Mi hermana en un Table

Hola mi Nombre es Sebastián y lo que les voy a contar me pasó hace una semana, pero no me aguanto las ganas de contarlo.


Tengo 24 años y soy un asiduo cliente le los bares de desnudista, o como mejor se les conoce "Tabledance", por lo regular visito uno cerca de mi casa, y por lógicas razones no diré el nombre. Pero bueno, últimamente ha estado decayendo un poco, y un amigo de la oficina me recomendó uno, que está bastante lejos de casa, pero me dijo que era excelente.


Bueno el sábado pasado iba a salir con mis amigos, pero a la mera hora no se hizo nada, así que me quedé en casa, pero me aburrí tanto, que decidí ir a conocer este antro de perdición.


El lugar estaba bastante bien, me gustó que la música no es atarantadora, y ponen mucho rock, raro en ese tipo de antros. Las niñas súper bien, y para todos los gustos.


Pero una en particular llamó mi atención; rubia, de cuerpo riquísimo, vestía un top rosa, pero translucido que dejaba ver sus hermosas y riquísimas tetas, una faldita súper corta del mismo color, una rica tanga lila y una liguero negro con rosa, y medias negras, que belleza, estaba para comérsela. Su carita radiante de ojos verdes y sus cabellos húmedos y rizados cayendo sobre sus hombros. No me costó trabajo reconocerla a pesar del cabello rubio y los ojos verdes.


Mi hermanita trabaja en un "Table". Se llama Laura, pero ahí su nombre era Dafne, lo que me hizo mucha gracia, pues de niña siempre decía que se llamaba así, creo que por Scooby Doo. Bueno, el punto es que de 19 añitos de edad ya anda en eso.


Mi primera reacción fue pararme y salirme de ahí, pero se veía tan linda, y la verdad a mí siempre me gustó, cuando aún vivíamos juntos me masturbaba con su ropa interior, pero jamás le insinué nada ni pasó nada.




Opción dos, quedarme ahí y si me ve saludarla y los dos a lo nuestro, digo no creo que no me vea, pero siempre ambos podemos tomar la decisión tacita de hacer como que no nos vimos. Pero de pronto se me vino a la mente otra opción, justo cuando estaba pensando que por lo menos la vería desnuda completamente por primera vez cuando bailara; pero ¿Y si le invitaba una copa? Si ella fuera a mi trabajo yo tendría que atenderla, ¿no?


Llamé a un mesero y le dije que le hablara. La trajo de la mano, como es su costumbre. Ella sonreía feliz, tal vez porque empezaría la noche con un cliente, y no se la pasaría sin ganar nada. Pero su sonrisa se borró por completo al verme. La luz le daba en la cara así que vi su reacción perfectamente; dudó unos segundos, tal vez pensando si irse, si hacer una escena, pero al final sonrió de nuevo y se sentó junto a mí.


Me saludó con un beso en la mejilla, y yo le correspondí, pues supe que esperaba que el mesero se fuera, pero aproveche la situación para poner mi mano sobre su pierna justo junto a su faldita.


Hola.

Hola.


Se fue el mesero. No te los nervios en su expresión, y bastante fastidio.


Trabajo en un bar, ve y dile a todos.

¿Todos?

Ya sabes a quienes me refiero. No hay muchos bares por donde vives.

Que grosera eres, yo no te he dicho nada, tiene casi un año que no nos vemos y así me hablas.

¿Y que quieres que haga? No nos vamos a poner a hablar de cuando éramos niños, además que pena. ¿Qué esperabas?

¿Pena?

Te da mucho gusto que tu hermanita trabaje de desnudista.- Cuando dijo eso casi me vengo.- ¿No?

No me molesta.

Claro.- Me quitó mi mano de su pierna.- Da me un cigarro.

Es un trabajo. ¿No?- Le di el cigarro y de lo encendí.




La miré de los pies a la cabeza sin disimulo, recorrí sus piernas con la mirada lentamente, deteniéndome en su faldita como tratando de imaginar lo que esta y su tanguita cubrían, luego la subí a su abdomen, a sus pechos; que hermosas tetas, perfectamente redondas, con esos pezones rozados y erectos que parecían querer romper la tela, luego la vi a los ojos.


Eres un sucio.-Dio una honda fumada a su cigarro.- Yo creí que ya habrías superado la etapa de masturbarte con las bragas de tu hermana.

Yo creí que no sabías.

Todas lo sabíamos. Laura y mi mamá, pero nos dijo que era algo normal y que no te molestáramos.

¿Te molestaba?

No

¿Y que te vea de esta forma ahora?

Claro, las bragas son ropa, pero esto es sucio.

Ya te dije, es un trabajo.- Dejé mi cigarro.- Soy un cliente. Tú decides.- Dije al ver que el mesero se acercaba.

¿Algo para la dama?- Preguntó.

