Noche de Verano en mi 504

Un sabado a la noche como cualquier otro desde que veniamos saliendo, fuimos a bailar despues de estar en un bar bebiendo un par de cervezas. Nuestras miradas se cruzaba; bailabamos en el medio de la pista, nuestros cuerpos al rozarnos, dieron inicio a lo que mas tarde seria el broche de oro de una noche de verano...
Mientras estabamos en el boliche, la previa fueron besos de lengua profundos y pasionales, despues la seguimos en mi auto; como ella vivia algo lejos de la zona donde fuimos a bailar, el trayecto a su casa, solo fue de besos y mimos, ella sentada en mis piernas, mientras manejaba; una mano en el volante y la otra acariciaba su pierna y llegaba a tocar su vagina que ya estaba muy húmeda, mientras mi excitación ya se hacia sentir.
Sus palabras en mi odio, susurros de "estas calentito flaco" me ponian más y más caliente, iba a explotar en cualquier momento.
Mi amiga no queria ir esa noche por nada del mundo a un motel. Quería acción pero en mi casa, pero habia un pequeño inconveniente con eso; no vivo solo; por lo cual era imposible.
Seguimos, a proposito me pase un par de calles de donde ella vivía; detuve el auto casi en seco, a metros de la esquina, frente de un arbol, con lo cual su sombra podia ocultar algo de lo que yo queria que sape allí adentro.
Ella solo dijo: “ hee que haces??”, a lo cual solo respondí: “ tenes dos opciones en el asiento de atrás o en este”, pero caliente como me pusiste no me dejas.
Sin mediar palabra, la besé de tal forma que el franeleo siguió sin bajar de intensidad, ahora mi mano que estaba abajo de si vestido salió y recorrió su cuerpo hasta llegar a sus pechos, los cuales de a uno apretaba por sobre el vestido.
Apenas separamos nuestras caras y ella me respondió: “vamos atrás ya”. Casi en un solo movimiento, me desprendi el cinturón de seguridad y por entre los asientos delanteros pasamos al otro asiento.
Lo primero que me saqué fue la camisa y ella comenzó a besar mis cuello y sus manos buscaban desabrochar mi cinto y pantalón, las mías recorrian su cuerpo, sus piernas y pechos; bajé los breteles de su vestido y sus senos grandes coronados con uno pezones muy ricos, me dejaron anonadado.
Los besé, con mi lengua los acariciaba y les dediqué un largo rato, mientras que con mi boca me dedicaba a saborear tal manjar, mi mano jugaba con el otro; las manos de mi amiga, ya habian liberado habilmente mi pene de la prisión del pantalón y slip, me masturbaba suavemente, desde mis huevos con una mano y con la otra delicadamente acariciaba a lo largo de mi erecto pene.
El grado de calentura de ambos nos llevo a un estado que no importaba si alguein pasaba cerca del auto, el cual seguramente se movia al ritmo nuestros cuerpos al unisono .
No esperé mas y baje besando desde el centro de sus senos, despiacio hasta su ombligo, llegué hasta su tanguita, la cual besé por arriba de tela, aspiré el aroma de hembra en celo y con mis manos se la saqué quedando al descubierto su pubis, que tenía algo de bellos; pues mi amiga hasta ese momento no era de depilarse completamente. Eso no me importó mucho, desidí seguir con mi faena y disfrutar de esa húmeda y muy deseosa vagina, hambrenta de un pene que la satisfaga. Con la lengua recorrí sus labios y con mis manos los separé, hundí mi lengua en su vagina que ya estaba muy mojada; dedique unos momentos antes de subir ligeramente hasta llegar a su clítoris; mi amiga solo gemia y se retorcía de placer, no miraque hacia pero una de sus manos agarro mi cabeza y la aproximó aún maś a su pelvis y con la otra seguro que acariciaba sus senos y pezones; mi pene latía espectante entrar en esa concha jugosa, pero yo queria dsitrutar mas de amiga, ella en un movimiento mas tomo mi cabeza con sus dos manos, apenas yo podia respirar, con un gemido largo y fuerte, descargó su nectar en mi boca, su miel llegó a mi lengua y los saboree, me encantó sentir ese jugo de hembra.
Recosté mi cuerpo sobre ella como ya queriendo penetrarla, de la calentura que tenía me habia puesto el preservativo que habia sacado de abajo del porta cartas y dejado sobre el cenicero. Mi amiga entre jadeos me dice: “ para, para un poco... me pusiste a mil, sos un experto cn esa lengua, acabé como una loca”.... solo atiné a besarla y con un tono mas calmado pronunció: “nene, date vueltas, que ahora me toca a mi probar tu pija”
Tomo mi pene, y comenzó a practicarme el mejor sexo oral que recibí en mi vida, era una profesional su lengua recorria cada centímetro, sus manos acariciaban y apretaban mis huevos; despues con una mano me masturbaba y su lengua pasaba de lamer mi ano, a lso huevos y volvia a hacerlo; yo estaba casi en un estado de extasis fuera de mi, solo tire la cabeza para atrás y la dejé hacer, ella lo disfrutaba mucho pues estuvo asi largo rato, mis manos solo recorrian su espalda y llegaba sus senos, los apretaba y acariciaba sus pezones muy duritos.
