Mi Cuñado
Mi hermana me pidió que cuidara a su esposo mientras ella viajaba. Él acababa de salir de una c!rugía de rodilla y todavía no podía moverse con libertad. Me dijo que solo serían tres días, que le ayudara a preparar la comida, a tener la casa ordenada y a acompañarlo por si necesitaba algo. Yo no vi problema. Ella es mi hermana mayor y siempre me ha ayudado en todo. Yo 22 años, estudiaba en la universidad y vivía sola en un pequeño apartamento, así que pasar esos días en su casa me pareció algo sencillo.
El primer día fue normal. Le preparé sopa, lo ayudé a subir la pierna a una almohada y le llevé sus medicinas a la hora. Pasamos la tarde viendo televisión. Hablamos poco. Al segundo día, él empezó a hablar más. Me preguntó por mis estudios, por si tenía novio, por mis planes. Lo noté más atento de lo habitual, pero no le di importancia. Pensé que solo era conversación para pasar el tiempo.
En la noche, mientras le servía la cena, me dijo que yo le recordaba mucho a su esposa cuando era más joven. Me reí, le respondí que claro, que éramos hermanas, y cambié de tema. Pero él insistió, dijo que no era por el parecido físico, sino por mi forma de hablar, de reírme, de mover las manos. Me incomodó, pero traté de ignorarlo. Pensé que era el efecto de las medicinas.
El tercer día, mientras doblaba unas sábanas en la habitación, él entró apoyado en sus muletas y se sentó en la cama. Me miró se me acerco mucho y me beso al principio estaba confundida por mi error fue no parar su beso, nos besamos apasionadamente, intento y meter su mano debajo de mi ropa, rozando nuestra mi piel, se estremecía mi cuerpo, la humedad en mi vagina me delata... pero me arme de valor y le rogue que se detuviese.
Historia anónima de una seguidora
Completo en mi Canal de Telegram Link en mi X @confesionparody
Mi hermana me pidió que cuidara a su esposo mientras ella viajaba. Él acababa de salir de una c!rugía de rodilla y todavía no podía moverse con libertad. Me dijo que solo serían tres días, que le ayudara a preparar la comida, a tener la casa ordenada y a acompañarlo por si necesitaba algo. Yo no vi problema. Ella es mi hermana mayor y siempre me ha ayudado en todo. Yo 22 años, estudiaba en la universidad y vivía sola en un pequeño apartamento, así que pasar esos días en su casa me pareció algo sencillo.
El primer día fue normal. Le preparé sopa, lo ayudé a subir la pierna a una almohada y le llevé sus medicinas a la hora. Pasamos la tarde viendo televisión. Hablamos poco. Al segundo día, él empezó a hablar más. Me preguntó por mis estudios, por si tenía novio, por mis planes. Lo noté más atento de lo habitual, pero no le di importancia. Pensé que solo era conversación para pasar el tiempo.
En la noche, mientras le servía la cena, me dijo que yo le recordaba mucho a su esposa cuando era más joven. Me reí, le respondí que claro, que éramos hermanas, y cambié de tema. Pero él insistió, dijo que no era por el parecido físico, sino por mi forma de hablar, de reírme, de mover las manos. Me incomodó, pero traté de ignorarlo. Pensé que era el efecto de las medicinas.
El tercer día, mientras doblaba unas sábanas en la habitación, él entró apoyado en sus muletas y se sentó en la cama. Me miró se me acerco mucho y me beso al principio estaba confundida por mi error fue no parar su beso, nos besamos apasionadamente, intento y meter su mano debajo de mi ropa, rozando nuestra mi piel, se estremecía mi cuerpo, la humedad en mi vagina me delata... pero me arme de valor y le rogue que se detuviese.
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