Paellicia (Legend of Queen Opala)

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No pudiste evitar dejar que tus labios se curvaran en una sonrisa mientras observabas los ojos de Paellicia abrirse de asombro y lujuria al presenciar tu polla expuesta y ya difícil de ver para la arpía.

Era fácilmente la polla más grande que había visto en su vida y una que avergonzaba incluso al minotauro o jinete más grande.

Dicha polla tenía 10 pulgadas de largo y 2 pulgadas de grosor con venas apareciendo por todas partes, sabías que podía convertir a cualquier mujer con la que se follara en un idiota sin sentido.

Con Osira planeando reunir un ejército, la reina de Egipto Opala decidió enviarle a un pueblo cercano para negociar con las arpías y su reina Paellicia y formar una tregua con ellos.

Aceptaste con entusiasmo porque conocías a la arpía cuando la rescataste a ella y a su gente de los ataques de unos bandidos hace años.

Y sabías exactamente lo que ella quiere ya que había muy pocos arpías machos vivos.

"Impresionante, ¿no es así, Paellicia?" Bromeaste con la arpía mientras extendías tu mano y comenzabas a acariciarla, dejándola escuchar los ruidos vulgares pero excitantes de tu carne siendo golpeada.

Viste la de ella y su boca se quedó boquiabierta porque sabías que ya quería tu gorda polla dentro de ella.

"Puedes tener esto con la condición de que ayudes a la reina Opala a defender su reino contra Osira".

"Es un trato T/N." Paellicia asintió mientras se arrodillaba frente a tu polla y frotaba su cara contra ella.

Ella abrió la boca y no dudaste en lo más mínimo en metérselo hasta la garganta. Sin embargo, a Paellicia no le importó e inmediatamente comenzó a mover la cabeza de arriba a abajo. Empujaste con entusiasmo la boca caliente de la arpía.

"¡Mmmmm!" Los ojos de Paellicia se pusieron en blanco mientras olía tu polla mientras la chupaba, la euforia escrita en su rostro mientras la saliva cubría tu vara.

Dejaste escapar un gemido de satisfacción mientras peinabas su cabello plumoso mientras la arpía continuaba dándote una mamada muy cálida.

"Joder, si hubiera sabido que tu boca era tan buena, debería haberte tomado y haberte hecho mi manga de gallo". Le dijiste mientras empujabas su boca con una ligera fuerza.

Decidiste explorarla más y te agachaste para acariciar las enormes tetas de copa G de Paellicia, que ella disfrutó.

Luego moviste tus manos con un movimiento giratorio mientras saboreabas la suavidad de las turgentes tetas de la arpía mientras chupaba tu polla.

La sensación de tus manos en sus tetas y tu polla en su boca resultó demasiado cuando Paellicia dejó escapar un gemido ahogado a través de tu polla mientras se corría, su coño chorreaba jugos por todo el suelo.

La vibración te envió al límite cuando te corriste con un fuerte gemido, llenando la boca de la arpía con semen burbujeante.

Se las arregló para tragar cada gota de semen antes de que usted saliera con un fuerte estallido, un jadeo escapó de sus labios mientras jadeaba por aire.

"Eso estuvo delicioso T/N." La viste lamerse los labios mientras te mira con lujuria, luego miraste tu erección y tuviste una idea.

Con una sonrisa, Paellicia se levantó y te dio la espalda, mostrándote su trasero de burbuja y su coño goteante.

"¡Vamos, muchacho~!" Ella se burló de ti sacudiendo su trasero regordete.

Soltaste un gruñido de lujuria ante eso y envolviste a la arpía con tus brazos, tu polla se deslizó entre su culo mientras acariciabas sus tetas con tus manos, lo que la hizo gemir de placer.

"No deberías intentar burlarte de mí, Paellicia". Te inclinaste para susurrarle a Paellicia mientras metías tu polla en su coño goteante.

Paellicia gimió ruidosamente mientras movías tus caderas hacia adelante y hacia atrás como una máquina mientras le perforabas el coño.

Paellicia giró la cabeza y tú moviste la cabeza para darte un beso. Ambos gemieron durante el beso mientras sus lenguas luchaban por el dominio.

El culo de la arpía golpeó tus caderas mientras tu polla entraba y salía de su coño mientras ustedes dos hacían el amor.

La saliva goteaba de vuestras bocas mientras tú y Paellicia luchaban con vuestras lenguas mientras su cuerpo temblaba contra el tuyo por puro placer.

Finalmente, tus esfuerzos dieron sus frutos cuando ella gimió en el beso mientras su coño apretaba tu polla, apretándola para sacar tu semen.

Le concediste su deseo abrazándola cerca y entraste. Tu polla liberó inundaciones de semen en el arranque de la arpía mientras sus paredes vaginales eran pintadas de blanco por tu esencia y cualquier exceso de semen se vio obligado a brotar alrededor de su coño.

Esto continuó durante aproximadamente un minuto antes de que ustedes dos cayeran de nuevo al suelo y la arpía exhausta encima de ustedes.

Tu respiración profunda cuando terminaste dentro de Paellicia. Tu polla flácida se deslizó fuera de su coño mientras el semen fluía como un grifo que gotea.

Al mirarla bien a la cara, viste que se había desmayado con una sonrisa en la cara.

Lo hiciste tan bien como abrazaste a Paellicia dormida, acariciando su rostro mientras ella se acurrucaba en busca de comodidad y calidez.