La vida de Estefi

Sé que vienen de un mundo más aburrido que el mío, dónde todo lo que ves, es lo que parece. Pero acá no. Acá eso no pasa. Lo que ustedes llaman ciencia ficción, acá es rutina, acá es el día a día.

Me llamo Estefanía, vivo en un lugar parecido al tuyo, pero que es sólo imaginable para vos. Nuestra vida es igual de aburrida, pero no tan aburrida a la tuya. Desde chicos, nacemos con un poder, como esos que vos ves de chiquito y llamas superhéroes. Nosotros sólo los llamamos personas, gente, amigos, familia, etc.

Mi familia tiene suerte de ser de un círculo político importante, mi mamá decide sobre política como yo decido qué tenga voy a usar el día de hoy. Mi papá, es un importante abogado que se dedica a tapar los horrores que la política causa. Presentados Vero y Óscar, también tengo dos hermanos, Teo que tiene 2 años menos que yo y Cande, que ya cumplió sus 24 años y es 2 mayor a mí. Mi madre hasta eso planeó, que todos nos llevemos 2 años de diferencia.

Voy a contarles un poquito más de mí. Al igual que toda mi familia, soy rubia, salvo los dos hombres de la familia, no gozamos de mucha altura, solo mido 1,56. No puedo decir que intimide cuando entro a algún lugar, cosa que sí logra mi madre a pesar de medir lo mismo que yo. Sí logro captar miradas cuando salgo, mi cola siempre fue un atributo que entre mezcla de genética y ejercicio, resaltó en todos mis entornos y fue motivo de charla de varios. Quizás mis tetas no sean nada del otro mundo, pero lo suficientemente paradas para poder vivir sin corpiño.

Ahora bien, faltó un detalle que seguro se preguntarán. Cuál es mi "superpoder" jaja qué tonta me siento llamándolo así. Acá es solamente una característica más, como si fuera la personalidad. Y no es casualidad, muchas veces esta característica forma nuestras personalidades y suelen ir muy de la mano con nuestra forma de ser. No sabría decirles si nos adaptamos a ellos o ellos nos amoldan para ser como somos.

Mi mamá, conoce los miedos de la gente. Ésto justamente produce que ella sea el mayor miedo de todos, nada casual. Mi papá, puede inculcar ideas en la gente, si bien uno sabe que fueron "impulsadas" por él, es muy complicado luego encontrar contraargumentos. Teo pobrecito, no goza de una característica tan dominante, sino que meramente puede saber lo que la otra persona está antojada, bastante inútil aunque suele aparecer con la comida ideal siempre. Cande, heredó de manera "defectuosa" las mismas características de mi papá, aunque digo que defectuosa porque realmente tiene muchas complicaciones para usarlo.

Por último yo, digamos que me tocó el más complejo. Tengo la capacidad de "aliviar" a las personas. El único problema es que usarlo, me exita enormemente. No porque me produzca morbo en sí, sino porque mi cuerpo responde sintiendo mucha excitación y necesidad de descargar sexualmente. Usarlo, hace que necesite masturbarme lo antes posible, quedo completamente mojada.

Mi familia tiene de característica el "control mental", otras personas poseen características físicas, fuerza, volar, visión, etc. Nosotros somos de la rama neuronal. Como imaginarán, estas dos grandes divisiones generan enormes diferencias políticas y sociales.

Los Mentales, como mi familia, suelen ser de clase rica y muy dominante sobre los Físicos. Si bien muchos años atrás no era así, actualmente estas características físicas se vieron muy limitadas por leyes e incluso "trajes de control" a quienes poseían características muy peligrosas para la sociedad, o así dice la gente como mi mamá.

Incluso en el colegio, vamos a diversas escuelas. Lo mismo para las Universidades, las de mayor prestigio suelen ser la de los Mentales.

Sin embargo, si bien tienen mucho prestigio, no somos tan diferentes a cualquier estudiante. Nos gusta el alcohol, la fiesta y el sexo. A quién no?

Si sólo fuera alguna historia sexual sin más, posiblemente no la contaría. Pero recuerdo mi primer año en la Universidad, yo estudio para Criminología, siento que puedo hacer un bien e incluso creo que todo mal, viene por un problema sin resolver, alguien que necesita alivio.

