De compras con mi novia y mi suegra

Todos me dicen siempre que si quieres saber como será tu mujer, basta con que mires a tu suegra. En el caso de nuestro personaje, estaba muy contento de que esto fuera cierto, hasta el sábado pasado.
Pero, empecemos por el principio. Su nombre es Fernando, tiene 22 años, 1,80, moreno ojos verdes, no hace deportes pero naturalmente su físico se mantiene bien, seguramente por la edad. Mas adelante tendrá que empezar a cuidarme más, pero por ahora se limita a estudiar, salir cuando puede y no tomar demasiado.
En una de esas salidas conoció a Lisa, una amiga de una compañera de facultad. Solo verla lo paralizó. Rubia, 1,70, piernas largas, un muy sensual cuerpo, y dos ojos celestes que te miran y te marean. Fue verla y decidir que esa era la mujer que quería para toda su vida.
Le llevó unos cuantos meses conseguir que aceptara salir con el una noche, y de a poco, la relación se fue haciendo más íntima hasta que por fin, como algo inevitable, terminaron como novios. Con un problema. Ella tiene 17 años, y no tiene demasiado interés en avanzar en lo sexual por ahora, así que se imaginarán como está nuestro amigo con esta situación. La desea desesperadamente, y nunca puede pasar mas allá de besos y algunas caricias que son cortadas apenas empiezan a ponerse demasiado íntimas. Le ha dicho que quiere llegar a los 18 años virgen y faltan aún 6 meses para esa fecha.
Pero a lo que veníamos. A los pocos días de empezar a intimar con ella, conoció su familia, y debió reconocer que valió la pena. El padre era un tipo genial, amistoso y muy simpático, que jamás ponía ningún límite en cuanto a horario de salida y de regreso, ya que tiene plena confianza en su hija ( y hace bien).
En cambio, quien notoriamente tenía más prejuicios para con él era su suegra. Y debo describirla. Si se imaginan a la novia, imagínensela con 20 años más muy bien llevados. Tiene 42 años, y es una verdadera belleza. Además de tener el mismo cuerpo que su hija, tiene mejores tetas, seguramente por la edad.
Desde el primer día lo trató con mucha frialdad. Fernando trató de caerle simpático, pero nunca le dio ningún espacio para que pudieran ser amigos. En fin, ya se había resignado a que así fueran las relaciones, cuando pasó el acontecimiento que relataré a continuación.
Un sábado por la mañana, acompañó a Lisa, su novia a comprarse unas remeras a una gran tienda. Su mamá enterada del plan decidió acompañarlos ya que tenía que comprar algunas cosas. El chico aceptó simulando alegría, cuando en realidad presentía un día desagradable.
Apenas llegaron, se separaron. Lisa y su novio fueron a la sección más informal y la suegra a la sección de vestir, que estaba un piso más arriba..
De inmediato Lisa comenzó a recorrer la exhibición y a elegir ropa para probarse. Fernando sabía que tendría para toda la mañana, y a el le aburría realmente eso de mirar ropa. Se quedó dando vueltas por allí y por fin subió dos pisos hasta la sección deportiva.
Recorrió un rato la sección y luego se acercó a la baranda central que permitía ver los locales de los pisos inferiores.
Dos pisos más abajo, su novia seguía recorriendo los percheros. Y en el más cercano, su suegra elegía trajecitos sastre.
Se quedó un rato mirando, esperando para saludarla si miraba hacia arriba, pero jamás miró. El vendedor estaba a su lado mostrándole la ropa, y hablando con ella, a lo que ella respondía negativamente con la cabeza. Nada le gustaba aparentemente.
