Mi Tía quiere innovar (Episodio 3)

Entré en acción diciendo que el trabajo iba bien, etc. Las dos putas sonrieron como si nada, y como si se llevaran espectacularmente bien.

Tía: - Me voy a dar un baño con mi "nuera" jajaja....

Las dos se incorporaron y lentamente fueron introduciéndose en la pileta, el frío del agua y la calentura de yeguas que llevaban hicieron que los pezones se pusieran puntudos y gordos...

Yo detrás de mis lentes de sol, tirado en la reposera, desnudo, empalmadísimo y fumando, disimulando una vez más me dispuse a difrutar.

Las dos trolas se refrescaban frente a frente, con sus tetas rozándose y mirándose a los ojos en silencio. Era hermoso ver esos pezones presionándose suavemente, mojaditos y puntiagudos...

Hacían como si yo no estuviera mirándolas, el silencio me excitaba y mi verga empezaba a humectarse sola.

Poco a poco sus bocas se acercaron cada vez más hasta casi rozarse, el aliento de sus bocas sedientas de sexo las calentaba cada vez más. La puta de mi Tía dejó caer un hilo de baba en los labios de Kiti, a lo que respondió sacando la lengua y jugando con ella, hasta devolvérsela a la puta madura.

Debajo del agua, Tía corrió la tanga de mi novia y le metío 3 dedos en la concha de golpe, Kiti ahogó un gemido y devolvió el gesto escupiéndole la cara a la trola mayor.

Con fuerza la puta de mi Tía empezó a cojerla con descaro, con los dedos hasta el fondo mirándola con esos ojos de degenerada que ponía al calentarse. Kiti gemía como una gata en celo y ya no importaba que yo estuviera mirándolas...

Tía se colocó detrás y mientras le comía la oreja babeándosela con verdadera pasión, la metía la mano en la concha por detrás y frotaba sus tetas con la otra mano.


La putita de mi novia estaba cumpliendo su fantasía de estar con otra hembra tan puta como ella, Mi Tía también estaba gozando con la nueva experiencia de cojer una concha ardiente y joven.

Decidí darme un chapuzon para refrescarme y poco a poco me acerqué por detrás de la trola de mi Tía, afirmandole la pija en el orto bronceado y redondo.

La imagen era hermosa, y estabamos gozando como animales. Lentamente le baje el tanguita de hilo dental, y le metía la punta de mi chota en la concha empapada, dejándola quieta. La hija de puta gozaba lubricando mi nabo con su papo baboso de yegua madura...

(Continuará...)