Esa tarde/noche, nos juntamos con mi grupo a hacer un trabajo en una de las salas disponibles para los alumnos. Fernanda iba conmigo al colegio y Flor era conocida de toda su vida, por ende desde el primer día hicimos grupo juntas.

Nos quedamos haciendo la exposición que teníamos hasta última hora, el de seguridad nos vino a echar avisando que cerraba la Universidad. Ellas vivían muy cerca la una de la otra y como a Flor la iba a buscar el novio, dejaba a Fer de paso. Yo por mi parte, me iba a ir en taxi. Las saludé para antes pasar por el baño, me acuerdo de verme al espejo cuando salía, llevaba una calza verde militar, zapatillas blancas y una camisita blanca. Look muy casual pero que me gustaba porque hacía muy llamativa mi cola. También me gusta mucho maquillarme y destacar con mucho delineador mis ojos aunque sean de color amarronado.

Cuando fui directo para salir entre la oscuridad de la Universidad, me encontré a un docente en una de las aulas, llorando desconsoladamente. "Fuck" pensé. Me quería ir, pero mi forma de ser y mi capacidad de sanar a gente en esas situaciones, no me dejaba ignorar eso.

Me acerqué, al profesor que no conocía. Era un señor de 45 años, de cara muy agradable pero no atractivo, sino tierno, pelo enrulado negro y bastante panza.

Me miró cuando entré y lo primero que hizo fue levantarse y disculparse por el momento. Me dió ternura su reacción, no llegué a mediar mucha palabra que lo abracé. Fue mi reacción genuina y también busqué el contacto para poder ejercer mi habilidad. Entre lágrimas empezó a desahogarse, me contó que descubrió la infidelidad de su mujer y que su matrimonio estaba muerto por eso.

Se fue abriendo y contándome más detalles, mientras nos seguíamos fundiendo en un abrazo (que él posiblemente desconocía porqué no me podía soltar) me siguió contando.

"A raíz de una clase cancelada, volví a mi casa temprano. Como entré, escuché risas y una voz masculina, pensé que sería algún familiar o amigo nuestro, pero a medida que me acerqué, las voces venían de nuestra habitación. Empecé a sospechar algo y entré sigilosamente para poder ver más. La vi a mi mujer encima de otro, con lencería y refregandose sobre su bulto. Le recorría el cuello con la lengua y acariciaba la pija de él por encima del boxer, única prenda que le quedaba al hombre."

Ay dios mío, pensé yo.

No sabía qué decir, tampoco quería seguir conociendo esa historia pero estaba ayudándolo, si bien él no lo sabía. Yo sí. Él necesitaba desahogarse para sentirse aliviado. El problema es que seguía entre sus brazos, mientras me contaba al oído la historia y mi tanga no dejaba de humedeserse por ese maldito efecto que tiene en mí el uso de mi característica. Necesitaba salir de ahí cuánto antes.

"Lo peor es que no me animé a entrar y echarlos a ambos a patadas. Me quedé mirando, ví como ella se bajó de a upa de él y con una sonrisa gigante le bajó el boxer y se llevó su pija a la cara. Se la fué frotando por todo el cachete mientras se sonreía y lo miraba como enamorada, no sabía si de él o de su verga. Ahí me preguntaba porque no me iba, ya tenía más que suficiente, nadie iba a poder negarme la historia ni decirme que estaba loco. Hasta ví cómo se lo llevó a la boca y le empezó a devorar la pija como si nunca hubiera probado una mejor."

Diosito, sacame de acá pensaba yo. Tenía la tanga empapada, empecé a mover las piernas buscando un rose que me alivie mientras este señor que no conocía me contaba una porno al oído mientras me rodeaba con sus brazos. El peor momento fue cuando sentí contra mi panza su pija. Hacía varios minutos venía aguantando esa sensación y sentir su pija no me ayudaba para nada a calmarme. A medida que me contaba más, se sentía cómo se iba endureciendo.

