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Deliciosa mañana con Ana y su trikini

Mi infiel follamiga, Ana, había estado pasando el domingo con su marido y su hija en un rio. Gracias a las historias de las RRSS pude ver que esta llevaba el trikini que tan cachondo me pone. Es negro, con tirantes finos, con el sujetador anudado en la parte delantera, juntando sus tetazas, haciéndola un canalillo espectacular, que se dejaba ver entero y la braga llegaba hasta tapar su ombligo. No pude contenerme y acabé mandándole mensajes a esta sobre lo mucho que me ponía con él. Por la noche, cuando vio mis mensajes me los respondió y pasamos un ratito bien caliente de intercambio de mensajes. Nos pusimos tan cachondos que además de masturbarnos durante los mensajes, acabamos quedando para vernos el día siguiente.
Ninguno de los dos trabaja por la mañana, así que cuando Ana dejo a su hija en el cole, se vino para mi casa. Vino con un peto negro, marcando culo, y una camiseta negra deportiva. Nos besamos y acaricié su culo, en cuanto cerré la puerta. Ana me dijo que tenía que ir al baño y mientras ella fue a él, yo me fui a la cocina a preparar los cafés.
Cuando Ana volvió a la cocina me lleve una buenísima sorpresa. Apareció allí con el trikini sexy que tan cachondo me pone. Se quedo en el marco de la puerta y se contoneaba, moviendo sus tetazas y culo, inclinándose para mostrarme mejor aún su tremendo canalillo. Le dije que me encantaban las sorpresas así. Se acerco y nos empezamos a besar. Mis manos agarraron sus tetazas, acariciándolas suavemente. Comencé a besar su cuello y empecé a bajar, besando su cuerpo, hasta llegar a su maravilloso canalillo. Lo lamí y besé, apretando aún más sus tetazas. Con ellas bien apretadas, moví fuerte mi cara entre ellas, disfrutando como un niño pequeño de un juguete. Baje mis manos hasta su culazo, acariciándoselo, mientras mordía sus tetazas, por encima del trikini.
Pare el café y cogí a Ana de la cintura y la dije que me siguiera, que tenía una rica idea. Acariciando su culazo, la lleve hacia el baño de la habitación, que tenía bañera. Puse a llenarse de agua la bañera y volví a besarme con Ana, mientras acariciaba sus tetazas. Ana se arrodillo y me quito el pantalón, mientras yo me quitaba la camiseta. Ya desnudo, Ana comenzó a hacerme una rica mamada. Cada poco pasaba mi glande por su escandaloso canalillo.
Cuando se llenó la bañera, nos metimos dentro. Me senté y Ana lo hizo también, rodeándome con sus piernas. Moje su cuerpazo acariciándola entera, con mis manos llenas de agua. Puse mis manos en sus muslazos y los acaricié, mientras volvíamos a besarnos. Mi cara volvió a colocarse en su canalillo, lamiéndolo y besándolo. Mis manos subieron hasta sus tetazas, acariciándolas y apretándolas, para que se sintieran más aun contra mi cara. Cuando noté sus pezones bien duritos, comencé a mordérselos por encima del trikini. Volví a apretar muy fuerte sus tetazas, para pasar mi cara por su tremendo canalillo, moviéndola fuerte.
Cogí el nudo de los pechos y lo desabroché. Solté la parte del bikini y, sin sacar mi cara de su canalillo, metí mis manos por debajo de las telas, para acariciar sus tetazas. Mis pulgares jugaron con sus pezones, hasta que aparte las telas y la comí las tetazas, sin soltarlas y dejar de acariciarlas. No podía parar de succionar y morder esas tetazas tan deliciosas y mojadas y encima Ana, me apretaba la cara contra ellas.
Me puse de pie en la bañera y empecé a golpear la cara de Ana con mi polla, aun dura por su anterior mamada y la comida de tetazas. Ana volvió a agarrar mi polla y la metió entre sus tetazas, haciéndome una cubana riquísima. Se la volvió a meter en la boca y ella misma me la comió bien a saco. Lo hizo a una alta velocidad y bien a fondo, provocándose alguna arcada incluso.
La di un condón y esta me lo coloco con su boca. Me volví a sentar y Ana nuevamente me rodeo con sus piernas. Mientras la volvía a comer las tetazas, Ana aparto su trikini y metió mi polla en su coño. Comenzó a moverse en círculos y apretar mi cara contra sus tetazas, follando bien delicioso. Cada vez que nos besábamos, nos soltaba sus tetazas y seguía disfrutando de ellas.
Me volví a levantar y coloqué a Ana a gatas. Sus tetas colgando se metían un poco en el agua. Me agache para morder su culo, mientras la quitaba el trikini. Ya desnuda, comencé a azotar su culazo y golpearlo con mi polla, antes de meter mi polla en él y follárselo. Primero le agarre de la cintura, follándoselo bien duro. Ana gemía fuerte de dolor. Luego me eche sobre su espalda, para agarrar sus tetazas. Baje un poco el ritmo de las penetraciones, con mis pulgares jugando con sus pezones. Poco a poco volví a subir la fuerza de las penetraciones y aprete más fuerte sus tetazas.
Volví a agarrar su cintura y a follarla el coño. Agarre su melena y tire fuerte de ella. Ana gemía y gritaba d dolor y placer a partes casi iguales. Volví a echarme sobre su espalda, empujando su cabeza, para meterla bajo el agua. Se la metí y saqué varias veces, para que tuviera la sensación de ahogo mientras la follaba bien fuerte. No pare hasta que se corrió. Entonces me agache para comerla el coño y disfrutar de sus jugos. Volví a echarme sobre su espalda y metí de nuevo mi polla en su culo. Volví a follarselo bien duro, mientras agarraba fuerte sus tetazas.
Volví a sentarme y Ana me rodeo con sus piernas una vez más. Se metió mi polla en el coño y cabalgo como una loca. De vez en cuando se la metía en el culo y cabalgaba igual de duro. Sus tetas siempre estaban agarradas por mis manos o siendo comidas por mi boca. Volví a ponerme de pie y, tras quitarme el condón, le dije a Ana que me hiciera una nueva cubana. Metió mi polla, durísima, entre sus tetazas y volvió a masturbarme con ellas. Solo paraba para comerme la polla por unos segundos, para volver a meterla entre sus tetazas y seguir con la cubana.
No la avise de mi corrida y esta salió disparada a su bonita cara y sus tetazas. Ana se metió mi polla en la boca, para tragar lo ultimo que fue saliendo. Luego, se pasó mi glande por sus duros pezones, para acabar de mamármela nuevamente para limpiármela bien.

Me senté y me rodeo de nuevo con sus piernas. La ayude a limpiarse mi semen de la cara y tetas. Estando ya limpia, nos quedamos un rato mas en el agua, besándonos, acariciándonos y comiéndola las tetas, mientras charlábamos. Salimos de la bañera, y nos tomamos el café, antes de que Ana tuviera que irse.

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