Por fin convencí a mi mujer (final)

Pues esta es la cuarta y ultima parte de mi relato, nuestra primera experiencia con un trío, la primera vez que compartí a mi mujer, gracias a todos los que me siguen y me regalan sus comentarios y puntos.

Era maravilloso ver entre la penumbra la forma en que se devoraban sus bocas con desesperación y después con ternura, cómo mezclaban con sus lenguas el sabor de sus sexos. Después de haberla hecho suya de forma por demás excitante, y después de correrse en la boca de mi mujer, nuestro amigo volvió a prenderse de aquellos deliciosos pechos, los lamía por completo, los magreaba y remataba con fuertes mordiscos en los hinchados pezones. Imelda se colocó de lado, frente a Esteban para brindarle aquellas delicias firmes y puntiagudas, movía la cabeza para todos lados lanzando suaves gemidos mientras él continuaba prendido con su boca y sus manos a aquellos deliciosos pechos que yo tanto conocía.
Lentamente fueron girando hasta que Esteban quedó tendido en la cama y mi golosa mujer encima de él, el moreno seguía embelesado saboreando esas tetas, ¿cómo no iba a engolosinarse con ellas? unas tetas largas, firmes, suaves, puntiagudas con unos pezones cafecitos y unas aureolas hinchadas y deliciosas. Sin dejar de saborearlos levantó de la cintura a mi Imelda y ella, abriendo sus piernas de lado a lado y acomodando su empapada vulva sobre la punta de aquel fierro incandescente, de un solo golpe, como una ramera, lanzando un grito, una bufada, un resoplo enardecido se ensartó deliciosamente sobre su macho, así….hasta el fondo de sus entrañas.

-Ahhhhhhh….mjjjjj…Ahhhhhh…que ri….cooo me lle….nasss pa…piiiii…..Ahhhhh….mi amoooor…..De….ja…mee asiiiiii…..mjjjjjj….déja….me sentir….la to…daaa…..Ahhhhh…siiiii.

Quiso sentirse empalagada, quiso disfrutar aquella sensación de sentirse llena por completo, con fuerza dejó caer sus caderas y su pelvis contra aquella tranca mientras su macho seguía mordiendo, chupando y saboreando sus deliciosas carnes. Ella se quedó unos segundos ensartada suspirando, luego retiró sus tetas de aquel hambriento macho y con esas redondas y lujuriosas caderas comenzó a cabalgarlo, las manos de Esteban se prendieron fuertemente de sus cintura y tomando un ritmo maestro y excitante, siguió poseyendo a mi mujer quien ya comenzaba nuevamente a sentir sus siguientes orgasmos de la noche.

-Siiiii….ahhh ahhhh…te quie….rooooo…..Ayyy…Estebannn,….mi amoooor…..Asiiiii….Ahhhhh. mjjjj…Siii…Siiiii…

-Toma putita!!...comete toda esta verga!!Ahhh…que ri…co….coges Imelda…..que buena estás chiquita ¡!
-AHhhh…pa..piiii…Ahhhh….da…meee…m…aaas….Ahhh…Ahhhhhh…..

Sus redondas caderas se movían endemoniadamente mientras su concha bañaba la pelvis de aquel macho con un orgasmo tras otro, en la penumbra podía ver como se bamboleaban sus puntiagudas tetas, todas sus curvas se veían maravillosas en un cuadro lujurioso que eran un regalo para mis ojos y mi verga. Así estuvieron incontables minutos, en ratos ella se ensartaba por completo y con aquel pollón dentro los aprisionaba y giraba sus caderas gimiendo como posesa, luego Esteban la tomaba fuertemente de la cintura y la levantaba un poco para dejarla caer con fuerza sobre su polla mientras le daba fuertes estocadas levantando la pelvis, entonces eran gritos desgarradores que ya me habían sacado tremendas pajas en solo unos instantes.
Yo ni siquiera tenía cuidado de mi respiración ni de mis movimientos, pues aquel concierto de gemidos, gritos y palabras calientes nuestra habitación estaba inundada de sexo y lujuria, pero cuando escuché los gruñidos de Esteban y nuevamente los gritos de mi Imelda, supe que ambos estaban corriéndose al mismo tiempo y yo no quise quedarme atrás, hincado y pegado a un lado del closet lancé sobre la alfombra mis chorros de leche para acompañarlos en el éxtasis al que estaban llegando.

