empece el dia caliente y lo termine enfiestada con mi esposo

caluroso sábado, tenía ganas de mimarme, de darme un lindo gustito, así que decidí sacar un turno en un spa para pasarme una tarde relajada recibiendo todo tipo de masajes y tratamientos corporales. Como Alberto había salido a juntarse con unos amigos y regresaría tarde, empecé a mimarme desde temprano, me saque el bikini que traía puesto, me coloque bloqueador solar en todo el cuerpo y así toda desnudita me acomode en el jardín a tomar un ratito de sol, hasta que se fue acercando la hora de salir de casa hacia el spa, me di una agradable ducha, me puse una tanga colaless deportiva color blanco, un pantalón cortito de hilo súper fresco color verde  y con una camisa del mismo material y color haciendo juego bien holgada ya que por el calor no quería llevar sostén y salí.
Me dirigí a mi cita de spa. Al llegar y entrar al lugar ya empecé a relajarme y disfrutarlo Me recibió una agradable recepcionista confirmo mi turno y me acompaño a una de las cabinas, me mostro donde podía dejar mis cosas y mi cartera y alcanzándome una gran toalla blanca me indico que me preparara y cuando estuviese lista accionara un interruptor en la pared para llamar a Esmeralda que sería la profesional que me atendería, me desnude totalmente me envolví en la toalla y accione el interruptor, me senté en una cómoda silla que estaba junto a donde acomode mis cosas y en unos pocos minutos golpearon la puerta, accedí a que pase y entro una mujer alta y muy bella, de cabello negro perfectamente recogido, con poco busto pero con un cuerpo muy atlético, vestida con un ambo blanco impecable, se presentó y pidiéndome, que me recostara en la camilla boca abajo. Acomodo la toalla doblándola perfectamente en un rectángulo casi perfecto que solo cubría mi cola, Me pregunto si prefería algún tipo de masaje en particular, a lo cual le respondí que estaba totalmente entregada a sus manos y que tenía total libertad para hacer su magia. Se colocó una loción oleosa en sus manos y comenzó con el masaje primero por mi cuello luego por mis omoplatos y luego por mi espalda llegando a mi cintura, esparciendo la loción delicadamente por toda mi piel, para comenzar a hacer presión con sus dos manos en la unión de mi cintura con mi cola haciendo círculos con sus pulgares a todo lo largo de mi columna vertebral, le tomó un buen tiempo masajear y acariciar cada centímetro de mi espalda para agregar más loción a sus manos para masajear cada uno de mis brazos y recorriéndolos por todo su largo, para ese momento yo ya me sentía flotar entre nubes, cuando sus manos abandonaron la parte superior de mi cuerpo para con mucha más loción en sus manos, masajear cada una de mis piernas desde los tobillo hasta casi alcanzar mi entrepierna desnuda, pasando por el interior y exterior de mis muslos ligeramente separado, cerré mis ojos para entrar en una somnolencia sumamente relajante y continuo por largos minutos recorriendo mi cuerpo con sus manos aceitosas masajeando cada rincón de mi cuerpo, cuando termino me aconsejo que me quedara por unos minutos recostada en la camilla para que la piel absorbiera toda la loción y me vistiera que ya había terminado, se despidió y me dejo relajándome. Apenas cerró la puerta empecé a extrañar sus femeninas pero fuertes manos recorriendo mi cuerpo, y no voy a negar que entre lo relajada que estaba, lo cachonda que me pone que me acaricien el cuello y la espalda más la presión de sus manos acariciando todo mi cuerpo me sentí un poquito excitada y así boca abajo como estaba lleve mis deditos de mi mano izquierda a mi vagina para tocarme, sentir la humedad de mi conchita, y no me aguante, jugué un poquito más con mis deditos en mi clítoris rosándolo suavecito y comencé a mojarme con más intensidad, metí dentro de mi conchita el dedo mayor todo lo que pude y con el rose y mi dedito bien adentro en pocos segundo me produje un orgasmo para culminar mi estado de relajación. Me vestí me dirigí a la recepción, agradecí la atención, aboné y me retiré totalmente relajada y satisfecha.
