. Después discutimos mucho del laburo y yo decidí volverme a Capital Federal donde no me garpan como acá pero no tengo que andar haciendo "cosas raras".
-Ustedes no son de acá?- Me salió casi involuntariamente de mi asombro.
-No, somos de varios lados y vinimos contratadas por la franquicia del bar por un mes. Pero lo de anoche a mi no me gustó y chau... me estoy volviendo... y CON VOS!- Dijo casi sonriendo nerviosamente.
Tomé aire viendo las últimas fotos de ellas fuera del bar cerrando "la noche" con el dueño del bar que parecía mas que baboso.
En lo que terminé de ver las fotos y sin saber que hacer escucho que Paula comienza a hablar por celular. Me quedo mirando de nuevo las fotos del bar. Mezclando en mi cabeza vergüenza y una sensación rara entre orgullo y excitación.
-No sabes con quién estoy viajando?... Ni te imaginaaaaas... No, no... Nada que ver. Encima en el mismo asiento... Jajaja... No te lo puedo creer... Que estas haciendo vos?... Ah... ok. Estas mejor?... Uy que bueno... si, si... Bueno adiviná... no... ok... Con el flaco que te enamoró anoche!!!- Y lo dijo casi en secreto, susurrando y riendo... y yo que no sabía si morirme o inflar el pecho. -Jaja... bueno ok... dale... te lo prometo... después te cuento lo loco. Chau, besos... te amo- Y dejó de hablar.
-Diego, a que no sabes con quién acabo de hablar?... Si... con Belén... te manda mil besos y de nuevo gracias por ser un caballero- Dijo y yo me quedé sin saliva y sin palabras... -Si?...
-Si... que loco no?... Igual mañana se vuelve a Baires también... tampoco aguantó la mierda que le ofrecieron en tu ciudad... sin ofender no?- Y guardó su celular. La veía muy... contenta, relajada ya.
En eso saco la memoria y se la devuelvo, la guarda y cuando me animaba a decirle algo cae el guarda con la comida encendiendo todas las luces del bondi.
Mientras cenamos charlamos de todo un poco y siempre recurrente salía mi "actuación" la noche anterior a lo que casi me creí lo de caballero. Mientras bebíamos vino Paula se iba poniendo cada vez mas espontánea y relajada. Terminamos charlando tan amenamente que varios pasajeros nos chistaron de envidia para poder escuchar la película que, aburridamente veían en los LCDs.
De un momento a otro se apagaron las pantallas y las luces se hicieron solamente ayuda en los pisos del colectivo. Era la madrugada muy oscura y solo quedábamos charlando Paula y yo en la parte baja. Solos iluminados por la luz de leer de ella. De repente alguien chistó y nos reímos de vergüenza. Estábamos terminando la segunda copa de champagne que nos había servido el guarda muy cortezmente. Nos reclinamos juntos en los asientos, apagamos la luz y casi susurrando seguimos conversando de costado cara a cara muy cerca para escucharnos. La oscuridad nos había envuelto y mi corazón y mi cerebro estaban desbordados de tener a una modelo increíble frente a mi... a escasos centímetros oliéndole el aliento y el cuello. La charla había terminado tan amena que me contó su carrera profesional que la posicionaba entre las mas destacadas modelos argentinas de promoción. No paraba de elogiar mi calidez y que la estaba pasando muy bien después de tantos días raros. Yo no sabía como rendirme a sus pies. Aunque ya lo había hecho desde el principio.
De imprevisto levanta la frazada con la que estaba tapada y me susurra -Levantá tu frazada porfa- -Que?- - Levantá tu frazada que quiero decirte algo?- Nuestras voces, a pesar de estar todos durmiendo y en silencio, no eran fáciles de escuchar por el molesto ruido del motor del micro. Siguiéndole el juego y pensando en no despertar a nadie levanté mi frazada también. Ella movió sus brazos entre los mios y las frazadas y de repente estábamos cubiertos por las frazadas totalmente tapados hasta la cabeza. -Shhhhhhh- Dijo cómplice y a un centímetro de mi cara. Casi podía percibir sus labios rozándome la nariz, mi cerebro comenzó a despertar zonas de mi cuerpo. La proximidad era única.