"Le sigo dando vueltas en mi cabeza a porque no me fuí. Si mi mujer estaba atragantandose con la pija de otro, mientras él le sostenía el pelo, se la sacaba de la boca y le daba golpecitos en los labios. Nunca la ví así, nunca fue así para mí, pero a él le daba todos los gustos. Y yo? Mirando. Con una erección. Me empezó a caer la idea de que no estaba mirando por celos, sino por excitación. Me había humillado al punto de que me calentaba verla engañandome".

Ya su pija estaba completamente dura sobre mi panza. Nunca me había pasado algo así, por lo general, nadie tardaba tanto en sanar. Y menos mientras me confesaba una historia sexual.
Empecé a buscar el frotarme con su pierna. Aunque a su vez, me daba cuenta que mientras me movía (aunque yo creía que disimuladamente) estaba jugando levemente con su pija, dándole el mismo goce que yo tenía en mi entrepierna, con mi propia pancita.

"Gracias por escucharme. Necesitaba mucho hablar con alguien de esto y no tenía con quién. Me quedé ahí viendo cómo ella se tragaba la leche del tipo, él gemía y revoleaba los ojos mientras ella no dejaba caer ni una sola gota. Lo miró sonriente y se levantó a darle un beso. Ahí me escapé, tenía miedo que me vean."

Yo no podía creer, no lo que me contaba, eso ya casi había dejado de escucharlo. Sino que sin darme cuenta, llevé mi mano a su pija. Él me estaba hablando y yo le frotaba la verga arriba del pantalón.

Ahí fue el primer momento donde este señor separó su cabeza de mi hombro y me miró a los ojos, se acercó y me dió un tierno beso. Yo un poco avergonzada y otro poco muy caliente, lo dejé besarme. Lo dejé que su lengua se meta en mi boca y respondí enredando la mía con la de él, acariciándola con mi propia lengua y buscando su boca.

No tuve ni la decencia o el atino de sacar la mano de su bulto. Me calentaba incluso más sentirla. Cuando quise reaccionar, sus manos habían bajado y estaban apretando mi cola como si nunca en su vida hubiera visto una así. De hecho, por su edad y apariencia, estoy segura que no.

Me dí cuenta que estaba mejor. Me podría haber ido en ese momento, pero sentí que todo por lo que pasó, iba a llevarlo a hundirse aún más si me iba corriendo de ahí a masturbarme al primer baño que encuentre.

Ya había tomado todas las peores decisiones que podía. Evidentemente la situación se me había ido de las manos, irónicamente mi mano fue la que se había ido muy lejos.

Debatiendo entre si irme corriendo del lugar o intentar desviar la conversación y calmar las aguas, no elegí ni una ni otra. La maldita calentura me llevó a arrodillarme y desabrocharle el pantalón, le di unos besos por encima del boxer y saqué su pija.

Pobrecito, ya entendía lo que había pasado, su mujer se cansó de coger con sus pocos centímetros de pija y buscó una mejor. Este tierno señor, no tendría más de 10 centímetros de carne para ofrecer. Pero yo no me animé a decir nada. Hice como su mujer con el otro hombre, le sonreí mirando a los ojos, me la pasé por toda la carita y le dí besitos tiernos mientras lo pajeaba.

Lo miré gemir, ví como le temblaban las piernas mientras una pendeja como yo jugaba con su pijita.

Eso me motivó y me hizo llevarla a la boca, le fui rodeando con mi lengua su pija y con mucha facilidad me la tragaba toda para darle algunas escupidas bien pornográficas.

Pobrecito el profe, le costó resistir cómo fuí aumentando la velocidad y los chupones que le daba. Me empezó a decir con voz entrecortada que estaba por acabar. Lo miré a los ojos y lo seguí pajeando. Dejé que los chorros de leche caigan al piso, le dí el gusto de darle un último besito en su pijita y me fui de ahí para por fin tocarme yo.

2 comentarios - La vida de Estefi

reyamoroso +3
Hmm , sabes que me siento con una pena,...veni a abrazarme.
Van 10
BohemianFantasy
JAJA gracias 🙏😍
Pervberto +1
¡Genial! Un universo diferente, pero igualmente deseoso de placer.
BohemianFantasy +1
Love youuuu 😘