Camino a casa me detuve en la tienda de lencería de la cual soy clienta habitual para hacerme el ultimo regalito antes de llegar a casa, después de ver varios modelitos hermosos y sexys de ropita interior me decidí por un conjuntito de tanguita y sostén con portaligas prácticamente transparente, de encaje elastizado negro. Precioso un sueño, le pedí a la vendedora que me lo envuelva y le agregara dos pares de medias multifilamento con liga sin puntera haciendo juego. ya me había dado todos los gustitos y me dirigí a casa sin escalas.
Al llegar a la entrada de casa vi el auto de Alberto en la puerta, abrí la puerta y escuche risas y voces de hombre hablando en voz alta, lo llame avisando que había llegado.
Yo            - ¡Alberto llegue mi amor!
Alberto    - ¡estoy en el jardín  Con los muchachos.
Crucé la sala y salí por el ventanal al jardín, me encontré con Alberto y tres de sus mejoré amigos Pedro, Carlos y Diego cómodamente sentados alrededor de la mesa compartiendo unas cervezas con una improvisada picadita, los saludé con un.
- ¡Hola chicos! ¡qué bien la están pasado! ¡Y no me invitaron! ¡Ja, ja, ja!
Alberto    - ¡Perdón mi amor! ¡ fue muy improvisado y no pude avisarte.
           - ¡No te preocupes mi vida! Eso si no me voy sin mi vasito ¡Ja, ja, ja!      
Alberto inmediatamente se paró para ir a la cocina por un vaso y Carlos hizo lo mismo, pero para acercar otra silla a la mesa, me senté dejando la bolsita de mi regalito en el pasto junto a mi pierna y les pregunté en general.
            - ¿Cómo andan bien?
Pedro      - ¡excelente! Disfrutando de tu jardín y unas cervecitas 
            - ¡Me parece perfecto! Pedro.
En eso llego Alberto con mi vaso lo apoyo en la mesa, se sentó a mi lado y Diego me sirvió cerveza de esa fresca botella.
Alberto    - ¿Dónde fuiste mi amor?
Yo            - ¡Me fui a mimar un poquito! Con unos masajitos y unas compritas.
Alberto    - ¡Qué bien mi cielo! ¿Y qué compraste?
Yo            - ¡Algo que te va a gustar mucho!
Alberto    - ¡A ver! ¡Mi regalito! ¡Ja, ja, ja!
Junte la bolsita del pasto y la puse sobre la mesa, saque la cajita de lata en la que venía el conjunto de lencería y la abrí, saque la tanguita y la estire levemente con mis dos manos para mostrarla bien. Todos emitieron un ¡Wauuuu! Y no recuerdo quien, pero uno de ellos dijo ¡Alberto! ¡Qué bien la vas a pasar esta noche! Y todos nos echamos a reír al unísono, deje la tanguita sobre la mesa y saque el portaligas lo apoye entre mi nariz y mi boca como remate al chiste.
Pedro      - ¡Pero que sexy ! Me tienes que decir donde lo compraste, para comprarle uno a mi esposa.
Yo            - No hay problema Pedro, después te paso la dirección.
Diego      - ¡te va a quedar hermoso  Qué envidia Alberto ¡Ja, ja, ja!
Alberto    - ¡no puedo esperar hasta la noche para verlo! ¡Ja, ja, ja!
Yo            - ¿Si quieren me lo pruebo? ¡Ja, ja, ja! ¿Y me dicen como me queda?
Alberto    - ¡Dale mi amor! ¡probártelo! Así los chicos te dan su opinión.
Yo            - ¡Ok! ¡Ya vuelvo!
