No, no estoy loca.
Sé que hubo un asesinato y sé que mí reacción fué tener una experiencia lésbica.
Cada uno maneja sus emociones como puede y busca confort de la manera que le sale.
Pasaron 3 o 4hs desde el hecho. Yo estaba aún desnuda con Coti en la cama, pero ya el tema había vuelto a nosotras.
"PUM PUM, TODOS ABAJO" el golpe contundente en la puerta y el grito nos asustó entre caricias y susurros.
Saltamos de la cama. Entendimos que había que bajar, Julio llamaba a todos.
Miré mí reloj, eran las 9 de la noche. La tormenta había parado. Supuse que llegó la policía y cambiándonos rápido, bajamos las escaleras juntas.
"Nos dijeron que la tormenta va a volver, no pueden venir, pero nadie debe tocar el cuerpo. Sin embargo, acá uno de ustedes es un asesino hijo de puta y no voy a pasar una noche con uno"
Julio tenía en su mano otra vez la cuchilla. Yo estaba casi detrás de Coti, estaba súper asustada. Ahí entendí que se refería a la policía cuando decía que no iban a venir. Y él, quería hacer justicia por mano propia.
El salón tenía unas mantas en el piso, como perros, nos invitó a elegir una y aclaró. "Van a dormir acá si hace falta, no se abre la puerta hasta que no sepa quién fué".
Todos se miraban entre sí. Incluso hasta los franceses habían bajado, supongo creyendo lo mismo que yo.
"Ustedes gringos no nos dieron su historia"
Paul titubeaba, Jerome dió un paso al frente muy enojado y con un español muy pobre dijo "NO NOSOTROS".
Nacho le preguntó en inglés, si podían explicar dónde estaban.
Su coartada fué la misma (o igual de pobre) que la del resto. "Juntos en otra habitación".
En mí cerebro, recapitulaba la situación.
Mateo, Clari y Julio, encuentran el cuerpo de Ramón en la entrada.
Jerome y Paul, en su habitación. Nacho y Lala, en la suya. Julián y Pablo lo mismo y por último nosotras dos en una sala de al lado.
Realmente éramos las más sospechosas por la ubicación, nos salvaba el "no conocernos", sino todos sospecharían. Incluso quizás, cierto machismo de que dos mujeres no podrían.
Nacho: "Julio, perdón. Pudiste ver qué lo mató?"
Julio: "tiene un corte en el pecho, lo apuñalaron"
Lala: "y el arma?"
Todos se miraron. Volvió a sonar la voz de Julio.
"Mateo, vos y Clara busquen si la encuentran. Yo me quedo cuidando que nadie salga. No confío en nadie".
Los chicos salieron a revisar por varios minutos, incluso, vimos sus linternas afuera. Sin embargo, era imposible que encuentren cualquier cosa habiendo pasado la tormenta.
Julio, por su parte, siguió increpando a todos. Incluso hasta nosotras pasamos a formar parte de su lista de sospechosos.
Sin embargo, quienes seguían aún entre ceja y ceja era "los gringos".
"Ustedes qué mierda hacen acá? Expliquen".
Nacho pobre hacía de traductor, quedando en el medio de una situación en donde ellos no querían (o no sentían que deban) aclarar nada.
Los chicos volvieron sin nada, no encontraron el arma.
Se vivía un clima tenso. Realmente.
Jerome gritó en inglés "yo no voy a dormir como un animal acá!". Y fué para la puerta. Julio, que poco entendió pero sí vió su gesto, fué bruscamente a enfrentarlo. Si bien el segundo estaba armado, se notaba que no tenía mucho miedo porque el otro era una bestia que le llevaba dos cabezas!
Entre empujones, entre las 4 chicas calmamos la situación. Clari habló con Julio para que deje salir a la gente. Este aceptó, dijo que nadie podría cerrar su puerta, él estaría haciendo guardias.
Fué un poco extraño, la mayoría fuimos para la cocina. Había que comer algo, al menos por el estrés.
Julián, Pablo, Coti, Nacho, Lala, Paul, Jerome y yo, nos sentamos en la mesa a charlar.
