Carmen, la contadora de mi laburo.

4 años van a ser que estoy laburando en la misma empresa, esto que estoy por contar, ocurrió el año pasado allá por Noviembre de 2023.
 En mi corta vida profesional me ha tocado lidiar con muchos problemas, pero de los peores, fue cuando recien entré en la empresa y como organizador de proyectos de mi sector, tenia que defender mis decisiones no solo ante jefes, sino ante alguien como Carmen, la contadora de la empresa, una mujer de 40 años, casada y sin hijos, de ojos verdes y figura esplendida que a mas de uno provoca darse vuelta para verle el culo cuando anda en pantalones ajustados o pollera. 
De contextura media, y pelo castaño oscuro, corto por los hombros, Carmen es una mujer elegante pero de carácter fuerte. 10 años mayor que yo, y laburando en la empresa hace tiempo, quienes teníamos todas las de perder en las discusiones siempre éramos mi compañero de proyectos y yo. 


Mi primer año en la empresa fue tortuoso, sumado a que ni bien entré corté con mi novia (pero eso será para contar mas adelante), no la pasaba bien y solo estaba ahí por la plata y la experiencia que me podía dar ya que ampliaba muchas areas el trabajo. 


El segundo año ya las cosas se calmaron. Carmen algunas veces me llevó hasta mi departamento ya que vivíamos relativamente cerca, como a unas 15 cuadras por lo que para ahorrarme el colectivo me alcanzaba. 
Hablaba poco de su vida privada al principio, solo sabia que estaba casada con Mario y que nunca había querido tener hijos, no se quería sentir atada a nada ni nadie. 


Esto es claramente un breve resumen de mi historia con Carmen a lo largo de los años. 
Ya para el tercer año laburando "juntos", si bien algunos proyectos me los rechazaban por su culpa, no eran tantos como antes, y la relacion era bastante buena. El vinculo se hizo mas cercano cuando una tarde Carmen y Mario tenían que hacer unos arreglos en una parte de su casa, y a quien llamaron fue a mi. 
Ese día conocí a Mario, su marido, un tipo amable, muy educado como la gente de esa clase social alta a la que ellos pertenecían. 
Recuerdo que me tomó 3 tardes arreglar toda la cocina, y los 2 últimos días solo escuchaba quejas de Carmen para con Mario. 
Me fui unos minutos afuera a fumar un cigarrillo cuando llegó Mario y me empezó a preguntar si se comportaba igual en el trabajo, sin responderle nada tan solo con mi mirada Mario entendió y se rio un rato. 


El tiempo fue pasando y la relacion con Carmen ya era mas informal, me refiero a que ya no nos tratabamos de Señora Carmen y Fernando, sino que ahora era Carmen y Pendejo, algo que nunca me molestó. 
Tarde volví un dia de jugar futbol con unos amigos, cuando Carmen me llama, eran casi las 10 de la noche
-Hola Carmen? 
-Si Fernando, escuchame, vos estas muy ocupado? - Me preguntó algo preocupada 
-Eh, depende para que, que pasa? 
-No, es que ando con unos problemas en la casa, si podes venir
-Dale, dame 20 minutos que me baño y voy
 
Me bañé, y por las dudas llevé una caja con unas herramientas, era raro verme a esas horas de la noche asi
Llegué a la casa y toqué la puerta, me abré Carmen vestida con un vestido negro, pelo arreglado, labios pintados y los ojos delineados
Quedé un poco en shock ante la primera impresion, no era algo que me esperara, no voy a negar que me gustaba verla asi, la hija de puta era calienta pijas pero con mucha sutileza. 
-Mira, aca es el problema, todas las luces del patio y la parte de arriba de la casa no andan. 
Al fina fui y lo solucioné en unos 15 minutos, pero mientras lo arreglaba, escuchaba a Carmen al telefono 
-Pero la puta que te pario, siempre te dije que no tendrias que haber tenido hijos, ahora que mierda hago yo este finde de semana? 
Se la notaba muy enojada. 
Una vez terminado el arreglo me acerqué a Carmen
-Esta todo bien? 
-Ay perdon Fernando, me habia olvidado que estabas aca, es que me enojé mucho con una amiga. 
-Uh, pero esta todo bien? 
-Si si, no pasa nada... 
Y fue como que sin termina la frase hizo silencio 
-Segura? - Le pregunté 
Y como que eso tocó alguna fibra intima de Carmen y se calmó 
-Yo se que no tenes nada que ver, perdon, pero bueno, si queres escucharme, traigo algo para tomar y lo hablamos
-Si, no tengo apuro, yo la verdad estaba por abrir una cerveza, hace un rato terminé de jugar futbol. 