Me cachondeé casi al instante, al oír a Alberto decirme que me lo pruebe y se lo muestre a sus amigos, junte todas las prenditas la metí en la bolsita y me pare para dirigirme al baño, me saque toda la ropita, me di una duchita instantánea, me envolví en una toalla y fui a mi habitación a cambiarme. Me puse todo el conjuntito cuidadosamente con portaligas, medias y todo. Elegí unos zapatos negros de tacos muy altos, me perfumé exageradamente. Y como una modelo salí rumbo al jardín, la reacción de los muchachos al verme fue en principio de bocas abiertas, me sentía una diosa, una hembra despampanante. (Me encanto sentirme así)
Me pare frente a todos y comencé a hacer un bailecito sexy de izquierda a derecha contoneándome, me acomodaba el cabello y descuidadamente me tocaba las tetas como de casualidad, mientras continuaba con el improvisado bailecito me acariciaba de arriba abajo con las yemas de mis dedos desde mis caderas a mis pechos, me acomode un poquito la tanguita y gire para mostrarle el culito, lo pare arqueando mi espalda hacia adentro y sacando mi culito hacia afuera, mientras me lo acariciaba con las dos manos, los mire sobre mi hombro para ver como ninguno me sacaba los ojos de encima embobados con mi baile y clave mi mirada en Alberto, para ver su cara buscando una señal de aprobación o de que me detuviera, Alberto tenía una sonrisa en su rostro, eso me indico que lo estaba disfrutando y cuando se percató que continuaba mirándolo fijamente como esperando una señal de aprobación. Me guiño un ojo y agacho levente la cabeza dándome su bendición. Continúe moviendo el culito lo más sexy que podía sin dejar de acariciármelo con mis dos manos. En ese momento volví a girar para quedar de frente a ellos y poder concentrarme más en mis pechos me los acaricie suavemente y colocando una mano en cada una de mis grandes tetas, tomándolas bien de abajo para que parezcan más grandes de lo que son, y las levante, me las apreté dos o tres veces, y subí mis manos para tomar las tiritas del sostén y las estire para levantar una a una mis tetas tirando hacia arriba las tiritas del sostén. Para después bajar una a una las tiritas del sostén por mis hombros insinuando que me lo quitaría y cuando sentí que mis tetas estaban por saltar fuera del sostén subí rápidamente las tiritas por mis hombros para volver a acomodarlas correctamente y que todo quede en su lugar nuevamente, les tire un besito, besando la punta de mis dedos y moviendo mi mano hacia ellos como aventando mi beso. Y ahí di por terminado el inconcluso estriptís. Caminé hacia ellos lentamente colocando un pie delante del otro, contoneando todo lo que pude mis caderas, para observarlos, Carlos y Diego se agarraban y movían sus vergas sobre el pantalón acomodándoselas, seguro que ¡se les había parado! Pedro se hacia el distraído, pero no dejaba de mirar mis curvas con sus ojos bien abiertos, Alberto estiro su mano para que se encuentre con la mía, lo tome de la mano mientras pase mi otra mano por los hombros de Pedro acariciándolo suavemente con mis uñas, cuando estuve suficientemente cerca de Alberto me agache y lo bese en los labios, me incorpore y sin soltar su mano me volví a sentar en la silla en medio de Alberto y Carlos, tome un trago de cerveza y cruce mis piernas lo más sexy que pude para que las vieran todos, y ahí me di cuenta que tenía mi conchita totalmente empapada. (estaba muy pero muy cachonda).
Todos dieron su opinión de lo bien que me quedaba el conjuntito y lo que les había gustado mi bailecito, felicitando a Alberto con frases como. ¨ Alberto te felicito que mujer tienes¨. ¨Una verdadera mujer, bella y sumamente sensual¨ ¨ ¡Nos ha dejado a todos babeando y con la boca abierta! ¨ A esa altura y con esos comentarios me sentía la mujer más deseada del mundo y más me mojaba la conchita! Cuando Alberto dijo.
Alberto    - ¡Cada día estoy más enamorado de esta hermosa mujer! Con solo verla, miren como me pone.
Se desabrocho el pantalón bajo el cierre y saco su miembro totalmente erecto, se paró mostrando su verga a todos y la acerco a mi rostro. Ahí sin dudar un instante la tomé con mi mano derecha, le di un beso en la cabeza de su verga y me la metí todo lo que pude en la boca para comenzar a mamársela. Alberto Con su mano izquierda mientras yo le chupaba la verga bajo una taza de mi sostén para dejar una de mis tetas al aire para comenzar a acariciarla y apretarla. Mientras con su mano derecha me tomo por la nuca para acompañar el movimiento de mi mamada. Sentí como dos manos, las de Carlos estiraban la parte del broche de mi sostén desabrochándolo para dejarlo colgando de mis hombros con casi mi otra teta al aire. Me saque la verga de Alberto de la boca y con un rápido movimiento me quite el sostén dejando ahora si mis tetas totalmente desnudas y fue ahí que sentí más de dos manos acariciando mis senos.
