Una tarde noche de verano se me ocurrió ir a un cine de verano, eran unos cines al aire libre con sus mosquitos y todo, ya que solían ponerlos en mitad de la huerta porque de ese modo el entorno estaba más oscuro y se veían mejor las peliculas, a veces nos llevábamos silla de casa, porque normalmente se acababan las sillas que ponían en la sala, al llegar me tocó ponerme en una de las esquinas traseras, yo tendría unos 18 años mas o menos y mi sexualidad estaba en plena ebullición, no recuerdo como se llamaba la película, pero si que recuerdo que a mi lado se sentó un chico de color y se puso sobre las piernas una chaquetilla de verano, cuando empezó la película me dió la impresión que la chaquetilla tomaba vida propia y se subia y bajaba con un movimiento extraño, el muchacho me vió que lo miraba y me sonrió a la vez que me guiñaba un ojo, al estar las luces apagadas no se notaba, pero si se hubiesen encendido las luces, la gente se habría dado cuenta de lo roja que estaba, el chico levantó un poco la chaquetilla y Dios mío lo que vi hizo que mi chochito estallara sin tocarlo, el cogió su silla y la puso tocando la mía, me cogió la mano y la llevó por debajo de la chaquetilla y me puso la verga en mis manos y me dijo al oido "hazme una paja preciosa"

aquella verga empezó a coger cuerpo y dureza, yo alucinaba parecía que aquella verga gigante no tenía limites, me dijo vámonos fuera que hay un cañar y podremos hacer cositas, yo le seguí hipnotizada por su verga, nos metimos entre las cañas yo llebaba mi silla el me la cogió se bajó los pantalones y me dijo mámamela a fondo, primero le tiré un escupiñazo que asombrosamente cayó en cima de su cipote, con mi mano repartí la saliva por todo el cipote terso y brillante y después intenté introducirlo en mi boca, me costó pero al final lo consegui, cada vez entraba un poco más, el muchacho me decía "Joder que bien la mamas" eso me encendía y yo tragaba más profundamente, al final el me cogió de la cabeza y empujándomela hizo que la verga entrase hasta el fondo tocandome la barbilla con sus cojones, me apartó y el se levantó y me dijo siéntate pero sin bragas así lo hice y el cogiendo mis rodillas las separó y posó sus labios carnosos en mi coño y empezó a comerselo sin prisas, disfrutándolo, Dios mío que placer, yo habría más mis piernas y mi coño estaba expuesto a sus ojos, húmedo y brillante, esperando que su llave abriese mi puerta, se escupió en el cipote y lo paseaba por la entrada paseándolo por los labios exteriores y la zona del clítoris, yo le decía "metémela ya por favor" y él empujaba pero la postura que yo tenía en forma de cuatro y sentada en la silla no favorecía que la verga entrara, él dijo deja que me siente yo, y se sentó en el canto de la silla y su verga apuntaba al cielo, me puse a hocajadas cara a él, se la cogí y la pase por la entrada de la vulva que estaba chorreando, puse el enorme cipote centrado y empecé a dejarme caer, primero un poco, mi coño parecía que se alegraba por recibir al visitante, pero eso solo era la puntita , conforme entraba se iba espandiendo el tunel y antes de que el cipote entrase del todo parecía que mi conejito se iba a rajar, yo intenté ponerme de pie para reponerme un poco, pero el me cogió de los hombros tiró de mí hacia abajo, Ahhhhh el cipote se abrió paso majestuosamente, y trás el empezó a entrar verga, verga, verga parecía no tener fin, Dios mío que placer, su cipote tocó la entrada de mi útero, yo eché la mano hacia abajo y tocando su verga me di cuenta de que aún habían fuera cinco o seis centímetros, eso iba a ser como cuando perdí el virgo, si el chaval conseguía meter su cipote en mi útero, estuvimos morreandonos como posesos, el me chupaba las tetas y mordía mis pezones dejándolos duros como piedras, conforme se acercaba el orgasmo yo intentaba clavarme el cipote....ahhhhh que placer me estás dando cabrón que bien lo haces, el me retorcia los pezones y me chupaba el cuello, Ahhhhh Dios clávamela hasta el fondo y yo intentaba que mi útero cediera

y lo iba consiguiendo abría entrado medio cipote y parecía que iba a rajarse, él empezó a pajearme el clítoris y yo note la oleada de placer que llegaba como una ola, inundando mi cuerpo de un placer incontenible AHHHHHHH que gusto me dás hijo de puta me corroooooo, y él metió un empujon hacia abajo y .