Era raro, éramos los mismos que esa mañana, sin embargo, la sospecha rondaba por todos nosotros. Disimuladamente, todos preguntaban dónde había estado el otro.
Lala, con un tono muy dulce indagó a Pablo... "Vos por qué bajaste tan enojado?"
Pablo: "eh...es que... Yo... No encontraba la plata que traje"
Julián miraba al piso.
Fué un poco extraño, Paul en un español improvisado indagó más "seguro?"
Pablo: "si chicos" algo enojado y a la defensiva.
Julián, apartaba la mirada de la situación.
Yo: "Juli, vos estabas?"
Julián abrió los ojos sorprendido.
Julián: "Pablo ya fué, estabas en el baño cagando, qué más da?"
Se hizo un silencio en la mesa, Pablo puteó a Julián y las sospechas sobre este crecieron. Julián veía la situación con confianza por ser su amigo, pero a todos nos sorprendió que este chico de aspecto tan lúgubre haya sido el único "solo por los pasillos".
Su defensa, lejos de ser creíble, fué un ataque a su propio amigo.
"Sos boludo? Vos también estabas solo ahora, el loco ese del cuchillo nos va a matar"
Nacho miraba horrorizado la situación. Lala, orgullosa de su pregunta inicial, veía como la coartada de estos dos se desarmaba.
"Me había cogido a un asesino?" Fué lo primero que pasó por mí cabeza. Me alteró un poco la situación. Había estado a solas con él, no sabía qué creer.
Tratamos de charlarlo con calma, en algo tenían razón, Julio no indagaría con la mente fría.
Lala: "chicos, es muy grave lo que hicieron"
En coro, ambos se defendieron "no matamos a nadie".
Lala: "no, pero mintieron. Cómo podemos confiar en ustedes? Cómo lo va a hacer la policía? Y cómo creen que lo va a tomar Julio?"
Fué tajante, sus caras se desfiguraron. Ella tenía razón.
Julián: "por favor, ayudennos a saber quién fué, este loco nos va a matar sino". Sonaba desesperado. Estaba casi con los ojos llorosos.
Pablo, se lo veía con enojo, algo de resentimiento por quedar expuesto y en el ojo de la tormenta. Un idiota sinceramente.
Pablo: "pero nosotros cómo podemos confiar en ustedes? Todos estaban en la misma situación que nosotros"
Lala: "mirá nene, te voy a ayudar pero si te haces el cocorito no". Todo lo chiquitita y dulce que parecía, era lo opuesto en su personalidad, era bravísima.
Lala: "acá vamos a tener que confiar entre nosotros, aunque seguramente haya uno que nos esté mintiendo y ocultando su verdadera identidad".
Lala: "Coti y Sabri, revisen nuestro cuarto. Las dejamos. Nosotros dos vamos al de los chicos (mirando a Julián y Pablo), ellos dos, que vayan al de los franceses y los franceses al suyo"
Todos estuvimos de acuerdo que era una forma de ser transparentes con el otro. Accedimos los 4 grupos y fuimos a ello.
Yo: "podes creer esto? Es una locura lo que estamos haciendo"
Coti: "ni me digas, venía a estar tranquila y pasa esto"
La vi reírse, en su mano tenía un lubricante.
Coti: "se ve que la pasan bien los casados".
Acto seguido, entre la sabana me encontré un plug anal. No habíamos encontrado ninguna arma, lo único que se podía clavar de esa habitación, ya lo había experimentado posiblemente Lala.
Ahí nos dimos cuenta que nuestras sábanas evidencian también que en nuestro caso hubo bastante acción. De hecho, saliendo del cuarto de los chicos, en la escalera cruzamos a Paul y Jerome que nos miraron sonrientes...
La situación seguía volviéndose aún más rara. Nadie podía dejar de pensar en nada más que sexo en ese lugar.
Lala, cruzó una mirada cómplice con nosotras, se rió sutilmente y entendimos que por eso nos mandó a ambas a su habitación. Confiaba en que como mujeres, la íbamos a entender.
Julio ante tanto movimiento volvió. Algo alterado.
Lala le explicó que habíamos revisado las habitaciones, queríamos poder confiar en el otro.