-Puedo besarte?- Dijo y me apoyó intuitivamente su mano izquierda en mi mejilla atrayendo los pocos milímetros de mi cara que faltaban. El beso fue suave porque casi ni podía reaccionar pero fue increíblemente increíble. Se separo casi mordiéndome los labios y me susurró -No queres besarme?- Ahi no aguanté mas y casi le lastimo la boca por tratar de comérsela. Las lenguas ahí nomás empezaron a enlazarse... Era increíble y mi cerebro no entendía ni siquiera donde estaba sentado. Algo de lo que hoy me avergüenzo un poco... o no. Mi mano derecha la tomó de la nuca tratando de soldarla a mi boca. Ella empezó a casi gemir, me lengüeteaba los labios y eso me daba noción de que estaba muy encendida. Debemos habernos comido por muchos minutos porque ya empecé a besarle el cuello y a lamerselo. No nos veíamos pero su imagen parecía verla al recorrerla con la lengua. De pronto alguien tosió tan fuerte que nos quedamos paralizados, o era un ataque de tos o nos estaba escuchando. Jadeando boca con boca nos tranquilizamos mientras reíamos y yo trataba de contener mi erección que ya me dolía en el pantalón. Pensando justo en "eso" es que siento a Paula avanzarme de nuevo la boca y su mano izquierda... paralizándome... buscándome el pene entre la ropa. Mi cerebro acusó recibo y empezó a darle mas atención a eso. Ella masajeaba mi pene muy suavemente complicando aun mas mi situación sensitiva. Casi nos ahogábamos besándonos hasta que le tomé la mano y se la saqué de mi miembro porque iba a estallar. Se la fui llevando despacito hacia sus pechos. Los mismos que no había dejado de imaginar toda la noche debajo de ese vestido sin corpiño que me los mostraba casi al 50%. Por arriba y con caricias empecé a disfrutarlos. Trataba de ver como hacerlo cuando con sus dos manos y dejandome de besar se bajó el vestido dejando esas delicias totalmente libres y expuestas para mi. Mi miembro otra vez me avisaba de la situación, no se si fue el alcohol o mi incredulidad pero pude seguir resistiendo la eyaculación. Casi sin pedir permiso crucé mi cabeza a su asiento para llegar con mi boca a esas delicias que no sabía como besar y abarcar. Ella se tiró para atrás en el asiento y me tomó la cabeza jugando con mi pelo. Sus gemidos eran música para mi. Ahí donde estaba no podía creer ni entender nada, solo trataba de gozar. Cuando quise acordar mi mano derecha ya estaba recorriendo sus piernas casi instintivamente. Me enfoqué en sus pezones y eso la excitó mas. Tanto mas que, con su mano izquierda empezó a levantarse el vestido de las piernas hasta casi llevar mi mano a su tanga. Otra vez mi pene se infló casi al límite. No sabía como arreglármelo para no perder nada de lo que pasaba. Me puse mas de costado y empecé a frotarle la vagina sintiendo que estaba a punto caramelo, toda mojada, casi sentía su delicioso olor. Debo haberle estado besando el ombligo ya porque con dos movimientos le bajé la tanga y empecé a lamerle la vagina. Fue instantánea su reacción quedando rígida del placer que sentía en todo el cuerpo sorpresivamente. Se notaba como se movía rígida gozando esta última movida mía. Mi dedo medio derecho estaba dentro de ella mientras mi lengua mezclaba mi saliva y su humedad haciendo que bebiera casi champagne de nuevo. Con la otra mano por fin podía gozar también retorciendo suavemente sus pezones. Recuerdo la escena y estoy a punto de eyacular. Eso. Eso estaba por suceder cuando empecé a aumentar mi ritmo sobre su clítoris. Ella empezó a gemir mas, muy suave y susurrando casi pero muy jadeante. Tanto gozaba que me tomó con las dos manos la cabeza y me la unió a su vagina dejándome casi inmóvil y esclavo de su orgasmo que se sentía venir en los temblores. Para ayudarme, no tuvo mejor idea que incorporarse y bajar su cabeza donde la mía para susurrarme al oído su jadeo y palabras de amor y ternura. Mi lengua y mis dedos no se acalambraron por el esfuerzo si no que se potenciaron. Al igual que mi pene que, casi al unísono con los gritos de gloria de Paula eyaculó de una manera que yo creí inundar todo el asiento. Por un segundo sentí incomodidad de mi ropa pero se disipó al sentir como Paula me pedía que no parara nunca. Mi lengua ya acusaba el cansancio de un ritmo atroz. Yo seguía eyaculando con grandes espasmos. Empecé a besarle labios con labios esa vagina gloriosa, perfectamente depilada denotando la juventud de esa bestia infernal que era Paula. Mas tarde supe que tenía 20 años. Al tiempo que la besaba, su presión no cedía sobre mi cabeza. Por fin se estremeció y se tiró contra el respaldo dura como queriendo pausar ese momento. Yo quedé todo doblado jadeando recostado sobre su pubis. Mi mano derecha se dirigió a mi pene constatando que todo mi pantalón estaba empapado de semen, pero para mi sorpresa el miembro aun mantenía su rigidez. Mi sonrisa era incontenible. Acababa volarme la cabeza y no podía creerlo. Me trataba de tranquilizar pero roscandome mas sobre lo que acababa de pasar. La respiración de Paula era entrecortada aun cuando levanté mi cabeza, y todavía bajo las frazadas le llegué a su boca. Empezó a lamerme la cara saboreando lo que traía en ella. Mi pene se tensaba de nuevo en tiempo record. Yo con mis manos le rodeaba los gloriosos pechos acariciándolos infinitamente. De nuevo nos fundimos en un beso y de nuevo ella se acomodó y bajó su mano a mi pantalón. Esta vez lo palpó bien erecto pero se quedó quieta. Había percibido mi semen. Me tocaba como explorando la humedad. Nos separamos del beso y me susurró casi incrédula -Acabaste mi amor?