You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La tanga de mi madre

Relato ficticio
Todo comienza cuando recién llege ala pubertad, mi hormonas andaban al mil por hora.
Todos los días me la pasaba viendo porno, hasta que inevitablemente me dejó de satisfacer verlo.
Así que como buen adolescente calenturiento busque nuevas formas de placer, un día vi un pots de un chico que decía que las tangas usadas eran los mejor para masturbarte, me entró la curiosidad así que busqué más del tema, tanto que me la pasaba horas leyendo acerca de gente que tomaba tangas ajenas y las ocupaba para satisfacerse. Tal fue mis gusto por estos temas que decidí realizar lo yo mismo, pero había un inconveniente y era de donde diablos conseguía una tanga usada.
Yo había leído de que muchos las compraban a chicas que las ofrecían por Internet, pero como era un adolescente no podía simplemente comprarlas, así estuve unos días, ideando como conseguirlas, hasta que un día se dio.
Ese día mi madre, salio de casa y me dejó que lávate la ropa sucia, mi madre no era la mujer más bella que digamos era normalita, algo güera y de tamaño promedio, solo su culo sobresalía un poco del resto de mujeres.
Hasta ese día yo la veía de la forma normal, pero lo que descubrí en el cesto de ropa cambió mi forma de verla completamente, me dirigí al baño en donde estaba el cesto lo tomé y lo llevé a la lavadora, como la ropa pesaba demasiado decidí que metería de uno a uno la ropa a la lavadora, todo iba normal hasta que de pronto lo toque sin querer lo tire a la lavadora, pero unos segundos después me fije bien lo que era, una tanga normalita color negro, pero eso era suficiente para despertar en mi una morbosidad intensa, la miré unos segundos, para luego darme cuenta de que mi pene estaba palpitando como loco y erecto como tronco.
No lo dude ni un segundo tan rápido como la vi me dirigí rápidamente hacia mi cuarto, me saque mi hinchado pene y prosedi a frotar la tanga contra el, no fue mucho tiempo puesto que mi exictacion fue tal que me hizo acabar en poco tiempo.
Tan pronto como se me bajo la calentura fui a dejar la tanga a la lavadora, con el corazón al mil.
Ese día descubrí mi mayor fetiche el incesto madre e hijo, siendo solo este el inicio de mi gusto por las tangas de mi madre.
La tanga de mi madre

(Imagen de referencia)

2 comentarios - La tanga de mi madre