Pensamos que estallaría en cólera, pero lo tomó bien.
Llamó a Nacho y Lala, les pidió ir a una sala. Lógicamente accedieron y estuvieron 15 a 20min con él.
Cuando regresaron, fué el turno de Pablo y Juli, misma situación.
"Chicas, ustedes no hace falta, aunque alguna venga a traducir" e hizo que lo acompañen los franceses.
Coti me miró como diciendo "no sé inglés" por lo que tuve que ir yo.
Se cerró la puerta, sentaron en una oficinita a Paul y Jerome y empezó.
Julio: "los chicos me dijeron que fueron ustedes"
Quedé impactada, me olvidé de traducir y solo los miré.
Paul logró entender y saltó de su silla negando todo, supongo que en francés porque no entendí nada.
Con más calma, me miró y me pidió que le haga explicar eso a Julio, quien miraba desafiante la escena.
Julio: "te explico chiquito. La gente señala a ustedes dos como los que mataron a Ramón, los pienso entregar a la policía, tanto Mateo como Clara van a declarar lo mismo que yo escuché y van a morir en la cárcel acá".
Ni ellos ni yo, sabíamos quién había confirmado esto, pero ellos estaban indignados negándolo todo.
Julio: "tienen forma de demostrar que es mentira? Que no estaban ahí? Porque el resto si"
Todo era muy extraño. Incluso, la forma en la que reaccionaron, ofreciendo explicaciones, los hacía ver poco sospechosos.
Julio: "suban, los pienso encerrar, asesinos como ustedes no pueden estar libres"
Paul lloraba, me pedía que le traduzca aunque me resultaba difícil de entender entre llantos. El puño de Jerome, estaba cerrado, parecía que le iría a pegar a su acusador.
Cómo acto de buena fé, accedieron a ir a su habitación "la policía lo va a aclarar".
El resto, shockeados, fuimos de nuevo a la sala. Apenas comimos, subimos a las habitaciones, me fué inevitable ver la puerta de los chicos franceses cerrada con candado.
Me costaba verlos capaces de eso. Sin embargo, sentía miedo aún, si no eran ellos, quién?
Le avisé a Coti que iría a la habitación de Nacho y Lala a conversar.
Golpee y me abrió Nacho, en remera y boxer.
"Uy Sabri, perdón"
"No perdón yo Nacho, es que necesitaba hablar con ustedes..."
Pasé sin ser invitada y me senté en su cama, aún confusa de todo lo que pasó.
Lala me abrazó, me afirmó que ella tampoco creía que fuese así.
Estiré mí brazo y me volví a chocar con su "juguete". Lejos de poner cara de avergonzada, se rió conmigo de eso y me dijo "te lo presto cuando quieras".
Nacho miraba la situación mientras buscaba un pantalón.
"Ay ya fué, ni que la chica nunca hubiera visto alguien en boxer" le dijo su esposa.
Lala, de hecho, no estaba mucho más tapada. Ella estaba en remera tipo top y tanga. La verdad que era muy hermosa, me costaba entender cómo es que estaban juntos ellos.
"Tranqui Nacho, tiene razón" dije riéndome y agregué "lo que sí no había visto uno de estos!" Y entre risas señalé el plug anal de Lala...
"Ayyy malditaaaaa, bastaaaa" me dijo en tono aniñado ella y se me tiró encima jugando. Fué raro, porque en otro momento le hubiera restado importancia, pero venía de una experiencia lésbica hace horas, mí conchita esa mañana también había sido penetrada dos veces por dos vergas distintas. Me costó contextualizar con todo lo que estaba pasando, lo que Lala hizo.
Respondí su arrebato con un beso, ella accedió sin sorprenderse, de hecho, la sorprendida fui yo al ver cómo esa chica se tomaba todo con tanta naturalidad.
Sentí sus manos buscando mis tetas por debajo de la tela, rápidamente se había soltado y el beso aumentó su intensidad.
Ella, a diferencia de Coti, estaba arriba mío pero era manejable, disfrutaba de acariciar su delicado cuerpo entre besos.
Me olvidé por completo que su esposo nos miraba. Me frené en seco y le pedí disculpas a ella y después a él.