- No se si esas palabras algún día las sacaré de mi cabeza. Volví a besarla diciéndole -Por suerte acabé porque estuve a punto de morirme de placer- Y me recibí de genio creo, porque ahí nomás, se incorporó, me mordió la boca con lujuria, me tiró contra el respaldo de un manotazo y acomodó su cabeza frente a mi pantalón. No se que hizo pero en milisegundos sentí mi pene al aire libre y la humedad mas gloriosa de su boca en el mismo instante. Tuve que morder la frazada para no gritar de placer. La oleada fue increíble. No se si el alcohol o mi mente me llevaron a un estado que pocas veces experimenté. Su boca y su lengua se movían tan lentamente que no esperaba durar mas de 10 segundo a ese ritmo. De repente empezó a lamerme solo el glande muy despacito y empecé a escuchar gemidos de gusto, de que estaba haciendo algo que disfrutaba. Mi mano izquierda por inercia buscó sus pechos y se llenó de ellos. No creo que haya durado mucho, el tiempo se borró de mi universo, solo sentía algo indescriptible hoy en día. Mi mano derecha al percibir que el final se acercaba le tomó la cabeza suavemente y ella entendió tan perfecto todo que aumentó su jugueteo con la lengua y se dejó introducir mi miembro casi al tope. Mis dos manos fueron esclavas de mi cerebro y mi mente y en lugar de presionar su cabeza sobre mi pene la empezaron a acariciar como queriendo marcarme a fuego que, una de las modelos mas hermosas que he visto en mi vida, me estaba llevando al segundo orgasmo mas increíble de mi vida con... su gloriosa boca. Algo que hoy, si no lo escribo, no me lo creo. No se cuantos segundos eyaculé. Mi cuerpo parecía epiléptico de como se retorcía mordía con dolor la frazada, y ella seguía bebiéndome como pocas me lo han hecho. Al cabo de años para mi, segundo reales, ella se quedó quieta. Yo no sabía que mas hacer para morirme en ese instante de placer. Sentí sus labios apartarse muy lentamente y seguidamente su cuerpo desplomarse en su butaca, dando un suspiro, que ahora si, si quedaba alguien dormido en el bondi se había despertado. Mi conciencia aun vagaba en los mas increíbles sueños que jamas he tenido cuando me destapé y me di cuenta de que el "azafato" estaba a mi lado, inclinado susurrándome que lo acompañara a la cabina del chofer. Mi sangre se heló al entender donde estaba y la situación que acababa de pasar, osea... no con quién ni cuan maravillosa había sido, si no que podría pasar. Mojado y transpirado entero me levanté por instinto y lo seguí. Entramos a la cabina de los choferes. Uno estaba durmiendo y roncando como evidencia. El guarda se sentó al lado del chofer y mirándome a los ojos me dijo -Por favor decime que le hiciste todo lo que se escuchó- y me miró cómplice al tiempo que el chofer pedía detalles. Mi vergüenza era mayúscula mas que nada por ella. Les conté que nos habíamos besado y tocado nada mas porque estábamos bastante borrachos para tratar de tapar todo. Creo que no me creyeron mucho pero casi que me alabaron en sus dichos. Ante mi curiosidad me dijeron que nadie se había quejado de nada, como dándome a entender que solo ellos habían alcanzado a escuchar "el show". Antes de irme el guarda se paró frente a mi y me dijo -Deme la mano y paseme el 10% de su suerte aunque sea. Usted es mi ídolo-
Quizás hoy frente a esto que relato entiendo ese saludo.
Volví a mi asiento casi caminando en cámara lenta. Mi cerebro aún no procesaba nada. Estaba como drogado. Mi cuerpo aun sentía espasmos de placer por todos lados. Al sentarme encendí mi luz de leer y pude ver como Paula estaba tapada y dada vuelta mirando la ventanilla, con sus ojos cerrados pero acusando la luz. Me recosté detrás de ella haciendo cucharita tanto como nos dejaban los asientos. La abracé por debajo de las frazadas, me tomó los brazos y me los apretó debajo de sus senos. Mi cara quedó en su nuca y solo me salió decirle. -Guau! Si me muero ahora no me importará-
Deben haber sido buenas palabras porque se dio media vuelta y me besó. Mi pene creo que quiso reaccionar a toda esta nueva escena pero el cansancio nos ejecutó.
5 horas mas tarde el guarda nos despertó con el desayuno prendiendo las luces del nivel. Estábamos entrando en Capital Federal. Me alejé de Paula levemente pero ella despertándose me atrajo nuevamente y entre dormida me sonrió un -Buenos Días.


Perdón por mi ortografía y mis errores de redacción pero esto está asi de crudo.
Bueno... espero no haberlos aburridos y que les haya gustado.
Si es asi... seguire Relatandoles mis Historias que sigo escribiendo...
Acepto criticas constructivas, como siempre para mejorar...
Besos...
Diego

3 comentarios - "Fantasias Cumplidas Sin Querer": Paula

vergacorti
Fantástico relato y excelente redacción. Si te gustan las historias, te invito a pasar por las mías. Saludos y puntos