MI SECRETO
Si tuviera que describirme, diría que soy una chica muy complicada porque nadie me conoce de verdad, ni siquiera mi familia. Soy de una manera con mis amigos y de otra con mi familia, y creo que ya no puedo más. Les cuento esto para desahogarme y también para ponerlos un poco cachondos. Bueno, esta soy yo.

La verdad es que nadie que me conozca puede imaginar lo caliente que soy. Porque seguramente si mi madre se enterara me castigaría, y además, en el colegio siempre he tenido fama de buena chica y buena estudiante, así que nadie se imagina cómo soy en realidad. Pero gracias a alguien todo cambió: mi mejor amiga. Es una chica muy simpática y dulce, nunca me juzga a pesar de lo que le digo, y lo mejor es que tenemos gustos parecidos.
Tengo un problema muy serio con la pornografía y la masturbación. Esto me ha llevado a exponerme mucho. La verdad es que todavía no he hecho nada, aunque me gustaría, pero no he hecho nada por miedo. El caso es que soy una chica religiosa, y mi familia y yo estamos muy involucrados en nuestra religión. Por lo tanto, el tema del sexo no es algo de lo que hablemos mucho. Por vergüenza y problemas del pasado.
Mi familia ya tiene problemas con la adicción al sexo, así que es muy difícil hablar de ello. El único que no tiene esos antecedentes es mi padrastro, y me da mucha vergüenza hablar del tema con él, aunque sea anciano de la congregación. En casa, todos somos testigos de Jehová bautizados, y yo soy precursora regular.
Para los miembros de la congregación, soy una persona espiritual debido a la reputación de mi familia por tener un anciano en la congregación; somos una familia muy conocida. También participamos en diversas actividades espirituales.
Creo que tengo un problema serio porque solo con escribir esto me excito muchísimo. En serio, estoy tan mojada que no se lo pueden imaginar. Imaginar las caras de mis profesores, de los hermanos de la congregación, y también algo mucho más pervertido: imagina la erección que le provocaría a mi padrastro leer esto me puso muy cachonda.
Pero quiero advertirles algo: no todas las mujeres religiosas somos unas putas. Yo soy una puta, pero no por ser religiosa jejeje. Bueno, ya entienden, no todas somos iguales. Bueno, la cosa es que me encanta escribir casi tanto como ver porno y masturbarme, así que estoy abierta a sugerencias sobre qué puedo subir.
Si tuviera que describirme, diría que soy una chica muy complicada porque nadie me conoce de verdad, ni siquiera mi familia. Soy de una manera con mis amigos y de otra con mi familia, y creo que ya no puedo más. Les cuento esto para desahogarme y también para ponerlos un poco cachondos. Bueno, esta soy yo.

La verdad es que nadie que me conozca puede imaginar lo caliente que soy. Porque seguramente si mi madre se enterara me castigaría, y además, en el colegio siempre he tenido fama de buena chica y buena estudiante, así que nadie se imagina cómo soy en realidad. Pero gracias a alguien todo cambió: mi mejor amiga. Es una chica muy simpática y dulce, nunca me juzga a pesar de lo que le digo, y lo mejor es que tenemos gustos parecidos.
Tengo un problema muy serio con la pornografía y la masturbación. Esto me ha llevado a exponerme mucho. La verdad es que todavía no he hecho nada, aunque me gustaría, pero no he hecho nada por miedo. El caso es que soy una chica religiosa, y mi familia y yo estamos muy involucrados en nuestra religión. Por lo tanto, el tema del sexo no es algo de lo que hablemos mucho. Por vergüenza y problemas del pasado.
Mi familia ya tiene problemas con la adicción al sexo, así que es muy difícil hablar de ello. El único que no tiene esos antecedentes es mi padrastro, y me da mucha vergüenza hablar del tema con él, aunque sea anciano de la congregación. En casa, todos somos testigos de Jehová bautizados, y yo soy precursora regular.
Para los miembros de la congregación, soy una persona espiritual debido a la reputación de mi familia por tener un anciano en la congregación; somos una familia muy conocida. También participamos en diversas actividades espirituales.
Creo que tengo un problema serio porque solo con escribir esto me excito muchísimo. En serio, estoy tan mojada que no se lo pueden imaginar. Imaginar las caras de mis profesores, de los hermanos de la congregación, y también algo mucho más pervertido: imagina la erección que le provocaría a mi padrastro leer esto me puso muy cachonda.
Pero quiero advertirles algo: no todas las mujeres religiosas somos unas putas. Yo soy una puta, pero no por ser religiosa jejeje. Bueno, ya entienden, no todas somos iguales. Bueno, la cosa es que me encanta escribir casi tanto como ver porno y masturbarme, así que estoy abierta a sugerencias sobre qué puedo subir.
29 comentarios - (Cosas sobre mi) parte 1
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