Nacho, miraba con una notable erección.
Lala: "tranquila, somos pareja abierta".
Y volvió a aferrarse de mis labios, mordiendolos y liberando una de mis tetas por encima del vestido.
Me dejé llevar, por unos minutos estuvimos desnudando a la otra hasta quedar desnudas, mí tanga estaba a centímetros de los pies de Nacho, quién aún miraba firme la escena sin moverse.
"Me encantas, pero creo que tengo que volver" dije de forma poco creíble, contemplando que estaba totalmente desnuda igual que ella.
"Sabri, tranquila, mí esposo no va a intervenir. Y si querés, vamos a tu habitación si te sentís más cómoda"
No entendía cómo podía pasar todo esto en menos de 24 horas, pero ahí estaba, semi desnuda en los pasillos de un hostel donde hubo un homicidio, caminando de la mano con una mujer casada.
Entramos a la habitación y dejamos caer la poca ropa que nos tapaba. Coti miró sin entender nada, pero feliz.
De hecho, recibió más que complacida a Lala sobre ella que se tiró a "invitarla" a nuestro encuentro.
Era increíble la diferencia de cuerpos, ambas hermosas, pero tan diferentes.
Coti no perdió el tiempo y le colaba los dedos a Lala, quién gemia entre sus tetas. Me sumé con ellas, besaba a Lala por la espalda mientras masajeaba sus tetas. Tenía poco, pero muy firmes y rosaditos los pezones. Era diosa, iban acorde a su cuerpo.
Coti bajó la cabeza de Lara hasta ubicarla en su entrepierna, Lara no dudó, su lengua empezó a jugar con la conchita de ella y yo hice lo mismo con nuestra invitada, que estaba en 4 dándole sexo oral a mí compañera.
Era una escena que seguro la gente pagaría por ver, un trencito lésbico, qué fué rotando entre gemidos y besos. Después fué mí turno de recibir la lengua de Lala en mí conchita, lo hacía muy bien, estaba disfrutando de cada lamida boca arriba cuando vi venir a Coti.
"Tengo ganas de que pruebes esto..."
Lo siguiente que vi, fué su conchita en mí cara y su culazo. Se sentó sobre mí, nublando toda mí vida y mí poco oxígeno que recibía, casi que dependía de cómo le chupaba la conchita a ella.
Pedí la noción del tiempo que pasé ahí, solo sé que me acabé con ese morbo que me hizo sentir.
Mis piernas temblaban, pero eso no frenaba tampoco a Lala.
Finalmente, después de un rato largo Coti salió y sentí una bocanada de aire entrando a mis pulmones.
Era solo una ilusión, volvió a bajar y asfixiarme una vez más. Así, repetidas veces, dándome sentones en la cara. Estaba entregada, esperando con mí lengua afuera. Recorrí su conchita y ano, según lo que tocaba.
Finalmente se detuvo.
"Vení, parece que Lala tiene una sorpresa" me dijo Coti.
"Te dije que te lo iba a prestar".
Lala entre su ropa, había traído su plug.
"Lo que sí, no hay gel, así que ponete en 4" rió Lala.
Accedí, su delicada lengua fué recorriendo mí ano mientras Coti abría mí cola.
"Esta colita no es virgen" dijo mí compañera de habitación y rieron.
Sentí la goma entrando despacio por mí culito y escuchaba gemir a Lala. Coti estaba chupándole su conchita mientras me penetraba a mí.
Realmente Coti tenía razón, no era mí primera vez ni por asomo, entró con facilidad y Lala empezó a meterlo y sacarlo mientras me chupaba la conchita a la vez.
No podía evitar gritar, la habitación contigua era la de ella así que solo Nacho podría escuchar.
Me cogió el culito por un buen rato hasta que ella se empezó a acabar gracias a la lengua mágica de Coti.
Era difícil de resistir sinceramente.
Las dos fuimos a agradecerle, ambas nos volcamos sobre ella y nos repartimos entre sus tetas y conchita. Logramos hacerla acabar y quedamos en esa pequeña cama apiladas entre sí.
Lala juntó su ropa rápido y se fué con su esposo.
Nosotras, intentamos pasar esa larga noche.