En un punto el vendedor, un jovencito de la edad de Fernando, más o menos, tomó una percha y tomándola del brazo le habló al oído. Ella tiró la cabeza para atrás y se rió. Parecía que el vendedor había encontrado la manera de venderle algo. Así, tomándola del brazo la llevó hasta un probador del negocio. Ella entró y el vendedor le alcanzó la ropa, corriendo la cortina y quedándose afuera. Siguió Fernando observando el negocio y de pronto algo le llamó la atención. Su suegra estaba en el probador, y el vendedor, abriendo una hendija en la cortina estaba espiándola. Le molestó tanto atrevimiento y por un instante pensó en bajar y quejarse, pero en ese momento la mano de su suegra salió del probador con la ropa que se había probado. Rápidamente el vendedor tomó la ropa, fue hasta el perchero, y trajo otro modelo. Volvió a pasar su mano adentro con la ropa y volvió a correr la cortina, asegurándose que la hendija siguiera estando, y volviendo a mirar. Ya no aguantó mas y bajó las escaleras.
***
Carmen recorría los percheros sin demasiado interés. En realidad su interés estaba puesto en el joven que atendía la sección. Pelo castaño, no más de 25 años, buen cuerpo, bien vestido, cabello corto, una buena pieza realmente.
Hizo tiempo simulando dudar entre varias prendas hasta conseguir que el vendedor se acercara.
- ¿ Puedo ayudarla?
- No me decido. No veo nada que me guste.
El vendedor solícito comenzó a enseñarle diversos conjuntos.
- No se. No creo que me favorezcan, decía Carmen con un mohín seductor.
- No creo que haya nada en esta tienda que no le favorezca, dijo el joven acercándose a su oído, para que nadie más escuchara.
Carmen rió.
- Vamos al probador que quiero ver como le queda este conjunto y va a ver como no me equivocó dijo el joven tomándola del brazo y adueñándose de la situación, cosa que ella deseaba.
Entró al probador y el joven le alcanzó el conjunto. Ella lo miró un momento e hizo tiempo, hasta que notó que la cortina se abría unos milímetros. Es lo que esperaba. Ahora el joven la estaba espiando y ella le daría un buen espectáculo. Le encantaba ser observada. Era una de las cosas que más la excitaban.
Lentamente se quitó el saco que traía, desabotonó su camisa, la sacó de su pantalón y de espaldas a la cortina, fue lentamente quitándosela, hasta quedar solo con el sostén ajustado que marcaba claramente sus oscuros y grandes pezones. Al fin se dio vuelta dejando que el voyeur pudiera disfrutar del espectáculo.
Luego, con la misma sensualidad se quitó el pantalón hasta quedarse solo con su bombacha. La transparencia de esta, permitía ver su sexo prolijamente depilado. Una vez conseguida la atención del joven, se limitó a probarse la ropa por encima de su cuerpo sin ponérsela, girando y permitiendo que el empleado pudiera verla de cuerpo entero. Estaba seguro que lo estaba enloqueciendo. Por fin abrió un poco la cortina, y le devolvió el conjunto.
- No es lo que quiero, dijo
- Voy por otro, dijo la voz del joven claramente temblorosa.
Carmen no podía menos que reírse. Estaba encantada como cada vez que conseguía que sus encantos provocaran reacciones en los hombres que ya no provocaba en su esposo.
Volvió el vendedor y le alcanzó otro conjunto. Ella volvió a jugar con la ropa mientras aprovechaba para mostrarse desde todos los ángulos. Por el espejo veía como la cortina permanecía apenas abierta y se imaginó a su único espectador que ya debía estar totalmente sacado. Era el momento de actuar.
- Necesito otra cosa, dijo en voz alta.
- Si me explica, trataré de ayudarle.
- Pase, por favor, le dijo
Lentamente el vendedor ingresó al probador. Ella permanecía cubierta con la ropa sin habérse la puesto.
- A mí me parece que le queda bien, dijo el joven, tratando de mantener la compostura.
Lentamente Carmen separó la percha de su cuerpo y la colgó de un gancho.
- Necesito algo que me haga sentir joven de nuevo, dijo mojándose los labios con la lengua.
- No tiene nada que envidiarle a una jovencita, señora.
