El día que fue el puto de unos hetero (parte 3)

Bueno, va la tercera y penúltima parte de esta historia. Debo hacer una aclaración. En la segunda parte llamé Alejandro al que realmente se llamaba Rodrigo (o por lo menos eso me dijo), como lo puse en la primera parte. Esto sucedió hace unos 6 años, por lo que no me acordaba bien de los nombres.
Después del polvazo que se echó, Ernesto se fue al baño.
Rodrigo: ¡qué bueno viene estando esto, boludo! Y yo todavía no acabé así que ahora te uso yo, trolo.
Se sienta al borde de la cama, abre las patas y me hace una seña para que vaya.
Yo me arrodillo delante de él y empiezo a mamar por segunda vez su verga.
Ernesto se tira en la cama, lejos de nosotros, como dispuesto a dormir.
Después de unos minutos de mamada donde Rodrigo gozaba mucho, me dice:
Rodrigo: ahora vení, sentate encima que te garcho, putazo
Me levanto e intento subirme a la cama para sentarme encima de su verga. Cuando me agarro de su hombro recibo un violento empujón de Rodrigo que me tira al suelo.
Rodrigo: ¡puto, la concha de tu madre! ¡Cómo se te ocurre sentarte de frente!
Yo: ay, discúlpame
Rodrigo: tomatelas, puto del orto. Me hartaste. Andate
Yo: te pido perdón, no me di cuenta.
Rodrigo: te dije que te tomes el raje. ¿Qué querés? ¿Que te cague a trompadas, puto?
Interviene Mariano.
Mariano: pará che, bancá. Yo me lo quiero coger.
Rodrigo: si te lo querés coger, llévatelo. Si ya te la mamó en el auto, listo.
Ernesto, que estaba semi-dormido, escucha la discusión y dice:
Ernesto: ¿qué pasa?
Mariano: que éste lo está echando al puto
Ernesto: ¿Y? Está bien, que se vaya. ¿Qué querés? ¿Qué se quede toda la noche?
Mariano: boludo, vos te lo recontragarchaste. Claro, ahora ya no te interesa. Yo me lo quiero coger, también.
Ernesto: bueno, no sé. No jodan que quiero dormir.
Rodrigo: estoy caliente pero este puto ya me da asco con solo verlo.
Mariano: escuchá. Me lo cojo en el baño y después se va. ¿Ok?
Rodrigo: bueno, llevátelo al baño y que después se vaya. Yo me pongo a ver una película.
Me voy al baño con Mariano.
Mariano: disculpalo. Se puso medio loco.
Yo: no, está bien. Yo tenía que haberle preguntado.
Mientras, Mariano se saca el bóxer y le empiezo a tocar la verga.
Mariano se deja, entonces me arrodillo y empiezo a mamar.
Mariano: te digo que nunca me la mamaron como me la mamaste en el auto.
Yo: gracias.
Eso me daba fuerzas para esmerarme más.
Mariano: ¡qué bien que la mamás! Vení, haceme a mí lo que ibas a hacer con Rodrigo. Pero ya sabés como sentarte, ¿no?
Mariano se sienta en el inodoro y yo me dispongo a sentarme encima, de espaldas.
De a poco, me voy metiendo su poronga en mi cola. Mariano no hace nada más que agarrarme un poco de la cintura.
Empiezo a gemir.
Mariano: uy, si, trolo, te la metiste toda
Una vez que la tuve toda adentro, empecé a cabalgar agarrándome del lavatorio.
Mariano: sí, cabalgá trolo (y me pegaba en la cola)
Cabalgué un par de minutos, gimiendo constantemente.
Mariano: basta, trolo. Levantate.
Yo; ay, si. ¿Qué me vas a hacer?
Mariano se levanta del inodoro.
Ponete contra la pared.
Hice eso.
Mariano me levanta una pierna para que la apoye en el inodoro. Yo saco mi colita para afuera.
El se pone atrás mío, también con una pierna apoyada en el inodoro y me penetra. Me agarra de la cintura y me empieza a bombear.
Mariano: ¡cómo sacás culo, putazo!
Yo gemía desesperadamente y Mariano más se calentaba.
Deben haber sido cinco minutos de gemidos míos y jadeos de Mariano hasta que sus “ahhhh” se hicieron más continuos y terminaron en una tremenda acabada en mi cola.
Mariano, exhausto, se apoyó contra la pared.
Mariano: ¡cómo te dejás coger, hijo de puta!
Salimos del baño. Estaba dispuesto a irme pero temía por la reacción de Rodrigo.
Empecé a agarrar mi ropa para ponérmela e irme.
Mariano (a Rodrigo): es una fiera el puto, boludo. Cogételo
Rodrigo (a mí): cómo gemías, puto de mierda.
Lo miré sonriéndole y a la vez provocándolo.
Rodrigo: mirá, si me preguntás de qué tengo ganas, es de cagarte a trompadas. Pero ya que te tengo acá, te voy a dejar el culo como una flor, puto de mierda.
Rodrigo se levanta, me agarra de los pelos y me lleva a la cama. Por un instante, pensé que se ponía violento.
Me tiró en la cama. Yo solito me puse en 4 porque supuse que él quería eso. Ernesto dormía ahí nomás.
Rodrigo se subió a la cama, se me puso atrás y me la metió de una.
Me agarró de la cintura y me empezó a bombear.
Después se agarró de mis hombros, me montó y me empezó a dar duro, mientras me puteaba.
No pasaron más de dos minutos, que acabó en mi cola, con un largo jadeo y cinco pijazos hasta que descargó todo.
Rápidamente la sacó de mi cola y se fue al baño. Ernesto seguía durmiendo.

6 comentarios - El día que fue el puto de unos hetero (parte 3)

lamb32
muy machistas esos giles.. jejo.. se hacen los heteros bn q se comieron a otro chabon, che y los volviste a ver algo? tenes el cel de uno? el fb algo
Verga-Extrema
mandame fotos tuyas con una dedicadita papi!!
josegroso
recaliente...
🤤 🤤 🤤 🤤
PutoSumiso
yo soy el de la historia, perdí el usuario. si quieren contacto conmigo me escriben