Sé que hubo un asesinato y sé que mí reacción fué tener una experiencia lésbica.
Cada uno maneja sus emociones como puede y busca confort de la manera que le sale.
Pasaron 3 o 4hs desde el hecho. Yo estaba aún desnuda con Coti en la cama, pero ya el tema había vuelto a nosotras.
"PUM PUM, TODOS ABAJO" el golpe contundente en la puerta y el grito nos asustó entre caricias y susurros.
Saltamos de la cama. Entendimos que había que bajar, Julio llamaba a todos.
Miré mí reloj, eran las 9 de la noche. La tormenta había parado. Supuse que llegó la policía y cambiándonos rápido, bajamos las escaleras juntas.
"Nos dijeron que la tormenta va a volver, no pueden venir, pero nadie debe tocar el cuerpo. Sin embargo, acá uno de ustedes es un asesino hijo de puta y no voy a pasar una noche con uno"
Julio tenía en su mano otra vez la cuchilla. Yo estaba casi detrás de Coti, estaba súper asustada. Ahí entendí que se refería a la policía cuando decía que no iban a venir. Y él, quería hacer justicia por mano propia.
El salón tenía unas mantas en el piso, como perros, nos invitó a elegir una y aclaró. "Van a dormir acá si hace falta, no se abre la puerta hasta que no sepa quién fué".
Todos se miraban entre sí. Incluso hasta los franceses habían bajado, supongo creyendo lo mismo que yo.
"Ustedes gringos no nos dieron su historia"
Paul titubeaba, Jerome dió un paso al frente muy enojado y con un español muy pobre dijo "NO NOSOTROS".
Nacho le preguntó en inglés, si podían explicar dónde estaban.
Su coartada fué la misma (o igual de pobre) que la del resto. "Juntos en otra habitación".
En mí cerebro, recapitulaba la situación.
Mateo, Clari y Julio, encuentran el cuerpo de Ramón en la entrada.
Jerome y Paul, en su habitación. Nacho y Lala, en la suya. Julián y Pablo lo mismo y por último nosotras dos en una sala de al lado.
Realmente éramos las más sospechosas por la ubicación, nos salvaba el "no conocernos", sino todos sospecharían. Incluso quizás, cierto machismo de que dos mujeres no podrían.
Nacho: "Julio, perdón. Pudiste ver qué lo mató?"
Julio: "tiene un corte en el pecho, lo apuñalaron"
Lala: "y el arma?"
Todos se miraron. Volvió a sonar la voz de Julio.
"Mateo, vos y Clara busquen si la encuentran. Yo me quedo cuidando que nadie salga. No confío en nadie".
Los chicos salieron a revisar por varios minutos, incluso, vimos sus linternas afuera. Sin embargo, era imposible que encuentren cualquier cosa habiendo pasado la tormenta.
Julio, por su parte, siguió increpando a todos. Incluso hasta nosotras pasamos a formar parte de su lista de sospechosos.
Sin embargo, quienes seguían aún entre ceja y ceja era "los gringos".
"Ustedes qué mierda hacen acá? Expliquen".
Nacho pobre hacía de traductor, quedando en el medio de una situación en donde ellos no querían (o no sentían que deban) aclarar nada.
Los chicos volvieron sin nada, no encontraron el arma.
Se vivía un clima tenso. Realmente.
Jerome gritó en inglés "yo no voy a dormir como un animal acá!". Y fué para la puerta. Julio, que poco entendió pero sí vió su gesto, fué bruscamente a enfrentarlo. Si bien el segundo estaba armado, se notaba que no tenía mucho miedo porque el otro era una bestia que le llevaba dos cabezas!
Entre empujones, entre las 4 chicas calmamos la situación. Clari habló con Julio para que deje salir a la gente. Este aceptó, dijo que nadie podría cerrar su puerta, él estaría haciendo guardias.
Fué un poco extraño, la mayoría fuimos para la cocina. Había que comer algo, al menos por el estrés.
Julián, Pablo, Coti, Nacho, Lala, Paul, Jerome y yo, nos sentamos en la mesa a charlar.