Fue a la cocina, buscó 2 copas, una botella, bastante cara, de vino, y nos sentamos cada uno en un sofá que estaban enfrentados, y ahí comenzó la charla. 
El primer problema fue su amiga
-A ver, hace rato veniamos organizando esta salida con mi mejor amiga de la secundaria, y por el nene que se sentia mal no pudo venir
 -Uh, que bajon - le dije dandole el primer trago a la copa de vino 
-Si, es que cuantas veces le dije que no tenga hijos, tenemos que ser mujeres libres, no estar atadas a no poder salir 
-Claro, entiendo tu punto, y salir la semana que viene? 
-No, imposible, pasa que Mario se fue hoy y vuelve el domingo, pero ella ya mañana no puede 


Ese dato no lo sabia, no sabia que Mario no estaba en la ciudad 
-Claro, y bueno, pero quedará para mas adelante. 
Seguimos hablando un rato hasta que la botella de vino se terminó, la cara de Carmen toda roja en sus cachetes demostraba que quien mas habia tomado era ella y ya una sonrisa se dibujaba en su cara. 
-Queres otra botella? - Me dijo riendo
-No se, si Mario no hace problema
-A la mierda Mario... 
Se paró y fue a buscar otra botella, pero esta vez se sentó en mi sofa a mi lado, si bien, habia una distancia bastante importante entre cada uno de los 2 
-Asi que estabas arreglada porque ibas a salir? 
-Asi es... 
Un silencio invadió el living
-Pero y porque no salir con otra amiga? 
Ella hizo una pausa, me miró, se acomodó un poco en el sillon, cada vez ese vestido cubria menos piel y debaja ver mas sus piernas, y a mi me volaba la cabeza. 
-Queres saber la verdad pendejo? 
-Dime 
-Ya no aguanto a mi marido, justamente por eso no quiero hijos, para no depender de nadie
Luego de estas palabras, Carmen comenzó a jugar con su pelo, y sutilmente fue acercandose a mi. 
-Es una cosa que ya no aguanto, te juro
-Pero toda mira la casa en la que vivis, las cosas que... 
-Y de que me sirven? Ya no me siento joven al lado de Mario, no sale, vive para el laburo, ya no hay diversion 
-Pero ya la va a haber, es que justo hoy se tuvo que ir 
-No estas entendiendo pendejo, Mario es malisimo en la cama. 
Me quedé impactado sin saber que decirle. Ambos estabamos pegados, uno al lado del otro mirandonos cuando me lo dijo y me quedé helado. 
Como por inercia, nos fuimos acercando nuestras cabezas y nos empezamos a besar timidamente. 
No mentiria si digo que estaba un poco nervioso y mi corazon se empezó a acelerar. 
Carmen cortó el beso 
-Pero vos no tenes que decir nada, ni a Mario ni en el laburo. 
-Obvio que no - Le dije tratando de disimular mi nerviosismo. 
El beso continuó, ahora mas apasionado, acomodé el pelo de Carmen y ella subió a mi falda. 
Lo que antes era su vestido, ahora apenas tapaba la mitad de su cola dejando ver una tanga negra. 
Lo que habia arrancado tan lento ahora habia pasado a ser algo rapido. 
Carmen empezó a acariciar mi verga por sobre mi pantalon que no tardó nada en ponerse dura.
 En tanto que yo tocaba esa cola que tantas veces habia visto disimuladamente en el laburo. No podia creer lo que estaba viviendo. 
Me relajé y me apoyé sobre el sofá sin oponer resistencia a nada, mientras Carmen se quitaba el vestido, dejando a la vista su conjunto de lencería negro. 
Carmen se acostó sobre el sofá y nuevamente, entre besos fui bajando por su cuerpo, pasando por sus tetas ya comenzó a gemir. No me detuve ahi, sino que me dirigí a su concha, ya humeda en apenas pocos minutos que llevabamos. 
Ella con fuerza me presionó y mi lengua pasó por todo su clitoris. El ritmo que Carmen le ponia a todo era rapido y violento. Me presionaba con sus 2 manos contra su vagina mientras ella no dejaba de gemir y retorcerse. 
Luego de un rato asi, pude tomar aire. 
Sus ojos estaban prendidos fuego, era increible ver a esa mujer que antes me habia dicho sentirse vieja ahora con un espiritu tan joven. 
Me hizo sentar ahora en el sofa y mirandome a los ojos escupió una de sus manos y comenzó a masturbarme. 
-Te gusta pendejo? 
-Me encanta 
-Mira que tanto no me gusta dominar. 
Siguió con su trabajo de manos mirandome a los ojos, cuando se fue abajo, y arrodillada quedó frente a mi verga 
-Primero despacito y hasta el fondo le dije. 
Le gustaba que le dieran ordenes, quien iba a decir que aquella mujer tan dominante en el trabajo era tan sumisa en la cama. 
Despacio fue chupando mi verga y llenandola de saliva. 
Se la metia toda en la boca y la sacaba a la par que hilos de saliva la unian a mi verga y otro tanto caia al piso. 
-Ahora un poquito mas rapido y masajeame los huevos 
Carmen sin dudarlo, aumentó el ritmo de su trabajo oral y con una de sus manos fue acariciando mis bolas. 
Esto siguió asi hasta que no me pude contener mas. 
Con Carmen arrodillada, y mi pija en su boca la agarré de la cabeza y comencé a penetrarle la boca de manera fuerte. 

