megapost relato erotico

COMPAÑEROS
Era verano y hacía un calor increíble. Estaba en casa de un amigo con el que quedaba para estudiar y alguna vez solía hacer el cochino.

Estábamos él, otro amigo y yo en el salón intentando refrescarnos con el aire de un ventilador sin apenas poder concentrarnos por el bochorno estudiando para un examen de septiembre que teníamos los tres y ahí estábamos en su salón en pleno agosto, ellos empezaron a quitarse la ropa para estar más cómodos, el dueño de la casa sobre todo, que se quedo en calzoncillos, el otro simplemente sin camiseta.

Yo me sentí al principio un poco cohibida, pero enseguida me relajé, con uno tenía mucha confianza y el otro me parecía muy simpático así que no era una situación incómoda, me baje los pantalones vaqueros que era lo que más calor me daba y me deje la camiseta, seguimos estudiando sin más importancia.

Al rato noté un escalofrío que me recorría la espalda y los pezones se me pusieron duros. Me di cuenta entonces de que estaba cachonda, me excitaba verlos así y tenía unas ganas terribles de arrancarles la ropa interior y ver sus penes… y me quede embobada mirando el de mi amigo a través del calzoncillo, y él se percató.

Me conocía bien y sabía que me encantaba el sexo y me estaba poniendo muy guarra así que se levantó y se acercó hacia mí y se arrodillo enfrente de mí. Sin decir nada, me bajó las bragas y me abrió las piernas y empezó a lamerme la vagina viscosa lentamente. La punta de su lengua rozaba mi clítoris y los labios de mi vagina haciendo que cada vez estuviera más y más cachonda. Cada vez iba más rápido y su lengua comenzaba a penetrar y a chupar todo el flujo que salía del interior.

Me deje llevar, me tocaba los pezones y el cuello, y con los ojos cerrados disfrutaba de la sensación. Cuando los abrí, vi al otro chico desnudo, masturbándose. Tenía un pene grande, fuerte, largo y enseguida me entraron ganas de metérmelo en la boca.

Le dije que se acercara y él obedeció. Su cara de placer pedía una buena mamada. Cuando tuve su pene en la mano, la sensación de placer aumentó, el otro me estaba metiendo tres dedos por la vagina y yo me moría. Seguía mamando, comencé a lamerle el glande con la punta de mi lengua y a darle besos a lo largo del pene.

Fue una grata sorpresa encontrarme ese pene tan maravilloso, poco a poco me iba metiendo cada vez más en la boca, primero despacio y luego más aprisa. Notaba el sabor de su pene y cómo los fluidos se iban mezclando en mi boca. Lo metía y sacaba mientras le acariciaba los testículos y jugaba con mi lengua rozándole el glande. Comenzó a gemir y decidí parar, no quería que se corriera todavía.

Tenía ganas de que me penetraran, así que me puse de rodillas sobre el sofá y el chico al que había estado haciéndole la mamada me metió el pene rápidamente, en una fuerte embestida. El otro se acercó y comencé a chupársela a él mientras me acariciaba las tetas. Su pene era más pequeño, pero muy jugoso, lo conocía bien y me gustaba mucho, era divertido jugar con él dentro de la boca, me cabía todo. Mientras, las embestidas del otro se hacían cada vez más rápidas y fuertes, y las caricias por la espalda hacían que me entraran ganas de correrme. Tenía la vagina llena de flujo y muy abierta, sentía el roce del pene que me penetraba y la presión dentro de mi de una forma increíble.

Cuando ya no pudimos aguantar más, me tumbé de lado y el pene más pequeño se metió en mi vagina. No sentía tanto placer, pero la sensación era muy agradable. Mi flujo caía por sus testículos y sentir su cuerpo sudado y pegajoso pegado al mío era muy excitante. El otro chico comenzó entonces a chuparme el clítoris y el placer se intensificó.

Me excitaba muchísimo verle lamiéndome mientras el otro me penetraba, sentía que ya no podría aguantar mucho más y así era. Un orgasmo recorrió todo mi cuerpo y no pude reprimir un grito de placer al sentir todo mi cuerpo temblar como si perdiera el conocimiento por momentos. Entonces sentí el pene duro dentro de mi boca y comencé a succionarlo rápidamente y con fuerza mientras yo seguía masturbándome. Escuchaba los gemidos de placer de los chicos y sentía el sabor del pene en mi boca.

La penetración en mi vagina se aceleró y de repente noté cómo el semen inundaba mi vagina, resbalando por las paredes y saliendo afuera. No pude evitar en ese momento correrme de nuevo y fue entonces cuando mi boca se llenó de semen del otro, tanto que no podía evitar que se saliera y cayera por mi barbilla, no paraba de chupar y él me restregaba lo que había caído por mis tetas. Se la chupe toda hasta que no quedo nada.

Cuando acabamos estábamos los tres tan cansados que decidimos darnos un baño juntos para refrescarnos. Yo seguía bastante cachonda y con una oportunidad como sea aún quería más, tenía el clítoris muy excitado y de mi vagina seguía saliendo mucho flujo.

Una vez estuvimos metidos en la bañera comencé a chuparles el pene, estaban flácidos pero seguía chupando y chupando mientras les decía que estaba muy cachonda y que quería que me follasen mas, chupaba los dos a la vez con desesperación, y al momento estaban duros de nuevo.

4 comentarios - megapost relato erotico

dagno
que relato
sibylla
buen relato pero falta la continuación no? 🙄