Era raro, éramos los mismos que esa mañana, sin embargo, la sospecha rondaba por todos nosotros. Disimuladamente, todos preguntaban dónde había estado el otro.
Lala, con un tono muy dulce indagó a Pablo... "Vos por qué bajaste tan enojado?"
Pablo: "eh...es que... Yo... No encontraba la plata que traje"
Julián miraba al piso.
Fué un poco extraño, Paul en un español improvisado indagó más "seguro?"
Pablo: "si chicos" algo enojado y a la defensiva.
Julián, apartaba la mirada de la situación.
Yo: "Juli, vos estabas?"
Julián abrió los ojos sorprendido.
Julián: "Pablo ya fué, estabas en el baño cagando, qué más da?"
Se hizo un silencio en la mesa, Pablo puteó a Julián y las sospechas sobre este crecieron. Julián veía la situación con confianza por ser su amigo, pero a todos nos sorprendió que este chico de aspecto tan lúgubre haya sido el único "solo por los pasillos".
Su defensa, lejos de ser creíble, fué un ataque a su propio amigo.
"Sos boludo? Vos también estabas solo ahora, el loco ese del cuchillo nos va a matar"
Nacho miraba horrorizado la situación. Lala, orgullosa de su pregunta inicial, veía como la coartada de estos dos se desarmaba.
"Me había cogido a un asesino?" Fué lo primero que pasó por mí cabeza. Me alteró un poco la situación. Había estado a solas con él, no sabía qué creer.
Tratamos de charlarlo con calma, en algo tenían razón, Julio no indagaría con la mente fría.
Lala: "chicos, es muy grave lo que hicieron"
En coro, ambos se defendieron "no matamos a nadie".
Lala: "no, pero mintieron. Cómo podemos confiar en ustedes? Cómo lo va a hacer la policía? Y cómo creen que lo va a tomar Julio?"
Fué tajante, sus caras se desfiguraron. Ella tenía razón.
Julián: "por favor, ayudennos a saber quién fué, este loco nos va a matar sino". Sonaba desesperado. Estaba casi con los ojos llorosos.
Pablo, se lo veía con enojo, algo de resentimiento por quedar expuesto y en el ojo de la tormenta. Un idiota sinceramente.
Pablo: "pero nosotros cómo podemos confiar en ustedes? Todos estaban en la misma situación que nosotros"
Lala: "mirá nene, te voy a ayudar pero si te haces el cocorito no". Todo lo chiquitita y dulce que parecía, era lo opuesto en su personalidad, era bravísima.
Lala: "acá vamos a tener que confiar entre nosotros, aunque seguramente haya uno que nos esté mintiendo y ocultando su verdadera identidad".
Lala: "Coti y Sabri, revisen nuestro cuarto. Las dejamos. Nosotros dos vamos al de los chicos (mirando a Julián y Pablo), ellos dos, que vayan al de los franceses y los franceses al suyo"
Todos estuvimos de acuerdo que era una forma de ser transparentes con el otro. Accedimos los 4 grupos y fuimos a ello.
Yo: "podes creer esto? Es una locura lo que estamos haciendo"
Coti: "ni me digas, venía a estar tranquila y pasa esto"
La vi reírse, en su mano tenía un lubricante.
Coti: "se ve que la pasan bien los casados".
Acto seguido, entre la sabana me encontré un plug anal. No habíamos encontrado ninguna arma, lo único que se podía clavar de esa habitación, ya lo había experimentado posiblemente Lala.
Ahí nos dimos cuenta que nuestras sábanas evidencian también que en nuestro caso hubo bastante acción. De hecho, saliendo del cuarto de los chicos, en la escalera cruzamos a Paul y Jerome que nos miraron sonrientes...
La situación seguía volviéndose aún más rara. Nadie podía dejar de pensar en nada más que sexo en ese lugar.
Lala, cruzó una mirada cómplice con nosotras, se rió sutilmente y entendimos que por eso nos mandó a ambas a su habitación. Confiaba en que como mujeres, la íbamos a entender.
Julio ante tanto movimiento volvió. Algo alterado.
Lala le explicó que habíamos revisado las habitaciones, queríamos poder confiar en el otro.
Pensamos que estallaría en cólera, pero lo tomó bien.
