Lo veo y no lo creo... (mi mujer enfiestada con dos negros)

Hola poringueros y poringueras. Desde que accidentalmente embaracé a Paula hace 20 años nos vimos obligados a convivir en pareja. Yo un partucero incorregible y ella una estudiante universitaria, muy nena de papá y con poca calle; nos auguraban un futuro juntos muy breve 😢 . Sin embargo, no solo asumí mi responsabilidad como padre, sino que también me enamoré de mi mujer y me hice un marido fiel y devoto. Con el tiempo y con mucha confianza entre nosotros desarrollamos una actividad sexual interesante, las fantasías y los disfraces eran parte de nuestros juegos que alimentaban nuestro preludio amoroso. Como dato les agrego que fui el primer novio de Paula, sin embargo ella es una mujer caliente y bastante abierta con curiosidad para explorar sus gustos. Consoladores y bolas chinas, trajes de latex, corsets y lencería exótica estaban en su menú a la hora de tener sexo.
Lo cierto es que el sábado a la mañana me vino con la novedad que para la noche me tenía una sorpresa, ante mi consulta ella guardó silencio en medio de una sonrisa lujuriosa.
Lo cierto es que ese día me fui a jugar al fútbol con mis amigos, luego del partido me di un buen baño porque mi mujer odia que vuelva todo transpirado y maloliente. Al llegar a casa me sorprendió que solo estuviera encendida la luz de la entrada y el garage. Con muchas dudas entro a casa y desde mi habitación se escuchan murmullos, al acercarme siento que de allí salen dos hombres que me reducen y me sujetan de pies y manos. Ligeramente aturdido y algo golpeado veo a mi mujer vestida con un baby doll granate con una microtanga del mismo color. A su lado dos hombres de piel oscura desnudos se exhibían y me miraban duramente.
- Hola amor, te estábamos esperando. Te presento a Djalma y Oscar mis tesoritos de esta noche. Te acordás que te dije de una sorpresa? Esta es la sorpresa, te voy a dejar mirar como estos negros me rompen toda.
- Per... Era necesario que me caguen a palos y me aten? - le pregunto poco antes de recibir de ellos varios golpes.
- Amoooorrrr!!!! Esta es mi fantasía y quiero que me veas y, si podés, te hagas la paja. No agregues nada porque cada vez que hables ellos se enojan y te pegan.
Aquellos hombres eran grandes, fuertes, con su musculatura bien marcada y una sonrisa burlona que me dedicaban displicentes. Sus penes eran realmente impresionante, algo visto unicamente en películas pornos.
Paula se puso unos zapatos con tacos altos y se acercó a mi para darme un beso en la frente, al resistirme recibo más golpes.
- Mi vida, no seas egoísta. Esta es mi fantasía, mirame como gozo.
Se acercó a Djalma y mientras acariciaba su pene duro y grueso le da un apasionado beso de lengua; Oscar se le acerca de atrás y le apoya también su pene y la besa con suavidad desde su nuca hasta sus nalgas. Ella se agacha y le empieza a chupar el pene de Djalma, en tanto Oscar le quitaba la tanga diminuta y empieza a lamer su ano con entusiasmo. Las manos de aquellos hombres le desprendían el baby doll dejándola desnuda y a su merced. Con sus dedos se encargaron de estimular tanto el ano como la vagina, experimentaban metiéndole de a uno cada dedo. Con mucho entusiasmo se recostaba boca arriba mientras sus amantes alternaban entre chuparle su vagina y recibir una buena mamada. Con el mismo criterio esos hombres empezaron a penetrar a Paula mientras ella gritaba enloquecida.
- Te gusta... como aaaghhh... me romp...en ... toda? - me decía con la voz entercortada por el extasis que sentía.
En un rincón no paraban de caerme lágrimas sin poder salir de mi asombro, aquella devota esposa, madre de mis hijos y respetada profesional y vecina se deleitaba ante el tamaño y el vigor de los negros. Al cabo de gritos y orgasmos sostenidos Djalma y Oscar le dedicaron una doble penetración que en principio Paula rechazó pero, superada por las circunstancias, aceptó primero y gozó después. Su rostro estaba desencajado y su mirada perdida. Todo parecía terminar cuando casi en simultaneo la llenaron de semen cada uno de sus agujeros. Minutos después se bañaron juntos, se vistieron y me desataron. Con una sonrisa que evidenciaba satisfacción Paula se acerca y me besa suavemente en mis heridas que las golpizas de esos hombres me propinaron, con sumisión lo acepté.
Más relajada me dijo que tenía la fantasía de someterme con ayuda de dos hombres y enfiestarse con ellos. Le gustó tanto la experiencia que me aclaró si no quería seguir lastimado debía adaptarme ante esta realidad, la de acomodar mi vida a la actividad de mi mujer con sus amantes. Si me iba de casa correría el riesgo de que me golpeen por la calle o le suceda algo a mis padres.
Nada fue igual para mi, la felicidad de mi vida en pareja la reemplacé por un estado de sumisión tal que debo adivinar lo que quieren a riesgo de si fallo recibir los golpes de Djalma y Oscar. Todo se transformó en un calvario.
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10 comentarios - Lo veo y no lo creo... (mi mujer enfiestada con dos negros)

zapato43 +4
Sos un pelotudo si es cierto!
Pero como fantasia vale!
MIsko-Jones +1
Muy buen relato espero que continues con la historia relatando algun encuentro posterior

a favoritos y te dejo puntos

Saludos Misko
aleverito77 +2
Está bueno... me gustaría saber si hay continuación... tal vez toda esta situación te erotice a mas no poder en relatos posteriores...
kramalo +1
ché...! los negros por casualidad no te hicieron el orto..?
TiziOeste666
Hermoso trio aunque prefiero ser yo la sumisa