Mi Sobrina... vacaciones en familia 14

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La cena estuvo espectacular, la carne se cortaba con tenedor, todo acompañado de buen vino... yo había decidido pasarme al agua después de una copa de vino, porque me había pasado la tarde tomando cerveza, Juan en cambio siguió tomando a buen ritmo, antes del postre estaba decididamente borracho... y miraba sin disimulo a Cande y a Lu, como desnudandolas con la mirada, obviamente Mari se dio cuenta del estado de su marido pero trataba de ignorarlo poniendo atención a otras cosas. Yo le pregunté a Cande si había hablado con Nico, su novio, supuestamente iba a viajar el fin de semana a buscar su auto que había dejado en la costa debido al estado deplorable en el que volvió de una fiesta... Cande dijon que habían hablado, que consiguió un pasaje para las primeras horas del sábado, así que tipo 7 u 8 de la mañana del sábado estaría llegando. Acordamos que iría con Cande a esperarlo a la terminal de micros.
Terminada la cena, mis hijos no daban mas de sueño y se fueron a dormir, los llevamos a la cama con Lu, nos quedamos unos minutos con ellos hasta que se durmieron. Cuando salíamos de la habitación de los nenes nos cruzamos a Juan en el pasillo que distribuía a las habitaciones, se estaba metiendo en la habitación de Cande...
Y: Que haces gordo?
J: Me voy a la cama... no doy más...
Y: Pero esa no es tu habitación...
J: Ah, jajaja que bolllludo.... (le patinaban las palabras al hablar)
L: No estarías pensando en esperar a Cande en su cuarto, no?
J: Jajaja nnnnooo... me equivoque nada masss....
Y: Bueno, dale... veni que te acompaño así no te perdes...
Lo llevé del brazo hasta su cama, cayó en un sueño profundo en cuanto su cabeza tocó la almohada.
Volvimos al quincho donde habíamos cenado, Cande y Mari habían levantado la mesa, Juancito se despidió y se fue también a dormir, Cande y Lu hicieron lo mismo... nos miramos con Mari...
Y: Te tomas un whiskey cuñada?
M: La verdad... estaría bueno.
Lu me besó y al oído me susurró que era mi oportunidad, y con una sonrisa se fue a la cama.
En el asador todavía había unos troncos encendidos, la noche estaba fresca, así que agregué otro leño y nos sentamos con Mari con nuestros vasos de whiskey y hielo en la mano.
M: Que tranquilidad... Es lindo cuando todos duermen, disfrutar un poco del silencio...
Y: Si, me encanta una familia numerosa y ruidosa como la nuestra... pero a veces es lindo un poco de paz...
M: Te quería pedir disculpas por lo de hoy... q me puse así en el auto...
Y: Disculpas de que?! Mari, necesitas hablar, sacar todo lo que te hace mal...
M: Son muchos años...
Y: Con más razón. Hay algo que no entiendo, perdón si lo pregunto sin tacto, pero... si siempre supiste de las amantes, por qué nunca hiciste nada?
M: Es complicado... Juan era diferente cuando estábamos de novios, era amable con mis amigos y amigas, me iba a buscar a la facultad, siempre con buena onda con todo el mundo, era atento, tierno... pero cuando nos casamos, volvimos de la luna de miel, y se transformó. Yo tenía que estar en casa, hacerle la comida, tener todo limpio, y lo peor es que volvía tarde y cansado, y casi nunca teníamos relaciones... suponía que tenía una amante, así que un día lo seguí.
Y: Muy novela todo...
M: Y se puso más novelesco... lo seguí varios días, supe que se acostaba con una moza del restaurante, una pendeja, con otra mina que nunca supe quien era, pero lo esperaba en una esquina y el la.pasaba a buscar... cada día era una diferente.
Hasta que un día, lo estaba siguiendo, y fue para el lado de la casa de mis padres... yo iba con el auto de una amiga, por suerte ese día me lo había prestado y estaba yo sola... porque no habría sabido que decirle a mi amiga... cuando en una esquina levantó a mi propia hermana...
Y: .... (me quedé helado, no sabía que decir)
M: Por tu falta de reacción me imagino que sabias que eran amantes...
Y: Lo supe hace un tiempo... pero que terminaron cuando Lu me conoció...
M: Si... por eso siempre agradecí tu llegada...
Y: Pero Mari, si lo sabias hace tanto... como no dijiste nada?!
M: Le dije... esa noche armé un escándalo en casa! Pero el gordo se puso más loco que yo... No, no me agredió, al menos no físicamente...
Y: Y a Lu, por que nunca le dijiste nada?
M: mi hermana es muy especial... vos la conoces bien, sé que son muy abiertos sexualmente y eso debe ser la clave para que lleven juntos tantos años... hay algo que ella hizo por mi cuando éramos chicas... yo no te lo voy a contar, si lo sabes seguro me entendes, y si no lo sabes... no soy yo quien deba decirlo. Pero en resumen, le debo una, y quizás desde ahí también se forjó la forma de ser de Lu respecto al sexo...