Claro.- Dije y puse la mano de nuevo sobre la pierna de "Dafne". El mesero la miró esperando a que le indicara que tomaría.


Ella se quedó callada unos segundos, los cuales me parecieron eternos, yo sabía que respondiera lo que respondiera no haría nada, simplemente me quedaría ahí con alguna otra chica, disfrutaría de ver que mi hermanita bailara desnuda cuando fuera su turno, y me bajaría la calentura en un privado con la chica que mas me gustará; pero de ninguna forma le diría a nadie que trabajaba de desnudista. Pero ella no lo sabía y se notaba en su expresión que estaba considerando la situación.


¿Dafne?- Le insistió el mesero.

Una conga, por favor.- Se quedó callada mientras el mesero se iba, y yo aproveché para meter mi mano en su falda hasta ponerla entre sus piernas, apenas rozando su tanga.- Me manoseas, te cachondeo como si fueras cualquier Gûey, y no le dices a nadie. ¿Hecho?

No.

¿Cómo?

No como a cualquier Gûey, debes de ser muy cariñosa con tu hermano, además me pienso gastar mucho dinero contigo.- (Para las chicas que no saben como es en un "table" si tu le invitas una copa a una dama, te la cobran carisma y a ella le dan una parte de lo que le invitantes. Lo mismo en un privado.

¿Qué tan cariñosa?

Eso lo decides tú. ¿Qué tan importante es para ti que nadie se entere?


El mesero llegó con su copa, y a mi me destapó otra cerveza, le entregó su boletito de la copa que le invité y se fue; mi hermana lo guardó en su pequeña bolsa, y se levantó.


Voy a ser tan cariñosa que vas a estar aquí cada semana.- Dijo mientras se sentaba en mis piernas y ponía mi mano en uno de sus pechos. La besé en los labios sin que protestara en lo absoluto, y mientras lo hacía bajé mi mano y la metí en su top, que para mi suerte aparte de ser casi transparente era elástico.




Pude sentir por primera vez sus ricos pechos en mi mano, esos pechos que vi crecer desde que entró a la adolescencia y que tanto atraían mi atención. Ahora sentía sus pezones erectos entre mis dedos. Ella movía su cadera en círculos justo sobre mi verga. Era mi Hermana, y eso lo hacía más excitante. Muchísimo más. Saqué una mano de su top y comencé a pasarla por sus piernas sus caderas y la parte de sus nalgas que podía tocar, luego subí la mano y la puse justo sobre sus rajita y comencé a sobarla con disimulo.


No has cambiado hermanito.- Dijo mordiéndose seductoramente un labio.- Sigues igual de cachondo.


Se volteó y se arrodilló sobre el asiento dejando mis piernas entre las suyas. Nos besamos y yo apreté sus tetas con gran lujuria. Laura…bueno Dafne bajó su mano y me empezó a sobar la verga sobre los pantalones. Que hermoso, mi hermanita ya tenía bastante experiencia en ello, eso se veía. Comencé a bajar mi mano y la puse en su tanga justo en su vagina, la comencé a sobar lentamente, y lentamente también metí un dedo en ella y por un instante sentí en mi dedo el calor de la rajita de mi hermana. Sólo un instante, pues de inmediato tomó mi mano y la sacó de allí.


Mi hermana se acercó a mí y comenzó a besar mi oreja.


Si te ven en la mesa metiéndome la mano ahí te van a sacar hermanito.

No lo pude resistir.- Eso es algo normal.






Mi hermana no perdía tampoco el tiempo, pues pedía una copa tras otra. Carísimas y ni siquiera les ponen vino, bueno según ellas quieran.


Pues tendrás que hacerlo.

¿Y en un privado?

Me imagino que sabes como son los privados hermanito. Baile, desnudo total y me manoseas, sin meter tus deditos en mí.

¿Pero cómo sería un privado para tu hermano?

¿Lo quieres averiguar?

Sí.

Págalo.




Justo en ese momento fue su segunda llamada para bailar y se fue a cambiar. Me quede ahí viendo a las otras chicas. Pero cuando Dafne salió de nuevo me quedé con los ojos pelones. Salió con un trajecito negro, no sé como se llaman, de media copa, que dejaba ver sus pezones riquísimos y marcaba su cintura y sus caderas. Cubriendo su rajita sólo una tanga negra con unas pequeñas alitas rosas sobre sus piernitas. Del trajecito salían los ligeros que sostenían unas medias de malla. Se veía preciosa y súper cachonda. Llegó y se sentó junto a mí, lo único que se me ocurrió hacer fue besarla y manosearla todo lo que pude, pero pronto la presentaron para su baile.




