Su primera vez y mi primera infidelidad

Antes que nada quiero contarles como conocí a Vane. Viajo un par de veces a la capital por mi trabajo y siempre aprovecho para quedarme un par de días en la casa de mi viejo, que vive con su segunda esposa y mis hermanas de 23 y 21 años. Yo tengo 35.
En estas visitas conocí además a Vane de 23 también, una de las mejores amigas de mi hermana mayor. La verdad me impactó mucho su belleza y simpatía. Salimos en grupo un par de veces y la pasamos muy bien. Mis hermanas estaban felices de sacar a pasear a su hermanito mayor!
Quedamos en contacto con Vane a través del Face. De vez en cuando algún comentario, saludos para cumpleaños, todo tranqui.
Un día, ya de vuelta a mi ciudad, estaba pensando mucho en ella y decidí ver sus fotos en el Face. Tenía varios álbumes y los que mas me llamaron la atención fueron los de vacaciones. Ahí pude verla en bikini y quedé como loco. Paso a describirla, mide 1.65, pelo castaño hasta los hombros, ojos verdes, una buena boca, piel trigueña, unas piernas bien torneadas, y ni hablar de su cola, bien paradita, dura y con unos cachetes redondos y perfectos. También tiene unas gomas hermosas, del tamaño justo, ni grandes ni pequeñas. Además, bronceada es una diosa. Me quedé embobado viendo las fotos y sin querer apreté el botón “me gusta” en el álbum que estaba viendo, traté de deshacer, pero ya no había vuelta que darle.
Me sentí un viejo baboso y pelotudo, la pendeja se va a dar cuenta que anduve viendo sus fotos y voy a quedar como un pajero, ni hablar del quilombo si se entera mi hermana. En fin, no hice nada más y me quedé esperando que no pasara nada.
Al tiempo recibo un mensaje de ella para mi cumpleaños, además de los buenos deseos y besos me decía que me mandaba un regalito a mi mail. Por supuesto fui como tiro a ver de que se trataba y me sorprendí mucho cuando reviso la casilla y me encuentro con fotos de ella en su habitación, todas en poses insinuantes, primero totalmente vestida y luego sin remera, sin la mini que traía y en ropa interior. “Pensé que sería un buen regalo mandarte unas fotos mías solo para vos, perdón si no te gustan”, me decía en el mail. “Si te molesté avisame, fue una locura de una pendeja enamorada”, continuaba y al final decía “de todas formas contestame, porfi. Muchos besitos”.
Le contesté que me había gustado mucho, que me parecía la mujer mas hermosa que había conocido y que era para mí el ideal de belleza femenina, también le adelanté que próximamente viajaría a la capital y que esta vez me quedaría en un hotel céntrico y luego iría a casa de mi viejo, y si quería dar un paso mas, podríamos encontrarnos antes de eso. Por supuesto, le pedí más fotos, a lo que accedió gustosa y esta vez pude verla completamente desnuda. Debo confesar que hacía mucho no me calentaba tanto con una mujer, esta pendeja me estaba partiendo la cabeza y hacía que cuente los minutos para viajar. Llegó ese día llegué al hotel, me instalé, hice las gestiones de mi trabajo en tiempo record y a las 17:00 estaba esperándola en el lobby del hotel, nervioso como si fuera una primera cita (en realidad era parecido, desde que me casé no había salido con ninguna otra mujer y había perdido un poco la costumbre). Llegó! No se puedo explicarles lo hermosa que estaba. Venía de su trabajo y traía puesto un traje con una pollera que le llega a las rodillas, estaba bien maquillada, se ve que había pasado por la peluquería y que estaba especialmente preparada para la ocasión. Nos saludamos con un tímido beso y luego un abrazo bastante prolongado. Me dijo, “estoy un poco nerviosa”, a lo que le respondía que yo también, pero que estaba muy contento de verla. Nos sentamos a tomar un café, charlamos un rato y le propuse que subiéramos a mi habitación, a lo que accedió.