-Pa…paaaa….me….ven…..gooooo….Siiiii….Ahhh…AHhh….Ah,Ah,Ah,….Asiiii….Arrrrg……Ahhhh….a….siiiii….to….daaa…..tu….yaaa…….AHhhh

-Si, Si, Si….Mami…..Ahhhh…..que ricoooo…..

En el momento que se corrían ella bajó su cuerpo tensando toda su parte baja y él se prendió nuevamente de sus tetas, castigándola con una deliciosa mordida sobre uno de sus pezones mientras llenaba su interior con otra enorme descarga de leche, los lloriqueos y orgasmos lujuriosos de mi mujer me tenían embelesado, fueron casi tres minutos de fuertes embestidas y ensartadas por parte de los dos con aquella corrida, yo tenía mi verga caliente entre las manos y había disfrutado como nunca esa corrida como espectador de nuestra primera vez, la primer vez que otro hombre poseyó a mi adorada esposa en mi propia cama, con mi consentimiento, cumpliendo así mi anhelada fantasía.
Cuando Imelda se levantó y se dejó caer a un lado de Esteban, se abrazaron suspirando y recuperando el resuello, suavemente se prodigaban caricias por todo el cuerpo, pude escuchar algunas nalgadas de las manazas de él sobre las deliciosas nalgas de mi esposa, y disfrutando aquel momento continuaron con los besos que al parecer les habían encantado desde el principio. Antes de que comenzaran los susurros y se dijeran cosas al oído, a gatas me deslicé nuevamente hacia la puerta y con sumo cuidado la abrí solo un poco, dando el suficiente espacio para escabullirme, afortunadamente las bisagras son de calidad y no hubo ni un solo rechinido, como todas las luces estaban apagadas, la recámara sellada con gruesas cortinas y toda la casa en penumbra, no había manera de que se filtrara alguna luz que los alertara, así que rápidamente giré y tomando la perilla nuevamente volví a cerrar la puerta lanzando un suspiro enorme, estaba sudoroso, impregnado de las manos y las piernas por mi propio semen, me arrastré un poco y acomodándome tembloroso me senté sobre la alfombra del pasillo recargado en la pared, feliz por haber compartido por primera vez a mi mujer.
Aquello era solo el principio, en mi mente comenzaron a brillar una y mil ideas para esa aventura que acababa de comenzar, ya repuesto me levanté y bajé las escaleras para buscar mi ropa, cuando estaba bajando el segundo escalón escuché la voz de mi mujer….-Amoooor…..ya puedes venir papi !! Subeee……..Amooooor….y sonriendo maliciosamente, volví mis pasos hacia la recámara y ahora sí, abriendo con toda libertad la puerta, encendí la luz y suspirando pude disfrutar esa imagen que jamás se borrará de mi mente, mi mujer, desnuda en mi cama con aquel macho a su lado, me regaló una mirada de satisfacción y un suspiro que casi la llevó a las lagrimas de emoción.
Gracias por sus comentarios, por sus puntos, por leer mis relatos, escriban a mi correo si quieren saber sobre lo que ha pasado con nuestra vida sexual. Luego compartiré muchos relatos reales y calientes de todo tipo de aventuras que me ha tocado vivir solo y en compañía de mi mujer.

maynoryhot@hotmail.com ó exxonrokko1000@hotmail.com
son nuestros correos.

2 comentarios - Por fin convencí a mi mujer (final)

pony7157
Muy buen relato esperemos los.siguientes muy bien relatados y muy calientes