Olga, la madre de mi mejor amigo (Episodio 3)

Olga tenía 3 hijos, Fernando a quien ya conocen, Romina de la que les hablaré a continuación y Ramiro, el mayor, que estudiaba en la capital. Romina era la segunda, tenía 20 años y era tan putita como la madre. En el pueblo era conocida por calentona, y ya se la habían cogido unos cuantos. A mí me daba bola, y siempre me estaba insinuando cosas, yo nunca le hice caso pero a partir de cogerme a su madre pensé que seducirla sería una buena excusa para estar cerca de Olga, así fue como me la levanté. Al principio sólo nos calentábamos metiéndonos la lengua hasta el fondo y tocándonos hasta terminar chorreando, pero de ahí no pasábamos. Un día fuimos a su casa y me presentó a su madre como su “novio”, la cara de Olga era un poema, se puso de todos colores y disimuló una alegría forzada. Nos dijo que podíamos estar en casa todo lo que quisiéramos, sobre todo en la piscina hermosa que tenían en el patio.
Cada tarde nos quedábamos solos mientras Olga dormía la siesta. Romina y yo nos apretábamos en el agua, nos refregábamos todo lo que podíamos y yo terminaba siempre con un dolor de huevos terrible. Casi siempre se unía Olga después, nos traía café y se fumaba un cigarrillo haciendo que leía mientras de reojo nos espiaba. Romina muchas veces me pajeaba en la piscina sigilosamente pensando que su madre no sospechaba. Como no quería dejar rastros de leche en el agua, al acabar se la tragaba lentamente y se relamía la muy puta.
Un día estando en la piscina, Olga me llamó desde la ventana de la cocina, pidiéndome que la ayudara a preparar el café y de paso conversar con su “yerno”, a Romina le hizo gracia e ilusión pensar que su madre me aceptaba en la familia y me dijo que fuera y que pusiera de mi parte, que todo iba saliendo bien. Salí del agua empalmado como siempre, y el bulto sobresalía del diminuto slip que llevaba como traje de baño. Al llegar a la cocina, vi a Olga completamente desnuda y calzada con unos tacos de aguja altísimos. Me empujó sobre la mesada, me bajó el slip de un tirón, de espaldas se acercó e introdujo mi miembro en su concha, empezó a frotarse suavemente y bombeaba de forma regular enérgicamente. Al poco, giró sobre la ventana que daba a la piscina y se dirigió a Romina, diciéndole que yo era su yerno preferido, a contraluz Romina solo veía la cara de su madre, no podía imaginar que yo estaba detrás ensartando a la puta de su madre. Romina reía y le decía que al final le había terminado dando la razón, y que yo era un buen chico.
La escena de cogerme a Olga mientras hablaba con su hija me enloquecía y cada vez que ella decía una frase yo bombeaba con más rapidez como queriendo que delatara un gemido al hablar. La muy puta disimulaba a las mil maravillas, hablaba normalmente con su hija, mientras su concha deglutía mi pija hinchada y húmeda. El chorro de leche fue descomunal, largo y espeso, me quedé un rato dentro hasta que el pedazo se desinflamara, ella recogió la leche de su agujero y lo depositó en el café de Romina, agregando un poco mas de leche “normal” para disimular. Fue la mismísima Olga la que le acercó el café a Romina diciéndole que lo disfrutara…
Romina se lo bebió de forma entusiasta hasta el fondo, y como hacía siempre, rebañó la espuma con los dedos hasta dejar la taza reluciente. Mientras Olga me relojeaba cada tanto ante mi incrédula mirada, No podía creer que Olga fuera tan yegua, me estaba matando de morbo y de placer.

(Continuará...)

4 comentarios - Olga, la madre de mi mejor amigo (Episodio 3)

kramalo
Muy buena la serie de Olga....Te leí los tres capítulos..muy bueno..!! me extraña bastante que seis mil y pico de visitas, y no te comentaron nada. Debe ser que es muy bueno el relato...no te aflijas. Continuá y te van a seguir leyendo a escondidas.....son tímidos, perdonalos......van puntos obvio.
jorvac164
buenísimo!!!!!!!.Esperando impacientes el próximo
tinchorub
esta Olga es retrola! lindo y ameno relatos...
!!!