Hola mis lindos poringueros! que bueno volver a encontrarnos. Para los que no me conocen, mi nombre es Clari y tengo 19 años, y acá les traigo otra anécdota -real, obvio- mía y de mi novio, q es unos añitos menor que yo.
Ahora sí puedo decir que las relaciones con mi novio son mas seguidas y que nos basta con mirarnos para exitarnos y dejarnos sin aliento. Pero esta vez vengo a contarles un encuentro muy prticular. Fue hace unos dias en su casa, a la noche, aprovechando que sus padres se habían ido unos días a Uruguay. Estabamos en el living, él arrodillado en el piso, ubicado entre mis piernas haciéndome sexo oral, y obligandome a retorcerme y gritar de placer. Sin embargo, antes de provocarme un orgasmo, se detuvo. Se sentó en el sillón a mi lado y me dijo q me subiese encima suyo de frente y dejara que me penetre. Así lo hice, pero, en cuanto comencé a moverme hacia arriba y hacia abajo, me ordenó que me detuviese. Introdujo todo su pene dentro de mi vagina y me dijo que tratara de relajarme y ponerme cómoda sobre él. Aunque al principio me costó, ya que tener su pene entero dentro mío me provocaba un agudo dolor, pegamos nuestros pechos y normalizamos juntos nuestras respiraciones. A pesar de haber calmado nuestros impulsos, podía sentir que aún mantenía su erección, lo que seguramente me hacía experimentar un fuerte calor en mi vagina, casi al borde de quemarme. Por otra parte no me dejaba estimularme ninguna otra parte de mi cuerpo, ni siquiera mi clitoris. Solo nos besábamos con nuestro cuerpos unidos pero relajados, como si estuviesen dormidos. Así él mismo controló que estuviéramos durante cuarenta - eternos, al menos para mí- minutos. De repente comenzó a moverse fuertemente, haciendo una friccion rápida y brusca, dándome un orgasmo duradero y con una sensación muy caliente en el interior de mi vagina que duró por varios minutos. Acabó sobre mi vientre, por lo que también advertí que su semen era de una temperatura mayor a lo normal. Luego, nos recostamos juntos y mientras besaba mi cuello y mi espalda me propuso que hiciéramos por primera vez sexo anal, pero eso se los cuento la próxima.
Ahora sí puedo decir que las relaciones con mi novio son mas seguidas y que nos basta con mirarnos para exitarnos y dejarnos sin aliento. Pero esta vez vengo a contarles un encuentro muy prticular. Fue hace unos dias en su casa, a la noche, aprovechando que sus padres se habían ido unos días a Uruguay. Estabamos en el living, él arrodillado en el piso, ubicado entre mis piernas haciéndome sexo oral, y obligandome a retorcerme y gritar de placer. Sin embargo, antes de provocarme un orgasmo, se detuvo. Se sentó en el sillón a mi lado y me dijo q me subiese encima suyo de frente y dejara que me penetre. Así lo hice, pero, en cuanto comencé a moverme hacia arriba y hacia abajo, me ordenó que me detuviese. Introdujo todo su pene dentro de mi vagina y me dijo que tratara de relajarme y ponerme cómoda sobre él. Aunque al principio me costó, ya que tener su pene entero dentro mío me provocaba un agudo dolor, pegamos nuestros pechos y normalizamos juntos nuestras respiraciones. A pesar de haber calmado nuestros impulsos, podía sentir que aún mantenía su erección, lo que seguramente me hacía experimentar un fuerte calor en mi vagina, casi al borde de quemarme. Por otra parte no me dejaba estimularme ninguna otra parte de mi cuerpo, ni siquiera mi clitoris. Solo nos besábamos con nuestro cuerpos unidos pero relajados, como si estuviesen dormidos. Así él mismo controló que estuviéramos durante cuarenta - eternos, al menos para mí- minutos. De repente comenzó a moverse fuertemente, haciendo una friccion rápida y brusca, dándome un orgasmo duradero y con una sensación muy caliente en el interior de mi vagina que duró por varios minutos. Acabó sobre mi vientre, por lo que también advertí que su semen era de una temperatura mayor a lo normal. Luego, nos recostamos juntos y mientras besaba mi cuello y mi espalda me propuso que hiciéramos por primera vez sexo anal, pero eso se los cuento la próxima.
1 comentario - Clarisse~ Anécdota n° 7 Caliente