Es la mañana de un sábado de verano, Tomas cumplió 18 hace unos días. Viniendo de una familiar adinerada podía pedir casi lo que quisiera. Pero había algo que no podían comprar y que por nada del mundo podía pedírselo a ellos.
Tomas es un chico promedio, más tirando a la cara baja se podría decir.
Al ser tan malcriado nunca vio la necesidad de hacer ejercicio. Mide 175, es rellenito con acné y el tamaño de su pene es normal para esa edad.
Sus padres no estaban en casa. Tomas baja la escalera para desayunar y ve a su hermana, Guillermina, viendo televisión en el sillón.
Guillermina tiene 22 años, es el polo opuesto a su hermano y la mayoría de la gente no siquiera sabría que lo son. Ella mide 162, pelo largo y negro, piel blanca con un culo promedio. Pero lo que más destaca de ella son sus tetas, más grandes que la mayoría de las chicas. Ella es segura de si misma y hace deporte constantemente. Sus padres también la malcriaron pero nunca se vio reflejado en su vida escolar o social, ya que siempre fue una excelente estudiante.
Acá es donde surge el problema para Tomas. Sus amigos siempre lo molestan con su hermana, diciendo lo buena que está o las cosas que le harían. Normalmente esto nunca le afectó a Tomas, hasta hace unos meses…
El nunca la vio de esa forma porque. Bueno, son hermanos…
Un día, curiosos se puso a ver el Instagram de su hermana, la mayoría de fotos son en bikini o con escotes que se pueden apreciar sus hermosas tetas. Antes de darse cuenta Tomas ya tenía la pija parada. Cerro Instagram y busco un vídeo para pajearse, pero nada le gustaba, no podía sacarse a su hermana de la cabeza. Así que sin más nada que perder volvió a instagram y se pajero con su hermana. Al acabar se sintió enfermo, ¿En serio se habia pajeado con su hermana? En su cabeza se decís al el mismo que era una vez y ya. Pero no fue así, los días pasaron y lo siguió haciendo, no podía sacarse de la cabeza esas tetas manchadas de su leche.
Llegó al punto de robarle tangas a su hermana en la noche o de sacarle fotos cuando esta no se daba cuenta.
Al cumplir 18 ya no aguantaba más, nunca tuvo contacto con una chica y en lo único que pensaba era en su hermana. Su mayor deseo de cumpleaños era acabarla esas tetas.
Teniendo la cabeza quemada por tanto porno, empezó a ensayar como podía pedírselo, cada ensayo sonaba peor que el anterior. ¿En serio creía que podía pedirle algo así a su hermana?
Cuando bajo las escaleras y la vio se sentó al lado de ella con un plato de cereal. Guillermina todavía tenía puesto su pillama, una remera vieja sin corpiño y unos shorts estampados con corazones.
Tomas al verla ya se estaba poniendo duro de nuevo pero se contuvo.
Trato de sacarle charla y trato de repasar en su cabeza los ensayos de su cuarto, pero se olvidó de una parte fundamental, la actitud de su hermana.
Guillermina es una persona fría y malhumorada la mayoría del tiempo. No tiene muchas amigas y tuvo un novio en toda su vida. Oportunidades con hombres no le faltan, ya que siempre que sale se lleva todas las miradas y todos los días le llegan mensajes de hombres de todas las edades.
La relación entre los 2 es normal a buena, ella no es cariñosa para nada y el trata de no ponerla de mal humor la mayoría del tiempo ya que cuando Guillermina se enoja el siente terror.
Así estuvieron un rato, hablando de cosas random sin importancia. Hasta que Tomás se armó de valor.
Ehm… si te cuento algo, no te enojas?
Que cagada te mandaste ahora Tomas…
Nada! Es algo… personal
Guillermina se lleno de curiosidad, nunca se contaban nada entre ellos y el nunca le habló así.
Okay? Que pasa?
Bueno…si sabes que soy virgen no?
Jaja si, que tiene de malo eso?
Nada. Quiero decir que nunca hice nada con una chica. Nunca pase de unos besos y ninguna chica me habla tampoco.
Aja y? Me estás pidiendo un consejo?
Más que un consejo es un favor…
Tomas empezó a temblar, se estaba arrepintiendo de empezar está conversación, pero se decís a el mismo que no tenía nada que perder y que lo máximo que podía pasar era un no o un par de gritos.
Si Guillermina antes estaba curiosa, ahora era 10 veces peor.
Un favor? Queres que te ayude con una chica?