Llamó a Nacho y Lala, les pidió ir a una sala. Lógicamente accedieron y estuvieron 15 a 20min con él.
Cuando regresaron, fué el turno de Pablo y Juli, misma situación.
"Chicas, ustedes no hace falta, aunque alguna venga a traducir" e hizo que lo acompañen los franceses.
Coti me miró como diciendo "no sé inglés" por lo que tuve que ir yo.
Se cerró la puerta, sentaron en una oficinita a Paul y Jerome y empezó.
Julio: "los chicos me dijeron que fueron ustedes"
Quedé impactada, me olvidé de traducir y solo los miré.
Paul logró entender y saltó de su silla negando todo, supongo que en francés porque no entendí nada.
Con más calma, me miró y me pidió que le haga explicar eso a Julio, quien miraba desafiante la escena.
Julio: "te explico chiquito. La gente señala a ustedes dos como los que mataron a Ramón, los pienso entregar a la policía, tanto Mateo como Clara van a declarar lo mismo que yo escuché y van a morir en la cárcel acá".
Ni ellos ni yo, sabíamos quién había confirmado esto, pero ellos estaban indignados negándolo todo.
Julio: "tienen forma de demostrar que es mentira? Que no estaban ahí? Porque el resto si"
Todo era muy extraño. Incluso, la forma en la que reaccionaron, ofreciendo explicaciones, los hacía ver poco sospechosos.
Julio: "suban, los pienso encerrar, asesinos como ustedes no pueden estar libres"
Paul lloraba, me pedía que le traduzca aunque me resultaba difícil de entender entre llantos. El puño de Jerome, estaba cerrado, parecía que le iría a pegar a su acusador.
Cómo acto de buena fé, accedieron a ir a su habitación "la policía lo va a aclarar".
El resto, shockeados, fuimos de nuevo a la sala. Apenas comimos, subimos a las habitaciones, me fué inevitable ver la puerta de los chicos franceses cerrada con candado.
Me costaba verlos capaces de eso. Sin embargo, sentía miedo aún, si no eran ellos, quién?
Le avisé a Coti que iría a la habitación de Nacho y Lala a conversar.
Golpee y me abrió Nacho, en remera y boxer.
"Uy Sabri, perdón"
"No perdón yo Nacho, es que necesitaba hablar con ustedes..."
Pasé sin ser invitada y me senté en su cama, aún confusa de todo lo que pasó.
Lala me abrazó, me afirmó que ella tampoco creía que fuese así.
Estiré mí brazo y me volví a chocar con su "juguete". Lejos de poner cara de avergonzada, se rió conmigo de eso y me dijo "te lo presto cuando quieras".
Nacho miraba la situación mientras buscaba un pantalón.
"Ay ya fué, ni que la chica nunca hubiera visto alguien en boxer" le dijo su esposa.
Lala, de hecho, no estaba mucho más tapada. Ella estaba en remera tipo top y tanga. La verdad que era muy hermosa, me costaba entender cómo es que estaban juntos ellos.
"Tranqui Nacho, tiene razón" dije riéndome y agregué "lo que sí no había visto uno de estos!" Y entre risas señalé el plug anal de Lala...
"Ayyy malditaaaaa, bastaaaa" me dijo en tono aniñado ella y se me tiró encima jugando. Fué raro, porque en otro momento le hubiera restado importancia, pero venía de una experiencia lésbica hace horas, mí conchita esa mañana también había sido penetrada dos veces por dos vergas distintas. Me costó contextualizar con todo lo que estaba pasando, lo que Lala hizo.
Respondí su arrebato con un beso, ella accedió sin sorprenderse, de hecho, la sorprendida fui yo al ver cómo esa chica se tomaba todo con tanta naturalidad.
Sentí sus manos buscando mis tetas por debajo de la tela, rápidamente se había soltado y el beso aumentó su intensidad.
Ella, a diferencia de Coti, estaba arriba mío pero era manejable, disfrutaba de acariciar su delicado cuerpo entre besos.
Me olvidé por completo que su esposo nos miraba. Me frené en seco y le pedí disculpas a ella y después a él.
