Mi hermana Belén 3

Primer capítulo de esta serie-----> Mi hermana Belén
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Al otro día me fui al colegio y por suerte no hubo comentarios de fotos de mi hermana.
Se fue la profesora de matemática e instintivamente le miré el culo, tenía buen culo la vieja. Rápidamente hice la asociación culo --> mi hermana
Le mandé un WhatsApp para ver qué onda
·        Bueno, está todo tranquilo acá se nota que no subiste ninguna foto zarpada
·        Queres que suba una?
·        Lo que vos quieras
·        ¿O queres que te mande una en privado a vos?
Mi hermana estaba jugando muy fuerte y eso tenía consecuencias: mi pija se estaba parando en el medio de la clase de historia.
El profesor hablaba de Perón, de la dictadura militar y mi cabeza solo tenía capacidad de concentración para el WhatsApp que mostraba un “Belén” en la parte superior
La pantalla del celular se ilumina y no puedo contener las ganas de mirar para ver si es un mensaje de ella. Y sí, es un mensaje de mi hermana. Una foto.
Bajo el teléfono para que nadie pueda verme y abro la foto. Mi pija dio un sacudón al verla. En la pantalla se veía a mi hermana completamente desnuda, pero tapándose con la mano la concha debajo de su hermosa panza y las tetas con el brazo
-        Ufff Belén – alcancé a responderle
-        ¿Te gusta?
-        Mucho – le dije
El profesor me vio y me retó quitándome el teléfono. Por suerte pude llegar a bloquearlo para que no se vea nada más.
Cuando terminó la hora, me devolvió el teléfono y tenía varios mensajes de mi hermana en los que se la notaba caliente y terminó con un “Bueno, te dejo”
Llegué a casa y Belén estaba en la cocina sentada a la mesa mientras mi mamá preparaba la comida. La noté enfadada y se calmó cuando le expliqué que me sacó el teléfono el profesor.
Mi madre se giró sin entender bien que pasaba.
-        ¿Por qué te sacó el teléfono el profesor?
-        Porque Belén me había preguntado algo y justo le estaba respondiendo
-        Bueno, pero tené cuidado – dijo mi mama
Mi hermana me miró con una sonrisa cómplice y se levantó la remera para acariciarse la panza. Me gustaba mucho verla acariciándose el vientre.
Mi madre volvió a girarse para hacer la comida y mi hermana me agarró la mano y la puso en su panza. Mi pija se paró automáticamente.
-        Mirá, tocá, se mueve, fíjate – me decía Belén
-        Ahh si
Era verdad, se movía mi sobrino dentro de la panza de mi hermana. Mi madre dejó todo lo que estaba haciendo y se vino con nosotros.
-        Dejame sentir a mí – dijo mi mamá
Yo retiré la mano y me puse de costado para que mi madre no vea mi erección, que a esta altura era descomunal.
-        Ayyyy siiiii – gritó mi madre y se volvió a hacer la comida
-        Mirá sentí – dijo mi hermana
-        A ver... – dije yo
Mi hermana miró en dirección a mi mamá y agarrando mi mano la pasó por su panza y sin soltarla la dirigió a su teta derecha.
Saqué la mano como si me estuviera quemando. Mi hermana estaba loca. Una cosa era todo lo que habíamos hecho en la pieza, pero otra era correr el riesgo de que mi mamá se diera vuelta y nos descubra.
-        Eyyyy que te pasa? – me preguntó divertida
-        Paráaaa no seas zarpada – le dije
-        ¡Cagón! – me dijo
Nuestra madre apareció con la comida. Comimos todos con mis hermanos, los tres más chicos que dormían todos juntos en una habitación.
Terminamos de comer y me fui a la habitación. Agarré el celular y me puse a mirar redes. Al rato, se abre la puerta y entra mi hermana.




-        Hola hermanitoooo, ¿qué haces?
-        Nada, acá boludeando un rato
-        ¿Te gustó entonces la foto que te mandé?
-        Si – dije cortante
Necesitaba frenar un poco a mi hermana. Todo había empezado como un juego, pero se empezaba a ir de las manos. Me hizo tocarle una teta con nuestra madre a dos metros. Entiendo su calentura, sobretodo, porque la mía es igual o peor, pero debemos controlarnos.
-        ¿Qué pasó que te pusiste tan nervioso cuando me tocaste la…panza?
-        Es que no era solo la panza y mamá estaba muy cerca
-        Bueno, ahora mamá no está cerca…
-        Belén, tenés que calmarte. Tenemos que calmarnos – aclaré
-        Uy que aburrido que sos – decía ella divertida
-        No es cuestión de ser divertido o aburrido. Somos hermanos – la corté
Ni yo me creía este papel de moralista familiar, pero debía hacerlo porque me calentaba mucho mi hermana y sabía que eso estaba mal.
-        Bueno, no te pongas la gorra, era un juego
-        Sí, pero si mamá nos ve se nos pudre todo
Mi hermana caminó hacia donde yo estaba y se puso a mi lado.
-        Dame la mano, vení, no tengas miedo – me dijo
-        ¿Qué queres? – le dije, pero le ofrecí mi mano
-        Mirá – me dijo agarrando mi mano y metiéndola por debajo de su remera para tocarse la panza con ella
-        Tenés una panza hermosa, Belén – le dije para no decir otra cosa
-        ¿Solo mi panza te gusta?
Mi pija empezaba a traicionarme y comenzaba a pararse rápidamente.
-        Ya te dije que estás muy buena ¿qué más queres que te diga?
-        Si te gustan mis tetas – me dijo ella decidida
-        Sí, me gustan ¿estás contenta?
Mi hermana seguía con su mano encima de la mía recorriendo todo el globo que formaba su panza. Se sentía caliente y me gustaba mucho la sensación. Ahora llevó mi mano a la parte de arriba de su panza. Yo me daba cuenta que estaba muy cerca de sus tetas.
-        Si supieras que no tengo corpiño y que tenés la mano tan cerca de mi teta…
-        Belén, no juegues con eso… - le dije tratando de que se detenga
-        Upaaaa, me parece que a tu pija le gusta la idea de tocarme las tetas, ¿no?
Mi hermana me miraba ahora la carpa que formaba mi pantalón y se sonreía. Yo no podía negar que estaba excitado, pero, por un lado, no quería entrar en el juego de ella y por otro, me moría de ganas de acariciar esa teta hermosa que debía tener Belén
Elegí una estrategia mixta, entrar en su juego y distraerla. Las cosas no salieron como esperaba
-        ¿Y a vos te gustó mi pija?
-        Mmmmm – dijo ella
-        Decime – le dije ahora mirándola a los ojos
-        Tenés una pija hermosa, Kevin – me dijo
-        ¿Te gusta?
-        Mucho ¿y a vos mis tetas?
-        Mucho también – le respondí sosteniéndole la mirada
-        Bueno, entonces te voy a dar un regalito
Mi hermana me tomó la mano, la levantó un poco y la apoyó sobre su dura teta. Sentí su globo caliente en mi mano, su pezón fruncido y enhiesto.
-        Sentila – me dijo y comenzó a mover mi mano sobre su teta
-        Ayyyyy Belén, estás loca
-        Decime que no te gusta tocarme…
-        Si, pero…
La puerta se abrió y mi hermana atinó a bajar su mano y la mía y decirle a mi mamá.
-        Mi bebé está pateando de nuevo, mami…
 
Continuará…
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