Casi me vengo de verla bailar. Bailo dos canciones tranquilas, la zorra domina muy bien el tubo. Con mucha sensualidad giraba en él y su cabello se veía hermoso ondeando con sus movimientos. Casi al final de la primera canción se quitó el trajecito y se quedó con las tetas al aire, con la pura tanga y las medias. Se tiro al piso boca abajo y levantó el culo abriendo las piernas, luego se sacó la tanga, muy rápido casi de un jalón. Su panochita quedó a la vista de todo el que estuviera frente a ella. Luego se volteo se arrodillo y empezó a sobar sus tetar, las levantó y empezó a lamerlas ella misma. Fue increíble.




Cuando acabo el baile se puso la tanga y se fue a sentar conmigo. Se dejó las tetas al descubierto y yo aproveché la situación. Así estuvimos un buen rato, hasta que ya no aguante la calentura.


Vamos al privado hermanita. Recuerda que tienes que ser muy cariñosa conmigo, hasta ahora me has tratado como a cualquier cliente.

Compra dos boletos y no te arrepentirás.- Dijo mientras pasaba la lengua por sus labios.




Compré el los boletos y nos fuimos al privado. Eran cuatro canciones por derecho y para mi suerte fueron largas. Al principio se sentó sobre mi dándome la espalda y me frotó la verga con las nalgas, riquísimo. Luego se agachó y todo su culo quedó frente a mí. Comencé a besarlo y lamerlo, mientras le iba bajando la tanga hasta los pies. Se levantó e hizo la tanga a un lado con el pie. Se dio la vuelta y se acercó a mí. Subió la rodilla al asiento y comenzó a frotarme la verga de nuevo, pero con la rodilla. Le empecé a chupar las tetas, me las comí todas, le mordí los pezones.


Tranquilo hermanito.


Ya era demasiado. Bajé mi mano y recorrí suavemente su bello púbico, baje lentamente hasta que sentí de nuevo el calor de su rajita, pero esta vez no fue por unos segundos. La froté, a la zorra también la calentó estar con su hermano, pues estaba empapada. Metí un dedo, al tiempo que ella con su mano empezó a sobar mi verga sobre el pantalón. Me abrazó y ya escuchaba sus gemidos ahogados en mi oreja. Metí dos dedos y empecé a meterlos y sacarlos, ahora sus caderas se movían al ritmo.


Sácamela.-Dije.

No se puede hermanito.

Sácala.- Dije en un suspiro.

Que convincente eres.




Me desabotonó el pantalón, bajó el cierre y luchó un poco por la posición, pero pronto mi verga brotó parradísima hacía ella. Se levantó pese a los esfuerzos que yo hacía por no dejarla.


Se dio la vuelta de nuevo y se sentó sobre mí. Comenzó a moverse como si cogiéramos, frotando mi verga con las nalgas. Al principio fue placentero, pero pronto so volvió increíble, la tomé por los pechos e hice un tremendo esfuerzo por no venirme.


Déjame que te la meta.

No.

Por favor.

No.

Voy a guardar tu secreto si me dejas.




Yo estaba que me venia por sus movimientos tan efusivos y salvajes. Podía sentir el calor de su vagina en mi piel, y la humedad. Pero no me dejaba ponerla en posición para ensartarla.


¿Y si no?

No lo guardo.

No lo voy a hacer.

Entonces lo sabrán todos hermanita.






Se paró y acercó su cara a la mía. Mi verga se levantó de inmediato deseosa de penetrarla, cogerme a mi hermana. Ella me dio un beso en los labios.


Y si yo….


Luego de eso pasó la lengua por sus labios y bajo los ojos. Ya estaba por Terminar la tercera canción así que no tenía muchas opciones.


Bueno.- Dije.




Se arrodilló y comenzó a masturbarme con una mano y a sobarme los huevos con la otra.


¿Te gusta?

Mucho.


Bajo la cara y empezó a lamer mi glande, luego a besarlo, luego se lo metió a la boca y después se trago mi verga entera. Que forma de mamar, mi hermana debe de ser una puta. Jamás me la chuparon tan rico. La torcía con la mano, me sobaba los huevos y me los chupo riquísimo Yo estaba en el éxtasis.


Así Laura, así hermanita.




Estas palabras fueron el preámbulo de una tremenda venida. Traté de retenerla y eso la hizo más rica. El semen salio durísimo. Después de recibir al primer chorro en la boca, Dafne sacó mi verga de su boca y baño sus ricas tetas con mi leche. Para luego regalarme el bello espectáculo de ver como las lamía, justo como lo hizo cuando bailo.


La limpié con mi suéter y salimos como si hubiera sido un simple y normal privado. Le invité otra copa, luego pedí mi cuenta, la besé y me fui. Claro con la firme intensión de regresar y convencer a mi hermanita de dejarme meterle la verga.

5 comentarios - Mi hermana en un Table

jackyro +1
Esa historia esta muy buena.... me fascino...
elpajerojr
Esta muy bueno el relato espero la segunda parte