Me pare, me aparte unos metros de la mesa y me arrodillé en el pasto, no como rezando, si no con mis rodillas separadas y con mi cola apoyada en mis tobillos,  Alberto se acercó por mi izquierda dejando su verga bien dura a mi alcance, Carlos hiso lo mismo por mi derecha, ambos comenzaron a acariciarme, en mi estómago, mis tetas y mi espalda, cuatro manos recorrían mi cuerpo acariciándolo suavemente al mismo tiempo, Carlos acaricio mi carita y me introdujo su dedo pulgar en la boca, al cual succione como a un pequeño pene, saco su dedo de mi boca y continúo acariciando mis grandes tetas, que para esa altura tenia los pezones duros y erectos, para bajar su mano y acariciar mi muslo derecho y también para pasar su mano abierta rosando toda mi conchita que a esa altura empapada todavía dentro de mi tanguita, Alberto hiso lo mismo pero sin detenerse en mi conchita, ambos volvieron a llevar sus manos a mis pechos que recibían las caricias como agua en el desierto desesperados, cada uno en la teta que le correspondía a su lado, continuaron acariciándola y apretándola, y (Carlos me dijo eres realmente hermosa Mimí) mientras no dejaban de acariciarme toda, Alberto me tomo delicadamente del cuello y me guio para ponerme en cuatro patas con mi cara hacia Carlos y mi culo hacia él, apoye mis codos en el suelo y levante mi culo separando mi nalgas para darle una extraordinaria vista del orificio de mi ano seguramente apenas cubierto por la delgada tirita de encaje trasparente de mi tanguita, Carlos se acomodó para poder alcanzar mejor mi culo para pasar su dedo por mi ano y acariciármelo corriendo un poquito mi  tanguita, y ambos al igual que con mis tetas empezaron a manosearme todo el culo a cuatro manos y con mucho esmero, acariciaban mi culo y sumaron mi mojada conchita a las caricias (Esas caricias me estaban llevando a las puertas del éxtasis) y Carlos me dio unos suaves chirlos alternados en los cachetes de mi trasero y me pregunto (¿Te gusta las nalgadas?) a lo cual le respondí con un simple ¡siii! y escuche decir a Alberto (¡así bebe así!) y comencé a gemir como una gatita. Me incorpore para colocarme boca arriba con mi espalda en el pasto y tironeando de Carlos para poner su verga al alcance de mi boca, para con mi mano derecha intente liberar su miembro de su encierro, automáticamente Carlos me ayudo a sacarlo, lo mire por unos instantes y le dije (¡Que linda verga tienes Carlos!) corrí la piel hacia atrás para dejar su glande totalmente descubierto y comencé a lamerlo pasándole la lengüita, le tome la verga con mis dos manos y me la metí en la boca, la sacaba y volvía a lamer con mi lengua llena de saliva y soltando sexys gemidos, para volver a meter en la boca y seguir chupándosela haciendo ruiditos de besitos cuando deslizaba mi boca para sacármela y llegaba a su glande, acomode mi cabello y seguí chupándosela como loca me llenaba la boca con su hermosa pija. y en ese momento Diego se arrodillo a mi derecha con su pija bien dura algo menos gruesa que la de Carlos, pero igual de larga, giré la cabeza y sin soltar la verga de Carlos, saqué la lengua con salivita lo más que pude y Diego apoyo el glande de su pija en mi húmeda lengua lo lamí para después metérmela en la boca para comenzar a chupársela mientras el, la sostenía de la base guiándola mejor hacia mi boca, se la soltó mientras yo me la metía y el me la sacaba de la boca. Solté la verga de Carlos para agarrar la pija de Diego con mi mano derecha mientras no soltaba la verga de Carlos con mi mano izquierda para alternadamente chuparles, lamerles la verga a Diego y a Carlos al mismo tiempo, Diego me pregunto (¿Te gusta Mimí?) A lo cual respondí (¡Me encanta!) Carlos puso una se sus manos en mis tetas para apretármelas mientras yo juntaba sus glandes para lamerlos al mismo tiempo. Chupé, lamí y le hacia la paja a esas dos hermosas vergas gimiendo como gatita mimosa, Carlos me volvió a preguntar (¿Te me gustaba?) y yo con la pija de Diego en la boca y sin sacármela solo pude esbozar un (¡Ahaja!).
