Mas mujeres infieles...

Querida el señor es mi jefe... creo que tenían ganas de conocerse...


Amor seguro que te vas a portar bien no...?


Y llegas a tu casa y así la encontrás...


Que esperas para limpiarme...? no tengo toda la noche para esperarte así...


Que linda es la gordi esta...



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Mas relato...
Claudia es una perra vengativa 69

El novio de Lucía se fue a la tarde, estaba fresco pero decidimos ir un rato a la plaza, fuimos con Nerea y Nicolás, lucia tenía que estudiar y no tenía ganas de ir con nosotros, estaba grande, prepare el termo y fuimos a tomar unos mates a la plaza. La tarde transcurrió normal. A la noche, Claudia me ató a la cama, estaba muy caliente, se le notaba, yo estaba normal, había acabado a la tarde, no estaba tan caliente, ella me monto y se acercó a mi oído, me dio sus pechos en la boca un rato primero, para que se los lameteara un ratito. Parecía un felino como lo hacía, después vino a mi oído.
-Cuando entré al baño estaba con su pija envuelta en mi tanga… me miro serio sin saber que hacer… lo llevé a la pileta y paso lo que oíste… cuando bufo un poco le solté la pija… le dije… mientras la volvía a apretar… a sentir esa dureza joven… la calentura de su verga que pulsaba… me acerque a su oído… como ahora te hablo a vos… no te alcanza con cogerte a mi hija…?
-Es que sos muy hermosa… -dijo en voz baja- no conozco mujeres de tu edad que estén tan buenas… -ahí volví a agarrarle fuerte la pija y le hable
-Pero soy la mamá de tu novia… con que cara la mirarías a Lucía si cogieras conmigo… -y en ese momento me miro por el espejo del baño y con mi mano izquierda le agache la cabeza y le dije que no me mirara. Me sentía poderosa… sabía que la única forma de controlarme era controlarlo a él… -se quedo callada y se movio un largo rato sobre mi hasta que tuvo su primer orgasmo y volvió a su relato.
-te voy a hacer una buena paja… pero nada más… no está bien que te calientes tanto conmigo… o te gustaría que le presente a Lucía a algún conocido mayor… te gustaría que ella cogiera con alguien más experimentado… que aprendiera cosas…? El no contestaba y le tenía la cabeza agachada con mi mano. No le tocaba su pija que daba brincos solita, estaba muy cerca de llegar. Ahí volví a hablarle sin tocarlo solo le acariciaba su pancita suavemente, me parece que te va a seguir los pasos. Le dije. Le puedo presentar a un señor amigo… le encantan las pendejas… le gusta fotografiarlas mientras las coge… y dijo un noooo muy largo en voz baja al tiempo que su pija empezaba a escupir leche... por eso digo que te sigue los pasos… ya lo hice gozar con su sufrimiento… así empecé con vos… me siento mala… y poderosa… aaa.. y llego de nuevo… ayyyy que lindoooo…. Que linda verga tiene el pendejo…
Yo no llegué y esa noche dormimos abrazados, Claudia se levanto cuando el nene lloraba. La semana transcurrió normal y el martes vino Carlos a casa, la evitaba a Claudia todo el tiempo, trataba de no cruzarse con ella, se iba a otro ambiente. Se lo notaba revuelto. Y la evito hasta la cena. En la cena ella se puso una remera escotada sin corpiño. Cuando empezó a llorar nicolas lo trajo, se acomodó en el sillón que se veía barbaro desde donde estaba carlos y le dio de mamar levantando su remera y quedando con las dos tetas al aire, Lucía estaba de espaldas a ella. El pendejo se ponía un poco colorado y trataba de no mirar. Después de cenar, dijo que se tenía que ir, que los padres querían que volviera temprano. Lucía quería ir a dormir a la casa de él y Claudia la autorizo. Cuando se fueron Claudia lo llamo a Mario, le dijo si no quería pasar un rato. Estaba encantado. Después de acostar a los chicos Claudia se tiro en la cama y quizó que le chupara la concha un largo rato, con detenimiento.
-Chupa bien… calentala para mi macho… que me va a recoger… me va a volver a hacer su hembra… como cada vez que me coge… te acordás que no querías mirar… y hasta te rompió bien el culo… eh maricona… anda a ponerte el culote rosa… -en ese momento le sonó su celular era un mensaje de el que estaba en la puerta, me puse un sobretodo y baje a abrirle, subimos en silencio en el ascensor. Entramos al cuarto y Claudia se pajeaba suavemte se acariciaba sus pechos y su conchita. El se empezó a desnudar lentamente, cuando estuvo desnudo me dijo que se la chupara un poco. Claudia me miró y no hizo falta que dijera nada, se la chupe un poco y se montó sobre ella.
-Que lindo encontrarte abierta y jugosa… soy un afortunado… y tu marido me chupa la pija…
-somos tus siervas… sos nuestro hombre… aaaa…. Que lindo me coges… que dura esta tu verga… te gusto todavía…?
-Sos mi hembra… mi diosa… -pararon de hablar por un largo rato, se dieron duro trenzándose y mezclándose, revolcándose por la cama Claudia llegó en un par de oportunidades, el no había llegado. – hace mucho que no me como el culo de tu marido… le vendría bien… para que se ubique no…? –Claudia puso una almohada al costado de ella y golpeo con su palma indicándome ir, me acosté culo arriba, el tipo solo corrió el culote a un lado y me la fue dejando ir despacio, mi pija dura como un fierro. Claudia acerco su boca a la mia y me beso, después me hablo en mi oído.
-Me vas a manchar el culote puerca…? No te podes controlar cuando te hacen el culito… llegas sin tocarte eh…? –y yo sentía que mi orgasmo estaba cerca y no quería llegar así, me sentía para la mierda el tipo siguió bombeándome, gire mi cabeza para que Claudia no me viera cuando llegaba, me tomó del pelo y me giro hacia ella.- Estás llegando… eh sucio… explotale en el culo mi rey… dale tu descarga… hacela tu puerquita… el tipo me llenó el culo de leche, sentía su pija explotando y a pesar de los años y haber llegado mi pija seguía dura. Después me indicaron que me fuera que los dejara solos. Estuvieron un largo rato más. Cuando bajaba en el ascensor a acompañarlo me metio la mano en el culo.
-Te gusta mi verga… eh putazo…? –yo no contesté, pero tampoco le saque la mano ni hice nada.- te gusto mi leche en el culo… puto… maricon… te voy a coger mas seguido… quieres…?
Lo acompañe hasta la puerta, cuando entre al ascensor le pegue un puñetazo a una de las paredes y me lastime la mano. Me sentí un poco aliviado.