....OHHHH AHHHHHHH ENTRÓ ENTRÓ , sus huevos saludaron a los labios externos, mientras el cipote se acomodaba en el útero, el cuello del útero estrangulaba al cipote con lo que consiguió que el cipote aumentara de tamaño, yo mire hacia el cielo estrellado y comencé a cabalgar sobre aquella verga que me ofreció una follada de película hasta que en un momento dado nos corrimos llenandonos de líquidos los muslos y la silla

aquella verga empezó a coger cuerpo y dureza, yo alucinaba parecía que aquella verga gigante no tenía limites, me dijo vámonos fuera que hay un cañar y podremos hacer cositas, yo le seguí hipnotizada por su verga, nos metimos entre las cañas yo llebaba mi silla el me la cogió se bajó los pantalones y me dijo mámamela a fondo, primero le tiré un escupiñazo que asombrosamente cayó en cima de su cipote, con mi mano repartí la saliva por todo el cipote terso y brillante y después intenté introducirlo en mi boca, me costó pero al final lo consegui, cada vez entraba un poco más, el muchacho me decía "Joder que bien la mamas" eso me encendía y yo tragaba más profundamente, al final el me cogió de la cabeza y empujándomela hizo que la verga entrase hasta el fondo tocandome la barbilla con sus cojones, me apartó y el se levantó y me dijo siéntate pero sin bragas así lo hice y el cogiendo mis rodillas las separó y posó sus labios carnosos en mi coño y empezó a comerselo sin prisas, disfrutándolo, Dios mío que placer, yo habría más mis piernas y mi coño estaba expuesto a sus ojos, húmedo y brillante, esperando que su llave abriese mi puerta, se escupió en el cipote y lo paseaba por la entrada paseándolo por los labios exteriores y la zona del clítoris, yo le decía "metémela ya por favor" y él empujaba pero la postura que yo tenía en forma de cuatro y sentada en la silla no favorecía que la verga entrara, él dijo deja que me siente yo, y se sentó en el canto de la silla y su verga apuntaba al cielo, me puse a hocajadas cara a él, se la cogí y la pase por la entrada de la vulva que estaba chorreando, puse el enorme cipote centrado y empecé a dejarme caer, primero un poco, mi coño parecía que se alegraba por recibir al visitante, pero eso solo era la puntita , conforme entraba se iba espandiendo el tunel y antes de que el cipote entrase del todo parecía que mi conejito se iba a rajar, yo intenté ponerme de pie para reponerme un poco, pero el me cogió de los hombros tiró de mí hacia abajo, Ahhhhh el cipote se abrió paso majestuosamente, y trás el empezó a entrar verga, verga, verga parecía no tener fin, Dios mío que placer, su cipote tocó la entrada de mi útero, yo eché la mano hacia abajo y tocando su verga me di cuenta de que aún habían fuera cinco o seis centímetros, eso iba a ser como cuando perdí el virgo, si el chaval conseguía meter su cipote en mi útero, estuvimos morreandonos como posesos, el me chupaba las tetas y mordía mis pezones dejándolos duros como piedras, conforme se acercaba el orgasmo yo intentaba clavarme el cipote....ahhhhh que placer me estás dando cabrón que bien lo haces, el me retorcia los pezones y me chupaba el cuello, Ahhhhh Dios clávamela hasta el fondo y yo intentaba que mi útero cediera

y lo iba consiguiendo abría entrado medio cipote y parecía que iba a rajarse, él empezó a pajearme el clítoris y yo note la oleada de placer que llegaba como una ola, inundando mi cuerpo de un placer incontenible AHHHHHHH que gusto me dás hijo de puta me corroooooo, y él metió un empujon hacia abajo y .

....OHHHH AHHHHHHH ENTRÓ ENTRÓ , sus huevos saludaron a los labios externos, mientras el cipote se acomodaba en el útero, el cuello del útero estrangulaba al cipote con lo que consiguió que el cipote aumentara de tamaño, yo mire hacia el cielo estrellado y comencé a cabalgar sobre aquella verga que me ofreció una follada de película hasta que en un momento dado nos corrimos llenandonos de líquidos los muslos y la silla
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