You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La iniciacion doble de Ana

La Doble Iniciación de Ana
Después de aquella noche inolvidable con Jamal, Tyrone y Marcus, Ana no era la misma. Su cuerpo había sido abierto, estirado y marcado de formas que nunca imaginó. El virgo resistente que tanto la había frustrado con Marcos ya era solo un recuerdo lejano, reemplazado por un hambre insaciable. Cada vez que cerraba los ojos, revivía el placer brutal de aquellas vergas negras entrando en ella, una tras otra, llenándola hasta el límite.
Una semana después, Laura la llamó con voz juguetona: "Ana, ¿te apetece repetir? Los chicos preguntan por ti. Dicen que tu coñito apretado los dejó con ganas de más... y esta vez quieren probar algo especial contigo". Ana sintió un escalofrío de excitación recorriéndole la espina dorsal. "¿Qué tienen en mente?", preguntó, ya mojándose solo de pensarlo.
"Doble penetración, cariño. Dos de ellos dentro de ti al mismo tiempo. Te van a partir en dos de placer".
Ana no lo dudó. Esa misma noche volvió al apartamento. Los tres hombres la esperaban semidesnudos, sus cuerpos musculosos brillando bajo la luz tenue, sus pollas ya medio duras solo de verla entrar con ese vestido ajustado que apenas cubría sus curvas.
Marcus, 'El Caballo', fue el primero en acercarse. La besó con fuerza, sus manos grandes amasando sus tetas mientras Jamal y Tyrone observaban, acariciándose lentamente. "Esta vez vamos a follarte como mereces, putita blanca", gruñó Marcus contra su boca. Ana gimió, entregándose por completo.
La desnudaron entre los tres, manos por todas partes: mordiscos en el cuello, dedos en su coño ya empapado, lenguas lamiendo sus pezones endurecidos. La tumbaron en la cama grande, boca arriba. Jamal se colocó entre sus piernas, su verga de 17 cm lista para lubricarla bien. Embestía con ritmo constante, abriéndola de nuevo, haciendo que sus jugos chorrearan por sus muslos. "Estás más suelta que la última vez, pero aún te aprietas como una virgen", dijo riendo mientras la follaba profundo.
Tyrone, impaciente, se arrodilló a su lado y metió su pollón de 22 cm en su boca. Ana lo chupó con avidez, tragando hasta donde podía, saliva cayendo por las comisuras mientras Jamal seguía bombeando en su coño.
Cuando Ana ya temblaba al borde del orgasmo, se detuvieron. Era hora del plato fuerte.
Marcus se tumbó boca arriba en la cama, su monstruo de 28 cm erecto como una columna negra y gruesa. "Ven aquí, nena. Siéntate en El Caballo". Ana, con las piernas temblorosas, se montó sobre él. Agarró esa polla imposible con ambas manos y la guió a su entrada. Bajó despacio, centímetro a centímetro, sintiendo cómo la estiraba hasta el dolor placentero. "¡Joder, es tan grande!", gritó cuando llegó al fondo, su útero tocado por la cabeza hinchada.
Marcus la sujetó por las caderas y empezó a moverla arriba y abajo, follándola con fuerza desde abajo. Sus bolas enormes golpeaban su culo con cada embestida.
Entonces llegó Tyrone. Se posicionó detrás de ella, entre las piernas de Marcus. Escupió en su mano y lubricó su vergón de 22 cm, luego untó el ano de Ana, que nunca había sido tocado. "Relájate, preciosa. Vamos a meterte dos pollas negras a la vez".
Ana jadeó de nervios y deseo. Sintió la punta gruesa presionando su culo virgen. Tyrone empujó suave al principio, luego con más firmeza. La cabeza entró con un 'pop' que la hizo gritar. "¡Duele... pero no pares!", suplicó.
Centímetro a centímetro, Tyrone se hundió en su culo mientras Marcus seguía quieto dentro de su coño, permitiendo que su cuerpo se adaptara. Cuando Tyrone llegó hasta la mitad, empezaron a moverse los dos al unísono: uno entrando mientras el otro salía, alternando el ritmo.
Ana se volvió loca de placer. Sentía sus dos agujeros completamente llenos, separados solo por una delgada pared que ahora estaba siendo masajeada por dos pollas enormes. "¡Me están partiendo... me están follando como una puta!", chillaba entre gemidos, sus orgasmos encadenados uno tras otro, chorros de squirt salpicando el vientre de Marcus.
Jamal observaba, masturbándose, hasta que no aguantó más. Se acercó y metió su verga en la boca de Ana, follándole la garganta mientras los otros dos la destrozaban por debajo. Ahora sí estaba completamente ocupada: coño, culo y boca llenos de polla negra.
Los tres sincronizaron sus embestidas. Marcus y Tyrone aceleraron, follándola en doble penetración salvaje, sus pollas rozándose dentro de ella, estirándola al máximo. Ana solo podía gemir alrededor de la verga de Jamal, lágrimas de placer en los ojos.
Primero se corrió Marcus, rugiendo mientras inundaba su coño con chorros calientes y espesos. Luego Tyrone, explotando en su culo hasta que el semen rebosaba y chorreaba por sus muslos. Finalmente Jamal, descargando en su boca y obligándola a tragar cada gota.
Ana colapsó sobre Marcus, temblando, con el cuerpo cubierto de sudor y semen, sus agujeros palpitantes y abiertos. Laura, que había estado mirando desde la puerta, se acercó sonriendo. "Bienvenida al siguiente nivel, amiga. Ahora ya sabes lo que es una doble de verdad".
Ana solo pudo sonreír débilmente, sabiendo que volvería una y otra vez. Su cuerpo ya era adicto a ser usada así: llena, estirada, doblemente penetrada por pollas que la hacían sentir viva como nunca.

0 comentarios - La iniciacion doble de Ana