- Si que tengo. La audacia que tiene para con ellas, dijo Carmen, sin dejar de mirar al vendedor. Este, respirando profundo, se acercó y abrazándola, la besó.
***
Cuando Fernando llegó abajo, el vendedor no estaba más. Se acercó al probador y notó que estaba ocupado. Su suegra seguía allí. Miró alrededor y no vio al joven. Se quedó intrigado.
- Que linda que eres, escuchó en un susurro saliendo del probador.
- Silencio que pueden escucharnos, escuchó la inconfundible voz de su suegra.
Se quedó paralizado. No había nadie alrededor. Se metió en el probador de al lado y descubrió que los separadores de probadores estaban hechos con lona atada tipo marinero con sogas, con grandes ojales. Se acercó lentamente y con uno de sus ojos pudo mirar al probador de al lado.
El jovencito estaba besando y abrazando a su suegra semidesnuda. Sólo tenía puesto su sostén y su bombacha. El vendedor la tomaba de la cintura mientras le comía la boca. Rápidamente acomodó su celular en otro agujero de la lona y comenzó a filmar todo lo que allí ocurría. No supo porque lo hacía , pero pensó que nadie iba a creerle lo que estaba pasando.
El joven subió sus manos por el costado de su cuerpo y tomó posesión de su cuello, mientras seguía metiéndole la lengua hasta el fondo. Sus manos bajaron del cuello y se adueñaron de sus tetas, magreándolas y pellizcando los pezones a través del corpiño. Carmen comenzó a suspirar con ganas.
- ¿ Le gusta señora, esto es lo que andaba buscando? Le dijo el joven dejando de besarla
- Me encanta, sigue, sigue
- ¿ Eres casada?
- Si, ¿ Te importa?
- Si no le importa a su marido, a mi menos.
- Mi marido ni se imagina las veces que hago esto, dijo volviendo a besarle con desesperación.
Al inesperado observador le dio mucho morbo que el joven la tratara de usted mientras abusaba de ella. Se imaginó que era parte del deseo del muchacho de tener algo con una madurita.
En ese momento una de sus manos buscó la bragueta del joven y comenzó a acariciar la dureza que se notaba por encima de la ropa. Por toda respuesta, una de las manos del joven se perdió en la entrepierna de Carmen, la que instintivamente separó sus piernas para facilitar la maniobra. Se pudo ver como rápidamente la mano desplazó la tela de la bombacha, y uno de los dedos del vendedor la penetró hasta el fondo, lo que provocó un nuevo gemido de la mujer.
- Ya está mojadita. Es una suerte porque no tenemos mucho tiempo, dijo el joven desabrochando su pantalón y dejandolo caer junto con su slip. Una importante erección quedo latiendo firme.
- Hasta aquí llegamos, nene. Tengo que irme, dijo ella tratando de separarse.
Rapidamente el joven la dio vuelta, besándola en el cuello mientras sus dedos la penetraban por atrás.
- Ni lo sueñe, señora, ni lo sueñe. Despacio la hizo que se agachara hasta que sus manos se apoyaron en la silla que había en el probador. Se colocó a su grupa, corrió la bombacha y lentamente metió la cabeza de su verga entre sus labios vaginales, mientras le acariciaba las tetas.
- ¿ La sientes?, preguntó
- Si, la siento, contestó Carmen, apoyada en la silla
El joven la tomó de su cabellera rubia, la enrolló en su mano y tirándola hacia atrás la ensartó hasta la mitad.
- ¿ Y ahora?, volvió a preguntar
- Ssssiiiiiiiii, contestó ella afirmándose aún mas en la silla.
El joven respiró profundo y volviendo a tirar su cabello de una manera que le obligó a levantar la cabeza, se metió dentro de ella hasta las cachas.
- Uooouuuuuuu, fue todo lo que dijo entre dientes la mujer, al sentirse totalmente empalada y montada como una yegua.