Y: No sé qué haya sido para que le perdones algo así...
M: No me corresponde a mi contarte... pero igual obvio que me enojé mucho por lo de Juan... pero ese día me trató tan mal, me amenazó... me dio miedo encarar a mi hermana después de eso...
Y: Me dejas helado... nunca creí que fuera violento... y vuelvo a preguntar, perdón que insista... pero, te quedaste con el por miedo?!
M: Masomenos... en realidad...
Y: Me podes contar Mari... conta conmigo para lo que sea...
M: Gracias Flaco... mira, esto que te voy a contar no lo sabe nadie, salvo Juan, y por favor no quiero que nadie lo sepa, ni Lu, ni nadie... es para que me entiendas... y porque necesito desahogarme (Mari lloraba casi sin consuelo)
Y: Obvio, lo que hablamos acá, es entre vos y yo.
M: Después del episodio con Juan cuando lo encaré se puso peor el tema de las amantes, lo hacía prácticamente en mi cara, ya ni disimulaba, y yo estaba en una mezcla de miedo y odio... tan grande... (lloraba) que... me... que me acosté con un tipo, bah, un pibe, tendría 18...
Y: Bueno... le hiciste lo mismo que el te hacia, no es tan grave...
M: Ese pibito... es el padre de Cande...
Y: QUE?!
M: Eso... me encame con un pendejo, que era albañil, trabajaba en una obra frente a casa, siempre me gritaban cosas cuando salía a hacer las compras... un día me encaró este mocoso... y... bueno...
Y:... nunca lo imaginé...
M: Nunca dijimos nada, por vergüenza... Juan jamás podría admitir que le metieron los cuernos, y que se hizo cargo de la hija de alguien más...
Y: Y el padre... el albañil supo que tiene una hija?
M: No, terminaron la obra y nunca más lo vi...
Y: Lo reconocerías?
M: Es igual a Cande. Nunca te diste cuenta? Juan es alto, de pelo oscuro pero muy blanco, igual que Juancito, son iguales, y Cande es bajita, delgada y de piel más trigueña...
Y: Sabiendo este dato... pero no, nunca me fije, yo le veía rasgos tuyos, aunque si, el cuerpo... vos y Lu son, bueno, más voluptuosas...
M: Por favor no digas nada, ni a Lu y menos a Cande...
Y: Te lo prometí... (nos quedamos varios minutos abrazados)
M: Juan, con tal de no admitir que lo habían engañado se hizo cargo de Cande como si fuera su hija, le dio el apellido y todo el amor como un verdadero padre. Y por eso siempre tolere sus infidelidades.
Y: Es una historia fuerte... fuertisima... quédate tranquila que yo no voy a decir nunca nada...
M: Gracias... necesitaba poder hablarlo con alguien...
Nos estábamos abrazando, y de repente nos empezamos a besar... se escuchaba el fuego crepitar y nuestra respiración agitada. Luego de un intenso beso nos separamos, intenté disculparme, pero mi cuñada volvió a comerme la boca, y con sus manos tocaba mi cuerpo, mis brazos, mi espalda, mi abdomen... nos consumía la pasión en ese beso, yo agarré sus tetas con mis manos, las sentí pesadas, masivas... las saqué por el escote del vestido, vi sus pezones rosados, grandes... Mari se levantó de su silla y se subió encima mío, puso sus tetas en mi cara, me tapaban por completo, me metía los pezones en la boca, mordía, chupaba... y Mari gemia. Levanté su vestido para agarrar su culo, manosearlo... estábamos los dos muy calientes, ella se movía frotando su concha contra el bulto en mi pantalón, se levantó un poco para meter la mano, me estremecí al sentir el tacto de su mano en mi pija, estaba dura... con esfuerzo me bajé un poco el short liberando mi erección... Mari la tomó firme en su mano y corriendo a un lado su bombacha se metió mi verga ahogando sus gemidos en un beso de lenguas trenzadas... no hablamos, todo eran jadeos, respiración agitada y gemidos tapados en un besos que no cesaban... Mari estaba muy mojada, apretada... y tan calida que sentía derretirse mi verga... me mordió un labio mientras se aferraba a mi espalda en clara seña de un orgasmo, no pude resistir y acabé yo también... me quedé adentro de ella, y mi pija seguía a medio parar...
Y: Mari... fue... fue hermoso...
M: Como necesitaba un orgasmo así...
Y: Te acabé adentro Mari...
M: No te preocupes... me ligue las trompas después de juancito...
Y: Menos mal...
M: Aunque me habría gustado decirle a Juan que iba a tener otro hijo de alguien más... jajajaja
Y: jajajaja...
M: Me voy a la cama... porque si me quedo voy a querer que me cojas más, y más...
Y: Y yo lo haría...
M: No tengo dudas...

Nos dimos otro beso apasionado... y nos fuimos cada uno a su habitación.
Lu dormía plácidamente... mejor así, no quería contarle que lo había hecho con su hermana... quería que fuera algo entre Mari y yo... nada más.