Nacho, miraba con una notable erección.
Lala: "tranquila, somos pareja abierta".
Y volvió a aferrarse de mis labios, mordiendolos y liberando una de mis tetas por encima del vestido.
Me dejé llevar, por unos minutos estuvimos desnudando a la otra hasta quedar desnudas, mí tanga estaba a centímetros de los pies de Nacho, quién aún miraba firme la escena sin moverse.
"Me encantas, pero creo que tengo que volver" dije de forma poco creíble, contemplando que estaba totalmente desnuda igual que ella.
"Sabri, tranquila, mí esposo no va a intervenir. Y si querés, vamos a tu habitación si te sentís más cómoda"
No entendía cómo podía pasar todo esto en menos de 24 horas, pero ahí estaba, semi desnuda en los pasillos de un hostel donde hubo un homicidio, caminando de la mano con una mujer casada.
Entramos a la habitación y dejamos caer la poca ropa que nos tapaba. Coti miró sin entender nada, pero feliz.
De hecho, recibió más que complacida a Lala sobre ella que se tiró a "invitarla" a nuestro encuentro.
Era increíble la diferencia de cuerpos, ambas hermosas, pero tan diferentes.
Coti no perdió el tiempo y le colaba los dedos a Lala, quién gemia entre sus tetas. Me sumé con ellas, besaba a Lala por la espalda mientras masajeaba sus tetas. Tenía poco, pero muy firmes y rosaditos los pezones. Era diosa, iban acorde a su cuerpo.
Coti bajó la cabeza de Lara hasta ubicarla en su entrepierna, Lara no dudó, su lengua empezó a jugar con la conchita de ella y yo hice lo mismo con nuestra invitada, que estaba en 4 dándole sexo oral a mí compañera.
Era una escena que seguro la gente pagaría por ver, un trencito lésbico, qué fué rotando entre gemidos y besos. Después fué mí turno de recibir la lengua de Lala en mí conchita, lo hacía muy bien, estaba disfrutando de cada lamida boca arriba cuando vi venir a Coti.
"Tengo ganas de que pruebes esto..."
Lo siguiente que vi, fué su conchita en mí cara y su culazo. Se sentó sobre mí, nublando toda mí vida y mí poco oxígeno que recibía, casi que dependía de cómo le chupaba la conchita a ella.
Pedí la noción del tiempo que pasé ahí, solo sé que me acabé con ese morbo que me hizo sentir.
Mis piernas temblaban, pero eso no frenaba tampoco a Lala.
Finalmente, después de un rato largo Coti salió y sentí una bocanada de aire entrando a mis pulmones.
Era solo una ilusión, volvió a bajar y asfixiarme una vez más. Así, repetidas veces, dándome sentones en la cara. Estaba entregada, esperando con mí lengua afuera. Recorrí su conchita y ano, según lo que tocaba.
Finalmente se detuvo.
"Vení, parece que Lala tiene una sorpresa" me dijo Coti.
"Te dije que te lo iba a prestar".
Lala entre su ropa, había traído su plug.
"Lo que sí, no hay gel, así que ponete en 4" rió Lala.
Accedí, su delicada lengua fué recorriendo mí ano mientras Coti abría mí cola.
"Esta colita no es virgen" dijo mí compañera de habitación y rieron.
Sentí la goma entrando despacio por mí culito y escuchaba gemir a Lala. Coti estaba chupándole su conchita mientras me penetraba a mí.
Realmente Coti tenía razón, no era mí primera vez ni por asomo, entró con facilidad y Lala empezó a meterlo y sacarlo mientras me chupaba la conchita a la vez.
No podía evitar gritar, la habitación contigua era la de ella así que solo Nacho podría escuchar.
Me cogió el culito por un buen rato hasta que ella se empezó a acabar gracias a la lengua mágica de Coti.
Era difícil de resistir sinceramente.
Las dos fuimos a agradecerle, ambas nos volcamos sobre ella y nos repartimos entre sus tetas y conchita. Logramos hacerla acabar y quedamos en esa pequeña cama apiladas entre sí.
Lala juntó su ropa rápido y se fué con su esposo.
Nosotras, intentamos pasar esa larga noche.
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