Paró y entre la penumbra vi su cara de viciosa, de calentura, sus ojos me miaban pidiendo que este dentro de ella; asi pueda dar rienda suelta a esa loba en celo que estaba en su interior, nuestras miradas se cruzaron y le dije: “vení, acomodate arriba mio”, tomó el preservativo y con su boca me lo puso, me acomode en el medio del asiento, mi amiga arriba mío tomo mi pene y lo guió hasta su vagina ya mojada, y de un solo golpe se sentó, un gemido ahogado, entrecortó su respiración, me dejó sin aire, pues el golpe fue seco y hasta mis huevos lo sintieron.
Nos acariciamos y susurrando en mi oido la ecuché decir: “papito que grande que lo tenés, no entiendo porque no tenés novia!!”...
Hundí mi cabeza entre sus ricos senos, ella cabalgaba y gemía, el sonido de sus nalgas golpeando en mis piernas, solo me ocncetre en hupar, lamer y morder sus pezones, a ella la dejé hacer, su ritmo era cada vez mas frenético; en un momento ya no gemía gritaba de placer. No nos importaba si alguien veía que pasaba adentro del auto.
Cual hembra en celo cabalgaba y saltaba sobre mi pene, ya se notaba que esta muy lubricada, pues no le costaba nada que entre y salga con facilidad.
Entre jadeos y gemidos, nuestros cuerpos transpirados fundidos en uno solo por la pasión desatada y euforia del momento, mis manos recorian su espalda, apretaban sus nalgas y piernas, mi amiga entrelazó sus manos por detrás de mi cuello; nos fundimos en un beso profundo, mordió mis labios y nuestras lenguas jugaban en nuestras bocas, solo nos separabamos para respirar un poco y los volvíamos a unir. Las unicas palabras que me salian era: “ te gusta, lo estas sintiendo”... “te gusta!!” ella con su voz entrecortda respondía: “ Siiii, me encanta, quero tu leche, damela todaaaaa” … “la tenes grande, me gustaaa”. Eso me calentaba aun más.
Comencé a sentir algo en mi huevos, en cualqueir momento explotaría y acabaría, traté de agarrala por su sintura, para moderar los movimientos y poder acabar juntos, pero no podía ella se movia rapidamente y en momento acabé no pude más y me dejé caer hasta el respaldo del asiento, segundos despues, me amiga clavo sus uñas en mi espalda y puso sus labiso en mi cuello, los sentí presionar, hasta dejarme una marcha de un terrible chupón... por última vez se dejó caer sobre mí, y estalló en un orgasmo largo y profundo, un gemido largo y siguieron unos temblores; se dejó caer sobre mi y me abrazó. Nuestros corazones latían rápidamente, y nuestra respiración fue gradualmente más calma. Ella aun sobre mi y mi pene dentro suyo, continuamos besandonos, pero mas suavemente hasta que se mevió y se levantó, se dejo caer en el asiento y me dijo: “ la pasé muuuy bien, nadie me comió como lo hiciste vos.... de donde sacaste esa tactica??”... la miré, le sonreí y la besé.
Mientras ella se acomodaba su vestido, y volvia ponerse su tanga, me saqué el preservativo y antes de tomar un pedazo de papel para limpiarme ( bajo el asiento de conductor, deje un rollo de papel higienico, es bueno tener a mano, por si las dudas), me toma de la mano y me dice: “ no dejá eso” y bajó y con su lengua terminó de limpiar los restos de mi leche, con su lengua recorio de nuevo el glande y la pasó por la punta, dejando las ultiams gotas de semen en su boca, la cual saboreó y tragó. Mientras se acomodaba el cabello y yo volvia a vestirme, mi amiga soltó una risita y dijo: “mmm que rica tu lechita amor..., la proxima te la tomo toda” … “ahora llevame a mi casa”.
Nos ubicamos en nuestros asientos y di arranque y muy despacio llegamos hasta su casa; nos depedimos con otro largo y apasionado beso. Me bajé le abri al puerta y la acompañé hasta la puerta de su casa, nos dimos otro besos y me despedí. Subí a mi auto y emprendí el regreso a casa, por mi cabeza solo pasaban como flashes los momentos vividos, unas cuadras antes de llegar, paré para revisar que no haya quedado ningún “signo” de lo acontesido en el asiento trasero de mi 504; llegué a casa y lo guardé en el garage. Una vez en mi dormitorio, tendido en la cama solo pensaba en lo vivido y mas en donde lo hice, en mi auto, fue el comienzo de una serie de encuentros con mi amiga y con otras.

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