Entramos, la tomé de las manos y se las besé, luego nos fundimos en un largo y apasionado beso. Sentía que estaba en las nubes. Nos acostamos en la cama y seguimos besándonos hasta que empecé a explorar su cuerpo con mis manos. Al llegar a su entrepierna ella gimió suavemente, noté que estaba muy mojada y eso me exitó aún más. Delicadamente le quite la ropa que traía puesta y quedó en ropa interior, tenía un conjunto de color blanco, muy delicado y sexy, y un perfume que llevo grabado en mi mente hasta el día de hoy. Ella me ayudó a desvestirme y empezó a tocarme el bulto, que estaba a punto de salir de mi boxer. La contemplé, era un sueño verla. Hermosa por donde se la mire. Seguimos un buen rato con los besos y las caricias, le saque la ropa interior y empecé a besar esos pechos hermosos que tenía, mientras ella gemía y se disponía a entregarse a mí. Bajé un poco mas, posé mis labios sobre su conchita hermosa, que se había depilado completamente. Ahí pude darme cuenta de un gran detalle…. Era virgen! Empecé a recorrer sus labios con mi lengua y podía notar cómo se estremecía de placer. Continúe con mi excitante labor hasta que sentía como llegaba al primer orgasmo de la tarde. Me besó más fuerte y sin que la dirija, bajó a buscar mi pene que esta durísimo y listo para la acción. Comenzó con unos tímidos besos y caricias, hasta que finalmente lo puso en su boca y empezó a mamármelo, al principio en forma un poco torpe y luego como una verdadera experta. Ella lo estaba disfrutando mucho y yo, ni hablar! Me pasaba la lengua por las bolas, se lo tragaba hasta el fondo hasta que me dio tanto placer que no aguanté más y me descargué en su boca como hace mucho tiempo que no lo hacía. Al principio ella no sabía como seguir, pero al toque empezó a lamerme el pene y no desperdició ni una gota de leche.
A pesar de ese tremendo orgasmo, al rato ya estaba empalmado de nuevo y ella lista para que la penetre por primera vez en su vida. Le bese su conchita nuevamente, tenía unos jugos exquisitos, como elixir de los dioses! Me hubiera quedado a vivir ahí. Continuamos, le acerque el pene hasta la entrada de su conchita y empujé suavemente. Estaba tan lubricada que no costó mucho, pero si empezó a quejarse por el dolor que sentía, la estaba desvirgando… Luego de unas peneadas, se iba acostumbrando al dolor, que ya se veía superado por oleadas de placer. Cambiamos de posición, la puse a cabalgar arriba mí y lo hacía como si fuera una experta. Parecía que nuestros cuerpos se hubieran conocido desde siempre. Pronto vino su segundo orgasmo y luego un tercero! La puse en cuatro y empecé a darle muy duro hasta que acabamos juntos y le llené su conchita de leche. Caímos rendidos y extasiados por este encuentro. Nos besamos suavemente y nos dormimos abrazados.
Cuando me desperté, estaba acariciándome el pene y estaba listo nuevamente, bajo a chuparlo, lo hacía con mucha delicadeza, pero en forma continúa a la vez. Esta vez la puse de costado, en forma de cucharita y empecé mi labor de nuevo. Gemía como una verdadera perra a cada embestida mía y eso me excitaba cada vez más. Lo hicimos de muchas formas, sentado en una silla y ella arriba mío, al borde de la cama con sus pies en mis hombros, nuevamente en cuatro (ahí empecé a pensar que podía hacer el culito también, pero esa es otra historia), el clásico misionero, y al final me paré y lo hicimos así, de pie, cara a cara. Ella disfrutaba como loca y yo viéndola y cogiéndomela. Cuando acabamos no pude evitar desplomarme sobre la cama, agotado pero feliz.
Había sido su primera vez y mi primera infidelidad.

10 comentarios - Su primera vez y mi primera infidelidad

locky72
bueno tu relato pero como, no se te ocurrio una foto.unnnnnnn no se..
elrokenobi +1
Muy buen relato viejo!!!!! :buenpost:
troncudo13 +1
elrokenobi dijo:Muy buen relato viejo!!!!! :buenpost:

😉 😉 😉 😉 😉 😉
Alexander_King +1
Gran historia! Gracias por compartir.
Los invito a leer uno de mis relatos mas nuevo.
http://www.poringa.net/posts/relatos/1994082/Hice-Un-Trato-Con-Mama.html
ReneLeXXX +1
excelente relato capo, van 10 😃 saludos