- Ahora si la sentís, estoy seguro, y diciendo esto, soltó su cabello y tomándola de los hombros comenzó a bombearla profundamente.
- Aaaaaaaaaaa, salía de la boca de la hembra, cortado por los empujones que recibía. Claramente le estaba gustando lo que le hacían.
- Que puta hermosa que eres. Hace mucho que soñaba con una madurita como tú. Podrías ser mi madre, pero te voy a echar un polvo que ni te imaginas, decía el joven mientras aceleraba el pistoneo.
En ese momento, Carmen se dejó llevar por el morbo de la situación y alcanzó un orgasmo feroz. Le costó un par de minutos recuperarse.
- No me acabes adentro, sácala, rogó, y el joven se frenó y lentamente se retiró. La giró y la sentó en la silla. Luego se arrimó y le apoyó la verga en la boca.
- Mi leche se va a ir dentro suyo, si no en su concha, entonces en su boca. Vamos chupe, chupe, que le voy a dar las vitaminas que no le dan en casa, le decía mientras la golpeaba suavemente en la nuca.
Carmen lo miró a los ojos y abriendo la boca se la tragó hasta el fondo, empezando a masturbarlo con sus labios. El joven la tomó de la cabeza y comenzó a dirigir la mamada.
- Hmmmm, que lindo que la chupa señora, siga, siga, que mis huevos se están llenando de leche. No se imagina cuanta que va a tomar, siga, ahí le va, ahí le va, dijo enterrando su verga hasta el fondo. La contracción de sus nalgas mostraba a las claras la cantidad de leche que estaba escupiendo. No menos de 6, o 7 empujones significaban la misma cantidad de chorros de leche que la hembra estaba tomando. Sus cachetes se inflaron pero no dejó escapar una gota.
- Me parece bien que te la tomes toda. Si te manchas no podrás explicarle al cornudo de tu marido donde te llenaron de leche, dijo el joven sonriendo. Luego de unos minutos, sacó su verga totalmente limpia y rápidamente se vistió.
- Bueno, señora, si no quiere comprar nada, no hay ningún problema, yo me doy por bien servido, le dijo mientras salía del vestidor.
Mi suegra se quedó sentada un rato en la silla. Fernando aprovechó y salió del vestuario, apagó el celular, y se dirigió rápidamente al piso de abajo. En la escalera se encontró a su novia que subía.
- ¿ Donde estabas? Le preguntó
- Fui a la sección deportiva del piso superior, contestó con inocencia.
- ¿ No la viste a mi madre?
- No, la verdad que no presté atención. Vamos a buscarla, dijo complaciente.
Subieron al piso correspondiente y encontraron a la mujer saliendo del probador. Se la veía colorada.
- Mamá, estás agitada.
- Es que hace mucho calor en los probadores, dijo con inocencia.
- Tendrían que hacer algo para que no se calentaran tanto, dijo Fernando con picardía.
La suegra lo miró y no dijo nada. Fueron a tomar algo y luego volvieron a casa.
En el regreso, Fernando sentía que el celular le quemaba en el bolsillo y se sentía totalmente excitado. Su verga era una estaca que le costaba disimular. ¿ Había una manera de aprovechar lo que le había tocado presenciar? Las ideas se acumulaban en su cabeza, sin terminar de madurar.
Pasaron un par de semanas y un plan había diagramado.
Pero será motivo de otro capítulo.

9 comentarios - De compras con mi novia y mi suegra

Kelper82 +1
buen relato! aunque tiene que estar muy buena la suegra para desearla 😀
pulga53
Imaginate a Araceli Gonzalez, por ejemplo......
monica_lov
De compras con mi novia y mi suegra


muy entretenido!!!
me gusto mucho salen puntos 😉
EL_PROFE25
Muy bueno!
Gracias por compartir
swan28
Un excelente relato!!! 🙎‍♂️
sebilla
excelente relato
vaan28
Muy bueno. Espero el resto!!!