En ese momento se nos unió Pedro que me saco la tanguita y me dejo totalmente desnudita solo con mis medias, el portaligas y mis tacones, me introdujo dos dedos en mi empapada conchita y los saco para llevárselos a la boca para saborear el sabor de mis jugos vaginales, cuando lamio mis jugos de sus dedos con la misma mano volvió a manosearme bien la concha, yo gemía como loca y ya estaba muy caliente deseaba una pija dentro, paso su mano empapada por mis jugos por la punta de su pija, me acomodo un poquito separando mis piernas y muy despacio me penetró al sentir su verga dentro de mi concha solté un profundo gemido y volví a meterme las vergas de Diego y Carlos alternadamente en la boca, Pedro me pregunto (¿Te gusta?) y le respondí (¡Me encanta! ¡métemela bien adentro por favor). Pedro me bombeaba la concha mientras yo les chupaba, lamia y le hacia la paja a las pijas de Diego y de Carlos gozando y gimiendo como una puta loca, repitiendo cuando me sacaba las pijas de la boca (¡Me encanta! ¡Cógeme Pedro Cógeme! ¡Bien duro!).
Carlos se retiró para dejarle el lugar a Alberto que hasta ese momento miraba haciéndose la paja, cuando sentí el gusto conocido de la pija de mi esposo en mi boca solté otro de mis profundos gemidos y continúe chupando, lamiendo y haciéndoles la paja ahora a Diego y a mi esposo mientras Pedro seguía cogiéndome la concha así estuvimos un buen rato cuando Carlos le pidió a Pedro que lo dejara cogerme, Pedro se retiró Y Carlos metió su deliciosa verga bien caliente en mi concha totalmente lubricada la enterró tan profundo en mis entrañas que nunca sentí tanto placer como hasta ese momento y continuaba gozando como una loba en celo y ya había perdido la cuenta de cuantos orgasmos había tenido ya que los tenia uno atrás del otro sin darme cuenta cuando terminaba uno y comenzaba el otro Pedro y Carlos continuaban intercambiándose para cogerme hasta que Pedro le hiso señas a Diego para cambiar y hay pase a chuparle la pija a Alberto y a Pedo mientras Diego y Carlos se turnaban para penetrarme la concha con esas vergas duras y calientes, hasta que Carlos le pidió a Alberto cambiar y volví a chuparle la pija a Carlos y a pedro mientras diego y Alberto se intercambiaban para cogerme y así se intercambiaban para darme placer rotando para penetrarme la conchita y llenarme la boca de pija mientras mis orgasmos fluían de mi vagina como cataratas, sentía el sabor de mi conchita en cada una de las pijas que me metía en la boca lamiéndolas y limpiándolas con la lengua para que vuelvan a metérmela en la concha. Todos me preguntaban (¿Te gusta?) a lo cual yo respondía (¡Me encanta!) (¡Es hermoso!). Me decían (¡Chúpala mamita!) A lo cual yo respondía (¡Como así bebe! ¡Me la como toda) todos me cogían me manoseaban y me asían gozar divinamente mientras yo no paraba de chuparle la verga a cualquiera de los cuatro que la ponía cerca de mi boca llegue a tener tres pijas para pasarle la lengüita por sus glandes al mismo tiempo y me encantaba estaba extasiada teniendo una pija en mi boca chupándola desesperada una en cada mano haciéndoles la paja y otra pija penetrándome la conchita deliciosamente mientras eso cuatro hombres me cogían y me manoseaban todo el cuerpo sentía el placer más lindo que había sentido en mi vida entre en trance de placer y ya no sabía quién me cogía ni a quien se la chupaba solo sentían en la vagina un orgasmo tras otro y entrar y salir de mi boca hermosas pijas, ellos rotaban y rotaban dándome cada vez más y más placer y del fondo de mi brotaban gemidos guturales y pedidos de (¡Por favor no paren de cogerme, como me gusta!), cuando por el movimiento o por casualidad se me soltaba una verga de la mano sentía como con esa verga dura como piedra me golpeaban  en las tetas para hacerme delirar de placer, al que en suerte le tocaba cogerme abría, separaba, tironeaba o levantaba mis piernas para meterme su verga a su gusto, ya estaba totalmente agotada de recibir pijas y placer pero al mismo tiempo no quería de ninguna manera que pararan de hacerme suya y solo suplicaba diciendo ¡Ha! ¡sí! No paren ¡Ha! ¡sí!  Y a cada una de sus preguntas respondía (¡Me encanta!) quiero más, más (¡Me encanta!).  