Ehmmm, se podría decir que si…
Con quién? Una chica de tu escuela? La conozco?
Se podría decir que la conoces.
Por que tanto misterio? Me lo vas a decir o no?
Tomas no aguantaba más, era ahora o nunca. El miedo era tal que tartamudeaba y le temblaban las piernas.
Bueno… yo… yo… quiero acabarte las tetas.
En serio dijo eso? Tomas no sabía dónde meterse. El silencio era tal que solo se escuchaba el reloj de fondo. No sé animaba a mirar a su hermana después de decir eso.
Guillermina no entendía nada.
Que dijiste? Creo que escuché mal.
Dije que… dije que quiero acabarte las tetas, por favor?
No había escuchado mal. Guillermina se puso roja pero no de vergüenza, sino de bronca. Siempre odio ese tipo de bromas, odia que la sexualizen.
Se paro del sillón y lo agarro de una oreja a su hermano. La fuerza que hacía era tal que Tomás se arrodilló del dolor.
Ouch ouch ouch!
Que dijiste? Es una broma?
Ouch! No! Lo dije en serio!
Por alguna razón ver lo dominante que era su hermana lo excitaba más. Ya no había vuelta atrás, era convencerla ahora o nada.
Que te pasa por la cabeza? Como se te ocurre eso?
Es que! Es que sos mi única alternativa!
No soy una puta! Y mucho menos la puta de un gordo como vos!
Siguieron discutiendo por 10 minutos. Tomas pensó que le iba a arrancar la oreja. Guillermina lo insulto de arriba abajo, insultos que Ninel sabía que existían. Llegó un momento en el que ella se dió cuenta que no era una broma que que su hermano hablaba en serio.
Paso del odio a la culpa. Tan patético era su hermano que tenía que pedirle esto a su hermana?
Era obvio que el no iba a parar de rogar, llegó al punto de exaustar a su hermana y ella solo accedió a hacerlo. Solo accedio para que el deje de molestarla
BUENO.
Te lo digo en serio! Nunc… que? Bueno? Bueno que?
Bueno lo voy a hacer…
Tomas no sabía si era en serio o el dolor era tal que ya alucinaba.
Me vas a dejar hacer que?
Acabarme las tetas… no querías eso?
S… si!
Pero vas a tener que hacer todo lo que te digo, y todo es todo!
Si! Lo que sea!
Solo va a ser está vez y nunca más. No me podés tocar, tampoco yo te voy a tocar. Ni pienses que me vas a ver las tetas, no me voy a sacar la remera. No podés contarle de esto A NADIE y vas a tener que hacer todo lo que yo te pida hasta que me canse.
Tomas solo escucho 2 palabras y decía que si a todo. No podía creer que en serio iba a pasar esto.
Lo prometo!
Guillermina revoleo los hijos y se arrodilló en el piso. Con dos manos se agarró el cuello de la remera y lo bajo para que el escote sea más grande y puedan verse un poco la parte de arriba de sus tetas.
No tardes, y no hagas nada raro!
Tonas seguía sin creerlo. Ahí la tenía a su hermana, arrodillada esperando su leche.
Rápidamente se bajó los pantalones y el boxer, tenía la pija al palo, nunca la habia tenido así de dura. Con una mano se empezó a pajear mientras con la otra se apollaba en el sillón.
Guillermina trataba de mirar a cualquier otra cosa y distraerse con tal de no ver a su hermano pajeandose.
Así estuvo unos minutos pajeandose, el líquido pre seminal ya empezaba a salir y ya se sentía el ruido de su mano subiendo y bajando, embadurando la pija.
Te falta mucho?
Aoenas termino de decir eso y la leche empezó a salir. Salió con tanta fuerza que Guillermina se sorprendió. Todos a la parte de arriba de sus tetas. La leche empezó a bajar, manchandole la remera.
Tomas no podía creer lo que veía, su hermana arrodillada bañada en su leche, le costaba mantenerse parado, nunca había acabado tanto.
G gracias.
Apenas podía decir mientras respiraba agitado
Que asco … más vale que cumplas con tu parte del trato.
Decía Guillermina mientras se levantaba para ir al baño.
Tomas se subió los pantalones y se tiró en el sillón pensando en lo que había pasado. Le había prometido a su hermana que no la iba a molestar más, pero como no lo iba a hacer? Se estaba imaginando a su hermana con leche en todos lados, tenía que acabarla toda, y no iba a parar hasta hacerlo…
Parte 1 de una serie de relatos que tengo pensados. Dejen puntos y comenten si les gusto!
