Tetsutetsu X Itsuka

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Tetsutetsu nunca esperó estar en esta posición. Con nadie, y mucho menos con su antigua compañera de clase.

Pero aquí estaba él, con Itsuka Kendo debajo de él, retorciéndose y jadeando mientras se sumergía en ella una y otra vez, sus pechos se agitaban con cada poderoso empujón.

"Hahh... Hahhh..." Jadeo Itsuka.

Estaba completamente hecha un desastre, con el pelo despeinado y el cuerpo cubierto de una fina capa de sudor. Su expresión era de lujuria pura y desenfrenada.

Los sonidos que salían de su garganta eran completamente desenfrenados, no quedaba ningún rastro de dignidad o moderación en ellos.

Tetsutetsu nunca habría imaginado que Itsuka, normalmente refinada y serena, podría reducirse a tal estado.

"Oh Dios... Oh Dios..." Tetsutetsu gimió en respuesta, mirando la voluptuosa figura de su novia mientras ella se movía debajo de él. Desde sus amplios pechos hasta sus anchas caderas.

Incluso la forma en que ella se mordía el labio y lo miraba, con los ojos entrecerrados, lo volvía loco. "Te amo mucho, Itsuka..." Jadeó, incapaz de evitar que las palabras salieran de su boca. "No puedo tener suficiente de ti"

"Lo sé... Lo sé, Tetsu... Tú eres... ¡Ah! Hahh... Mmm..." Itsuka gimió, arqueando su espalda mientras envolvía sus brazos alrededor de él, abrazándolo tan fuerte como pudiera.

Había perdido la cuenta de cuántas veces él ya la había hecho correrse. Todo lo que podía hacer era entregarse a él, dejar que él hiciera lo que quisiera con su cuerpo y solo deleitarse con el placer que él le brindaba a ella.

"Ahh..." Tetsutetsu no pudo evitar gemir mientras Ella, paredes apretadas y calientes se apretaban alrededor de su pene.

"Haaahh..." respiró Itsuka, sus labios rozando su cuello mientras susurraba, su voz temblaba, "Yo... voy a... Ahhh..." Podía sentir la presión creciendo dentro de ella., amenazando con estallar. "Yo... voy a... Oh... Tetsu..." Su cuerpo se puso rígido y sus ojos se pusieron en blanco. "Oh, Dios... ¡Ahhh!"

Itsuka gritó mientras se corría, todo su cuerpo con espasmos y convulsiones, sus uñas clavándose en la espalda de Tetsutetsu.

Tetsutetsu gimió, empujando aún más fuerte mientras ella se corría. Podía sentir cómo crecía su propio orgasmo y sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que alcanzara su límite.

"Me voy a correr, Itsuka..." Tetsutetsu jadeó, su voz áspera y ronca. "Estoy... Hahhh... ¡Ahhh!"

Con una embestida final, Tetsutetsu explotó dentro de ella, afortunadamente llevaba condón, por lo que no había riesgo de que ella quedara embarazada. Él la abrazó por un momento, recuperando el aliento, y luego lentamente se retiró, desplomándose a su lado.

Itsuka yacía debajo de él, su pecho palpitaba y su cuerpo temblaba.

"Dámelo" Dijo, arrastrándose por las sábanas hasta que ella estuvo entre sus piernas.


"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Tetsutetsu, levantando una ceja.

"Te lo dije" Itsuka ronroneó, presionando su cuerpo contra el de él. "Tengo hambre. Entonces, dame de comer" Se lamió los labios seductoramente.

"Si eso quieres" respondió Tetsutetsu quitándose el condón y entregándoselo a Itsuka "Todo tuyo"

Itsuka sonrió y lo tomó, llevándoselo a los labios y bebiendo su semen como si estuviera bebiendo jugo. "Mmm delicioso." Ella murmuró, lamiéndose los labios.

"Gracias, Tetsu

"No hay problema" sonrió Tetsutetsu abriendo los brazos "Ven aquí"

Itsuka se acercó a él, dejándolo sostenerla en sus brazos. Ella suspiró felizmente, apoyando su cabeza contra el fuerte pecho de su novio.

"Esta... es... la mejor luna de miel de todas" murmuró Itsuka, entre respiraciones pesadas. Levantó el brazo, miró el anillo en su dedo y sus labios se curvaron en una sonrisa de satisfacción. "Todo pasó tan rápido, todavía no puedo creer que ya nos casamos..."

"Lo sé, lo sé" Tetsutetsu asintió, mirando su propio anillo, sus ojos se suavizaron. "Pero... ahora estamos juntos. Eso es todo lo que importa"

"Siempre supiste qué decir" se rió Itsuka, acurrucándose contra él. "Y eso me encanta de ti"

Itsuka lo besó, sus labios se encontraron con ternura y pasión. No udo evitar reírse mientras las manos de Tetsutetsu llegaban a su trasero.

"Eres insaciable" ronroneó Itsuka, mirándolo.

"Lo sé" sonrió Tetsutetsu, sus manos apretando sus nalgas. "Y te encanta"

"No tienes idea" gimió Itsuka, mordiéndose el labio. "Mmm..."

"¿De verdad quieres hacer otra ronda?" Preguntó Tetsutetsu, levantando una ceja.

"¿Por qué no?" Itsuka sonrió, mirándolo a los ojos. "Quiero decir... Es nuestra luna de miel, y estamos solos en una lujosa habitación de hotel. Bien podríamos aprovecharla al máximo"

"Es justo" se rió Tetsutetsu, buscando otro condón.

Ambos se metieron bajo las sábanas y pronto los sonidos de su amor llenaron el aire de la habitación.