En medio de todo ese torbellino de sexo desenfrenado llego el momento de que entre los cuatro me levantaron y dieron vuelta para ponerme en cuarto patas con mis rodillas y las palmas de mis manos apoyadas en el suelo para seguir penetrándome la conchita de perrito por turnos los cuatro, en esa posición perdí la oportunidad de elegir que pija chupar y yo solo abrí mi boca para seguir chupando tres pijas al mismo tiempo, seguía sin saber quién me cogía o a quien se la chupaba pero lo estaba disfrutando plenamente y no me importa ya quien, mientras tuviera una pija bombeando en mi concha y otra verga llenándome la boca , pero escuche que Alberto me dijo (¡Así como a vos te gusta mi amor recibir verga en cuatro patitas!) y mi respuesta fue (¡Si mi amor vos sabes que me encanta que me cojas así de perrito!) y algo mágico paso porque esas cuatro pijas empezaron a turnarse para darme cada vez más placer y cogerme de perrito de una forma maravillosa y única.      
Cuando ya no podía sostenerme más en cuatro patas y empecé a desplomar mi cuerpo hacia el suelo con cada empujón para enterrarme la pija en la conchita cada vez más adentro. Pedro se acostó boca arriba en el pasto y entro los otros tres me levantaron y me sentaron sobre el miembro de pedro y fue hay el estaxis total al sentir toda su verga clavarse hasta el fondo de mi conchita hasta sus huevos, apenas podía moverme estaba exhausta y Pedro con sus manos en mi cintura me ayudaba a moverme para con su pija adentro frotar mi clítoris contra su peluda pelvis, con cada nuevo orgasmo que alcanzaba sentía como me desplomaba hacia el suelo para inmediatamente sentía como me levantaban con  sus manos para que siga cabalgando esa pija y continuar chupando verga y gimiendo de una descomunal forma me aferraba a esas pijas como mi único pilar para seguir cogiendo sin parar. Y en uno de los cientos de orgasmos me desplome de espaldas hacia el suelo Pedro saco su verga de mi concha se acomodó y me acomodo a mi separando mis piernas y volvió a ensártala para seguir bombeando como loco en el interior de mi concha volví a tener una pija en mi boca y otras dos vergas una en cada mano haciéndoles la paja, mis brazos me dolían de tanta paja que hacían, pero no podía parar, y ellos seguían rotando para meterme su verga en la boca y les haga la paja con mis manos mientras volvieron  en ronda turnarse para cogerme me la metían me bombeaba la concha con sus vergas y cambiaban para que yo los siga mamando y haciéndoles la paja así siguieron por un buen tiempo más, yo no daba más de cansancio pero no quería dejar de recibir verga llegue a tener un millón de orgasmos y mi concha seguía despidiendo orgasmos como loca hasta que de Diego sentí que me pregunto (¿La quieres?) y entre gemidos y respiraciones pesadas le conteste (¡Si dámela, dame tu lechita!) y Diego me pregunto (¿Dónde?) y yo le dije (¡En mi carita, en mi carita!) acelere la paja en la verga de diego y en segundos me lleno la cara de semen , con mi lengua trate de recolectar toda la lechita que podía para tragármela y saborearla termino de descargar su leche que era deliciosa y se apartó para que Alberto pusiera su pija en mi mano, Carlos me metió la cabeza de su verga en la boca y yo acelere mi paja en su verga para descargarme su dulce leche bien adentro de mi boca para que pudiera tragarme toda esa cantidad de semen sin desperdiciar ni una gota cuando se descargó por completo y yo me trague toda su leche, me dedique a chupar como se merecía la verga de Alberto al que hice acabar solo con mi boca y mi lengua sin usar mis manos tragando toda su lechita caliente y deliciosa. Solo faltaba pedro que seguía cogiéndome y apretando mis tetas apasionadamente, yo saboreaba el gusto de las tres lechitas que me había tragado en mi boca cuando después de un fuerte gruñido Pedro descargo toda su leche bien dentro de mi concha sentí como inundaba mi concha de leche caliente y tuve mi último orgasmo numero un millón uno.