Tomas es un chico promedio, más tirando a la cara baja se podría decir.
Al ser tan malcriado nunca vio la necesidad de hacer ejercicio. Mide 175, es rellenito con acné y el tamaño de su pene es normal para esa edad.
Sus padres no estaban en casa. Tomas baja la escalera para desayunar y ve a su hermana, Guillermina, viendo televisión en el sillón.
Guillermina tiene 22 años, es el polo opuesto a su hermano y la mayoría de la gente no siquiera sabría que lo son. Ella mide 162, pelo largo y negro, piel blanca con un culo promedio. Pero lo que más destaca de ella son sus tetas, más grandes que la mayoría de las chicas. Ella es segura de si misma y hace deporte constantemente. Sus padres también la malcriaron pero nunca se vio reflejado en su vida escolar o social, ya que siempre fue una excelente estudiante.
Acá es donde surge el problema para Tomas. Sus amigos siempre lo molestan con su hermana, diciendo lo buena que está o las cosas que le harían. Normalmente esto nunca le afectó a Tomas, hasta hace unos meses…
El nunca la vio de esa forma porque. Bueno, son hermanos…
Un día, curiosos se puso a ver el Instagram de su hermana, la mayoría de fotos son en bikini o con escotes que se pueden apreciar sus hermosas tetas. Antes de darse cuenta Tomas ya tenía la pija parada. Cerro Instagram y busco un vídeo para pajearse, pero nada le gustaba, no podía sacarse a su hermana de la cabeza. Así que sin más nada que perder volvió a instagram y se pajero con su hermana. Al acabar se sintió enfermo, ¿En serio se habia pajeado con su hermana? En su cabeza se decís al el mismo que era una vez y ya. Pero no fue así, los días pasaron y lo siguió haciendo, no podía sacarse de la cabeza esas tetas manchadas de su leche.
Llegó al punto de robarle tangas a su hermana en la noche o de sacarle fotos cuando esta no se daba cuenta.
Al cumplir 18 ya no aguantaba más, nunca tuvo contacto con una chica y en lo único que pensaba era en su hermana. Su mayor deseo de cumpleaños era acabarla esas tetas.
Teniendo la cabeza quemada por tanto porno, empezó a ensayar como podía pedírselo, cada ensayo sonaba peor que el anterior. ¿En serio creía que podía pedirle algo así a su hermana?
Cuando bajo las escaleras y la vio se sentó al lado de ella con un plato de cereal. Guillermina todavía tenía puesto su pillama, una remera vieja sin corpiño y unos shorts estampados con corazones.
Tomas al verla ya se estaba poniendo duro de nuevo pero se contuvo.
Trato de sacarle charla y trato de repasar en su cabeza los ensayos de su cuarto, pero se olvidó de una parte fundamental, la actitud de su hermana.
Guillermina es una persona fría y malhumorada la mayoría del tiempo. No tiene muchas amigas y tuvo un novio en toda su vida. Oportunidades con hombres no le faltan, ya que siempre que sale se lleva todas las miradas y todos los días le llegan mensajes de hombres de todas las edades.
La relación entre los 2 es normal a buena, ella no es cariñosa para nada y el trata de no ponerla de mal humor la mayoría del tiempo ya que cuando Guillermina se enoja el siente terror.
Así estuvieron un rato, hablando de cosas random sin importancia. Hasta que Tomás se armó de valor.
Ehm… si te cuento algo, no te enojas?
Que cagada te mandaste ahora Tomas…
Nada! Es algo… personal
Guillermina se lleno de curiosidad, nunca se contaban nada entre ellos y el nunca le habló así.
Okay? Que pasa?
Bueno…si sabes que soy virgen no?
Jaja si, que tiene de malo eso?
Nada. Quiero decir que nunca hice nada con una chica. Nunca pase de unos besos y ninguna chica me habla tampoco.
Aja y? Me estás pidiendo un consejo?
Más que un consejo es un favor…
Tomas empezó a temblar, se estaba arrepintiendo de empezar está conversación, pero se decís a el mismo que no tenía nada que perder y que lo máximo que podía pasar era un no o un par de gritos.
Si Guillermina antes estaba curiosa, ahora era 10 veces peor.
Un favor? Queres que te ayude con una chica?
Ehmmm, se podría decir que si…
Con quién? Una chica de tu escuela? La conozco?
Se podría decir que la conoces.
