Mí Tía y yo, así empezó todo...(Episodio III)

Después de un rato cabalgando, se incorporó y bajó de la cama poniéndose en cuatro patas y ante mi sorpresa; apoyando sus manos en mis muslos… le ordenó a su macho que le comiera el culo… mientras gritaba y acariciaba mis piernas mirándome… mi pija resbalosa a causa de mi primer polvo buscaba con desesperación la succión de los labios expertos de mi tía favorita. La muy turra supo apreciar la carne fresca y comenzó a lamerla mientras su lengua ancha y de puntita juguetona se adhería pegajosa … ella y su bendita lengua reculaban el cuerito de mi estaca, hasta casi morderla suavemente… yo sentí con asombro como la cabeza de mi chota podía agrandarse tanto, como si fuera a definitivamente a explotar de nuevo…
Con mi virilidad entre sus manos, la muy puta dijo a su amante: “- por favor… por la colita, dámela toda por la colita… escupime el orto y adentro.” Gritaba: “la quiero toda… toda adentro; hacelo… por favor… que no soy tu señorona pacata en entregar el orto o tragar tu leche, no me dejes con las ganas de otro macho…”
Yo… no podía creer lo que escuchaba… la muy trola tenía la verga de su amante en el ojete y la mía dentro de su boca carnosa…. Hizo lo mismo que en mis ojos y mentón…dejaba caer un hilo de su baba en mi pija para recogerlo con su lengua… su mirada clavada en mí, a pesar del sonoro y descontrolado bombeo del cuarentón. Yo no aguantaba más y olvidándome del respeto que debía profesarle a mi tía más querida, levanté su cabello, tomé su cabeza y con un ligero movimiento la obligué a atragantarse con mi pija fibrosa… hizo arcadas al inundarla con mi tronco… igual … ella no pareció ofenderse… al contrario… la manera en que se la devoró fue más bien un gesto de aprobación!
Luego de tenerla ensartada un buen rato y de que ella alternara entre atragantarse con mi verga… rozarse sus pezones con mis huevos (repletos nuevamente) y dar calientes lamidas a mi pecho… la muy yegua poniéndose de pie, le rogó a su machoque le acabara en su boca… puso su culo frente a mí… quien ahora me miraba era su orto dilatado… por su forma de mirarme y la actitud provocativa de su dueña, interpreté que ella deseaba que ahora fuera yo quien le comiera su culo gordo; de manera que agarré bien duro sus cachetes con mis manos… y la cogí con mi lengua primero y mi pija como estaca después. Era soñado ese instante… ella gemía y gritaba como loca… recibía leche tibia a granel…su amante le llenaba la boca y yo abotonado como perro le daba matraca por el orto… mientras con dos de mis largos dedos hacía que su clítoris se arrugara y se metiera para adentro como el cuello de una tortuga… Un sueño cumplido…. Por fin le había dado maza a mi tía preferida!!!
Una vez que su macho se fue… ella prendió uno de los buenos….y a medida que el porro incitador lo fue haciendo posible me pasó el humo por la boca mientras reíamos como dos boludones… íntimo y cachondo recibía el humo con la humedad de su baba…

0 comentarios - Mí Tía y yo, así empezó todo...(Episodio III)