Nos acostamos todos en el pasto exhausto y extasiados de placer, mi cuerpo temblaba mientras se relajaba, pero Pedro quería algo más, recto arrastrándose hasta mí, separo mis piernas y hundió su lengua en mi concha lamiéndola y limpiándola de todos mis orgasmos y los restos de su semen que brotaban de mi interior mesclado con los jugos de mi vagina, me chupo la conchita hasta dejarla bien limpita. Y se le paro la pija nuevamente, se arrodillo abriendo sus piernas para montarme el abdomen y se comenzó a hacer una paja sobre mis tetas, se masturbaba como loco hasta que alcanzo a correrse llenándome las tetas de caliente leche y callo rendido al suelo a mi lado.
Así en el suelo nos quedamos acostados y en silencio muchos y largos minutos solo se escuchaba el sonido de nuestras pasadas respiraciones, hasta que Alberto me dijo
Alberto    - Mi amor ¿Quieres darte un baño?
Yo            - Si mi vida en un ratito, quiero recuperarme un poco más, no creo poder pararme ahora.
Alberto    - ¡Ok mi vida! Entonces voy yo a bañarme ahora, así le dejo suficientes toallas a los chicos por si quieren bañarse también.
Yo            - ¡OK bebe!
Alberto se paró del pasto, se acercó a mí y dándome un beso en los labios se fue a bañar y así después lo hiso pedro y luego lo siguió Carlos y por ultimo Diego todos despidiéndose de mi con un lindo besos en los labios mientras yo seguía rendida y desnuda tirada en el pasto, cuando volvió Diego secándose el cabello con una toalla, me incorpore y me quite los zapatos los deje tirados en el jardín y descalza me dirigí al baño una vez bajo el agua cliente que recorría mi cuerpo repasaba en mi mente cada instante de semejante sesión de sexo y placer que había disfrutado como nunca había disfrutado antes, cuatro hombres penetrándome por turnos y dándome placer y solo placer para hacerme llegar a millones de orgasmos increíbles de intensos.
Cuando regrese al jardín solo envuelta en una toalla ya estaban todos los hombres vestidos esperándome para despedirse con besos en mis labios y prometiéndome que cuando surja otra oportunidad lo repetiríamos ya que ellos disfrutaron mucho de mi cuerpo. Pero por mala suerte para mí y para ellos, eso nunca volvió a suceder de esa forma. si con Alberto y yo disfrutamos de tríos hermosos con sus amigos, pero siempre de a tres nunca más volvimos a juntarnos los cinco para disfrutar del sexo de esa manera increíble hasta ahora.

3 comentarios - empece el dia caliente y lo termine enfiestada con mi esposo

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Excelente relato me dejó la pija bien grande y parada saludos dejo puntos 10
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@padresmorbos así de grande me la dejo tu mujer con. El relato
padresmorbos +1
nos calienta mucho eso
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@padresmorbos de verdad casi me saca toda la leche tu mujer con ese relato saludos
Omega1O
Ufffffffff que exquisito y excitante relato