Por que tanto misterio? Me lo vas a decir o no?
Tomas no aguantaba más, era ahora o nunca. El miedo era tal que tartamudeaba y le temblaban las piernas.
Bueno… yo… yo… quiero acabarte las tetas.
En serio dijo eso? Tomas no sabía dónde meterse. El silencio era tal que solo se escuchaba el reloj de fondo. No sé animaba a mirar a su hermana después de decir eso.
Guillermina no entendía nada.
Que dijiste? Creo que escuché mal.
Dije que… dije que quiero acabarte las tetas, por favor?
No había escuchado mal. Guillermina se puso roja pero no de vergüenza, sino de bronca. Siempre odio ese tipo de bromas, odia que la sexualizen.
Se paro del sillón y lo agarro de una oreja a su hermano. La fuerza que hacía era tal que Tomás se arrodilló del dolor.
Ouch ouch ouch!
Que dijiste? Es una broma?
Ouch! No! Lo dije en serio!
Por alguna razón ver lo dominante que era su hermana lo excitaba más. Ya no había vuelta atrás, era convencerla ahora o nada.
Que te pasa por la cabeza? Como se te ocurre eso?
Es que! Es que sos mi única alternativa!
No soy una puta! Y mucho menos la puta de un gordo como vos!
Siguieron discutiendo por 10 minutos. Tomas pensó que le iba a arrancar la oreja. Guillermina lo insulto de arriba abajo, insultos que Ninel sabía que existían. Llegó un momento en el que ella se dió cuenta que no era una broma que que su hermano hablaba en serio.
Paso del odio a la culpa. Tan patético era su hermano que tenía que pedirle esto a su hermana?
Era obvio que el no iba a parar de rogar, llegó al punto de exaustar a su hermana y ella solo accedió a hacerlo. Solo accedio para que el deje de molestarla
BUENO.
Te lo digo en serio! Nunc… que? Bueno? Bueno que?
Bueno lo voy a hacer…
Tomas no sabía si era en serio o el dolor era tal que ya alucinaba.
Me vas a dejar hacer que?
Acabarme las tetas… no querías eso?
S… si!
Pero vas a tener que hacer todo lo que te digo, y todo es todo!
Si! Lo que sea!
Solo va a ser está vez y nunca más. No me podés tocar, tampoco yo te voy a tocar. Ni pienses que me vas a ver las tetas, no me voy a sacar la remera. No podés contarle de esto A NADIE y vas a tener que hacer todo lo que yo te pida hasta que me canse.
Tomas solo escucho 2 palabras y decía que si a todo. No podía creer que en serio iba a pasar esto.
Lo prometo!
Guillermina revoleo los hijos y se arrodilló en el piso. Con dos manos se agarró el cuello de la remera y lo bajo para que el escote sea más grande y puedan verse un poco la parte de arriba de sus tetas.
No tardes, y no hagas nada raro!
Tonas seguía sin creerlo. Ahí la tenía a su hermana, arrodillada esperando su leche.
Rápidamente se bajó los pantalones y el boxer, tenía la pija al palo, nunca la habia tenido así de dura. Con una mano se empezó a pajear mientras con la otra se apollaba en el sillón.
Guillermina trataba de mirar a cualquier otra cosa y distraerse con tal de no ver a su hermano pajeandose.
Así estuvo unos minutos pajeandose, el líquido pre seminal ya empezaba a salir y ya se sentía el ruido de su mano subiendo y bajando, embadurando la pija.
Te falta mucho?
Aoenas termino de decir eso y la leche empezó a salir. Salió con tanta fuerza que Guillermina se sorprendió. Todos a la parte de arriba de sus tetas. La leche empezó a bajar, manchandole la remera.
Tomas no podía creer lo que veía, su hermana arrodillada bañada en su leche, le costaba mantenerse parado, nunca había acabado tanto.
G gracias.
Apenas podía decir mientras respiraba agitado
Que asco … más vale que cumplas con tu parte del trato.
Decía Guillermina mientras se levantaba para ir al baño.
Tomas se subió los pantalones y se tiró en el sillón pensando en lo que había pasado. Le había prometido a su hermana que no la iba a molestar más, pero como no lo iba a hacer? Se estaba imaginando a su hermana con leche en todos lados, tenía que acabarla toda, y no iba a parar hasta hacerlo…
Parte 1 de una serie de relatos que tengo pensados. Dejen puntos y comenten si les gusto!
8 comentarios - Cumpliendo le el sueño a su hermano