Podia sentir como mis huevos chocaban contra su pera, y veia sus ojos lagrimear un poco, pero hasta no estar satisfecho no iba a parar, estaba gozando dominar a una de mis "jefes". 
-Yo no se como tu marido no te coge, que perra que sos por favor - Le dije casi gritandole. 
Acto seguido, la ayudé a pararse, y mientras tomaba aire y se recuperaba, volví a chuparle la conchita, ya ahora bien humeda por sus fluidos. 
Tomé a Carmen del pelo y la llevé hasta una mesa. Apoyando sus tetas en la mesa y haciendole abrir las piernas empecé a pasar mi verga por la entrada de su concha. 
-Dale, metemela, no doy mas
-Tenes que acariciarme los huevos
Sin decir una sola palabra Carmen me acarició las bolas y yo cumplí  y comencé a cogerla. 
Mi pija entraba por completo en su concha y le daba embestidas cada vez mas fuertes y profundas. 
Carmen dejó de tocarme los huevos y pasó a tocarse la concha y no pasó mucho tiempo hasta que le empezaron a temblar las piernas, largando un fuerte gemido, señal de que estaba acabando. 
Con un poco de piedad por ella, la llevé hasta el sillon y cucharita volvimos a coger. 
Esta vez el ritmo era fuerte y rapido. 
La concha de Carmen hacia ruido de los humeda que estaba al entrar y salir mi pija y mientras ella se tocaba. 
Mientras nos besabamos, le dije 
-Que puta que sos, como te gusta calentar los huevos. 
Ella solo lanzó una sonrisa complice y continuó besandome. 
Luego de estar asi un rato y haber acabado Carmen por segunda vez, bajé un poco el ritmo y volvió a acariciar mis bolas. 
Esta vez no daba mas, ya estaba casi por acabar. 
Sacandole rapido la pija de su concha y poniendole de pie le dije 
-Dale, veni y chupa que acabo 
Carmen no lo dudó, y nuevamente me hizo caso, fue directamente a mi pija, se la puso en la boca y yo agarrandole de la cabeza le marque el ritmo, ya bastante frenetico para que me haga acabar. 
No pasó nada de tiempo que tenia a Carme arrodillada con la boca chorreando de mi leche. 
Se le escurria por los labios y llegaba a su pera. 
Pasando mi pija por los lugares donde tenia leche, fui llevandola a su boca y ella fue tragando. 
-Me hiiciste mierda pendejo 
-Que bien que la pasé 
-Si, yo igual, hace un mes no cogia 


Luego de la lustrada de pija que me dió Carmen, me fui a mi departamento a bañarme y dormir. 
Al dia de vernos en el laburo, el trato fue normal, y no hablamos de esto nunca mas. Si hemos compartido tiempo a solas charlando pero el tema no fue tratado por ninguno de los 2. 


Claramente ni Carmen ni Mario son los nombres reales, fueron modificados por si acaso alguien del laburo lee esto. 
Saludos y espero lo hayan disfrutado leyendo. 

3 comentarios - Carmen, la contadora de mi laburo.

SinSo0n +1
que buena experiencia fernando!!! estudiaste en la utn? porque resolviste las luces en dos patadas 😛
ingeniero_nando
No te voy a decir en que regional, pero si jajaja
SinSo0n
no hace falta pero una masa los utnianos!!!